tres
–Ese tipo llegó hoy. –el rubio asiente.– ¿lo conoces?
–N-No, solo es primo del Sunghoon pero nunca he hablado con él, demasiado patuo en realidad. Agarró confianza rápido parece.
El mayor sonrió viendo al australiano.
–¿y a ti te gusta que agarren confianza tan rápido? –le quitó la mochila de sus hombros y Jake lo miró curioso.– no tengo problema con llevarlo, confía en mi, no me la voy a lanzear.
–La verdad es que no me molesta pero empezamos con la pata izquierda, y me cargan los tipos como él porque se creen el hoyo del queque. Me molesta su presencia.
Hee paró delante de él haciéndolo chocar deteniendo su paso.
–¿y la mía te molesta? –se acercó más al menor.
–N-No, para nada. Tu presencia es agradable
Heeseung sonrió satisfecho y abrió la puerta del gimnasio, dentro de este no había nadie así que Heeseung se puso a gritar y ladrar como loco. Asustó a Jake quien solo se reía mientras lo veía.
–¿que tai haciendo? Pareci perro así.
–¿y qué tiene? No hay nadie y podi soltar todo, inténtalo.
Con un poco de vergüenza el rubio lanzó un grito al aire, al liberar la tensión soltó otro más haciendo reír al mayor. Por mientras Jake miraba todo alrededor con curiosidad fue en busca del bolso con balones de baloncesto que le había pedido el profe de educación física.
Sacó un balón y se acercó a Jake.
–¿le haces al básquet?
–La verdad no mucho, pero algo me salvo.
–Intenta quitármela.
Heeseung de movió por varios lados, esquivando a Jake. Le parecía tierno como el menor le intentaba seguir el paso, no percató cuando ya no tenía el balón en sus manos.
Jake rápidamente se acercó al aro y anotó un punto.
–Cacha, de puro estar distraído te gané. –se burló el menor.
Heeseung empezó a perseguirlo por lo picado que estaba para hacer su venganza, obvio Jake no se dejaría y empezó a correr también.
Lamentablemente Heeseung era más rápido y logró atraparlo desde la cintura haciéndole cosquillas.
–Y-Yapo, me voy a hacer pipí. –Hee para de hacerle cosquillas aún teniéndolo de la cintura.
Jake pudo respirar mejor después de un rato, volteó quedando frente a Heeseung y quedó quieto cuando el mayor se acercó un poco más quedando sus respiraciones muy cerca.
Atinó a cerrar los ojos esperando que lo que pasara luego pasara rápido.
–Oye Jake.
Se separó rápidamente del mayor al sentir una tercera voz detrás de ellos.
Heeseung bufó molesto mirando a Jay a quien había llegado.
–¿Qué queri Jay? –dijo molesto Jake.
–Nada, estamos por aquí entrar a clases y Sunghoon estaba preguntando por tí.
Mintió, en realidad los había seguido desde que estos salieron del casino.
–Dile que ya voy. –mira a Heeseung pidiéndole perdón con la mirada y él le dedicó una sonrisa serena.– Ándate antes, Heeseung y yo debemos llevarle esto al profe de educación física.
El americano asintió y se fue dedicándole una mala mirada a Heeseung, obviamente Jake no se percató porque andaba muy distraído pero el mayor se la devolvió.
Esta vez Jake llevó las mochilas de ambos y Heeseung llevaba el bolso de balones en su espalda.
Llegaron al salón de profesores, dejándoles este con el profe y les agradeció.
Obviamente Hee acompañó a Jake hasta su salón y lo dejó en la puerta.
–Espera Jake. –el menor le miró atento.– me gustó pasar el rato contigo y me preguntaba si te gustaría salir, fuera del liceo.
–S-Si... estaría bkn. –sonrió tímido.
–Buena –le pasó su celu.– anota tu número aquí porfa.
Jake escribió su número en el teléfono del mayor y se lo pasó al instante.
–Listo, ahí me marcas después.
–Ya, entra clases nomas que te pueden retar por mi culpa y no quiero eso. –le revolvió el cabello.– nos vemos.
Jake entró a la sala con una sonrisa enorme y con los cachetes colorados, con Sunghoon viéndolo como si le faltara un tornillo.
–¿wn tai bien? Me dai miedo con la cara de volao que traes. –dijo Sunghoon haciendo una mueca.
Jake hizo oídos sordos y se sentó al lado de su amigo. No reaccionó hasta que este chasqueó los dedos frente a él.
–¿si? –preguntó tranquilo.
–¿si? –lo imitó.– wn que te pasa, llegai con cara de volao después de estar con el Heeseung.
–Me pidió mi número. –jaló el brazo del más alto moviéndolo de un lado a otro.– y si no fuera porque el pesao de tu primo nos interrumpió porque tú andabas preguntando dónde estaba me hubiera dado un beso.
Jake hizo un puchero y Sunghoon lo miró confundido.
–Yo no pregunté en ningún momento por tí. Lo único que hice fue retarlo por el show que hizo en el casino.
Jake ladeó la cabeza confundido y extrañado, no entendió porque el nuevo lo seguía a varias partes si solo era el primer día.
No le dieron tantas vueltas y siguieron con las clases hasta el final del día.
Cada uno partió a su casa y Jake le dijo a Sunghoon que más tarde allí.
Primero tenía que ir al cementerio.
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