⊰03⊱
Alex ➬ 02/08/2019
Había despertado con mis típicas ojeras y la piel más brillante de lo común, mi cuerpo se sentía extraño y le hechaba totalmente la culpa a la pesadilla que me había atormentado toda la noche.
No lo integraba a la sección de "Espeluznante que te cagas"; pero si a la de "Desesperante que te desmayas".
Y era que todo había sido así, algo desesperante:
Estaba en mi vecindario, con la noches siendo la única compañía de mi cobardía, tenía que llegar a la fiesta para recoger a los amigos de Yoora; pero mis pasos parecían nunca acabar. Parecía que nunca lo podría lograr.
La pesadilla se había transferido a otra escena y ahí estaba el chico que me había hablado feo, solo que en la pesadilla él solo caminaba mientras repetía la palabra "Púdrete" y yo intentaba alcanzarlo; pero tal como en la primera escena, yo no podía avanzar. Y así había sido como casi me levanté de un paro cardiaco.
La noche del jueves había sido muy ajetreada, habíamos terminado de dejar a todos en sus casas y con los padres al tanto de la situación cuando las nueve de la noche nos iba a decir adiós y las diez, hola.
Jungkook era el que vivía más lejos, a unos cuatro vecindarios después del nuestro, a sus padres solo les había dicho que se habían ido a una fiesta y después de ver como ambos miraban un poco sorprendidos a su hijo nos despedí, y digo "nos" porque Yoora estaba lo suficiente cansada como para dormirse en mi hombro y no poder hablar por su cuenta.
Mi tía y mi madre no le dejaron tener la siesta que quería, habían hablado con ella hasta muy tarde; pero aquello era algo de lo que no estaba tan enterada, me había dedicado a ir a mi habitación cuando ellas no me pusieron "peros" y me dediqué a intentar descansar, las cosas habían ido muy rápido y mi cabeza no lograba aguantar todo, terminé derramando un par de lágrimas antes de dormir.
Con los pensamientos machucados y las sensaciones tan vivas y ardidas como el fuego.
El día había sido pésimo y la noche terminó en pesadas lagrimas.
Pero este viernes por la mañana me había despertado más centrada en lo que tenía que hacer.
Primero adecuarme a la vida que me había impuesto y luego disculparme con el amigo de Yoora.
Estaba segura que mi pesadilla en parte se había originado porque me sentía culpable de haber sido tan dura diciéndole aquella palabra que se podía interpretar de mil formas, menos en la que en verdad encajaba: "Todo está mal, así que no lo compliques".
La vida no estaba de mi lado, eso lo había entendido hace mucho. En el pasado los niños me molestaban por no ser como ellos y a veces las personas me observaban como si no estuvieran de acuerdo con algo, mi padre y mi madre se habían separado porque ya no se amaban y solo tenía una amiga que en estos momentos no quería ver.
Entendía que la vida no estaba de mi lado así como no lo estaba con los demás.
Por eso, se me hacía más fácil empezar con otra forma de vivir antes de adecuarme a la que tenía.
Si la gente me repudiaba, entonces yo me establecía en otra viva donde los ignoraba y podía vivir con ello.
Si mi padre terminaba con mi madre, yo tomaba otra vida en donde pensaba que el amor no se había terminado, sino que nunca existió.
Y si mi mejor amiga se enamoraba del chico que me gustaba, entonces simplemente tomaría otra vida donde entendía que ese chico nunca me gusto en verdad y podía estar tranquila con ellos dos juntos.
Yo podía seguir con eso, con aceptar las cosas como según mi mente planteaba y estar equilibrada en la línea de las sensaciones donde vivía tranquila.
ㅡOhm...Buenos días.
Yo podía seguir.
Su mirada avergonzada y los labios aplastados era algo nuevo que observar, llevaba la mochila colgada en ambos hombros y sus manos escondidas en los pantalones de su uniforme.
También se veía cansado y preocupado; pero fue algo que no destaqué.
ㅡYo...He venido a hablar contigo ㅡinforma en un tono bajo y lento, con la mirada posada en mis ojos, con la incomodidad siendo la más resaltante entre nosotros.
Sus labios siguen estando aplastados cuando no obtiene respuesta y simplemente doy un paso hacia adelante intentando concentrarme en el ahora.
ㅡEstoy de camino a la estación, ¿Tú también? ㅡpregunto enfrascada en mirar para otro lado. No hay personas transitando, solo las ligeras ráfagas de viento moviendo mi cabello y falda que demuestran que esto no es otra pesadilla. Y que solo la realidad será testigo de este momento.
ㅡSi.
Caminamos en silencio por las calles, solo nosotros dos, Yoora no asistiría a clases, suponía que seguirían regañándola acerca de sus descuidadas decisiones. Yo no recibí más que miradas desaprobatorias, suponía que también hablarían conmigo después.
Ninguno dijo nada antes de que llegaramos a la estación, fue ahí cuando el avergonzado muchacho se dispuso a hablar:
ㅡSiento si fui muy tosco ayer, no estaba en mis cinco sentidos ㅡconfesó sincero, con la mirada lejana puesta en mí que rápidamente quitó.
También le doy una efímera mirada que no disimula la confusión, me dedico a preguntar:
ㅡ¿Estabas ebrio?
ㅡNo ㅡrespondió de la misma forma sincera que dejaba nada que pensar. Pero esta vez no intentó mirarme, como si le hubiera faltado algo que decir.
ㅡ¿Drogado? ㅡme aventuro sabiendo que es algo muy precipitado, y lo confirmo cuando sus ojos se agrandan y me observan como si hubiera dicho la más grande tontería de la vida. Una sonrisa se quiere formar en sus labios; pero es muy bueno evitándolo. Yo solo me siento torpe.
ㅡEstaba enojado, todos lo estábamos ㅡaclara más suelto, como si estuviera a punto de decir algo muy fuerteㅡ Por eso bebieron, estaban molestos, solo no pensaron con la cabeza fría.
Mi ceño se acentúa cuando veo al autobus a unas dos cuadras para llegar a donde estamos parados.
ㅡY tú ¿Porqué no bebiste? ㅡpregunté más interesada de lo que alguna vez me creí estar.
ㅡEra el que estaba más molesto, por eso no bebí ㅡasegura un poco fastidiadoㅡ Nada saldría bien si yo bebía.
Nada había salido bien, pero no se lo dije porque no quería volver a incomodarlo. Quería que me siguiera contando.
ㅡ¿Qué fue lo que los molestó? ㅡme di por perdida en el interés cuando su mandíbula se tensó y su cuerpo dio un ligero temblor. Sus ojos no se atrevían a observarme y parecía que estaba punto de irse para otro lado.
No lo hizo, se quedó y respondió, con un tono brusco que más que molestia, expresaba algo que me impactaría lo suficiente para quedarme callada y esperar la llegada de mi transporte:
ㅡSuena tonto; pero todo fue por una chica...
Fue la forma con la que me habló con la que pude entender todo, su tono aquella noche no era molesto, era dolido.
✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿
Yayayay, yo no sé como hago los capítulos tan rápido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro