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12 Caramel Popcorn



Tras un corto vistazo a la compuerta cerrada Abigail se sienta a la simpática mesa para dos, es raro verlo ser tan distante y tener el deseo de acercarse, como si fueran amigos. Este Nigel Uno es muy difícil de entender porque su frialdad le incomoda, en especial en esas veces que le da pequeñas muestras de afecto o cercanía, para después cambiar apartándose, solitario

Mira las sillas y la mesa, ambas con pocas señas de haber sido usadas, analizando el lugar incluso parece extraño que haya dos sillas, el tenedor también es inusual no solo por su forma redondeada con los separados dientes triangulares, también están esos incomprensibles símbolos en el mango, incluso el absurdo agujero triangular que tiene en su parte cóncava le resultan anormales

Por más que lo analiza no parecen tener importancia así que decide comer un pedazo pequeño del pastel, tratando de saborear los ingredientes, comiendo el suave relleno de dulce carne nota el orden casi intacto del apartamento, sabe bien que él pasa poco tiempo ahí pero lo limpio del sitio la desconcierta. Caminando junto el librero, por detrás del sofá, ve la enorme pantalla incrustada en la pared, aunque el ventanal al fondo le es más atrayente y asombrada por la vista de la ciudad se detiene frente este, cientos de luces brillan entre los sombríos edificios que altos se imponen bloqueando su vista a más allá del centro, e impiden crear un mapa mental

Por más lejos que intenta ver son solo azoteas, sin embargo el cielo luce increíblemente claro y estrellado, a diferencia de su ciudad — Wow — exhala cerca del cristal, añorando aquellos años que fue líder supremo y se pasaba todos los días en la luna, termina el pastel dejando el plato de lado e intenta salir al balcón, pero la puerta está cerrada con llave

— Quedamos que no huirías — susurra Nigel apoyado en el marco de su puerta, relajado la mira forcejear con la gruesa puerta de cristal

— No prometí nada — sonríe Abigail parando avergonzada

— Ya — contesta él con la vista fija en ella

— ¿De verdad te bañaste? — bromea Cinco esperando no sonar tensa, él trae una ligera remera carmesí y lo que parecen ser otros pantalones limpios, aunque idénticos a los anteriores, negros de tipo militar algo ajustados, la fresca fragancia del jabón mentolado la pone inexplicablemente nerviosa

— ¿Quieres que lave tu ropa? — pregunta él rompiendo el silencio, los leves cortes en su rostro ya no parecen haber sido hechos esta mañana, sin contar que los múltiples magullones han perdido su tono intenso rojizo, incrédula lo ve absorta —, no querrás volver con eso ¿cierto? — señala ya que ella luce confundida —, ¡Ah! tus cosas están abajo, haré que las traigan — parece acordarse e ir a la entrada

— No — ella va a detenerlo cuando mareada trastabilla, cayendo apenas si mete el brazo para no golpearse en la cara, manchando la blusa que Kuki le dio

— ¿Estás bien? — Uno vuelve a ayudarla

— Sí — responde Abigail sentándose mareada, sintiendo el calor de su propia sangre salir de su nariz

— Diablos — él corre por unos pañuelos —. ¿Chad no te dio una pastilla? — pregunta molesto, al volver y tomarla cuidadosamente de la nuca mientras ella intenta asimilar que pasa —, no es grave — musita más calmado apretando la parte blanda de su nariz, su mano evita que ella levante la cabeza bruscamente

— No la tome — admite, apretando los pañuelos usados, frustrada de su situación actual

En cambio él ríe, negando levemente — Creo que tengo un par — presiona levemente la nariz de la menor para que ella la sujete

— Aun la traigo — Abigail intenta alzar la cabeza, mas la cálida mano de Uno la detiene

— Ya. Iré por un jugo entonces — él le indica cambiar de lugar y ella lo hace, deteniendo su propia nariz la chica lo ve ir al refrigerador —, ¿fresa o mango? — pregunta algo amable

— Da igual — reacia ella busca el medicamento en su bolsillo, con una mano es difícil en especial sentada sobre sus piernas, sin poder pararse

— Ayúdame un poco ¿quieres? — le pide Uno llegando a su lado, se hinca y sorpresivamente le rodeándola con sus brazos para alzarla

— ¿Eh? No — se queja ella empujándolo

— No lo sueltes — exclama él dejando la botella de jugo sobre ella, al levantarla

Abigail la agarra nerviosamente mientras con la derecha aprieta su nariz apoyando su cabeza en el pectoral del mayor — Lo siento — se separa increíblemente ruborizada chocando la visera de su gorra contra el rostro de él

— No importa — musita Uno

Ella no logra ver su expresión y si levanta más la cara solo lo volverá a golpear, se siente intrigada con esa respuesta pero impactada ve que él la lleva a su cuarto — ¿Qué haces? — reclama de inmediato, molesta, asustada y tímida a la vez

— Los sillones son de cuero — aclara él apoyándola en su cama

— Oh, lo siento ¿No se manchara tu precioso cobertor? — suelta ella entre ofendida y bromista

— Claro, pero quiero uno nuevo — le sonríe él al pasarle un almohadón, esa sonrisa sincera la relaja

Su corazón aún late muy rápido, sin embargo ya no es pánico, de hecho la hace sentir bien — Cuando sonríes así se parecen mucho — ríe al rozar delicadamente su clara oreja

Asombrado por el toque Uno la mira atónito sujetando su mano — ¡Ah! lo siento — se disculpa, sus azules ojos dudan en mirarla y avergonzado se aleja

— Eh... no yo... perdón este... Nigel sonríe así — se disculpa asombrada de sus actos —, pero actúas muy diferente — murmura sin saber cómo explicarse

— ¿Ah sí? — cuestiona él levantando el jugo de la cama, ella recuerda la píldora volviendo a buscarla mientras él va a su cómoda sacando un frasco —. solo una — indica al entregárselo

— ¿Tomas muchas? — pregunta Abigail mirando el frasquito anaranjado, sacando una píldora al buscar leer la etiqueta

Y Uno se lo quita rápidamente — No es mío — lo guarda velozmente en su bolsillo, su leve nerviosismo la hace sonreír —. sobre tu ropa ¿ya decidiste? — cuestiona cambiando el tema

— ¡Ah! está rota — responde la menor, abriendo el viejo bolso sacando su blusa negra, señalándole los desgarrones causados por su persecución

— Está también — él le señala la rasgadura en la manga izquierda

Ella también nota la manchada de su sangre en la manga derecha e incluso el frente — Cierto — musita revisandola en silencio

Él va a la puerta de su armario cuando algo zumba entre sus ropas — Diablos — chasquea alejándose y señalando que se mantenga quieta al irse a la sala

Abigail asiente, en cambio tan pronto él sale se voltea al cajón, ansiosa revisa su contenido hallando pocas cosas, la mayoría de uso personal y al fondo un delgado estuche rojo apenas se puede distinguir, soltando su nariz usa ambas manos para sacarlo, lo gira cuidadosamente interesada en su forma rectangular de poco peso

La tersa cubierta de cuero rojo parece nueva, siendo plano lo único que diferencia una cara de la otra es la pequeña plaquita negra de cristalina superficie, que ella toca cuidadosamente, repentinamente el estuche se abre cual libro, asustándola, hasta que nota que dentro hay una delgadísima pantalla con su correspondiente teclado. "¿Una mini laptop o tablet?" se pregunta mirando el aparato detenidamente desde varios ángulos, entonces del estuche se desliza una pieza de papel, que cae sobre su regazo, ella la toma cuidando de no mancharlo con su sangre, dándole vuelta al grueso papel blanco queda atónita al ver la imagen, deja la Tablet de lado y presurosa va en busca del chico, desesperada por oír una explicación

Pero tan pronto llega a la entrada oye esa voz, tan familiar

— La vi, lo juro — llora la mujer en la pantalla

La compuerta se ha abierto silenciosamente y Abigail se mueve lentamente intentando ver sin ser vista, pegada al muro cercano se asoma con cautela, mirando a la alterada morena de pelo corto

— Parecía tan real — los labios de la mujer tiemblan mientras sus ojos llorosos se mantienen en él

— Solo cálmate — susurra Uno de pie frente su pantalla en la sala, atento a la nerviosa mayor e intentando calmarla

— No, no entiendes ¡¡ YO LA VI !! — grita la alterada mujer llevándose las manos a la cabeza, como si quisiera calmarse —. solo ven — ruega con desesperación, demostrando su cansancio

— Ahora no puedo... yo... iré mañana — fuera de su conocida indiferencia Uno intenta sobrellevar a la angustiada mujer, y aun así —, ¿revisaste tu sangre?— cuestiona suavemente

— ¡¡ No, no fue un sueño, no me estoy volviendo loca !! — reclama esta, tensa o nerviosa luce al borde del colapso

Su descolorido rostro y notoria agitación consternan a Abigail, que mira a su desesperada hermana, sintiéndose totalmente incapaz de ayudarla

— Escucha, solo descansa, toma algo para dormir, mañana iré... lo juro — la preocupación del británico suena sincera, sin embargo no logra calmar a ninguna

— Yo... ella se veía tan... asustada, no fue un sueño, Nigel, yo... yo sentí su piel — Cree intenta explicarle pero está demasiado liada, su voz se ahoga en los lamentos, se abraza a sí misma en claro intento de calmarse —, yo la... — se aleja de la cámara con la vista perdida y los ojos llenos de lágrimas

Luce tan fuera de sí que Abigail sale angustiada, queriendo explicarle todo

— ¡¡Cree escúchame!! — grita Nigel firmemente sacándola de ese estado —, toma un calmante, voy para allá, estaré ahí en poco — asevera llamando su atención y dándose la vuelta se encuentra con Abigail, que pillada retrocede rápidamente al cuarto

— No estás solo... — musita Cree impactada

— No, espera... esto tiene una explicación — Uno intenta explicarle

— Claro... estás muy ocupado ¿cierto? — la mayor recrimina con decepción

— No Cree, ella...

— ¡¡¡ No me importa !!! — grita Cree interrumpiéndolo — Diviértase mucho General Uno, tenga una cómoda y larga vida — espeta totalmente roja de ira

Uno insiste — Ella no es...

Mas — Espero que al menos sea bonita — el furioso rostro de su hermana mayor es lo único que Abigail puede ver antes que la otra cuelgue

De pie junto la puerta ella ve la pantalla, para después clavar su vista en él

Cabizbajo y de espaldas a la menor Uno exhala pesadamente, pasando su mano por su cuello destensándose — No deberías espiar a los adultos — musita extrañamente tranquilo al voltear

Abigail permanece inexpresiva, insegura de qué contestar, sujetando el rígido papel reaccionando al oírlo crujir — ¿Por qué tienes esto? — pregunta al fin, sujetando la imagen, la sostiene firmemente aunque tiembla demasiado preocupada

— ¿Y también esculcas cajones? — cuestiona él menos paciente, exigiendo de vuelta la foto

— ¡Fuiste tú ¿No es cierto? Tú me trajiste ¿verdad? ¿Hoagie y tú están aliados? ¿Dónde me tomaste esta foto?! — grita exasperada, mostrándosela y empujándolo con ella

— Esa no eres tú — responde él tomando la foto

Aunque la menor se la arrebata rápidamente — ¡¡ Está soy yo !! — le señala harta, sin importarle reiniciar su hemorragia

— No, sus ojos son ámbar claro y los tuyos café avellana — recalca Uno pasando su mano sobre su lesionada calva, descansando en el respaldo del sillón

— ¿Eh? — ella mira de nuevo la foto, el intenso verde del jardín decorado con pequeñas luces dificulta saber el color de ojos de la delgada chica en la foto

Sonriendo levemente, y distraída de la cámara Abigail luce una blanca blusa de encaje con resaltadas rosas, que la KND no recuerda haber usado o siquiera visto antes, su cabello café obscuro casi negro esta peinado solo de un lado con pequeñas flores nacaradas que se entretejen en él, la parte suelta se riza larga y sedosa mientras en lugar de sus arracadas favoritas trae un par de pequeños broqueles de perla — Tu rostro es un poco más redondo e infantil, Abby tenía 17 ahí — explica Nigel, interesado en recuperar la imagen

— ¿Cómo voy a creerte? — reclama ella mirando la pantalla apagada

— ¿Tienes un vestido así? O ¿has ido a una cena en el centro médico? — cuestiona él mirándola, no frustrado, no molesto, sino triste, sus azules ojos apenas la ven, sin embargo ella puede reconocer ese pesar, tan claro como el suyo —. regresamela — pide suavemente, en un susurro doloroso de oír, le tiende la mano permaneciendo lejano e inmóvil

Ella duda, mirándola puede reconocerse, aún si no recuerda ese lugar o haberse arreglado así — Es... la Abigail de este mundo? — reacciona sintiéndose aún más confundida —, ¿Por qué tienes tú esta foto? ¿Cómo la conseguiste?... ¡¡Oh por dios!! Hoagie lo dijo.... ¿Tú la mataste? ¿Por eso tienes la foto?... Ella era rebelde ¿verdad? — le cuestiona al silencioso chico, sus llorosos ojos azules le evitan la mirada y asustada retrocede nerviosamente

— No. ¿Hoagie cree eso? — Nigel voltea angustiado, no avanza ni retira su mano, dolido de la acusación niega lagrimeando, despejando sus ojos rápidamente —. nosotros íbamos a casarnos — asegura calmándose un poco para al fin ver a los ojos a Abigail

— No — asevera ella, sin creerle —. Hoagie era su novio, creo que incluso vivían juntos, y es Kuki quien se debía casar contigo, ella me lo dijo — afirma más segura avanzando para encarárlo

— ¿Qué? No, no entiendes, lo decidimos nosotros, Abigail y Yo lo decidimos — Nigel le toma de la muñeca llevándola de vuelta al cuarto, no es es agresivo o brusco, además ella lo sigue expectante, viéndolo recoger el delgado dispositivo, él lo abre y pasando su índice sobre el lector interno del aparato la pantalla enciende al instante —. mira las fotos, si quieres también los videos — teclea para desplegar las imágenes —, esta es la verdadera Abigail Lincoln de este mundo — aclara señalando la foto donde ambos sonríen juntos, los ojos de la chica brillan cariñosos con la sonrisa más alegre que la menor se ha visto, resaltando sus ruborizadas mejillas mientras es abrazada por Nigel —, si, debía casarme con Sanban, pero ella se negó hace años, antes que conociera a Abby — la manera en que Nigel le llama la sorprende

Su voz se suaviza, tierno, rebosante de cariño, es como si cada sílaba le costara y al mismo tiempo brotará llena de memorias, toda ella tiembla extrañamente alegre de oírle decirlo aún si no se refiere a ella — ¿Cómo?— pregunta, levemente ruborizada, al entregarle la foto

— ¿Qué? — él luce confundido

— ¿Cómo se conocieron? — insiste Abigail tomando su mano

En cambio él revisa la imagen, sin apartarse — Eso no importa — suelta desganadamente, tomando la Tablet

— ¿Por qué? — ella se aferra deteniéndolo, él la mira, intentando sonreír mas es claro que la tristeza le vence

Suspirando agotado, o tal vez mermado emocionalmente, acepta hablar, ella le da tiempo, comprendiendo su dolor con solo ver sus llorosos ojos — En un cumpleaños de mi abuelo, normalmente se hace una fiesta en el estadio principal, aún éramos estudiantes, nosotros del Profesor Triple Extra Grande y ellas de su padre... eran las mejores en todo el instituto de desarrollo médico... Cree incluso postulaba para ser directora de un departamento de ingeniería reconstructiva — su tono se mantiene serio o al menos eso intenta pues las leves pausas junto los pequeños suspiros cuelan su pesar y como si cediera al peso del recuerdo se sienta en la cama mirando las imágenes del dispositivo — Abby en cambio era más decidida, iba por el puesto de su padre, realmente se esforzaba mucho — sonríe melancólico pasando las fotos

Ella las mira y cae en cuenta de algo — ¿En un cumpleaños de tu abuelo? — pregunta extrañada de que tal evento se lleve a cabo, recordando que según Kuki no había sido visto en años

— Sí, sé que suena estúpido, pero debemos ir a un evento llevando presentes aun cuando él no va — Uno cierra las diapositivas

— Porque no puede alejarse de la fuente de la juventud ¿verdad? — cuestiona Cinco interesada en su reacción

No obstante él no parece sorprenderse, sólo se deja caer a la cama casi indiferente — Sí, entonces ¿Sanban lo sabe? — lo dice tan leve que la menor duda de haberlo oído —, ya eso da igual — sonríe decepcionado — Abby está muerta y ahora solo estoy yo.

— Y Chad ¿verdad? — recrimina Abigail, irritada de verlo sonreír después de esas muestras de dolor por la muerte de su otro yo, bueno no, de su antigua novia, está hecha una maraña de sentimientos, aunque la ira de verlo con el rubio remonta todas

— ¿Qué? — él no parece entender su tono y eso la cabrea más

— Ella murió ¿Y tú sales con alguien más? ¿Qué hay de Cree? No parecen solo amigos y ¿Rachel o Fanny? — recalca molesta, sin saber qué hacer, quiere llorar aun si no sabe porque

— Tienes razón, Cree no es solo mi amiga, es la hermana de mi prometida, la chica que nos ayudó a salir a escondidas, la única que sabía de nuestra relación y futura boda, es casi mi hermana — él se sienta en la cama, explicando todo con tranquilidad, ella mira sus ojos con atención, decididos y sinceros, puede recordar esa mirada del Nigel que conoce, sin embargo es claro que él está molesto

Nigel lo nota así que atento toma la pequeña y temblorosa mano de la agitada chica, sigue sentado en la cama con ella de pie enfrente, la mente de Abigail es un caos y apenas nota el contacto cuando él habla — Escucha Cinco, tú y ella no son la misma persona — le susurra al acercarla

— No, ya lo sé, pero... — Abigail intenta mirarlo, hasta que perturbada nota como la ha llamado, es extraño mas no se siente conforme en con el tono, simple y burdo, no, ella no quiere ser tratada así, sus amigos nunca lo dirían tan plano, confundida apenas si se aproxima a él

— Lo de Chad es complicado — él la acerca a la cama, suave y calmadamente

Ella se sienta llorosa e intenta captar alguna emoción de su rostro aunque es difícil, justo ahora siente que solo fuerza sus emociones en él — ¿La amabas? — susurra temerosa, no sabe porque solo siente una fuerte angustia al verlo insensible

— Claro, la amo, yo aún la amo — responde Nigel sin dudarlo

— ¿Entonces por qué? — aferrada a su mano Abigail exige una respuesta, sí, lo exige, ¿la amó?, amó a la Abigail Lincoln de este universo y ahora simplemente ¿puede estar con cualquier otra persona?

— Todos necesitamos ser amados, tú, yo, Chad — responde él sin retirar su mano, no, incluso sus ojos siguen fijos en ella

Entonces lo aparta — Y Rachel también ¿verdad? — reclama molesta, claro que esa respuesta le enfada, esa es la peor respuesta que pudo oír e intenta irse

No obstante Nigel la retiene del hombro — Si, incluso ella ¿Qué debería hacer? ¿Quedarme solo para siempre? — pierde la calma, la presiona o aparta

Ella no puede saberlo solo ve la desesperación en sus ojos — ¿Qué? ¡¡ No puedo creerlo !! — grita sin intimidarse — ¡¿Cuánto esperaste? ¿Tanto te costó guardarle luto? ¿Simplemente corriste a sus brazos? ¿O ya salías con él antes de que muriera?!

Abigail es algo cínica al final, exasperando al mayor

— ¡ No, nunca, joder! — Nigel grita, y molesto la suelta —, ¡Estaba solo y asustado, todo fue mi culpa ¿Crees que no lo sé? ¿Crees que yo quería entrometerme en su relación? No, obvio no, yo quería que se quedaran juntos ! — alterado niega casi recriminándoselo, a sí mismo, le evita la mirada a la morena que tensa por su inesperado estallido quiere alejarse, sin embargo él exhala pesadamente volteando la vista al techo — Arruine el plan — musita casi para sí

— ¿El plan? — duda ella, suponiendo algo más grande, algo que Uno haría

— Chad solo está nervioso porque pronto será su boda, lo oíste ¿cierto? él y Rachel se casaran entonces justo como está planeado por el sistema serán felices juntos, se olvidaran de mí y tendrán una hermosa familia, solo están asustados — con inseguridad y un deseo de certeza en sus palabras él sonríe más sereno

— ¿Y si no? — cuestiona Abigail, sintiendo un dolor en el pecho al oírlo

— No tienen opción, está decidido — asegura afligido, tocando levemente su costado herido

— ¿Entonces para ti es mejor seguir las órdenes de tu abuelo y su sistema que luchar por la persona que amas? — pregunta indignada

— ¿Qué? No, decídete ¿Qué quieres? Ya luche por la persona que amo, nos íbamos a casar, una semana antes del accidente y no pudo ser ¿Ahora quieres que le arruine la vida a Chad por una relación sin futuro?— él solo niega cansado, confundido e incrédulo

— ¿Sin futuro? — se extraña, intrigada

— Eso no tiene que ver contigo — recalca Uno llevándose la mano a la cara intentando calmarse, entender o lo que sea

— ¿Qué? yo... — insiste ella acercándose

— ¿Por qué tengo que explicarte esto a ti? ¿Solo porque te pareces? ¿Porque crees que ustedes son la misma persona? NO, te equivocas, Abby nunca le dispararía a alguien, nunca le cuestionaría a otra persona si debe o no amar a alguien, era dulce, amable, se preocupaba por los demás y hacia lo que fuera por ayudarles, me comprendía, teníamos los mismos ideales y aun con lo que soy jamás me lo recrimino, era la mujer más perfecta del mundo — harto y desesperado intenta detenerla, está cansado de oír sus reclamos, tenso la aparta apresando su hombro, no es brusco ni agresivo es como si solo quisiera mantener esa distancia —. basta, por favor solo quédate aquí hasta que abramos el portal — exclama a punto de levantarse, pero ella lo evita, reteniendo su mano sobre ella —, lo siento — susurra apenado sin embargo ella no lo suelta

— Perdón, pero no puedo verte sin dejar de pensar en Nigel, mi amigo, sé que no somos los mismos, y aun así de alguna forma nosotros... — Abigail no logra aclararse a sí misma —Tu suenas como él, te vez como él, pero eres tan diferente, Uno jamás le serviría al abuelo — sigue abrumada, tiene que explicárselo a él y a sí misma, su voz es la clara mezcla entre reclamo y culpa

— Escucha, sé que esto es confuso, sin embargo tú tienes que aceptar esto, este no es tu mundo y yo no soy ese chico — Uno usa esa seria y grave voz que resuena en la memoria de Cinco

Sí, ya oyó antes ese tono desilusionado y resignado del adulto, ya estuvo antes a punto de perderlo — No, tal vez no eres el mismo, pero eres Uno, tú eres Nigel Uno — está segura y quiere insistir

Aun así él niega — No es lo mismo, no soy él, seguro tú Nigel es un chico intrépido, que hace lo que quiere, pero yo tengo obligaciones, ya no soy un niño jugando. Hay gente valiosa para mí que peligra si fallo — recalca sobrio dejando esa indiferencia de lado, sus ojos desbordan convicción, su mano sigue sobre ella, firme y cálida transmitiendo esa fuerza en la voz que la morena reconoce y añora, incluso cuando sus palabras la contradicen

Cinco quiere refutar hasta que piensa en Chad, Fanny e incluso "Maurice" claramente cada uno escapa del sistema del abuelo, también Kuki y Wally quienes aun siendo enemigos él no los mató y puede que hasta los esté encubriendo — Ya — sonríe, sin deseos de insistir, está fatigada de presionarlo, sigue incrédula aunque también ve el cansancio en sus ojos, "Esto no lleva a nada" piensa soltándolo, entonces contrario a lo que pensaba él no se va

— Perdona — musita Uno estirándose para tomar la Tablet, tal vez, el asombro de la chica es demasiado obvio al mirarlo y tal vez por eso él se queda a su lado —. tu eres una KND ¿Cierto? — pregunta recogiendo cuidadosamente la foto, mirándola atentamente delineando cada detalle de la imagen —, debe ser difícil — susurra, sin apartarse de su recuerdo

Absorta en la reconfortante sensación que le transmite Abigail se toma una diminuta libertad — Luce hermosa — dice avergonzada de decirlo, aun si lo cree, esa Abigail Lincoln parece feliz y satisfecha, igual es solo porque estaba frente al hombre que amaba —, ¿Tú la tomaste? — pregunta impulsiva

— Sí, era hermosa — responde Nigel suavemente, el leve tono rebosa de ternura, mas pronto exhala, dolorosamente —, esa noche le pedí matrimonio — sonríe temblorosamente, como si supiera que ella desea saberlo sin atreverse a preguntar, Abigail retiene la mano aún sobre su hombro asintiendo en silencio, sintiendo esa pesada angustia como propia —, parecía un sueño, brillaba entre el jardín y los invitados, no podía apartar mis ojos, con esas pequeñas rosas blancas que parecían solo brotar de ella, como si divinamente floreciera pura y perfecta, llena de amor — sus dedos afirman la foto alejándose tan pronto sus lágrimas brotan

Ella lo abraza y sin pensarlo acaricia su rostro para calmarlo, sin embargo él detiene su pequeña mano, la calidez que desprende abraza suavemente la tibia piel de la morena, su corazón se agita al mirarlo a los ojos en un intento de comprenderlo e inmersa en esa necesidad lo besa impulsivamente, sin entender cómo o porqué no se detiene y él no se resiste.




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