–Te juro que si vuelve a acariciar otra vez su brazo le voy a quitar su carita de gatito que tiene. –dijo Jake fulminando a Jungwon con la mirada.

–Jake tranquilo, –habló Sunoo quien estaba sentado en las piernas de Sunghoon.– Jungwon es el presidente del centro de alumnos y te recuerdo que Jay es el vicepresidente. Es obvio que van a estar juntos si están en recreo reunión.

Era la época de agosto y por eso, el centro de alumnos se reunió en un recreo para organizar lo que llevaría la semana de alianzas.

Y como no era parte del centro de alumnos, no podía ir donde su pololo y sentarse junto a él.

–Esta wea es absurda. –bufó afirmando su cabeza en su mano.– está más que obvio que se lo está joteando, cachen cómo está de cerca. No es justo, a mi nunca me han hecho eso y porqué a él si.

La pareja se miró confundida.

–Jake, no sé si hai' cachao pero hay caleta de wnes que andan detrás de ti. –dijo Sunghoon.

–Ya y donde están que ni los veo.

–El Jay los espanta po, si sabi como es de celoso. –Sunoo se encogió de hombros.– teni que estar tranquilo. Mira, te digo algo pa que te sintai mejor Escorpio y Tauro si son compatibles, Tauro y Acuario na que ver.

–Pero Cáncer y Sagitario tampoco son compatibles y ustedes están juntos po. –Jake hizo un puchero afirmando toda su cabeza en la mesa donde comían.– Tengo que confiar en él, por mientras me comeré mi pancito.

Desde este año le prometió a su madre y a su pololo que por lo menos aunque su último año en el liceo, llevaría algo para comer. Por eso las noches anteriores dejaba hecho un pancito para la mañana siguiente llegar y echarlo a su mochila.

Hoy se había preparado uno con manjar pero no tenía tantas ganas de comer, le dió un último mordisco para luego envolverlo en la servilleta.

–Yapo Yunie, si quiera teni que comer. –dijo preocupado el Sunoo.

–¿Cuánto le falta a la reunión? –apoyó su cara en su mano.

–Creo que van a aprovechar todo el recreo pa estar ahí.

Jake miró la hora en su celu y suspiró, ya era hora de volver a clases.

–Iré a dejar al Sunoo, si queri me esperai aquí y volvemos juntos. –le ofreció el Sunghoon.

–No chiquillos, no se preocupen por mí. Vayan y pololeen un rato que se que no lo hacen porque toi aquí presente. –Jake les dedicó una sonrisa a la pareja.

No tan convencidos, salieron del lugar tomados de la mano.

Jake dió una última mirada al grupo donde estaba Jay ocupado, el mayor se le notaba concentrado pero al sentir una vista encima suyo miró donde estaba Jake sonriéndole.

–"Te amo" –formuló con la boca el estadounidense haciendo sonrojar al pequeño rubio.

Jake frunció sus labios arrugando la nariz, le mandó un beso volador y salió corriendo de ahí por la vergüenza.

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–Park, ¿Me puede explicar porque está llegando a esta hora? –exclamó el profe Sooman serio.

–Perdón profe, estaba en reunión con el centro de alumnos. Aquí tengo el papelito. –Jay le pasó el papelito esperando que no tuviera una mala reacción.

El profe Sooman vió el papelito medio confundido y suspiró.

–Ya, apúrese y siéntese luego.

Jay agradeció y se fue a sentar a su puesto no sin antes acariciar los cabellos de su pololo.

Ningning lo molesto chillando a su lado pero no la pescó mucho.

Como siempre en esa clase las cosas fueron aburridas. La mayoría estaban casi durmiendo chatos por las clases de filosofía.

Como no si era un viejo lento y a la antigua.

–Ya chicos, antes de salir. Su compañero del centro de alumnos tiene un anuncio que hacerles. Park, pase a adelante.

Jay pasó adelante siendo leseado por todos chiflándole y aplaudiéndole.

No los pescó y siguió hasta la pizarra.

–Gracias profe, bueno como saben soy parte del centro de alumnos y por lo tal tengo el agrado de informarles que se acercan las alianzas. Por cosas de justicia yo no puedo participar pero por el momento se necesitará un organizar u organizadora de alianza, Rey y Reina. –tomó el plumón para escribir en la pizarra.– candidatos para organizador.

Chaehyun y Minhee levantaron la mano.

–Ya, perenme que escribo sus nombres. –escribió los nombres en el pizarron.– levantes la mano cuántos votan por el Minhee.

Diez de los veinticuatro levantaron la mano.

–Por la ChaeHyun.

Los restantes catorce levantaron la mano.

–Ya, tamo con la organizadora de alianzas. Ahora el rey y la reina. Levanten la mano quienes quieren ser reina de alianza chiquillas.

Gaeul, Isa, Jimin y Ningning levantaron la mano.

Después de ir uno por uno preguntando por quien votarían al final quedó de Reina Gaeul.

–Waah, que loco chiquillos. Gracias. –dijo la castaña alzando los pulgares.

–Ya, ahora falta nuestro Rey. Levanten la mano quienes quieren ser rey chiquillos.

El curso quedó en silencio hasta que Sunghoon levantó la mano.

–Sunghoon, ¿queri ser Rey? –preguntó extrañado Jay ya que le habían contado que su primo ya había sido Rey el año pasado.

–No, yo quiero nominar a alguien. –dijo mirando a Jake desde su puesto de atrás.

El rubio no lo pescaba porque estaba recostado en el pecho de su mejor amiga mientras le hacía trencitas.

–¿A quien queri nominar? –preguntó Jay siguiéndole la corriente.

–A Shim Jaeyun. –el rubio volteó a ver a su amigo con cara de querer matarlo.– Alias Jake.

–¿Alguien más que se quiera postular? –todos negaron.– Bien, levanten la mano quienes quieren votar por el Jake.

Todos levantaron la mano mientras Jake negaba con súplica en la mirada.

Enserio mataría a los primos Park.

–Bien, ya tenemos rey y reina para nuestra alianza. Un aplauso para los chiquillos.

Estaba enojado, claro que lo estaba. Sunghoon y Jay sabían porqué no participaba y aún así lo nominaron.

Agradeció que tocó el timbre de salida y tomó sus cosas para irse rápido de ahí.

–Amor-

–No me habli ya, sabi perfectamente porqué no participo e igual me pusiste como rey de alianza. De verdad tengo la cabeza terrible caliente así que quiero estar solo porfa.

–¿No queri que te lleve a tu casa por lo menos? –dijo en un tono suave.

–Me voy en micro.

Jay no dijo nada más, suspiró asintiendo no queriendo hacerle enojar más.

Jake salió rápido de ahí no queriendo cruzarse con nadie.

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Tiró su mochila a una esquina y se echó en la cama con Layla siguiéndole. La can se acurrucó a su lado pidiendo cariño, obviamente no se lo negó.

Se sentía cansado y ahora con un gran peso sobre sus hombros, no negaría que tenía miedo de participar.

Sus citas a la psicóloga le habían ayudado bastante a progresar con sus traumas pero no quita el hecho que le hacía sentir culpable el participar.

Layla sintió que estaba triste así que lamió su cara para hacer que Jake se sintiera mejor. Le logró sacar unas risas en el intento.

–What would i do without you? (¿Qué haría yo sin ti?) –besó la cabeza de su cachorra.

Sacándole de su burbuja su teléfono vibró dándole a informar que tenía un mensaje.

Lo tomó y suspiró al ver que se trataba de su pololo.

Dejó su cómoda cama bajando a pasos perezosos las escaleras para abrirle a Jay.

Abrió encontrándose con el mayor con una sonrisa nerviosa y una bolsa del Doggis en sus manos.

–¿Les echaste algo? –preguntó desconfiado.

–No le eché ningún aderezo porque sé que no te gustan. –dijo Jay.

Jake le miró con ojos entre cerrados pero aún así lo dejó pasar no sin antes quitarles la bolsa y llevar una papa a su boca.

Jay tomó asiento en el sillón individual mientras que Jake se sentó en el sofá con las piernas en posición de indio.

–¿La Tia no está?

–Tenía una reunión en Viña pero vuelve mañana en la tarde. –se llevó otra papita a la boca.

–Entonces estai solo con la Layla.

–En lo elemental mi querido Watson.

Luego de eso tuvieron un silencio un tanto incómodo. Jake le ofreció papas pero el pelinegro se negó diciendo que no tenía hambre.

Rompiendo la burbuja de silencio Jay se acercó lentamente a Jake con el tal de sentarse a su lado pasando sus manos alrededor de sus hombros para atraerlo a sus brazos.

–Perdón, sé que Sunghoon y yo tuvimos la mala de ni siquiera preguntaré si queriai o no ser rey, pero tómalo como una última oportunidad. Sabes que Rosie no se sentiría mal si tú eres Rey, al contrario. –acariciaba los cabellos del menor hasta que él mismo lo paró.

Jay le miró confundido cuando lo vio correr escaleras arriba seguramente en busca de algo. Luego de unos minutos regresó con Teddy en sus manos volviendo a la posición inicial que estaban al principio.

–No pidai disculpas, tendría que hacer algo alguna vez. –jugó con los bracitos del peluche.– solo que... aún siento miedo, no puedo evitarlo.

–Si lo sé amor pero debimos preguntarte si querías o no. –acarició la mejilla de Jake.– si quieres mañana volvemos a hacer las votaciones para que salga alguien más.

–No.

Se sentó de forma normal abrazando sus piernas.

–¿No queri ser rey o... –Jay bufó inflando sus mejillas.– no sé, ¿a qué te referi amor?

–No, me refiero a que no quiero que volvai a decir que volvamos a elegir rey. Estoy dispuesto hacerlo e intentar hacer ganar a la alianza. –frunció los labios haciendo una carita de pan.

Jay sonrió enternecido tomándolo en brazos para llenarle de besos su carita haciendo reír al australiano. Jake se acomodó colocando sus piernas a los lados de Jay, posando sus manos en el pecho del mayor.

–Estoy muy orgulloso de ti wawa. –tomó el rostro del menor acariciando sus mejillas.– eso demuestra cuanto has progresado, también se que Roseanne está orgullosa de ti.

–¿Aunque vaya a pasitos de pingüino?

–Aunque vayai a pasos de pingüino, cualquier tipo de proceso es suficiente para hacerte sentir bien.

Jake sonrió aproximándose a la cara de su pololo para hacer un besito esquimal.

–Te amo. –dijo el rubio en un tono suave.

–Yo te amo mucho más. –respondió Jay cerca de los labios contrarios.

Terminaron juntando sus labios en un beso dulce y lento, para profundizar Jay tomó la cintura del menor para atraerlo más a él, Jake imitó el gesto tomando por el cuello.

Pronto sus manos empezaron a recorrer el cuerpo del otro, Jay metió delicadamente sus manos por debajo de la polera haciendo estremecer al menor arriba suyo separándole del beso.

–¿Qué pasó? ¿Tai bien? No me importa parar si no te sientes bien. –dijo en un tono preocupado el mayor.

Luego del incidente de Heeseung y que empezaran a pololear ha sido pocas veces en las que han tenido algún quema ropa o simples caricias porque a Jake le hace recordar malos escenarios.

Obviamente han tenido deseos sexuales, eran adolescentes hormonales sin experiencia casi pero eso no le impide a Jay parar si su pequeño no se sentía bien y tenía ganas de llorar pararían haciéndole entender que estaba bien y no habría prisa en hacer algo.

–Tranqui, toi bien. –jugó con sus manos mirando hacia ellas para evitar contacto con el mayor.– S-Si me siento cómodo.

–¿Qué quieres decir con eso bonito? –acarició las piernas del menor para darle tranquilidad.

–Y-Yo... si... si quiero que sigas... –a este punto las mejillas de Jake estaban súper rojas.

–Jakey, no te logro entender amor.

–Quiero hacer el amor contigo, quiero tener mi primera vez contigo... –ocultó su rostro entre sus manos para no mirarle la cara al mayor.

Jay le miró con ternura quitándole las manos, dejándolas a un lado.

–¿Estás cien por ciento seguro? –el rubio asintió con un puchero.– Bien, subamos a tu pieza.

Con todos las fuerzas cargó a Jake escaleras arriba para dirigirse a la habitación.

Obvio Jake no quería que su bebé presenciara algo así que sacó a Layla de la habitación cerrando esta. Luego volvió donde su pololo sentándose encima de él, besando sus labios de una manera desesperada para ambos.

Quitó la chaqueta roja que llevaba de una manera torpe mientras seguían besándose. Jay apretó las caderas del rubio al sentir las manos contrarias pasar por su espalda haciendo suspirar a Jake, atrayéndolo más a sí mismo queriendo más cercanía de cuerpos. Se separaron un momento para mirarse a los ojos y transmitirse confianza, Jay tomó por la cintura al menor cambiando posiciones estando él encima del rubio. Sus labios pararon hasta el cuello de su amado, dejando besos y lamidas lentas haciendo estremecer al menor.

El resto de las horas estarían llenas de amor y pasión.

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Los rayos del sol impactaron en sus ojitos haciéndolo despertar de su profundo sueño. Frotó de sus ojos para darse cuenta donde estaba y que era el peso en su cintura. Volteó dándose cuenta que era el brazo de su pololo, sonrió recordando la noche anterior mordió sus labios evitando soltar un chillido.

Acarició los cabellos de su novio que aún estaba en su quinto sueño, quitó los mechones de su cara y con sumo cuidado se levantó sin querer hacer ruido colocándose sus bóxers y la polera que llevaba el estadounidense.

Al pararse sintió una punzada en la parte baja por los sucesos de la noche anterior y se tragó el quejido para no despertar al mayor.

Lo miró y una sonrisa se formó al verlo dormir tan tranquilo. Tomó su celular y sacó una foto de la forma más discreta posible.

Por último bajó a la cocina a preparar el desayuno.

Despertó al sentir el olor a los huevos revueltos llegar desde alguna parte, abrió los ojos lentamente notando que estaba solo en la cama, supuso que Jake era el que cocinaba.

Se puso sus boxers para bajar donde se hallaba ese exquisito aroma.

Se encontró a su pololo dandole las espaldas mientras revolvía la paila y tarareaba una canción que no conocía muy bien.

Miró de arriba a abajo el cuerpo del chico encontrando totalmente atractivo que llevara su polera puesta, incluso le quedaba un poquito grande.

Tierno, pensó Jay.

Enredó su cintura entre sus brazos mientras se enterraba en el cuello del australiano. Hizo estremecer a Jake cuando dejó un par de besos ahí, sacandole una pequeña risita.

–Me encanta cuando ocupas mi ropa. –Dijo Jay.

–¿Enserio? –el mayor asintió.– Deberías prestarme tus polerones mas seguido entonces.

–¿Para que luego mágicamente desaparezcan? Hay un duende que me está robando harto estos últimos días parece. –besó la mejilla de Jake sacándole una sonrisa.

–Ya oh, anda a lavarte las manos que quizás donde las has tenido.

–En tu potito por supuesto. –le dió una nalgada rápida sacándole un quejido al rubio.

Jake le iba a reclamar pero Jay ya había salido corriendo al baño.

–¡Patuo!

Puso la paila de huevos en la mesa y calentó el agua para servir café. Se sentó esperando al mayor mirando el celular.

–Ya es tarde. –Jay tomó el hervidor sirviendo el agua en sus tazas.

–Ya no fuimos al liceo ya, nos tendremos que quedar aquí nomas. –volteó a ver a Jay y se sonrojó al verlo.– oh...

–¿Oh que?

–Estás sin polera... –Jake frunció los labios nervioso.

Jay soltó una risa.

–Tú tienes mi polera, no tengo otra. –burló el mayor.

–Ay si tengo polerones tuyos en mi closet, revisa noma.

Jay rio subiendo rápidamente a la habitación de Jake para sacar unos de sus polerones y ponerselos para no incomodar.

Tomaron desayuno mientras conversaban de cualquier cosa, jugueteaban con sus manos entrelazándolas y coqueteando de vez en cuando.

Terminaron de comer y Jay se ofreció a lavar los platos. Jake se sentó en la encimera viéndolo lavar.

–¿tengo algo en la cara? –preguntó el mayor mientras lavaba.

–Te ves rico así lavando platos.

–¿Así de la nada? ¿Qué pasó con el Jake que le daba wiwi hasta que le dijeran lindo?

–Desapareció anoche –tomó una manzana.– cuando me desfloraste.

Jay rio nervioso.

–Puede que no vayamos a clases pero yo tengo reunión con el centro de alumnos. –Jake frunció el ceño y los labios.– ¿Qué pasó? ¿Porque se amurra la wawa?

Jay se acercó quedando entremedio de las piernas del menor, abrazándolo de la cintura acariciando esta.

–El Jungwon está todo el rato intentando jotearte, no me gusta.

–Pero el Jungwon sabe que estamos pololeando pu, se lo he dejado en claro.

–Pero parece que tiene insomnio el wn, porque no sabe disimular el qliao. –Jay lo regañó con la mirada por las malas palabras.– Ya perdón~, pero es que no se ubica po.

Jake hizo un mini berrinche ocultando su rostro en el cuello del mayor.

A Jay se le ocurrió una idea, sonrió pícaro.

–¿Y si me dejai una marca para que sepa que solo soy tuyo? –susurró en el oído del contrario haciéndolo estremecer.

–¿Como? –preguntó Jake con voz de wawa.

–Haciéndome un chupon po amor.

–Acepto.

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–Ya chiquillos, ultima foto. –Isa era quien sacaba las fotos.

Estaban en el gimnasio ya en el día final de las alianzas. Todos habían puesto su esfuerzo en las actividades estando en cada una de ellas. Todo estaba en un total y completo empate.

El baile fue realizado ayer pero no darían los resultados hasta hoy.

–Esta semana cada alianza ha puesto su esfuerzo en cada prueba que se les ha otorgado. Si bien los resultados van cabeza a cabeza, nos queda una sola cosa por finalizar. Por favor los reyes de cada alianza pasen a la pista para hacer el vals.

Jake tomó la mano de Gaeul para ayudar a pararse y le preguntó con la mirada si podía poner su mano en su cintura a lo que la chica asintió sin problemas.

Sería gay pero nunca dejaría de ser un caballero.

–¿Te cuento un secreto? –susurró Jake a la castaña mientras esperaban que empezara la música.– Soy terrible malo bailando, tengo dos pies izquierdos.

Gaeul soltó una risa y se le acercó para susurrarle al oído.

–Tranqui, si ninguno es bailarín profesional aquí. –la musica empezó y ambos se movían al son de la melodía.– yo también soy malísima pero haremos el ridículo juntos po.

Se encogió de ambos y restándole importancia a sus pasos hicieron lo mejor que pudieron mientras reían.

El vals terminó volviendo a sus asientos asignados, finalmente el director subió al podio para anunciar los ganadores.

–Después de sumar los últimos puntos a las alianzas respectivas tengo en mis manos la alianza ganadora de este año. –abrió el sobre leyendo el contenido.– con una diferencia de solamente cincuenta puntos la alianza ganadora es...

Silencio sepulcral en todo el gimnasio.

–La alianza roja. Por favor los reyes Kim Gaeul y Shim Jaeyun pasen a recibir sus coronas.

Rey y Reina pasaron a "sus tronos" para que pusieran las coronas.

Sus conpañeros les gritaron de felicidad y aplaudieron entusiasmados. Estaban realmente emocionados por desde que primero medio que nunca habían ganado.

Por fin tenían la victoria.

Obviamente después de eso se juntaron a carretear como curso para celebrar sus triunfos.

Todos llegaron en la tarde noche al lugar.

Cuando Jay llegó con Jake, Sunoo y Sunghoon ya estaba lleno. Fueron por algo de beber y se mantuvieron juntos.

–Amor, ¿te parece que vayamos a bailar? –preguntó Jay a su pololo poniendo su mano en su cintura posesivamente.

–Yapo. –tomó un sorbo de piscola y besó frenéticamente a Jay sintiendo el sabor del alcohol en el beso.– vamos.

Jake guió al mayor a lo que era el centro del living donde era que todos estaban bailando. Se empezaron a mover al ritmo de la música muy a gusto con el otro.

–Te veías muy lindo con el traje, parecías un verdadero príncipe. –dijo Jay manteniendo contacto visual con Jake haciéndole sonreír.

–Gracias. –El rubio juntó sus frentes de una manera tierna.– Jay.

–¿Si?

–Ni pienses en alejarte de mi lado. Aunque lleguemos a terminar a terminar quiero saber que siempre estarás para mi y yo para ti también.

Jay sonrió juntando sus labios en un beso largo pero delicado.

–No está en mis planes irme de tu lado Shim Jaeyun. Sería muy tonto dejarte ir.

–I love you.

–I love you too darling.

FIN

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Primera vez que hablo jiji. Pronto subiré el epílogo.

Gracias por darle amor a este pequeño proyecto. <3

Nos leemos pronto~