Después del cementerio Jake partió rumbo hacia su casa.

Mientras esperaba su micro en el paradero escuchaba música con los audífonos a todo volumen para que nadie lo interrumpiera.

Al subir a la micro tomó asiento para responder tranquilamente los mensajes.

Sus mejillas se tiñeron de color rosado por los halagos de Jay. Tal vez, si haya oportunidad con el mayor después de todo.

Llegando a su casa alzó una ceja extrañando al encontrarse al Sunghoon ahí parado como niño bueno.

–¿Tan temprano llegaste? –inquirió Jake.

–No vivimos tan lejos tampoco. –hizo una mueca incómodo.– caché que después de la prueba hiciste la cimarra, ¿donde fuiste?

–A ver a Rosie y a limpiar un poco. –abrió la puerta de su casa con sus llaves.– pasa.

–Gracias. –el más alto pasó a la conocida casa y jugó con Layla quien lo recibió apenas entró a la casa.– ¿todo en orden?

Jake hizo una mueca y frunció su nariz algo molesto al recordar el suceso de hace unas horas.

–Hallé a mi progenitor ahí, lo mandé en tres tiempos pa la casa. –se sentó en el sofá dejando su mochila en el suelo.– ¿podi creer que me llamó hijo?

–Txa, terrible barza el caballero, que quieres que te diga. –dijo Sunghoon sentándose a su lado.– ¿Qué hacia ahí a todo esto?

–Dijo que la extrañaba caleta y quería ir a verla. –dijo Jake mientras jugaba con sus manos.– ¿sabes que más me dijo? –el menor negó.– me dijo que tengo un hermano y tiene dos años el cabro chico, dijo que le encantaría que nos conociéramos.

–¿Así como así? –el rubio asintió.– cara de raja, yo que tú lo amenazaba.

–Eso hice. Le dije que si lo volvía a ver por ahí le iba a poner una orden para que no pudiera entrar al cementerio además de una denuncia por pensión alimentaria.

–Ta bien po. –Sunghoon pasó su brazo por los hombros de su amigo atrayéndolo en un abrazo.– estoy orgulloso de ti wn, encaraste a ese tipo por fin.

Jake gimió de dolor por lo fuerte que lo estaba abrazando su amigo, sentía que se quedaría sin aire en cualquier momento.

–Yapu Sunghoon, suficiente que me estai aplastando. –mencionó Jake dándole un manotazo en sus brazos para que se alejara.– Además que sigo enojao contigo.

Sunghoon lloriqueó acostando su cabeza en las piernas del mayor abrazándolo de la cintura para que no se fuera.

–Perdóname~ –hizo un puchero con sus labios haciendo ojitos de perrito atropellado.– fui completamente un wn al decirte eso, Sunghoon nunca más volverá a decir eso y será el mejor bestie del mundo mundial, ¿me perdonas?

Jake rodó los ojos por lo infantil que llegaba a ser su mejor amigo a veces.

–Si oh, te perdono.

–Wenaaa. –zangoloteo a su amigo haciendo marear.– ahora toi más que feli.

–¿Qué pasó hoy cuando me fui? –preguntó Jake mientras acariciaba el pelo de Sunghoon.

–Puede ser que... Sunoo por fin me haya dado una oportunidad. –Jake miró a Sunghoon con los ojos abiertos.

–¿¡Me estai!? –Sunghoon negó y ambos se pararon para chillar y saltar como colegialas.– Por fin wn.

–Siii, ¿y como te fue a ti con Jay? –preguntó emocionado Sunghoon.

–Me invitó a una cita. –volvieron a chillar y saltar, Layla les ladró no entendiendo la situación. – Hey Layla, maybe have a new daddy, do you like that idea? (Hey Layla, tal vez tengas un nuevo papá, ¿te gusta esa idea?)

La can ladró en respuesta.

Mañana sería un gran día.

🁙 • 🁙

Se puso una chaqueta por el frío y cuando recibió un mensaje del mayor que ya estaba afuera se puso realmente nervioso. Se echó una última mirada en el espejo y salió de su casa.

–Hola. –saludó Jay con una sonrisa.

–Holap, ¿todo bien? –el mayor asintió.– vamo pu. –le devolvió la sonrisa.

–¿puedo preguntar algo? –pidió el mayor con las mejillas rojas.

–sip, dime noma. –Jake puso atención en él.

–¿Puedo apoyar mi mano en tu pierna? –preguntó avergonzadamente Jay con las mejillas rojas.

Jake tuvo que aguantar un chillido mordiendo sus labios.

–Sip, no me molesta. –dijo Jake de manera tímida.

Luego de eso Jay apoyó su mano delicadamente en la pierna del menor con miedo de que reaccionara asustado pero luego de un rato se acostumbró e incluso llegó acariciar el muslo de este.

Al llegar bajaron del auto pero antes de que Jake saliera Jay lo detuvo diciéndole que le esperara y así rodear el auto y abrirle la puerta.

–Gracias. –agradeció Jake y Jay le tomó la mano sorprendiéndolo.

Entraron al local e hicieron fila para ordenar.

Jake se sonrojó al ver que lo había mencionado, desvío la mirada avergonzado abultando sus labios.

–¿Qué sucede bonito? –preguntó Jay al verlo cabizbajo.

–Me etiquetaste en tu historia... –respondió Jake.

–Por su puesto que lo hago. –tomó ambas manos del menor y alzó su mentón haciendo que lo mirara.– Quiero hacer las cosas bien. El domingo fui un tonto al no responderte pero no me gustas Jake. –el menor lo miró confundido y sus ojos se cristalizaron, como un cachorro regañado.– A mi me encantas, estoy enamorado de ti y me encantaría que me dieras una oportunidad para volver a ser algo y esta vez será todo real.

Jake estaba sorprendido, no creyó que el pelinegro llegaría a estar tan enamorado de su persona, él era un total inexperto en esos temas y temía que su inexperiencia aburriera al mayor.

–¿No te aburrirás de mi? –Jay negó.– ¿Seguro segurísimo? –asintió.– ¿lo prometes?

Tomó su carita entre sus manos acariciando sus mejillas con sus pulgares dejando un beso en su frente.

–Lo prometo. 

–Yapo chiquillos, que están haciendo la fila terrible larga. –alegaron unas chicas que estaban atrás de ellos.

Riendo avergonzados avanzaron hasta la caja pagando los pedidos saliendo del local lo más rápido posible.