¿Comenzando de nuevo?
Narrador Omnisciente;
Minho despertó completamente asustado al oír una risa proveniente del pasillo, el muchacho por instinto llevó las sábanas hasta su cuello intentando aparentar el estar dormido, pero sus músculos se contrajeron del puro terror que le había causado el sonido de la puerta abriéndose con fuerza; no me lastimes, pensó empuñando las sábanas a la vez que todo su cuerpo temblaba, de un momento a otro comenzó a llorar en silencio completamente traumatizado por culpa de las infinidades de veces en que su ex novio ingresaba a la habitación a solo golpearlo y humillarlo culpándolo a él por completo de la manera en que estaban viviendo.
El castaño se quedó quieto creyendo que su ex novio esta vez no iba a lastimarlo, su pulso se disparó por completo al escuchar los pasos aproximándose hacía su cama, su angustia era tal que no pudo evitar el refugiarse entre las almohadas deseando que, de esa forma aparentara que él no estaba ahí, a pesar que, obviamente el bulto que hacía su cuerpo fuese notorio para la otra persona. Jihyo tomó asiento al borde del colchón observando con dolor como su sobrino sollozaba por lo bajo mientras que su cuerpo completo temblaba como gelatina, la mujer no pudo evitar el cuestionarse que había sucedido en realidad, porque no confiaba con totalidad en las palabras de su hermano mayor; ella no creía que Minho había vivido por un par de semanas simplemente con ese tal Hyunjin.
La pequeña Wonyoung ingresó a la habitación moviendo su vestido rosado con intenciones que su primo fuese capaz de verlo, la menor frunció su ceño sintiendo curiosidad de escuchar al mayor sollozando bajo las sábanas. Jihyo se sorprendió por completo al oír como su hija se quejaba, por instinto giró su rostro teniendo la intención de decirle que no era un buen momento para jugar, pero apretó sus labios al ver que Wonyoung aferraba sus pequeños puños alrededor de las sábanas queriendo subir. Cuando la niña lo logró gateó por sobre el colchón apoyando sus palmas y rodillas en diferentes puntos del cuerpo de un silencioso japonés acercándose con curiosidad hacía la dirección de las almohadas.
—Minho—lo llamó con suavidad apoyando su pequeño dedo índice sobre la frente cubierta por la tela de las sábanas del mencionado—no llores—y ella era tan dulce al mostrar preocupación por él, que el castaño realmente no pudo evitar el alejar su manto seguro para ver con sus ojos enrojecidos la brillante sonrisa de la menor—¿Quieres jugar?—cuestionó ignorando el hecho de que el muchacho había estado llorando segundos atrás.
Jihyo rapidamente intervino al ver como su sobrino entreabría sus labios siendo incapaz de negarse ante tan dulce pregunta. La mujer envolvió sus palmas sobre el estómago de su hija tirando de la pequeña contra su pecho.
—Jugará después, ahora es mi turno de estar con él—aclaró causando que la pequeña simplemente hiciese un mohín entristecida por no pasar tiempo con el nuevo invitado.
Minho no podía evitar el sentirse completamente incómodo; la última vez que había visto preocupación por una persona mayor había sido la señora Im, dios, él realmente echaba de menos el cariño maternal de aquella mujer. El japonés mordisqueó su labio inferior intentando centrarse en el dolor que le había causado esa acción para no pensar en el hecho de que deseaba nuevamente el llorar. Jihyo no tardó en bajar su hija quien, entristecida por no jugar con Minho dio pequeños saltitos en dirección de la salida llamando el nombre de su hermano mayor, quien no había tardo en quejarse por la mañanera visita de la muchacha.
—¡MAMÁ DILE QUE SE VAYA!—y como cualquier muchachito de 16 años había despertado con el peor humor.
Jihyo suspiró siendo consciente que debía sacar al pequeño demonio de la habitación de Sehun antes de que el muchacho terminase por tomar la decisión de él mismo sacar a Wonyoung. Minho asintió con su cabeza en el instante que escuchó como su tía le indicaba que iba a volver, el castaño se quedó en silencio escuchando como Jihyo no tardaba en sacar a una revoltosa castaña que no hacía más que hablar de lo emocionada que estaba por salir de compras; al parecer había logrado sacarla de esa habitación persuadiéndola.
Minho dio un pequeño brinco del susto al ver a su tío asomando su despeinada cabeza por el umbral de la puerta. El hombre se veía hecho un desastre, pero de todas formas estaba sonriendo ignorando por completo la sensación que causaba la harina contra la piel de su rostro y como su cabello en algunas partes había quedado tieso por culpa de la harina y el huevo; ¿Cómo llegó eso a su cabeza? todo un misterio.
—Wonyoung me hizo una pequeña visita—comentó el hombre a la vez que Minho inclinaba su cabeza observando como Jihyo mantenía en sus brazos una pequeña niña envuelta por la harina. El muchacho alzó su ceja sorprendido, ¿Cómo la había hecho tan rápido? cuestionó en sus pensamientos—... el desayuno esta listo, ¿Quieres bajar o prefieres comer aquí?—preguntó de manera amable causando que el castaño parpadeara confundido, para luego simplemente asentir con su cabeza logrando que, el confundido ahora fuese el mayor.
—Digo... bajaré—aclaró el japonés avergonzado causando que Daniel simplemente sonriera intentando no incomodarlo.
—Genial, antes de bajar abrígate bien, no queremos que te resfríes—comentó preocupado, para luego simplemente alejarse de la habitación escuchando como su esposa intentaba nuevamente persuadir al pequeño demonio de Tasmania.
Minho suspiró saliendo de aquella cómoda cama, con lentitud caminó hacía el espejo de la habitación sintiéndose asqueado de lo que estaba observando; su cuerpo estaba más delgado de lo usual, y la ropa que Sehun le había prestado le quedaba volando a pesar de que su primo fuese delgado. Ahí supo del grave problema que estaba lidiando. El japonés acató las palabras de su tío colocando una chaqueta sobre sus delgados hombros, mientras que sus pies ya estaban cubierto por calcetines y las pantuflas de algodón. El muchacho no tardó en bajar las escaleras escuchando como Sehun estaba conversado con su padre.
Cuando el castaño llegó a la zona de la cocina pudo escuchar como Wonyoung ya estaba bajando las escaleras llamando su nombre. Jihyo intentó realmente detener a su hija, pero antes de siquiera conseguirlo esta ya estaba envolviendo sus brazos sobre la delgada pierna del mayor.
—Wonyoung deja a tu primo en paz—pidió Daniel mientras que colocaba los platos sobre la mesa observando por el rabillo de su ojo derecho como su esposa tomaba asiento ya cansada de la energía de la pequeña—¿Cómo encontró los dulces?—cuestionó en el instante que quedó cerca de Jihyo viendo como la mujer tan solo se encogía de hombros preguntándose lo mismo.
—Minho—y ahí estaba de nuevo la pequeña a punto de preguntar si él quería jugar con ella. El muchacho suspiró ayudando su tío con los platos mientras que era capaz de sentir como una de sus piernas pesaba más de lo normal—Minho—nuevamente lo llamó a la vez que él terminaba de colocar el último plato inclinando su torso para tomar desde las costillas a la menor alzándola con facilidad.
—¿Qué sucede?—cuestionó el castaño manteniendo con una de sus manos el cuerpo de la menor, mientras que, con la otra alejaba la silla intentando sentarse en esta.
—Sehun esta molesto porque lo he despertado—comentó asiendo un pequeño mohín a la vez que el mencionado no tardaba en suspirar llevando a su boca un pedazo de waffle; actuando como si ya estuviese acostumbrado a los dramas de la menor—yo solo quería jugar—admitió apoyando su mejilla contra el hombro del contrario causando que Minho simplemente estirar su mano para acariciar su cabello recordando vagamente la actitud de Nayeon.
—Jugaré contigo—admitió el japones causando que la menor y sus padres observaran con sorpresa sus palabras—pero primero debo comer, y tu también tienes que hacerlo—aclaró causando que la muchacha se girara sobre sus muslos colocando su dos palmas contra la mesa observando la comida que su padre creo.
Minho mordió sus labios observando con ternura como la castaña había comenzando a comer su comida; el japonés cuando lograba probar bocado Wonyoung ya había probado tres. El chico no dijo nada al respecto, simplemente permitió que el pequeño demonio terminara por cansarse de comer para que fuese su turno, esperó de manera paciente mientras que Jihyo más de una ocasión había mandando a su esposo a cocinar un par de waffles más para el castaño. Cuando Wonyoung no pudo ingerir más comida la pequeña se deslizó por los muslos del mayor caminando hacía el sofá para recostarse en él, Minho sonrió divertido sosteniendo entre sus dedos el tenedor mientras que sus ojos seguían enfocados como la castaña murmuraba palabras sin sentidos con sus párpados entrecerrados.
—Wonyoung a veces es como un perro—comentó Sehun causando que Jihyo le diera un golpe a su brazo sin llegar a lastimarlo en realidad—pero si es verdad... lo único que hace es comer, correr de un lugar a otro, destrozar todo y luego dormir en el primer sitio que encontró—aclaro soltando una pequeña carcajada que fue contagiada por su padre—ademas su forma de dormir están tierna que realmente no puedes quejarte—concluyó encogiéndose de hombros.
—Si nos vamos por esa conclusión tu también lo eres—replicó Jihyo causando que Minho riera ante la forma en que el muchacho había entreabierto sus labios completamente ofendido.
Por primera vez en mucho tiempo Minho había reído con ganas causando que sus mejillas enrojecieran ante la falta de aire, y es que, personalmente las palabras de su tía no le había hecho tanta gracia para reír de esa forma, pero había pasado tres años completamente tenso y asustado, así que el hecho de tener por una vez en su vida la oportunidad de relajarse lo estaba disfrutando más que nunca. Jihyo sonrió con ternura tragando el nudo que se había formado en su garganta, los tres presentes guardaron silencio permitiendo que el castaño lograse aliviar sus carcajadas. Cuando lo logró el mayor no pudo evitar el avergonzarse agachando su mirada para no ver el rostro de sus tíos.
—Lo lamento—respondió por instinto provocando que su tía moviera su silla para apegarla contra el borde su asiento.
—No te disculpes—aclaró la mujer tocando las puntas de su largo cabello castaño. Jihyo se quedó en silencio por un par de segundos manteniendo sus ojos fijos en el muchacho—Minho—lo llamó con suavidad causando que él simplemente alzara su mentón para verle con curiosidad—¿Te gustaría un corte de cabello?
El muchacho la observó con sorpresa para luego simplemente asentir con su cabeza. La mujer sonrió aplaudiendo lo suficientemente fuerte para asustar a su hija quien ya dormía completamente plácida sobre el sofá. Sehun elevó sus hombros preocupado de que Wonyoung comenzase a llorar, pero al ver que la pequeña tan solo rodeaba el sofá siguiendo con su sueño no pudo evitar el suspirar.
Luego de un par de horas Minho y Jihyo se encontraban caminando hacía el lugar donde la mujer personalmente solía arreglar su bonito cabello. El castaño observó con sorpresa como su tía saludaba una mujer de voluptuosas caderas y de mirada intimidante, y como su caja torácica se había contraído en el instante que los ojos de la desconocida se habían posado sobre su persona logrando que se sientiese intimidado.
—¿Él es tu sobrino?—cuestionó la mujer acercándose hacía un tímido castaño. Con rapidez tomó de su brazo arrastrándolo hacía la silla causando que quedase frente al espejo—no puede verse sexy si lo esconde—comentó provocando que el japonés frunciera su ceño confundido por la frase que utilizó—¿Quieres solo un corte o prefieres que también te lo tinte?—preguntó colocando sus palmas sobre los hombros del menor quien veía de manera fija sus largas uñas de colores.
—Deberíamos comenzar con el corte, ¿No Minho?—cuestionó Jihyo observando como el chico simplemente asentía con su cabeza—genial, no dudes en comentar si quieres la tintura—aclaró causando que la mujer simplemente caminara por el lugar tomando los implementos necesarios para el nuevo corte—Hwasa no lo intimides por favor.
La menciona simplemente asintió colocándose detrás del japonés. Minho no pudo evitar el pensar que, Nayeon había sido la única persona que cortó su cabello de manera decente, y aquello había sido hace más de tres años, así que realmente no se sorprendió de ver los largos mechones que adornaban alrededor de su asiento. En silencio el japonés observó como sus hombros nuevamente habían quedado visibles, el muchacho a cada pocos minutos comenzó a sentirse más seguro de si mismo notando como el corte le venía a la perfección. Luego de media hora Hwasa estaba haciendo los pequeños detalles formando pequeñas ondas sobre su cabello dándole un aspecto atractivo para los ojos de las dos mujeres presentes.
—¿Te gusta?—cuestionó Jihyo mientras que observaba como el castaño elevaba su mano tocando su corto cabello; Hwasa le había dejado un pequeño flequillo ondulado que no tardó en acomodar para que no lastimara su vista.
Minho asintió con su cabeza hipnotizado, parecía otra persona, se sentía como otra. El muchacho agradeció a la amable mujer sintiéndose intimidado en el instante que esta besó su mejilla dándole un sutil guiñó que lo hizo sudar de los nervios. Jihyo mientras tanto simplemente se rió siendo consciente que Hwasa realmente no podía evitar el intimidar de alguna forma a sus clientes, y es que le parecía irónico que aquella técnica fuese efectiva para que, cada persona nuevamente estuviese sentada esperando que ella arreglara su cabello.
La mujer acompañó al muchacho a comprar algo de ropa que lo hiciese sentir cómodo; ella sabía que no era lo suficiente para él, pero por el momento ayudaba de alguna manera.
Luego de un par de horas Jihyo y el castaño llegaron nuevamente a su hogar siendo Minho el único sorprendido de ver el caos en el interior de la familia Kang. su tío Daniel estaba en el suelo mientras que una pequeña castaña reía y saltaba alrededor de su cuerpo, Sehun mientras tanto estaba grabando el suceso completamente divertido de ver que su hermana menor había logrado inmovilizar a su padre con tanta facilidad.
—Daniel... ¿Cómo es posible que nuevamente hubiese sucedido?—cuestionó su esposa divertida observando como el mencionado intentaba sentarse moviéndose como un pez fuera del agua.
Minho sonrió queriendo reír ante la forma en que su tío intentaba librarse provocando que, las palabras de Jihyo causaran que los dos menores se centraran en su persona sorprendidos de ver su cambio. La primera en llegar fue Wonyoung envolviendo su brazos alrededor del muslo del castaño viendo con fascinación como las pequeñas ondas de su corto cabello caían sobre su frente ante la manera en que él había agachado su rostro para verle.
—Eres bonito—halagó la pequeña causando que Minho simplemente sonriera avergonzado por su halago.
El japonés tomó desde la cintura a la menor causando que esta apoyara sus pequeñas palmas alrededor de sus mejillas observando con calma lo bien que se veía con ese corte.
—¿Lo llevaste donde Hwasa?—cuestionó Daniel mientras que su esposa simplemente asentía con su cabeza cortando la cinta adhesiva que mantenía sus muñecas unidas. Rápidamente el hombre giró su rostro observando como su hija estaba despeinando al menor—oye Minho—lo llamó causando que el menor colocara su vista en su persona haciendo un esfuerzo para ver su rostro—¿Te intimidó, verdad?—preguntó viendo como el muchacho tan solo asentía con su cabeza dándole la razón—un clásico de Hwasa.
Minho giró su torso al oír las voces de un par de personas, el chico observó con curiosidad tres rostros desconocidos y como Sehun no tardaba en acercarse saludando de manera eufórica a cada uno de ellos.
—Vengan—animó Sehun causando que los tres individuos miraron con curiosidad al castaño—él es mi primo Minho—presentó provocando que los chicos simplemente lo saludaran alzando su palma mientras que el japonés por costumbre hacía una reverencia sorprendiendo a los jóvenes—es extranjero—aclaró. Con rapidez se acercó al mencionado colocando su palma sobre sus hombros—Minho ellos son mis mejores amigos, Chanyeol, Mark, y Ken.
El japonés simplemente sonrió queriendo actuar como si realmente no conociera el inglés, porque era consciente que, en el instante que hablara se darían cuenta que no era un chico. Sehun frunció el ceño confundido en el instante que se percató del silencio de su primo, pero antes de que fuese capaz de animar al muchacho a hablar, su madre apareció llevando del brazo a Minho a otra habitación junto con la pequeña Wonyoung que seguía estando arriba del torso del muchacho.
Mientras tanto, en diferente horario y país estaba Kai sentado en sofá mientras que su torso se hallaba apegado contra el cuerpo de Jackson, ambos chicos estaban viendo la televisión aunque realmente ninguno de los dos le estaba prestando atención a su contenido.
—Mi hermana realmente necesita hablar con Minho, es la única forma de que pueda superarlo—comentó Jackson causando que el pelinegro simplemente asintiera con su cabeza dándole la razón—¿No hay forma de contactarnos con él?—cuestionó a la vez que giraba su torso para ver como el muchacho se acomodaba en el asiento para verle a la cara.
—No responde mis mensajes, y mi padre ni siquiera se donde está como para pedir el número de mi tía—aclaró Kai sintiéndose frustrado por no hacer más para ayudar.
El muchacho estaba completamente triste por el hecho de que su hermano no era capaz de responder sus mensajes, pero Minho realmente no podía hacerlo porque su antiguo teléfono había sido roto a manos de su ex novio.
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