quince
Al día siguiente, terminó la prueba y salió de clases, aún no tenía ánimos de nada así que decidió hacer la cimarra.
A la hora de almuerzo, como todos estaban en sus asuntos no había problema en ir a la parte de atrás en el mural y saltarlo sin que el tío inspector lo viera.
Tomó la micro partiendo rumbo al cementerio, aprovecharía de limpiar y reemplazar las flores viejas por unas nuevas.
Con el ramo entre sus manos dio rumbo a la tumba de su querida hermana pero al llegar se encontró con una figura de un hombre de su porte o un poco más alto.
No sería...
No, no podía creer que si podía ser él.
Su padre estaba ahí, frente a la tumba de Rossie.
–¿Qué hace usted aquí? –habló el menor enojado.
–¡Jake! Que sorpresa encontrarte, ¿cómo has estado po hijo? –preguntó de una manera calmada su progenitor haciendo hervir más la cabeza de Jake.
–No respondió mi pregunta caballero, ¿Qué está haciendo aquí? Y por favor no me diga hijo, que perdió el título de padre hace muchos años.
–Vine a ver a Roseanne, tengo derecho de venir a verla pu, sabes cuanto la extraño.
Wn victimario, pensó Jake.
–Usted perdió todo el derecho de venir a verla en el momento que nos abandonó, así que váyase antes de que llame a mi madre que si usted mal no recuerda, es abogada y fácilmente puede pedir una orden que no le deje entrar al cementerio además de una demanda por pensión alimentaria. Le recuerdo que aún soy menor de edad.
El caballero que estaba ahí presente se sorprendió al ver lo firme que fue Jake en todo ese momento, no era el mismo niño que apenas se le acercaba se agachaba para que no le pegara.
Se acercó a Jake a paso lento hasta quedar frente a frente.
–Tienes un hermano, de dos años. Sería lindo que se conocieran.
–No sea tan cara de raja, váyase y vuelva con su familia y no la abandone como lo hizo con nosotros.
Suspirando su padre se retiró de ahí dejando al rubio solo frente a su hermana.
Sacó las flores marchitas y el polvo con un paño y arreglo con las nuevas que compró.
–¿Vei tan cara de raja es? Tiene la perso de venir a decirme hijo y que más encima quiere que conozca a su hijo.
Resopló inflando sus mejillas sentándose en modo indio, acariciando la lápida.
–No lo se Rosie, no le creo na de lo que está diciendo.
Jugó con sus deditos mirando un punto fijo, todo era confuso en ese último tiempo. Muchas cosas le habían pasado en tan poco tiempo.
–Hace un tiempo conocí a un chico, al principio lo encontré medio odioso y cuico, muy hijito de papá y pasao a zorron. –soltó una risa.– Pero cuando por fin lo fui conociendo me di cuenta que no era así, es un chico transparente, siempre está dispuesto a hacer el bien y siempre te escuchará. –sonrió nostálgico.– le conté sobre ti, me encantaría presentártelo algún día estoy seguro que te encantará.
Acarició la lápida.
–Ya se ganó a mamá, tiene bastantes puntos a favor. –dirigió la mirada a la foto que estaba puesta ahí.– ¿Qué dices? ¿Debería perdonarlo?
🁙 • 🁙
–Yapo Sunoo, pescame po~ –alegó el mayor como cabro chico.
–No Sunghoon, córtala. Lo que le dijiste al Jake ayer fue muy feo y aún no le has pedido disculpas. –habló el pelirosa cruzándose de brazos.
–Pero si no está po, no le voy a pedir perdón por WhatsApp o llamada po.
–Pta que son insistentes los sagitarios wn, el Riki ha intentando pedirme volver pero le he dicho un montón de veces que no estoy ni ahí con él. –bufo formando un puchero con los labios.
–Ay el qliao hincha weas, debería haberle sacado la chucha la otra vez.
–Déjalo, de seguro debe ser porque el Jungwon no lo pesca ahora.
–Si, eso debe ser. –pasó sus brazos alrededor de los hombros de Sunoo.– Ya, vamo que hoy están dando sopaipillas.
–Uy el wn porfiao, te dije que no me iba a juntar más contigo hasta que le pidieras disculpas al Jake. –Sacó el brazo del mayor dejándolo boquiabierto ofendido al haberlo sacado.
–¿Tampoco me vai a responder lo que te pregunté el sábado en la noche? –detuvo al menor tomándolo de la muñeca acercándolo a él.
–¿Q-Qué cosa? –las mejillas del menor se tiñeron de rojo.
–Sobre lo que siento de ti. –acarició su mejilla.– por favor Sunoo, dame una oportunidad para conquistarte.
Sunoo quería decir que si, de verdad que quería. Pero no quería ilusionar al azabache, aún tenía sentimientos por Riki. Una relación de más de un año no se puede olvidar así como así.
–S-Sunghoon, agradezco el que te hayas sentido atraído hacia mí, pero teni que tener en claro que yo aún tengo sentimientos por Riki, terminamos hace menos de una semana y no te puedo prometer olvidarme de él de la noche a la mañana. –explicó el menor reposando sus manos en el cuello del mayor a lo que este aprisionó su cintura entre sus manos.
–Eso lo sé, lo tengo más que claro que aún no podi sacarte de la cabeza a ese tipo. Pero quiero intentar ayudarte a olvidarlo, que lo olvides hasta caer en mis encantos, prometo que seré aún mejor de lo que él fue contigo. –juntó sus frentes rozando narices haciendo estremecer su pequeño cuerpecito.– Si me dices que no olvidaré todo esto y seguiremos siendo buenos amigos como lo hemos sido desde el principio, pero si me dices que si haré lo mejor posible para mantener siempre tu adorable sonrisa.
Decir que no le conmovieron las palabras sería tonto, sentía su pecho cálido y con mariposas flotantes en su watita.
–Si Sunghoon, teni una oportunidad para conquistarme. –el mayor lo abrazó alzándolo en el aire haciéndolo girar de la emoción, al bajarlo se separó.– Pero aún teni, que pedirle perdón a Jake, chao noma.
Sunoo se paró de puntitas para dejar un beso en la mejilla de Sunghoon y salir corriendo de ahí, dejando atontado al mayor.
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