17 Coconut Slice
Cuatro ha seguido al ninja hasta el siguiente piso, entre las sombras sólo oye el ruidito que hacen los proyectiles que el adolescente lanza, aún no sabe lo que son, aunque puede esquivarlos no solo por el molesto sonido que hacen, también por la trayectoria que siguen, ha notado que solo pueden ir recto y también que regresan con la misma rapidez con la que atacan
Corre recibiendo ataques de distintas direcciones al punto que incluso considera que sean varios ninjas, pero al disparar los pulsos eléctricos logra iluminar temporalmente el lugar, viendo al chico moverse de sitio un par de veces, debe admitir que el su adversario es hábil, yendo de un lado a otro en silencio mientras lanza ataques rápidos y casi certeros, dificultando enfocar la molesta arma, que no solo desconoce también es la primera vez que la usa, además está el hecho de tener que "recargar", no está seguro si tiene o no suficiente batería para continuar y tampoco tiene tiempo de cuestionárselo cuando los oye venir
El fastidioso zumbido le ayuda a rastrear al objeto, así que dispara un par de veces para iluminar con los pulsos siendo capaz de distinguirlos antes que lo toquen, da un salto atrás viéndolos regresar antes que la luz desaparezca y queden de nuevo ocultos en la obscuridad, Wally planea su siguiente movimiento sintiéndose incómodo de luchar en las sombras, ya que incluso si Tres ha intentado enseñarle él no logra acostumbrarse, para él pelear en la obscuridad como ventaja es cobarde y no está dispuesto a hacerlo
Decidido corre de un lado a otro ruidosamente perseguido por los veloces objetos, midiendo qué tan lejos pueden llegar antes de volver, siendo que aun si puede calcular la posición del otro no logra darle al disparar, inclusive ya trato de atraparlo disparando contra el suelo o el techo, dañarlo o entorpecerlo entre sus escombros, aunque fue en balde, ya que lo único que queda es el daño que causan los pulsos, ahora corre en los angostos pasillos reduciendo la movilidad del ninja, disparando a su alrededor constantemente
Ve el piso y algunas cosas alrededor gracias a los botones e iluminados contornos del arma, que tanto lo ayudan a distinguir como también lo hacen un blanco fácil, algo que ahora no le importa, sostiene esa arma cerca de si no solo para ver también para asegurarse de que el enemigo venga a él, oye y siente el calor del generador eléctrico manteniéndose expectante al siguiente ataque sin poder accionar algún código, los soldados les dieron algunos y no ha logrado probarlos, tentado por ese pensamiento toca el identificador que Kuki le ha clonado cuando otro zumbido lo alarma, cubriéndose de nuevo con el arma consigue detener el objeto, el impacto incluso sacude el arma
Mas pronto siente el tirón del arma ninja zafándose de donde se incrusto, Wally retiene el arma volteandola para verificar su estado, notando una pequeña pieza en la carcasa que comienza a girar sonando a la par del veloz rotar, asombrado mira como ahora del cañón de esta ahora sale una brillante punta de densa energía que ilumina el sitio, encandilado por el sorprendente cambio revisa el resto de la carcasa buscando algún daño o incluso alguna fuga, aunque el pequeño y blanquecino mecanismo que gira llama su atención ya que marca en el centro "P.I.N" con letras rojas (Punching Ionic Nail)
A la vez se acercan lo ruidosos proyectiles, Wally se gira esquivándolos en cuanto son visibles e instintivamente usa el arma para alejarlos, y si bien la punta pasa tras ellos puede sentir la tensión de algo interfiriendo en ella, el traqueteo de dos objetos cayendo lo hace voltear al piso viendo al fin el arma del enemigo — ¡¡¿Yo-yos?!! — grita molesto reconociendo los dos pequeños juguetes de desgastado metal
— Sí, y tú acabas de arruinarme un par — gruñe el ninja, siendo su voz sobrepasada por el fuerte zumbido de sus múltiples yo-yos recién lanzados
El australiano se echa el arma al hombro fastidiado de seguir perdiendo el tiempo — ¿Es en serio? ¿Esto es todo lo que tienes? — se queja esquivándolos tan rápido como pasan cerca de su rostro, sabiendo lo que son e identificando su patrón de ataque ni siquiera necesita verlos para pararlos, atrapa sus cuerdas con su brazo y enrollándolas sobre el mismo las tensa tan fuerte e inesperado que jala al ninja, intentando detenerlo este lanza más yo-yos con la otra mano, pero el veinteañero coge fácilmente las líneas agarrando un buen tramo de los cables para jalar ambos
El ninja se resiste hasta que el rubio los tensa al máximo, sacando incluso pequeñas chispas en los metálicos guantes del reacio adolescente — Eres muy fuerte — comenta entre dientes, tal vez buscando desconcentrar al aferrado rubio, cayendo en cuanto este avanza, soltando los cables solo un instante para que el chico caiga y jalándolos de nuevo al ir a él, arrastrándolo
Sin poder comprender el ninja es es llevado por el piso hasta que Wally le acierta tremendo patadón en el rostro — No tienes ni idea — gruñe dándole el puñetazo final, dejándole inconsciente antes de que pueda huir, e incluso usa la cintas de los juguetes para atarlo, exhala pesadamente mirando el piso vacío y desinteresado en seguir subiendo decide volver con Tres, ya que el plan es ir juntos a la torre principal
Baja con fuertes pasos viendo la repentina sobre-iluminación de abajo, los atónitos reclutas se mantienen tras Kuki demasiado asombrados para moverse, sin notarlo, y la asiática protege sus ojos cubriéndose con el brazo, Wally salta tomando el arma apuntándole a lo que sea que haya enfrente, siendo que el resplandor cesa y puede ver al resto de ninjas derrotados en el piso
Nueve deja caer al inconsciente "General 100 " en el piso, respirando agitado se pone en pie, temblando levemente observa al enemigo vencido
Tres traga saliva, dudando si retroceder decide no hacerlo — ¿Estás bien? — le pregunta, sin moverse de su sitio
— ¿Siguen aquí? — cuestiona el revolucionario con entrecortada voz, volteando a verlos
— ¿Qué pasó? — el australiano mira a ambos confundido, relajando un poco su guardia
— ¿Qué le hiciste? — Kuki trata de indagar, Nueve permanece unos segundos en silencio, ella lo ve acercarse y su incomodidad aumenta aún si Wally sigue a su lado y hay varios metros entre ellos
Toda la resistencia sigue pasmada y los pasos del enmascarado son lo único que suena en esa tensa atmósfera, — No importa — dice Nueve al fin, activando algo en su identificador, en uno de los dos que usa
La corta respuesta y esa extrema calma intrigan a Tres aún más, en especial cuando al verlo solo puede ver su reflejo en ese reluciente protector — ¿Vendrás con nosotros? — insiste, aun con todo no cambia de opinión, incluso mientras oyen los fuertes pasos de los soldados venir desde los pisos superiores
— No, si lo que dices es cierto entonces mi prioridad ahora es Uno — desinteresado de la llegada del grupo Nueve solo señala al castaño oscuro en el piso, al buscar su arma
Los soldados sin insignia van rápidamente por Steve, revisando que se encuentre bien. — Ok, entonces luego nos vemos — Kuki se despide con media sonrisa, sin saber qué más decir
— Espera, no irán por el frente ¿cierto? — cuestiona el revolucionario, llevando su arma al hombro más relajado
— ¿Por qué no? — interviene Wally, entre agresivo y extrañado deteniéndose frente Tres, entre ambos
— ¿En serio? Está lleno de cámaras y serán blanco fácil, vayan por los pasajes de mantenimiento, piso cero, si Grandfather quiere huir irá ahí — el enmascarado recupera esa jovial energía —, vamos, les diré por dónde — ofrece
— No, gracias — rechaza el australiano
Nueve ríe sorprendiendo a los soldados tras él — Le enseñaste bien — felicita a la asiática al salir corriendo escaleras abajo
Tres mira a Wally, que a su lado sigue medio molesto y confundido — Wow, eso luce peligroso ¿Cómo lo has hecho? — le pregunta llamando su atención
El chico sonríe orgulloso y seguro al avanzar frente a ella — Es genial ¿verdad? — se jacta empezando a bajar las escaleras, casi como si tampoco quisiera perder de vista al enmascarado
— Sí ¿Es una función extra? ¿Cómo la activaste? — Kuki va tras él más interesada
— No sé — el revoltoso rubio sonríe extrañamente satisfecho con esa respuesta
— ¿Me la cambias? — ella le ofrece su arma menos dañada
Wally se detiene algo ruborizado y sonriendo tímidamente desvía su mirada — No — dice antes de salir corriendo
— ¡Ah! Tramposo — ríe Tres al seguirlo.
Agitada Abigail apenas le sigue el paso al desesperado castaño, que angustiado la jala corriendo entre los organizados y blancos escritorios informáticos, agobiada dispara al piso logrando que él pare — Abby — musita Hoagie, asustado
Ella cae de rodillas mareada, sujeta su cabeza con todo y el arma ya que él aún no la suelta — Diablos — se queja sacudiendo su cabeza, sin haber tomado la pastilla tal vez aún sufre los efectos secundarios
— Lo siento — se disculpa el robusto joven, intentando tomarla del hombro sin soltar su mano
— No — ella lo aparta con todo y el arma en la mano, Hoagie sujeta el cañón e incrédula Abigail duda que hacer
— Es pesada, solo déjala — pide Hoagie suavemente sin jalarla, solo sosteniendo el arma, confundida por la situación la menor la suelta, realmente le pesa y estorba por lo que se la deja, no se siente bien —, no deberías estar aquí — lamenta él poniendo de lado el arma para ofrecerse sutilmente a cargarla, su brazo la acerca intentando abrazarla o algo así
Abigail se niega suavemente apoyándose un poco en ese inusual piso, tan parecido al del apartamento de Uno, apenado él insiste ofreciéndole su hombro para que se apoye — ¿Por qué corriste? — cuestiona exhalando suavemente, buscando normalizar su respiración
— Discúlpame. Pero necesitamos salir de aquí — insiste Hoagie tomándola del brazo, su mano la afirma fuertemente tanto que ella siente la áspera tela del guante
Asombrada por la rara sensación se cuestiona si él ya lo traía antes, no recuerda haberlo visto cuando alzo las manos ante Jenny — No, espera ¿A dónde? — confundida quiere resistirse, así que él rodea gradualmente su cintura pasando el brazo de la menor sobre sus hombros para caminar —, ¿Por qué huyes? — insiste, mirando nerviosamente atrás
— No huimos, te quiero proteger, eso es todo — susurra él mientras caminan a otra área del laboratorio
Los ordenados escritorios con delgados computadores y el surtido de libros técnicos llenan los cuartos por donde pasan, cada compuerta es cerrada con extrema atención tras cruzarla, este Hoagie parece muy presto en eso generando más incertidumbre en ella. Lamenta haberle dejado su arma que ahora ha quedado varios cuartos atrás y aunque podría luchar no se siente en condiciones de hacerlo, su brazo sigue herido y ella mareada
— Entonces ¿no viniste a ayudar a Kuki y los demás? — pregunta en un tono suave e inocente
Él sonríe incómodo avanzando por el pasillo dirigiéndose al ascensor — Abby, crees que soy un cobarde ¿cierto? Pero yo quiero cuidarte, ellos tienen balas ¿Sabes? pero a Sanban no le importa, es muy hábil, tiene entrenamiento militar después de todo — explica apenado ante la actitud de la chica
— No, entiendo, pero yo también tengo entrenamiento — sonríe la morena soltándose de él, manteniéndose por sí misma
— Ah, Claro — musita Hoagie siguiéndola
— Estaremos bien, solo confía en mí — afirma Cinco yendo al elevador, tal vez no está totalmente bien, mas sigue queriendo ayudar a sus amigos, además puede tomar la pastilla mientras suben porque aún recuerda traerla consigo, revisa sus bolsillos mientras ve de reojo como el robusto castaño asiente cabizbajo
— No puedo Abby — murmura temblorosamente Hoagie, a su lado —, no quiero perderte de nuevo — se lamenta de una forma tan inusual o sombría que la escalofría totalmente, rápida e instintivamente se voltea y él ya está ahí, tras ella, es más alto y con la luz a su espalda no puede ver su rostro, la sensación es tan terrible y abrumadora que retrocede, temerosa, buscando escapar —. no te preocupes Abby — insiste
Sin embargo la desesperación en su voz la aterra aún más — Cálmate — susurra Cinco para ambos, alejándolo despacio
— Solo vamos a casa — pide el robusto castaño, insistiendo en cerrarle el paso, luce agitado al estirarse e intentar atraparla, pero ella lo evita con una burla de baloncesto, pasando por su lado para volver al otro pasillo
Hoagie se voltea confundido tratando de tomarle el brazo y apenas le roza con las puntas del guante, un pequeño cosquilleo la recorre justo desde ese toque, alarmada confirma que ese guante es peligroso, decidida se aleja derrapando para regresar al cuarto anterior, la puerta se abre y ve a la agitada apiñonada de pelo negro venir corriendo a ella, veloz Jennifer apunta al chico, sobrepasando a Cinco que difícilmente la sigue con la mirada
Él en cambio retiene el cañón del arma, totalmente serio lo levanta bruscamente sorprendiendo a ambas chicas, Cinco no tiene tiempo a reaccionar cuando el chirriante sonido eléctrico llena la habitación y atraviesa a la joven, el pulso aun zumba mientras Chad llega del fondo mirando a la apiñonada caer al piso — Hoagie— susurra Abigail aterrada e inmóvil, intentando reconocerlo
Así que el rubio corre a jalarla tras él, a la vez que ágilmente patea al robusto castaño, evitando que la agarre, incluso si el científico no cae logra distanciarlo de ambas chicas — Hey ¿estás bien? — le pregunta Chad a la apiñonada, evitándola de un brinco y dejándola tras de sí, separando más a Hoagie, este avienta el arma de Jenny y corre volviendo al ascensor
Dickson lo sigue, pero Cinco se hinca para ayudar a la semiconsciente joven, que tan pronto la siente se endereza alarmada — Hoagie — exclama apartándola asustada
— Se ha ido — susurra Cinco manteniéndose cerca, buscando ayudarla
Por el contrario y sin prestar atención Jennifer se levanta trastabillando, toma su arma saliendo tras los chicos, y la adolescente la sigue
Metros adelante Chad ha alcanzado al robusto castaño, cerca de la última compuerta parece listo a derribarlo, manteniendo su eléctrica arma a su espalda, Cinco no comprende hasta que se aproxima más y lo ve todo, Jenny se apoya en su arma para no caer, tratando de seguir en pie se interpone ante el rubio, escudando a Hoagie — Déjalo ir — pide, suena agotada, respira agitada e incluso luce algo mermada, siendo sus feroces ojos verdes lo único lleno de energía, decididos amenazan al rubio
— No — se rehúsa el alto rubio, inflexible aun cuando nota a la menor llegar, su mirada está fija en el robusto castaño y la forma en que mantiene ambas manos a sus costados como si estuviera acorralado, intentando apoyarse del muro tras él o algo así
Hay algo en esa pose y en Hoagie que aún le parece peligroso a Cinco — Basta, Paren — pide queriendo calmarlos, entonces las luces se apagan repentinamente, confundiéndolos
Hoagie corre y tropieza o mejor dicho choca con Jenny, ambos caen estorbándose uno al otro para pararse, la pecosa ni siquiera puede quejarse cuando un fuerte golpe resuena en las puertas del ascensor, el piso cimbra y al segundo impacto se abren, el sitio está a oscuras y ninguno de ellos ve que pasa, excepto Cinco, que gracias a su entrenamiento logra definir las siluetas de los chicos, así como la del intruso frente el elevador, sus firmes pasos resuenan avanzando a ellos, pesado e imponente — ¿Cómo llegaste a esto? — cuestiona tranquilo, llegando al lado de Jenny para ayudarla
— Maldita sea ¿Porque tardaste tanto? — lo regaña la apiñonada intentando sonar molesta, aunque su temblorosa voz aliviada se cuela al final
Chad retrocede escudando a Cinco y el pasillo tras ella, Jennifer se afirma del recién llegado para ponerse de pie — ¿Aún sirve tu arma? — le cuestiona Uno
— No, de hecho los circuitos están fundidos — responde Hoagie, manteniéndose entre la oscuridad, no pueden ver su cara, pero claramente su tono es jactancioso, una burla que los tensa
— ¿Tú lo hiciste? — pregunta el joven de lentes obscuros al robusto castaño
Cinco puede distinguirlos, cuestionando que tanto lo hace el británico, igual existe la posibilidad de que solo lo sepa por su voz, eso explicaría sus preguntas
— ¿Qué? ¿Creíste que eran invulnerables? — se ríe Hoagie, la amargura de esa risa escalofrío a Cinco, que sabiendo el sitio de los otros se aproxima suavemente evitando hacer mucho ruido
En cambio Chad enciende la lámpara del arma para distinguirla, el castaño sale corriendo a ella mas es tackleado rudamente por Uno, que lo tira al piso alejándolo — Para, Hoagie, piensa un poco — exige sujetándolo
Con una patada el robusto castaño lo empuja — ¡¡ Imbécil !! — grita tomándole del hombro, sonríe afirmándolo con su guante, lo activa sin dudar
— Fuiste un idiota colándote aquí — Uno atrapa su mano y lo aparta chocándolo contra la pared
— ¡¡ ¿Colándome? !! — grita Hoagie sacudiendo su brazo para liberarse —, eres un imbécil Uno, mis códigos aun funcionan —, las alarmas suenan y pequeñas luces de emergencia se encienden por los pasillos, a la par del techo salen unas válvulas dispersando ligera espuma blanca —, ¡ tu seguridad es un asco ! — grita yendo al ascensor
— Eres tú el idiota — Chad le bloquea el paso forzándolo a retroceder
Un brillo rojo ilumina el piso llamando la atención del científico, nervioso mira su mano notando a su identificador brillar intensamente en rojo — Era una trampa — susurra dándose cuenta de ha sido Uno quien lo ha activado, furioso lo mira
O al menos eso cree Cinco, ya que permanece fijo en él, agresivo y amenazante sólo distinguible en esa penumbra por el aterrador reflejo de sus lentes
Las pequeñas luces de emergencia delinean el piso, le dan un extraño reflejo tenebroso o agresivo a los lentes de ambos
Uno avanza firme, con el rostro demasiado serio — Tienes que estar muy fuera de ti para recién pensarlo — contesta casi indiferente, al detener el sistema contra incendios, Cinco se acerca a Jenny (Fanny) evitando los cúmulos de espuma en el piso. aun con todo la preocupada apiñonada sigue con la mirada en Hoagie, que trata de encarar al rubio —, déjalo, no puede seguir huyendo — pide el británico
Chad se aleja inconforme, manteniéndose cauteloso
— ¡¡ No necesito tu protección, Uno !! — grita el frustrado castaño apuntándole con su brazo enguantado, una fuerte ráfaga los agita, violenta, repentina y completamente imparable
Aterrada Abigail ve a Nigel caer violentamente de espaldas, grita o cree gritar pues no logra oír su voz y de hecho solo un zumbido continuo suena en su cabeza, la vertiginosa sensación la hace trastabillar y completamente mareada busca darle sentido a algo, dificultosamente mira a su difuso alrededor, confundida le cuesta sentir incluso sus movimientos, Fanny también está en el piso cuando ella cae sobre sus propias manos, el mero acto reflejo evita que caiga sobre la mayor, un poco al frente está Chad, que apenas logra estar en pie intentando sujetarse del muro, ella se sienta en el piso aturdida sin poder asimilar que pasa, ya que a duras penas tiene equilibrio o diferencia las direcciones
Al mismo tiempo Hoagie retiene contra el piso a Nigel, claramente el castaño está menos afectado e insiste en atacar al caído, desesperado le da continuos puñetazos — ¿Por qué? ¿Por qué las mataste? — grita histérico una y otra vez sin prestar atención al resto
Poco a poco ese escándalo llega a la morena sobrepasando el abrumador zumbido, de principio le cuesta entender entre tantos gritos, con la mente e ideas difusas busca el origen de los golpes que cada vez oye más, al punto de poder entenderlo e incluso recupera la sensibilidad de su cuerpo, voltea a su alrededor viendo al castaño demasiado alterado, golpeando salvajemente algo bajo él, temblorosa ante la escena busca a Nigel mirando a los lados, no entiende nada por más que lo intenta su mente no logra concentrarse, se levanta desorientada y tambaleante trata de darle sentido a lo que sucede, sin embargo mientras busca a Uno logra reaccionar y volteando horrorizada entiende todo de golpe, deseando correr a detenerlo solo cae entumecida, pero lo ve llorar
Hoagie está llorando, desesperanzado golpea al calvo cada vez con menos fuerza, entre lágrimas detiene su ataque, bajo él su antiguo y mejor amigo respira levemente tomando su mano, suavemente — Lo juro, Hoagie, no lo hice — murmura Uno apenas audible, sorprendiendo a ambos (Hoagie y Abby)
— Mientes, por tu culpa Fanny está muerta ¡¡ Tú mataste a Abby !! — grita el robusto castaño jalando su brazo e intentando golpearlo, al instante Uno se endereza bruscamente, capturándolo contra el muro y arrancando velozmente el guante mecánico, que lanza y cae en pedazos a la par que lo arrincona —, yo la vi esa noche, Abby huía de ti, no quería casarse contigo... y esa noche... Tú... tú la mataste — con ahogada voz el fatigado científico para de luchar, y las incesantes lágrimas llenan su rostro
Cinco aún sigue en el piso a varios metros de ellos, solo ve la lastimada espalda de Uno aunque puede oír todo, incrédula oye las acusaciones, y también escucha su dolor e intenta levantarse — Ella tuvo un accidente — Uno lo susurra y aun así su voz se quiebra, dolido de impotencia resuena sofocante en la menor, desgastada por su propio pesar —, sí, habíamos discutido. Cree la llevó a una de las estúpidas fiestas clandestinas de sus amigos, quería relajarla o algo así, no lo sé pero... tomó demasiado y regresando "DEL PUNTO" perdió el control del auto en la curva, yo... no estuve ahí... estaba buscándola fuera, toda la noche... tú lo sabes — asevera afligido, la frustración y desesperanza llenan su entrecortada voz, sus lágrimas caen bajo los lentes siendo su turbado rostro el de un culpable, mas no de quien cometió una atrocidad sino de aquel que no pudo evitarla
Hoagie golpea su hombro incrédulo negando entre lágrimas e incluso llega a golpear su cabeza contra el pecho del otro — No, no es cierto... fuiste tú, Cree conducía... las vi irse... yo... las vi irse... debí ir con ellas... debí ir —
El leve siseo apenas audible para Abigail es terriblemente duro para Nigel, sabe que solo quiere culpar a alguien y tal vez si fuera otra situación él cargaría con ese peso, pero esto es más complejo que sólo aceptar la culpa — Fue un accidente, Hoagie, no es culpa de nadie, lo sabes ¿verdad?... yo nunca la heriría... nunca los heriría — murmura abrazando al agotado chico
— Debí ir con ellas — solloza tembloroso.
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