Narrador Omnisciente

Mientras la pequeña Morgan estaba experimentando lo que era conocer y sentir a su alma gemela, no muy lejos de allí, en la universidad de Chicago, Daniel y Vixtor estaban teniendo una animada conversación.

-¿Tienes en cuenta que estas saliendo con la que casi asesina a tu propia hermana?- gritaba Vixtor mientras caminaba por la habitación que compartían- La misma persona que casi asesina a mi novia-

-Lo sé- respondía en el mismo tono pero sentado en su cama- Déjame explicarte- Vixtor frenó de repente- Por favor.

Vixtor se paró enfrente de él de brazos cruzados esperando a que hablara.

-Sabía quién era cuando la vi por primera vez- se explicó con calma- Sabía de sus intenciones en el momento en el que empezó a ligar conmigo- la cara de Vixtor seguía siendo la misma, completamente seria- Hablé con Kat de esto antes de venir y ella fue la que me dijo que siguiera con ella.

-¿Que dijo qué?- gritó Vixtor incrédulo.

-Cálmate Vix- replicó Dan mientras continuaba- Ambos teníamos las mismas expectativas al estar cerca de ella.

-¿Y esas son?

-Mantén a tus amigos cerca, pero más cerca ten a tus enemigos- recitó Dan haciendo que Vixtor abriera los ojos- Queremos a Marissa cerca para poder evitar que le vuelva a hacer daño.

Vixtor se quedó un tiempo procesando la información. Bajó sus brazos lentamente y se sentó en su cama, justo al lado de la de Dan separada solo por un metro. Bajó la cabeza preocupando a su amigo que enseguida se giró para poder verle mejor.

-¿Qué ocurre, Vix?

-Me preocupa- respondió cabizbajo- La veo tan frágil y tan indefensa que a veces se me olvida que es la mujer más fuerte que he conocido jamás- Dan se quedó perplejo ante las palabras de su amigo mientras Vix seguía- Ella es diferente, Dan, es única. Tan fuerte e independiente, tan decidida- Dan sonrió- Por eso la amo.

Daniel se quedó perplejo unos segundos antes de reaccionar. Entonces, estalló en carcajadas ganándose una mirada extraña de Vix.

-Espero que no me lo hayas dicho a mi antes que a ella- dijo entre risas cobrándose un suspiro con una sonrisa de enamorado de su amigo- Seguramente te mataría y lo sabes.

-Tranquilo, ya se lo dije hace un tiempo- respondió con una sonrisa enamorada- Tengo claro que si te lo llego a decir a ti antes que a ella probablemente no volvería a ver el sol del mediodía.

Se levantó de la cama y fue hacia la puerta.

-¿Dónde vas?- preguntó Daniel- Tenemos clase después de comer.

Miró su reloj. Tenía un par de horas antes de comer y otras dos horas después. Tiempo de sobra para hacer lo que tenía pensado.

-Necesito verla- respondió saliendo de la habitación- Volveré antes de la clase. Y si no invéntate cualquier excusa para poder llegar algo tarde.

Dan asintió y Vixtor salió de allí. Se dirigió lo más rápido posible a su destino. No podía perder ni un segundo, simplemente necesitaba verla, necesitaba abrazarla y decirle que la amaba con todo su corazón.

Mientras nuestro protagonista masculino iba al encuentro de su amada, bajando del Olimpo, con algunas dificultades, se encontraba el auténtico padre de ella. Zeus tenía pensado hablar con los señores Morgan para hacerles entrar en razón sobre el peligro que correría la humanidad si Katherine encontraba a su alma gemela. Su esposa, Hera, se había ofrecido para acompañarle pero él se había negado rotundamente. Cuando llegó a LostTown se encontró con un pueblecito dividido en varias zonas. Las de los ricos, los de clase media y los pobres que apenas podían permitirse una casa decente para vivir.

-Así que así se clasifican ahora los humanos- pensó un poco apenado- Esta nunca fue mi intención.

Caminó por las calles con un aire algo perdido, cosa que un joven en moto que pasaba por allí notó decidido a ayudar al dios.

-¿Puedo ayudarle en algo, señor?- preguntó bajando de la moto.

-La verdad es que sí, joven- respondió Zeus indiferente- ¿Podrías indicarme donde se encuentra la casa de los Morgan?-

-Emm- Vixtor dudó unos segundos antes de responder- De hecho me dirigía a esa casa, si quiere puedo acompañarle-

-Sería de mucha ayuda- respondió comenzando a caminar.

Ambos caminaron por las calles de LostTown hasta llegar a su destino. Pero, obviamente, nuestra protagonista, a quien buscaba Vixtor, no se encontraba allí.

-No se donde está, hijo- respondió el señor Morgan con algo de asco- Tendrás que buscarla por tu cuenta-

Vixtor se despidió de los señores Morgan y de aquel extraño y se fue de allí. Antes de subir a la moto para recorrer LostTown mandó un mensaje a Kat.

Bæ🖤⚡: Amor, estoy en LostTown.

Bæ🖤⚡: Dónde estás?

Después de que apareciera el doble check gris se subió a la moto y comenzó a dar vueltas por aquel pueblito. Mientras, el señor Morgan había reconocido a Zeus y le había invitado amablemente a pasar.

-¿Qué le trae por aquí?- preguntó mientras servía una taza de té para cada uno.

-Vengo a hablarle de su hija, Katherine- respondió tomando un sorbo de la taza- Su situación nos perjudica a todos-

Ellos siguieron hablando calmadamente sobre la situación de su hija y de lo peligrosa que podía llegar a ser. Vixtor, por su parte, había llegado a un parque bastante tranquilo y vacío. No había casi nadie, pero lo que llamó su atención fue una pareja que estaba sentada en el césped. No se fijó bien en sus rostros pero podía asegurar que se les veía bastante enamorados. Caminó un rato ignorando a la joven pareja hasta que vio por el rabillo del ojo como la chica se levantaba y se iba casi corriendo. En ese momento se fijó en su rostro preocupado. Ese pelo castaño rojizo de media largura, combinado con sus ojos marrones brillantes y unos labios tan finos que podrían cortar el hielo. Era Katherine, su Katherine. Volvió su mirada al joven que aún permanecía en el suelo y, al observar sus facciones, pudo descubrir que se trataba del joven amigo de Alexei que había ido con ellos aquel día a rescatar a Katherine y Michelle. Era Carlo. ¿Qué estaba pasando y por qué parecía que estaban tan enamorados?