02.
—¿Entonces cuál sería el consejo, profesor?
HyungWon se apoyó cuan largo era sobre su escritorio, de cara a la clase.
—Que hay que aprender a leer como un escritor y aún así las posibilidades son infinitas.
Un golpe en la puerta y la cabeza del decano de la universidad apareció por la puerta.
—Profesor Chae, lamento la interrupción...
—Ah —HyungWon señaló al decano con la lapicera— y eso es, señores, lo que yo llamo una cabeza que inspira tragedias.
El decano sonrió e hizo una reverencia.
—Hay un alumno nuevo.
HyungWon asintió.
—Por supuesto.
Hoseok dio un paso adelante y lo saludó con una inclinación de cabeza.
—Buenos días.
HyungWon se irguió en su sitio y correspondió al saludo.
—Bienvenido, señor...
—Shin —se apresuró a decir—. Shin Hoseok.
HyungWon asintió despacio, estudiando a su nuevo alumno. Como si no lo hubiera estudiado ya lo suficiente en la biblioteca.
—Bien, señor Shin, tome asiento donde mejor le parezca.
El decano conversó unos segundos con HyungWon y luego se retiró del salón.
—Entonces, ¿dónde habíamos quedado?
—En la posibilidades de la lectura —dijo una chica alta y nariz respingona.
—Exacto. Entonces quiero que imaginen situaciones actuales en las que los poetas clásicos podrían encajar fácilmente. No sé, por ejemplo, soy gay pero Mary Shelley sería mi mujer ideal. Si hubieramos ido a la misma universidad, definitivamente intentaría algo con ella... —los alumnos rieron— y probablemente la veríamos quemando corpiños en el campus...
—¿Se imaginan los post motivacionales en twitter de Jane Austen? "Masculinidad suave, femineidad fuerte" —acotó un muchacho de rulos.
—Bueno, no sé con los autores pero los personajes en la era actual serían infinitamente más divertidos, imaginen los post de Instagram de Jonathan Harker: 'Acabo de llegar a los Cárpatos, y chicos, no me van a creer pero esto se ve super raro...' 'Quieren live del castillo? ¿si o no?'
—Lestat mandándole indirectas en Facebook a Louis: 'podríamos estar cubiertos de sangre juntos si dejaras de hacerte la estrella...', 'Tú y yo, bebiendo sangre en copas de vino, no sé, piénsalo...'
Todos rieron.
—Como dije, las posibilidades son infinitas...
Hoseok estaba embelesado. Así que el hermoso hombre de la biblioteca era su nuevo profesor de literatura clásica. No sabía si sentirse excitado por poder verlo fuera de la biblioteca o decepcionado porque ahora había un impedimento para conocerlo en un plano más personal. Cuando la clase terminó, bajó los escalones para abandonar el salón. Intentó camuflarse con el resto de sus compañeros pero la voz rasposa de su nuevo profesor lo sacó del anonimato.
—Señor, Shin, ¿le importaría quedarse unos minutos más?
—No hay ningún problema.
—¿Cómo has llevado la clase? —le preguntó HyungWon con una sonrisa espléndida.
—Fue... interesante. Es mi primer año con esta materia y honestamente, fue mejor de lo que esperaba —le sonrió, acomodándose los anteojos— aunque podría asignarme algún tutor.
—¿Lo necesitas? —el profesor guardaba las cosas en su bolso de cuero, con movimientos resueltos y pausados. A Hoseok le encantaban las manos de HyungWon.
—Aún no lo sé, pero nunca está demás.
—Supongo que tienes razón. Bueno, tendría que fijarme quién está disponible. De todas maneras, cualquier duda que tengas, no dudes en consultármelo. Voy seguido a la biblioteca así que si lo necesitas, podría darme algunas vueltas adicionales por allí.
Una propuesta más que interesante. Peligrosa pero interesante.
—Muchas gracias, profesor. Soy nuevo en la ciudad y no conozco a casi nadie.
—Bueno, no sé si yo seré la mejor compañía, después de todo soy profesor de literatura clásica, puedes hacerte la idea de que mi vida no es precisamente, la más alocada. Y ustedes, los jóvenes necesitan adrenalina...
—Se colgó el bolso y le hizo un gesto hacia la salida.
—'Nosotros, los jóvenes' —rio—. No quiero ser grosero, pero permítame decirle que usted no se ve viejo en absoluto. Igual le agradezco, me alegra saber que por lo menos alguien quiere conocerme.
HyungWon le apoyó una mano en el hombro.
—Tranquilo, no creo que te sea muy difícil hacer amigos, el ambiente en esta universidad es bueno y, por lo menos tus compañeros, son muy agradables. Me alegro que estés tomando mi clase.
—Gracias, profesor. Entonces nos estamos viendo por ahí...
HyungWon se acomodó el pelo y le guiñó el ojo.
—Nos vemos, Hoseok.
—Mátenme —lanzó el sobretodo sobre el piano de cola de la sala. Kihyun lo miró.
—Seguro. ¿Cómo quieres morir?
—Lo dejaré a tu criterio —abrió la vitrina espejada que estaba empotrada a la pared y se sirvió un poco de licor—. ¿Qué mierda estaré pagando en esta vida?
—Se me vienen tantas cosas a la cabeza
—Kihyun se frotó los ojos y decidió que también tenía ganas de un buen licor—. ¿Ahora qué pasó?
—Hoseok me pasó. Eso.
—Ah. Déjame adivinar, tenías razón y confirmó su heterosexualidad empotrándose a alguna chica contra la sección clásica.
—Peor. Es mi alumno.
La carcajada que soltó Kihyun lo hizo sobresaltar.
—Oh, my god. Te amo.
—En serio, si no me matas ahora, iré a suicidarme en tu baño.
—Procura hacerlo en la bañera, ya sabes, menos lío, menos que limpiar.
—Debería volverme actor y fingir ser hetero.
La puerta del departamento se abrió y entró un MinHyuk histérico.
—Les aviso que estoy teniendo un ataque de ira debido al estrés y no tengo un buen humectante, así que quiero matar gente.
—¡Genial! —Kihyun aplaudió y se dejó caer en el diván— Wonnie justo estaba con ánimos de morir. Ah, amo estas fatales casualidades...
—¿Qué es? ¿La tercera, la cuarta vez en la semana? —MinHyuk le quitó el vaso de las manos a HyungWon y se sentó frente al piano, haciendo correr los dedos por las teclas—. Bien, dispara.
—El mocoso de la biblioteca.
—¿El responsable de la carpa en tus pantalones? —preguntó su amigo sin mirarlo.
—El mismo.
—¿Qué pasa con él? —HyungWon abrió la boca para empezar a hablar pero MinHyuk levantó una mano—. Espera, espera... —comenzó a tocar Duet de Philip Glass— ahora, desde el principio.
La música empezó a sonar y HyungWon se volvió a servir licor.
—Bien... lo conocí hace cosa de un mes, fui a la biblioteca por un libro de Keats...
—Ah, Keats... Estúpido y sensual Keats
—acotó Kihyun alzando la copa y moviéndola al compás de la música. MinHyuk le guiñó un ojo.
—Ese día pasé como una hora intentando concentrarme en el libro, pero Hoseok es... demasiado distrayente. Tendrían que haberlo visto, el pelo desordenado, la manito apoyada en su mejilla mientras hojeaba un libro, los labios fruncidos...
—Ahora ve a lo trágico, el tema lo amerita... ¡lúcete! —MinHyuk cambió el ritmo a un tono más lúgubre.
—Pensé que era menor.
—La ilegalidad tiene su encanto —sentenció Kihyun encendiendo un habano.
—Pero resultó que no era menor.
—Oh, espera... cambiemos el ambiente...
—corrió los dedos por las teclas haciendo una melodía más alegre.
—Y el otro día me habló —HyungWon apoyó la mejilla en el lomo del piano.
—¡Oh, bien por ti! —MinHyuk festejó.
—Pero...
—Oh, ahí viene la tragedia —anunció Kihyun sentándose para poner atención. MinHyuk volvió a cambiar el tono de la melodía.
—Hoy se presentó en mi clase. —La boca de MinHyuk formó una perfecta 'O'—. Ahora es mi nuevo alumno.
—No sé si empezar a compadecerme de ti o agradecerte... —Min dejó de tocar y se levantó para abrazar a HyungWon por detrás.
—¿Agradecerme por qué? —preguntó sin levantar la cara del piano.
—Yo me sentía mal pero después de escucharte, de repente me di cuenta de que tu vida es más patética que la mía. Gracias.
—Debería empezar a buscar nuevos amigos...
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