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doce

⚠︎ Advertencia: El contenido de este capítulo contiene fondos sensibles tales como el abuso. No se busca manchar a ningún idol, solamente es el uso de su nombre. Si no te agrada este contenido te invito voluntariamente a saltarte este capítulo y evitar los malos comentarios. Sin más que decir, sigan leyendo la historia. ⚠︎


–Y bien mami, ¿como me veo? –preguntó Jake una vez listo modelándole a su mamá.

–¿Y a donde vai tu tan arreglado? –preguntó curiosa.

–Si te dije que la Ningning puso casa y va a haber carrete pu, incluso me diste permiso. –el menor se cruzó de brazos ofendido dándole la espalda a su progenitora.

–Bueno, toma. –tecleó en su compu y luego miro con una sonrisa a su hijo. –Listo, revisa tu cuenta.

El menor la miró extrañado revisando su cuenta y se sorprendió al ver la cantidad que le depositó la mayor.

–Pero mami~ –alegó.– veinte lucas es mucha plata.

Jake miró a su mamá con una carita de pena y la mayor se levantó a darle un abrazo.

–Ay mi amor, no te preocupes. –tomó las mejillas de su hijo y le dio un beso en la frente.– si pa algo trabajo, la plata no está pa guardarla siempre.

–Eri la mejor abogada y mami del mundo, ¿lo sabes?

–Lo sé mi vida, por eso quiero que salgas y la pasi bien. También te lo mereces –el timbre sonó.– ¿Te vienen a buscar?

–Sip, ya me voy. –besó la mejilla de su mamá.– te amo mami.

–Yo más mi niño.

Jake abrió la puerta encontrándose con Jay detrás de ella, lo que hizo abrir los ojos sorprendido fue que el pelinegro estaba con un ramo de rosas en sus manos.

–¿Buenas noches? –Jake lo miró confundido.– ¿Puedo preguntar para quien son las rosas?

–Hola Yunie, ¿me dejas pasar? –Jay le sonrió y el menor asintió.– permiso, hola tía. Jay Park, un gusto.

–Hola mi niño, ¿tú vienes a buscar a mi bebé? –se dieron un beso en la mejilla como saludo.

–Si tía, también le traje a usted. –le entregó el ramo a la mayor.– un pequeño engañito, le vengo a decir frente a frente que su hijo estará en buenas manos y como lo estoy llevando también lo traeré.

–Más te vale Jay, no tan tarde. –miró a ambos jóvenes.– ¿y ustedes dos están en algo o que?

–N-Nosotros... –Jake se le tiñeron las mejillas rojas y miró a otro lado.

–Nosotros somos solamente amigos.

Oh, fingirá que no le dolió.

–Bueno, pórtense bien noma. Cualquier cosa me llamas noma.

–Si mamá, nos vemos.

Los jóvenes se despidieron de la mamá del menor y partieron rumbo a la casa de la Ningning.

🁙 • 🁙

Cuando llegaron la casa estaba prácticamente llena, Ningning era hija única y sus papás se la pasaban viajando así que los fines tenía la casa sola o se la pasaba donde una amiga o Jake.

Ambos entraron con lentitud, intentando no chocar con nadie, Jay por delante guiando.

Mientras caminaba sentía como su mano fue apretada, miró a atrás y se encontró con la cara del menor asustado por la cantidad de gente que los estaban rodeando. Lo atrajo hacia él y acarició sus mejillas, sabiendo que eso lo hacía relajarse.

–Tranquilo, estoy aquí contigo. ¿Quieres que nos vayamos? –preguntó cerca de su oído, haciendo estremecer al menor.

–N-No, estoy bien. –recorrió la sala con la mirada.– allá está la Ningning, ¿vamos con ella?

Jay le obedeció y fueron donde estaba la dueña de casa.

–Jakeeeey –la chica se tiró a los brazos de su amigo, se notó que estaba algo pasada de copas.– que bueno que aceptaste venir, ¿vamos a bailar?

La mirada del rubio se fue de su supuesto pololo a la de su amiga y asintió. Despidiéndose del americano.

Su amiga lo arrastró a la pista de baile que se había formado y empezó a moverse con movimientos raros, siguiendo a su amiga con el hasta abajo. Después de un rato y fueron a la cocina a servirse algo.

–¿Y? ¿Como van las cosas con Jay? –preguntó la Ningning mientras le servía una piscola.

¿Como iban las cosas con Jay? De maravilla.

Lo ha estado tratando como si fueran pololos reales llegando a hacerle sentir cosas que jamás imagino a sentir por alguien.

Pero este le dejó en claro que solo eran amigos, solo le caía bien y ya.

Que no se note que su corazón se rompió.

–Vamos bien, supongo. –hizo una mueca con sus labios.– hoy por fin pudo conocer a mi mamá.

–¿Te fue a buscar? –Jake asintió tomando de su vaso.– Que lindo, de seguro la tía le cayó bien.

–Como no, si le llevó un ramo de rosas. –Suspiró y miró a su amiga con una sonrisa.– Sabi que Ningning, sírveme más porfa. Hoy quiero olvidarme de quien soy por un rato.

Ningning lo miró preocupada con los ojos abiertos.

–¿Estás seguro de eso? Hoy vino mucha gente, incluso de otros cursos. –El rubio asintió.– bueno, si es lo que quieres.

Luego de terminarse la primera piscola la pelirroja le sirvió la segunda, tercera. Ya no podía estar cien por ciento lúcido en ese momento con la cuarta.

Por otra parte Jay buscaba desesperadamente al australiano por el primer piso luego en el segundo, ya no tenía un buen presentimiento.

Menos mal se encontró con Sunghoon y Sunoo.

–Chiquillos, hola ¿de casualidad habrán visto al Jake?

Los dos se miraron asustados negándole a Jay.

–¿Como que perdiste al Jake? Wn si el venía contigo como chucha se te fue de la vista. –dijo enojado Sunghoon.

–No sé wn, si de repente se fue a bailar con la Ningning, pestañeé y los perdí de vista. –dijo Jay de manera rápida apenas entendiéndole.

–A ver Jay primero cálmate y enfócate, ¿si? –le dijo el sunoo tomándolo por los hombros.– ¿revisaste la cocina o las piezas? –Jay negó.– entonces puedes ir buscando por ahí, nosotros estaremos al tanto de todo, ¿si?

Jay asintió agradeciéndole al par y fue donde le nombró sunoo.

Mientras tanto, Jake estaba en el patio sentado en una silla con la mirada perdida, había una pareja comiéndose casi al lado de él pero no los pescaba.

Tenía su vaso a su lado pero tampoco estaba con ganas de tomar más.

–Hoola po, cuanto tiempo. –Heeseung llegó a sentarse a su lado.– ¿como hay estado Jakey?

–Aquí tamo po –encogiéndose de hombros.– haciendo nada.

–¿como eso? ¿Viniste solo? –preguntó el mayor.

–Nop, me trajo y vine con el Jay.

–Con tú pololo. –el menor asintió.– ¿y por qué estai aquí solito?

Preguntó curioso Heeseung.

–No sé, tal vez es porque tenía ganas de estar solo. Igual no lo veo desde que fui a bailar con la Ningning. –soltó una risa.

–Esa chiquilla, ya debe estar durmiendo en cualquier parte por la cantidad de tragos que se tuvo que tomar.

Jake negó la cabeza con una sonrisa y tomó un sorbo de su vaso.

–Bueno, no me imagino la caña que tendrá mañana y el como se pondrá al ver que tanto tendrá que limpiar.

Ambos rieron y Jake apoyó su cabeza en el hombro de Heeseung cerrando sus ojos.

–Te veo algo cansado, ¿ha sido muy pesado últimamente tercero medio?

–Fuera de webeo, hoy tomé caleta. Esta es mi cuarta piscola. –levantó su vaso y luego la dejó en el suelo.– y no me arrepiento wn, se me han venido un montón de weas últimamente que no recuerdo que cuando fui a última vez que dormí sin alguna preocupación. Siento que la gente se aleja cada vez más de mí. –sus ojos temblaron amenazando que lágrimas vendrían.– perdí dos amigos hace poco aunque no fue mi culpa pero igual se siente ese vacío, ¿cachai?

Suspiró pasando su mano por su cara para poder relajarse un poco.

–Jay me hace sentir tan bien que a veces siento que es irreal, primero fue mi hermana, luego mi papá, ahora mis amigos y siento que Jay le estoy aburriendo. Como todo el mundo, Jay no será la excepción. –Jake secó sus lágrimas riendo.– perdón, te estoy contando cosas que no te deben interesar.

Heeseung le dedicó una dulce sonrisa acariciando delicadamente su cabello.

–Hey, está bien. De hecho, me siento conmovido de que hayas tenido esa confianza de haberme contado. –echó el cuerpo del menor hacia atrás para que afirmara su espalda en el respaldo de la silla.– bien, ahora necesito que cierres los ojos.

Jake hizo caso, Heeseung aprovechó de echar el polvito en su vaso revolviendo con su dedo.

Jake estaba tan curao que no escuchó como se mezclaba.

–Bien, ahora dime lo que te pasa cuando estás con él.

–Cuando estoy con él mi vida se siente un cuento de hadas. Me trata como un príncipe, me da detalles como notitas con frases bonitas y me compra un café porque sabe que no alcanzo a tomar desayuno. –sonrió– me hace sentir como cuando estamos juntos no hay nadie más, no me presiona a nada y cuando nuestras miradas se conectan parece que tuviera galaxias en sus ojitos. Sus ojitos, sus ojitos me gustan mucho, ¿cachai al bruni de frozen 2? Se me hacen parecidos y es muy nanai.

Heeseung lo escuchaba con atención.

–¿Y has hablado con él sobre tus inseguridades?

–No. –hizo un puchero.– ¿Qué tal si le molestan y se enoja?

–No puedes decir que vaya a hacer eso. Él te quiere caleta y se nota. –le pasó su vaso.– ahora, nos vamos a tomar nuestras piscolas al seco, te iré a dejar una pieza e iré a buscar al Jay para que puedan conversar con él tranquilamente,
¿Si?

Jake asintió y chocó con el vaso de Heeseung. Ambos tomándose lo último con una mueca.

–Lo noté más dulce o raro que antes, ¿tú también? –preguntó extrañado el rubio.

–Nop, lo notó igual. Ya, vamos que si no se hace más tarde. –ayudó al menor a levantarse.

🁙 • 🁙

–Llegamos, acuéstate ahí.

Jake con dificultad se sentó en la cama tomándose la cabeza, sentía el cuerpo pesado y que iba súper lento.

–Heeseung, no me siento bien.

El mayor cerró la puerta tras él y se acercó a Jake.

–Debió ser que tomaste mucho, te ayudare a relajarte mejor. –Tomó al menor de la cintura sentándolo en sus piernas y empezar a besar su cuello.

–H-Heeseung basta, n-no me gusta. –Jake intentaba separarse pero enserio sentía su cuerpo débil.

Sintió asco al sentir la lengua del mayor en su cuello, como movía sus caderas encima de su entrepierna.

Todo lo realizaba Heeseung, él controlaba su cuerpo.

Intentaba alejarse pero el mayor era más fuerte y consciente, sus ojos lloraban por si solos.

No creía lo que realmente estaba pasando.

–Relájate bonito, vas a disfrutar. –Dijo Heeseung con una voz ronca.

Jake negaba con la cabeza y lo intentaba alejar, eso estaba colmando ya al mayor.

–J-Jay, q-quiero a J-Jay.

–¡Cállate mierda! Estoy yo y no ese qliao. –Hee lo tiro brusco contra la cama amarrándole las manos con su cinturón.– Te estoy haciendo sentir todo lo que ese wn nunca te hará sentir jamás.

Tenía razón, Jay nunca lo obligaría a nada, Jay nunca lo trataría mal, Jay nunca lo hubiera drogado.

Jay nunca haría nada que el no esté dispuesto a querer.

Su vista estaba nublada, solo sentía las sucias manos del mayor bajo su polera tocando sus pezones y lamiéndolos.

Eso no duró mucho, porque abrieron la puerta de un portazo y vió a Heeseung ser jalado del pelo de encima.

Solo oía los golpes, su respiración era errática y su cuerpo temblaba, sus manos fueron desatadas y altiro empezó a atacar con la poca fuerza que le quedaba.

–Amor soy yo, tranquilo. –Jake miró a Jay y rápidamente se lanzó a sus brazos llorando a todo pulmón por el miedo que aún tenía.– Ya pasó, llamaron a los pacos. Todo está bien corazón, Jay está aquí.

Eso fue lo último que cayó antes de caer inconsciente en los brazos del contrario.

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