XIV
Mi outfit final fue una pasada. Michelle lo arregló todo para que fuera perfecto para Vixtor. Lo primero que hizo fue maquillarme; me hizo un eyeliner perfecto y lo difuminó en mi párpado para que se viera oscuro. Después me puso algo de rojo oscuro mate en los labios y me peinó con una cola simple alta y dos mechones de pelo sueltos a los laterales de mi cara. Después salimos de nuevo a mi habitación a cambiarme puesto que ambos chicos habían bajado al salón por órdenes de Michelle. Me dijo que me pusiera las medias primero (Elle se había encargado de arreglar el corte que las hice hace un par de años) para después poner el pantalón recién cortado encima de ellas. La camiseta de mi hermano, la cual me quedaba enorme, la cortó por la mitad en la parte baja de la misma para poder hacer un nudo dejando parte de mi torso al aire aunque aún tapado por las medias de rejilla. En los pies me puse unas playeras converse negras. Por último, la joyería que había traído Carlo de la casa de Michelle eran simplemente cadenas y cosas por el estilo. Abrió el pequeño joyero y sacó unos 7 anillos para colocarlos en mis manos aleatoriamente. Después sacó una cadena y la enganchó a mis vaqueros y, por último, unas pulseras de metal que eran preciosas. Me miré al espejo y me enamoré de mí misma. Nunca me había vestido así para nadie. Mis padres no me dejaban llevar este estilo porque decían que era "muy poco apropiado para una señorita".
-Michelle- dije aún fascinada por mi imagen actual- Eres un genio, esto es magnífico-
Me di la vuelta para abrazarla y cogí el casco y mi bolso para salir hacía Chicago; no me quedaba mucho tiempo y no quería llegar tarde. Cuando bajé al salón me encontré con las caras asombradas de Alexei, Carlo y Daniel. Espera... ¿¡Daniel!?
-¿¡Daniel!?- me alarmé cuando le vi sentado en el sofá como si nada- ¿Qué haces aquí?-
-No me gusta que vayas por la carretera en moto- respondió levantándose del sofá y acercándose a mí- Así que, muy a mi desgracia, he venido a llevarte a tu cita-
-¿De verdad?- él asintió- Gracias gracias gracias-
Le abracé fuertemente y él me devolvió el abrazo. Me separé de él y fui a dejar el casco de la moto a la mesa del comedor, justo enfrente de los chicos que también me ofrecieron algunos de sus halagos.
-Estás increíble, Kat- dijo Alexei mientras yo daba una vuelta sobre mi misma.
Carlo no conseguía articular palabra, solo veía como miraba mi cuerpo y mi cara de arriba a abajo una y otra vez.
-¿Carlo?- pregunté para comprobar si se encontraba bien.
-Estas...- consiguió decir un poco; tragó saliva y continuó- Estás... wow. Quiero decir, estás impresionante y preciosa-
Noté como mis mejillas se sonrojaron un poco ante la respuesta de Carlo.
-Gracias, Carlo- dije bajando la cabeza con una sonrisa mientras me ponían un mechón de pelo tras la oreja.
-Brujilla- me llamó mi hermano- Es hora de irnos-
Me despedí de todos y me fui de casa con mi hermano, rumbo a Chicago.
(...)
-¿Cómo es que vas vestida así?- preguntó a mitad de camino- Creo que no he visto esa ropa en casa nunca-
-Las medias son las que cortamos para hacer tu camiseta de interior- comencé mientras enumeraba mi ropa- La camiseta es tuya, arreglada un poco para que no me quede enorme; las playeras no me las pongo desde hace muchísimo; la joyería es de Michelle y los shorts son unos pantalones originalmente largos-
-Ahora lo entiendo todo- dijo riendo contagiándome su risa a su vez- Te queda bien, hermanita-
-Gracias hermano-
Tras unos minutos más sin hablar se me ocurrió decirle que universidades había solicitado al final.
-Seguro que te aceptan en todas- me dijo indiferente- Pero dime, ¿a cuáles les has echado el ojo?-
-He solicitado en NYU, en Yale, en Berkeley y...- hice un redoble de tambor en mis muslos- ¡Chicago!-
-¡Qué!- exclamó emocionado- ¿En serio?-
-Sí- respondí con una sonrisa- Vixtor me convenció antes de que empezáramos a estar juntos. Me dijo que como os quedaban aún dos años en la uni podríais ayudarme a instalarme y a integrarme en la uni. ¿Te parece buena idea?-
-Me parece una idea genial- dijo aún emocionado y con una sonrisa enorme en su rostro- Creo que es la única buena idea que ha tenido Vixtor desde que le conozco-
-Me alegro de que pienses así hermano- dije feliz- Por fin podremos escapar juntos de casa como siempre soñamos-
Pasamos el resto del camino con la radio encendida, cantando nuestras canciones favoritas e inventándonos aquellas de las que no habíamos oído nunca la letra. Llegamos a Chicago y Dan me dejó en un restaurante bastante moderno y elegante. Mierda. No iba para la ocasión. Estaba tan centrada en que le gustara la ropa a Vixtor que no me dio tiempo a pensar en el contexto en el que tendría que llevar la ropa. Dan pareció ver mi cara de susto y me tranquilizó sacando una bolsa de la parte trasera del coche.
-La verdad, veía las intenciones de Michelle en el momento en el que la vi salir de mi cuarto con las medias de rejilla- me dijo mientras me daba la bolsa- Así que mientras estabais en el baño, entré en tu cuarto y cogí ese vestido verde ajustado que tanto te gusta y las sandalias de tacón que dices que pegan muchísimo con él-
Abrí la bolsa y, en efecto, allí estaban mi vestido estilo Loki (por el típico color verde del villano) y mis sandalias de cuña favoritas. Cerré la bolsa y me lancé para abrazarlo.
-Gracias, Danny- dije muy agradecida- Ya me has salvado la vida dos veces hoy; ¿cómo puedo agradecértelo?-
Me miró cómplice y sabía que acababa de cometer un error al decirle aquello.
-Muy simple, hermana- respondió con una sonrisa- Mi novia y yo cenaremos con vosotros-
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