ೃ࿔ 02
Kim Doyoung.
Cómo olvidar tu primera cita con él.
Llegaste corriendo hasta donde Jaehyun se encontraba, con una sonrisa gigante decorando tus bonitos labios y queriendo dar una buena noticia.
—¡Me invitó a salir!, ¡Yuta me invitó a salir!
Jung te felicitó y podría jurar que sus saltos parecían los de un pequeño niño ilusionado, tú estabas exactamente igual; celebrando el posible inicio de tu romance de novela, esas que tanto te gustan leer.
—Espero que la pases muy bien, Soo —te sonreí, aunque me doliera el corazón te sonreí, y tú, como siempre, me devolviste la sonrisa, notando apenas mi presencia cuando te dirigí la palabra.
—Espero lo mismo, gracias por tus buenos deseos, Doyoung. Estoy muy ansiosa, él me gusta mucho.
Lo sabía.
Lo supe desde la primera vez en que los vi conversando en la biblioteca y te reíste a carcajadas de un mal chiste que te contó.
Supe que se conocieron un día en el que a él se le ocurrió treparse en los estantes y le cayeron todos los libros encima, dijiste que, incluso si era un total torpe, te pareció demasiado tierno.
Los siguientes días no fueron distintos, siempre que podías hablabas de él, el chico nuevo, el japonés de bonitos ojos, el chico que te había enamorado con tan solo ser él mismo.
Contabas todo con tanta facilidad frente a mí, pero con él cerca, te cohibías totalmente.
Yuta te ponía tan nerviosa porque te gustaba.
Yo no causaba nada en ti, porque para ti no era nadie.
No, no era nadie que pudieras amar, solo era tu amigo.
Y traté de convencerme a mí mismo de que estaba bien con ello.
Aún cuando contaste con todos los detalles tu primera cita con él y lo bien que te hizo sentir en todo momento.
—Si no me salían las palabras, Yuta hablaba hasta del crujido de un caracol que por accidente un día pisó.
Lo cómoda que estuviste a su lado.
—Al comienzo estaba asustada, demasiado, las montañas rusas me aterran, pero cuando tomó mi mano, me tranquilicé.
Lo segura que te hizo sentir.
—Me besó al despedirnos, fue el tipo de beso que te da cosquillas en el estómago, que, al finalizar, te hace sonreír...
El amor que te transmitió a través de aquel beso en los labios el cual, en más de una ocasión, he soñado con darte.
—Siento lo mismo con Rosie, ella es tan especial.
Y por supuesto que Jaehyun te entendió mejor que nadie porque él también está enamorado y su chica es genial.
Roseanne es genial y lo sé porque también la quise alguna vez, pero me repetí una y otra vez que mis sentimientos eran tontos al saber que a Jaehyun también le gustaba.
No tenía oportunidad contra él, no, no yo.
Se enamoraron perdidamente el uno del otro y yo era el idiota que sobraba, el que reprimía sus sentimientos, el cobarde que jamás diría lo que le pasaba con esa bonita rubia de rosadas mejillas, un don nadie para ella y un perdedor al lado de Jaehyun.
Con el tiempo, pude olvidar la situación y estar bien otra vez, ser amigo de Jaehyun e inclusive de Roseanne, pero fue entonces cuando la misma Roseanne nos presentó y te conocí, y, sin remedio, me enamoré de ti.
Creí, estúpidamente, que la vida me sonreiría y sería más sencillo contigo...
—Jisoo, ¿verdad?
—Sí... Disculpa, pero, ¿cuál era tu nombre?
—Soy Kim Doyoung, Roseanne nos presentó hace unos días.
—Ah, por supuesto. Lo siento, tengo la cabeza en otro lado, hoy hay más trabajo de lo normal y no tengo a nadie que me ayude...
—Puedo darte una mano.
...pero incluso cuando me atreví a acercarme...
—Jisoo, ¿quieres ir por un café al salir de aquí? Debes estar cansada. Déjame ayudarte con esos libros.
...ya había alguien un paso delante mío.
Y ese alguien era Yuta, nuestro nuevo amigo, quien también se enamoró de ti.
¿La misma historia se estaba volviendo a repetir? Quise creer que no, no quería sentirme como un estorbo de nuevo y tener estos sentimientos que ni siquiera mi propio corazón puede soportar, porque sé que no tienen lugar en ningún lado y que jamás recibirán alguna clase de respuesta, porque no me arriesgaré.
Porque sé que no vas a mirarme con el mismo cariño con el que lo miras a él.
Él, Nakamoto Yuta, el chico que tiene tu corazón entre sus manos incluso si no lo sabe, el que sostiene mi mundo entero entre sus brazos, el que es todo lo que quisiera ser para ti.
Me prometí a mí mismo que no dejaría que nada de esto me afectara, que pronto te olvidaría, pero, sin poder controlarlo, las lágrimas amenazan con resbalar por mis mejillas, haciendo arder mis ojos cada vez que lo veo junto a ti.
Así como tuvieron su primera cita, tuvieron muchas más y no pasaron más de dos meses cuando te pidió que fueran novios oficialmente, y tú, obviamente y con una sonrisa tan grande que no podrías regalarle a nadie más que a él, aceptaste, besándolo en el proceso.
—Felicidades, espero que tengan una exitosa relación.
—Muchas gracias por tus buenos deseos, Doyoung.
Te entregué una sonrisa rota, a pesar de que ni siquiera lo notaste por no despegar tu vista de él, no podía darte nada más que buenos deseos porque era un cobarde.
Los chicos se quedaron a celebrar por su noviazgo, de seguro irían a algún karaoke o algo parecido, también invitaron a Roseanne y a Jennie a pesar de que esta última no sea cercana, Taeyong solo buscó una excusa para pasar tiempo con ella, quiso dejar de esconderse y tomó valor.
Pero yo no fui igual.
Esa noche, me oculté bajo mis sábanas y lloré por horas hasta quedarme dormido.
Sin dejar de preguntarme... ¿algún día podré ser valiente y decirte lo que siento?
¿Podré ser el primero en tu corazón?
¿Podré ser mejor que él?
¿Podré dejar de ser un perdedor y llamarte mía?
No sé si lo notaron, pero la historia estará contada desde que Jisoo y Yuta se hicieron novios en adelante.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro