chapter three ◈ HERPES CARRIER
PORTADOR DE HERPES ꧁꧂ Capítulo tres
from a ALTERNATIVE UNIVERSE
OUTER BANKS, NORTH CAROLINA
[ THE CUT ] / [ FIGURE EIGHT ]
Cuando salió el Sol, Rafe se encontraba balanceándose por su casa con la cabeza dándole vueltas completamente en estado de ebriedad y la resaca amenazando con invadirlo una vez que él se sentara. Subió las escaleras a trompicones hasta su habitación, dejó un rastro de ropa cuando llegó a su habitación. Una vez dentro, se desplomó de cara contra su cama sin siquiera importarle cerrar la puerta ni que sus prendas de ropa esparcidas por el suelo.
Durmió como un muerto durante unas horas, y solo se despertó cuando Sarah entró de golpe a su habitación reclamándole por haber arruinado la fiesta. Rafe solo gruñó adormilado por su repentina interrupción y se dio la vuelta, diciéndole que se fuera a la mierda. No tenía la energía suficiente para lidiar con la mierda de ella en ese momento y probablemente nunca, no era del tipo que tuviera paciencia ni mucho menos los nervios suficientes para encargarse de los problemas o quejas de la gente.
Por otro lado, Meghan estuvo ayudando en el negocio familiar desde temprano supervisando la tienda de surf y atendiendo a los clientes que ingresaban. Estuvo en ese lugar atendiendo el resto de la mañana y cuando ya estaba por empezar la tarde fue a visitar a Pope, quien fue castigado por sus padres al regresar de la fiesta bastante tarde.
Llegó a casa de Pope donde pasó un par de horas de la tarde luego de salir del trabajo, intentó en múltiples ocasiones convencer a los padres de su amigo que la tardanza de Pope fue porque se la estaban pasando bien... en medio de una diversión 'sana' que ella se encargó de comentar en repetidas ocasiones para que sea creíble pero no tuvo muchos resultados, el padre de Pope era un hombre difícil de lidiar cuando se encontraba bastante enojado por algo y digamos que no le daba nada de gracia que su hijo se escapara por la noche a una fiesta y regresara a casa a la hora que se le diera la gana.
—Tu padre no dará vuelta atrás, ¿no? -Meghan se desploma en la cama de Pope sentándose al borde.
—Si... ya sabes cómo es -Pope se apoya contra una pared frente a ella mientras se cruzaba de brazos y sonríe levemente–. Supongo que tus padres no te dijeron nada, ¿no?
—No, dije que estaría contigo -Ella contesta encogiéndose de hombros con normalidad–. Eres mi hombre de confianza. Si les dijera que estuve en el mismo lugar que JJ, no me dejarían ni poner un pie fuera de mi habitación -Ríe levemente siendo correspondida de la misma manera por Pope y asiente dándole la razón–. ¿Cuánto tiempo estarás encerrado en esta torre? Necesito más excusas para poder salir sin que mis padres se desesperen.
—Creo que será una semana o dos -Responde mientras se rasca la nuca con una mano–. Con mi padre no hay nada establecido, ya sabes. Intentaré ayudarlo lo más que pueda para que la condena se reduzca.
Meghan asiente ante sus palabras aunque el principio su nariz se arrugó en desacuerdo, no podría salir tan libremente en el tiempo que Pope estuviera castigado o con ciertas restricciones para las escapadas con sus amigos. Lo peor es que en el verano siempre sucedían los mejores planes, esto era una desgracia en grandes magnitudes.
—Podré sobrevivir un par de días pero si no sales de esto pronto, me veré obligada a tener que convertir a JJ en una persona más decente en pocos días para que pueda sacarme de casa -Pope ríe ante el comentario de Meghan de solo imaginarse aquello. Sería demasiado increíble tener que ver a JJ perfectamente peinado y vestido decentemente–. Tendré que sacar la artillería pesada.
—Si eso sucede, te pido encarecidamente que me envíes un vídeo -Juntó sus manos en una plegaría haciendo que Meghan riera en esa ocasión.
—Un vídeo y una galería completa de fotos de todos los ángulos. Los suficientes para sacarle dinero por los siguientes diez años.
No estuvo mucho tiempo en casa de Pope bromeando sobre muchas cosas pero también de alguna que otra cosa que pudieron ver mientras estuvieron en la fiesta de la noche anterior. Meghan no pudo evitar recordar que se acostó con Rafe pero rápidamente desechó ese error y decidió concentrarse en la conversación con su amigo, quería enterrar eso para siempre a pesar que podría sacarle un poco de provecho diciéndole a todo The Cut que se acostó con el 'Rey Kook' solo para poder tener un poco de venganza por ser un completo imbécil pero no quería tener que lidiar con eso porque sabía que Rafe no la dejaría en paz.
Sabía lo suficiente para saber que él está fuera de sus cinco sentidos en la mínima muestra de enojo. Era el mismísimo Demonio encarnado en una tentación humana.
Antes de que pudiera salir, el señor Heyward le pidió un pequeño favor a Meghan y ella no pudo negarse ante aquello, después de todo, era responsable de persuadir a Pope de que se escapara de casa para asistir a la fiesta en Tannehill así que tenía un poco de cargo de conciencia. Además, el trabajo no era tan difícil y era de suerte que había traído la camioneta de su madre para facilitarle el encargo: llevar más camarones a un lugar.
Por otro lado, Rafe se la pasó recuperándose de su resaca el resto del día e ignorando las miradas de decepción de su padre. Ward Cameron estaba cabreado por el daño que le habían hecho a su preciosa casa, y se lo hizo saber a Rafe con una serie de duras palabras y miradas asesinas. Las botellas caras de alcohol que estaban vacías y rotas, ni hablar de las pinturas que estaban rasgadas y arruinadas, las cuales fueron un pequeño regalo de los pogues.
Pero a Rafe no le importaba y haría lo que quisiera. Si tenía ganas de destrozar el lugar con una fiesta salvaje, entonces eso era lo que haría. No era su culpa que Ward fuera tan tacaño.
Cuando cayó la tarde, Rafe se encontró de nuevo en el country club, bebiendo con sus chicos y observando a algunas chicas de Figure Eight que desfilaban por ahí. Vio a una pelirroja al otro lado del espacio de bebidas y se acercó a ella con una sonrisa arrogante preparada para hacerla caer con un par de palabras insinuadoras y algunas caricias casuales, lo de siempre.
—Pope, deja de ser tan dramático, no ayudas -Meghan le regaña mientras baja de su camioneta. Encontró la manera de tener su teléfono entre su hombro y su oreja mientras sus manos sostenían en el recipiente con los camarones frescos–. Ya he llegado, no te desesperes.
Se encontraba en el estacionamiento del country club de Figure Eight. Solo tenía que ingresar al área de cocina, decir que venía de parte de la tienda Heyward y luego regresaría directamente a casa, era de los recados más fáciles que le habían dado.
Rafe estaba descansando junto a la piscina del country club, bebiendo una margarita y disfrutando del sol en su rostro. Había estado coqueteando con la linda pelirroja que había conocido hace unas horas y la convenció de acompañarlo, pero ella parecía más interesada en su teléfono que en él. Era molesto.
En ese momento, vio que se acercaba una cara familiar: era esa chica descarada de la noche anterior, recordaba que su nombre era Mia... o eso es lo que ella le había dicho. ¿Qué estaba haciendo allí? Rafe se sentó más derecho tratando de ver mejor e incluso se quitó los lentes de Sol para reconocerla mejor, una sonrisa burlona tiró de sus labios al confirmar de que se trataba de ella. Tal vez se divertiría un poco.
La observó mientras hablaba por teléfono, luciendo irritada mientras pasaba por la entrada del country club cargando un contenedor. Rafe arqueó las cejas. ¿Estaba entregando algo? ¿Al country club? No sabía que ella trabajaba ahí, nunca antes la había visto y estaba segura que podría reconocerla en cualquier lugar de ser así, tenía particularidades que no pasaban desapercibidas y no eran fáciles de olvidar.
Intrigado, se deslizó de su tumbona y se acercó a ella para interceptarla. Se puso a caminar a su lado, apiñándose en su espacio llamando su atención de inmediato.
—Bueno, bueno, mira lo que trajo el gato -Dijo arrastrando las palabras, con voz baja y llena de insinuación–. ¿Pasando el rato en el club de campo, pogue? Pensé que estarías demasiado ocupada limpiando baños para honrarnos con tu presencia.
Meghan alza la cabeza y debe retroceder un paso ante la repentina intersección mientras que Rafe se inclino un poco tratando de ver lo que había dentro del recipiente que ella cargaba.
—¿Y qué es esto? ¿Entregas comida ahora? Supongo que incluso una zorra tonta como tú puede ser útil a veces -Rafe se asomó un poco más mirando dentro–. ¿Camarones? Qué pintoresco. ¿Estás tratando de impresionarnos con tus habilidades culinarias o algo así? -Él sonríe con burla, sus ojos azules brillan de diversión–. Será mejor que te apresures y lleves eso a la cocina antes de que se eche a perder. No querríamos decepcionar a tu jefe, ¿no?
Meghan tuvo que colgar la llamada con Pope en el preciso momento que reconoció a Rafe apareciendo frente suyo solo para molestarla y ofenderla, ni siquiera pudo dirigirle unas disculpas a su amigo antes de tener que colgar. Quiso contestarle pero él solo siguió hablando y ofendiéndola hasta que se dio la vuelta y regresó por donde vino dejándola confundida, viendo su amplia espalda cubierta por una camiseta alejándose por el country club.
—Está loco, definitivamente -Niega y murmura para sí misma. Sigue caminando hacia el country club con el contenedor en sus manos, no iba a dejar que la presencia de Rafe perturbe su entrega.
Llega al mostrador de la cocina donde entrega el contenedor de camarones siguiendo los pasos mentales que se anotó, una chica le recibió el recipiente y estaba a punto de irse hasta que le dice que debe esperar a que le den un recibo. Exhala pero no le queda otra opción que esperar.
Mira a su alrededor notando los lujos y la paz que se dan los kooks en ese lado de la isla. Malditos presumidos, los odia.
Su mirada recae hacia la piscina donde Rafe estaba acompañado de sus amigos y una extraña chica pelirroja, tal vez otra kook como ellos porque no serían capaces de involucrarse con alguien del otro lado de la isla... a excepción de lo que pasó el día anterior, ese fue un extraño fenómeno que tuvo desarrollo una sola vez en la historia.
Otra víctima, Meghan piensa, pobre chica.
Rafe se relajaba junto a la piscina, sus ojos siguiendo los movimientos de "Mia" mientras parecía estar esperando algo y miraba con desinterés los alrededores del country club. No pudo evitar admirar la forma en que se veía su trasero en esos jeans ajustados, incluso si ella era una maldita don nadie del lado equivocado de la isla.
La observó mientras lo miraba a él y a sus amigos, la mirada de Meghan se detuvo en la pelirroja sentada en su regazo. Rafe sonrió, atrayendo a la chica más cerca y dejando que ella se acurrucara en su cuello. Deja que la pogue vea que él tenía muchas opciones, y ninguna de ellas era ella.
Meghan recibe el pedazo de papel que estuvo esperando por algunos minutos que se sintieron como horas. Agradece a la chica que se lo entregó y sus pies se movieron rápidamente en pasos largos y apresurados dirigiéndose hacia la salida, no soportaba estar más en ese lugar sabiendo que Rafe se encontraba bastante cerca y que estaba dispuesto a fastidiarle la paciencia ese día, un día en el que quería únicamente paz y cavar la suficiente tierra para enterrar lo que sucedió entre ellos dos en la fiesta.
—¿Te vas tan pronto, Cenicienta? Y yo que pensaba que tal vez querrías quedarte y jugar con los niños mayores -Es lo que Rafe vocifera en los primeros pasos que Meghan da con intenciones de dirigirse a la salida -Se rió cruelmente y sus amigos se unieron. La pelirroja en su regazo rió, pasando los dedos por su cabello. Rafe volvió su atención hacia esa chica, su mano se deslizó por su muslo–. Ignórala, cariño. Eres todo lo que necesito ahora mismo.
Meghan pone los ojos en blanco e ignora a Rafe sabiendo que él solo quiere burlarse de ella porque no aceptó ser su maldito juguete.
Estaba a punto de salir del country club ignorando por completo las estupideces que Rafe estaba exclamando a los cuatro vientos hasta que se detuvo cuando su necesidad de responderle le venció al grupo de sus cinco sentidos que le rogaba para que, por una vez en su vida, pudiera cerrar la boca y evitar cualquier tipo de problema pero no estaba en ella ese comportamiento, no podía permitir que alguien intentara pisotearla por más mínimo que sea.
—¡Oye, chica! -Alza la voz, llamando la atención de la pelirroja pero también la de Rafe y sus amigos–. ¡Deberías tener cuidado! ¡Creo que ese imbécil me dio herpes anoche! -Meghan miente hábilmente.
Les da una amplia sonrisa alejándose con pasos largos y apresurados antes de que las cosas empeoraran, solo corrió cuando llegó a la salida del club. Se subió a su camioneta y la encendió, alejándose del estacionamiento mientras su corazón latía con adrenalina y luego, cuando se encuentra lo suficientemente lejos de ese mismo infierno, ella se ríe esperando haber arruinado el día de sexo de Rafe.
Rafe levantó la cabeza de golpe ante el grito de Meghan, entrecerrando los ojos con furia. ¿De qué carajos estaba hablando esa lunática? ¿De herpes? ¡Él no había hecho nada más que darle el polvo de su vida!
La mandíbula de Rafe se tensó, la ira recorría por sus venas a la velocidad de la luz. Rafe estaba hirviendo de enojo, su mente corría pensando en todas las formas en que podía vengarse. Esa loca no sabrá lo que la golpeó. Él se aseguraría de ello personalmente.
Ya se ocuparía de esa perra gorda más tarde. Cuando estuviera a solas con ella.
pay attention 'cause
५🦁★ ASLAN SPEAKS . . .
q buen capítulo lol
JANAKJNAKJA ya estoy
de vacaciones así que me
tendrán por aquí dando
vueltas como una mosca.
no se olviden de comentar y votar<3
tal vez el próximo cap regrese con trigger
warning y un par de otras advertencias.
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