Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15. Un giro más, ¿por qué no?

Katherine

El rostro de Leydan se inclinó en un movimiento fluido y tocó mis labios con los suyos.

No me aparté, sus labios eran muy suaves, el metal frío de su piercing rozaba con mi boca en cada movimiento suyo. Nuestros labios danzaban juntos lentamente, podía sentir su pecho contra el mío, la mano que estaba sosteniendo mi mentón se deslizó por mi cuello y llegó hasta mi nuca profundizando más el beso.

El tiempo se detuvo, no sé cuánto tiempo estuvimos así, pero de pronto me soltó y se separó de mis labios. Lo miré aturdida, fueron muchas emociones en muy poco tiempo.

Ni siquiera lo conocía, ¿por qué me había besado? O aun más importante: ¿Por qué yo correspondí el beso?

Su mirada me hizo sentir muy estúpida, porque parecía arrepentido de lo que acababa de hacer. Fruncí el ceño al verlo.

—Vámonos —fue lo único que dijo mientras se separaba por completo de mí.

Me molesté.

—Jódete —comencé a caminar con furia. Pasé de largo al lado de las personas con disfraz y los objetos aterradores como si estos no me asustaran, no escuché los pasos de Leydan atrás de mí ni cuando logré salir.

Caminé unos cuantos metros más y me topé con Reyth.

—Katherine —el castaño se acercó a mí, seguía teniendo en brazos su peluche gigante.

Le di una sonrisa de boca cerrada.

—¿Y Leydan? Creí que estaba contigo —giró el rostro buscándolo.

Asentí.

—Está en la casa de terror.

—¿Entró ahí solo? —preguntó.

Ojalá.

—Sí —mentí—. ¿Y Karim, Zyra y Jaden? —decidí cambiar el tema.

—Ahí —señaló atrás de mí, y exactamente ya estaban al lado de nosotros.

—Lo que dijo Zyra sobre que los juegos mecánicos lo hacían vomitar no era broma —Karim le dio una mirada de pocos amigos a Zyra.

Zyra sonrió mostrando los dientes.

—Yo les avisé —masculló el pelirrojo.

No quise preguntar sobre eso.

—Pero bueno, ¿y Leydan? —preguntó Karim.

—Ahí —Reyth señaló hacia delante, Leydan venía caminando con la mirada perdida.

—¿Ya nos vamos? —Zyra bostezó al tiempo que preguntaba.

Karim revisó su reloj.

—Sí, tardamos cinco horas en llegar a casa, tres si Leydan conduce rápido.

Leydan llegó con nosotros y fijó su mirada en mí sin decir una sola palabra, no parecía tener expresión alguna.

—Leydan, vámonos —Karim habló y pronto todos comenzaron a caminar hacia la entrada principal.

Empecé a avanzar atrás de ellos pero Leydan me tomó del brazo, no aplicó fuerza, solo lo sostuvo llamando mi atención.

No dejé que pronunciara una sola palabra.

—Olvídalo —hablé enojada pero sin subir el tono de voz, nadie más que él me escuchó, me solté de su agarre y continué caminando atrás de los demás.

Él no volvió a detenerme, lo cual agradecía, no quería escuchar lo que quería decirme.

Subimos a la camioneta, sentados tal cual habíamos venido.

El transcurso era largo y aburrido.

Volteé a ver a Reyth que parecía igual de aburrido que yo.

—Reyth ¿Puedo ver el peluche que te ganaste?

Su mirada pareció cambiar un poco, estiró los brazos y me lo dio, yo le hice una seña a Zyra para que me cambiara el lugar, por suerte me entendió y lo hizo.

—Cuando cumplí ocho años mi padre llegó con un oso gigante, no tenía juguetes y mucho menos amigos, por lo que el oso cumplía ambas funciones, fue el amigo más cercano que llegué a tener —sonreí.

—¿Y qué le pasó? —me preguntó, la expresión de Reyth me seguía pareciendo triste, como si así no fuera él.

—Oh pues, con el paso de los años se rompió —reí sutilmente—, pero pude conocer personas reales.

Me miró en silenció.

—Quédatelo, te lo regalo —me sonrió.

—¿Qué? No, Reyth, tú te lo ganaste —negué sutilmente con el rostro.

—Mis padres no me dejaran conservarlo, es tuyo —me sonrió.

Mis ojos se cristalizaron un poco y asentí.

—Gracias —susurré.

Nadie más dijo nada en todo el camino, Zyra se quedó dormido, Karim veía su celular, Reyth observaba el camino por la ventana y Jaden estaba perdido en sus pensamientos.

Esta vez Leydan no condujo con tanta velocidad, tardamos un poco más en volver.

Ya no había tormenta, el cielo seguía siendo gris y el sol no daba una pizca de visión, se podía sentir una leve brisa.

Bajamos de la camioneta y Leydan le arrojó sus llaves a Karim, este las atrapó torpemente por la acción tan repentina.

—Lleva a Katherine a su casa —dijo y entró en la residencia, todos nos quedamos en silencio.

Zyra fue el primero en hablar.

—Bueno chicos, yo mejor vuelvo a mi casa antes de que Leydan decida acuchillarme —sonrió y volteó a verme—, fue un placer conocerte, y nuevamente perdón por lo de la piscina —sonrió y caminó con Jaden hacia un auto gris.

Reyth me miró, parecía un poco nostálgico.

—Prometo poner tu nombre en la lista de invitados el próximo año, por sí decides venir vestida de novia —el castaño me sonrió y entró en la residencia.

Reí levemente por su comentario.

Volteé a ver a Karim.

—El auto de Leydan está por allá, ven —dijo y comenzó a caminar.

Nos subimos al auto de Leydan, yo iba en el asiento del copiloto.

—Disculpa la actitud de Leydan —sonrió avergonzadamente.

—No pasa nada —respondí—Es su personalidad, supongo.

Él suspiró y puso en marcha el auto.

—La personalidad de las personas se crea con base al entorno en el que crecen —pronunció.

Lo observé, esperanzada a que siguiera hablando.

—Leydan ha pasado por mucho, desde que es niño, así que simplemente se cierra ante todos, normalmente comportándose como un idiota —explicó.

—Perdón si juzgo por medio de estereotipos, pero ¿Qué clase de problemas podría tener Leydan?, es atractivo, se nota que es bastante inteligente y pertenece a una de las familias más poderosas.

Realmente lo dije sin ofender, es que no encontraba ninguna razón por la cual Leydan pudiera tener problemas.

Karim soltó una risa absurda.

—Hay muchas cosas por las cuales sufrir, Katherine —explicó—. Te haré un resumen solo para que te des cuenta que la vida de alguien poderoso no siempre es feliz. A Leydan lo molestaban sus compañeros de escuela a los diez años, mis padres se intentaron separar cuando él tenía once, aclaro que Leydan era el más cercano a ellos, presenció cada una de sus peleas. Cuando cumplió quince comenzó a meterse en peleas, comenzó a fumar, se hizo tatuajes y perforaciones sin el permiso de mis padres. Llegó a tener problemas alimenticios por un tiempo. A día de hoy se pelea constantemente con mi padre, eso y perdió a su amigo más cercano hace poco.

Lo procesé, no supe que decir por un momento.

—Lo siento —fue lo único que salió de mi boca.

Él asintió.

" y perdió a su amigo más cercano hace poco"

—Un momento ¿Perdió a un amigo? —cuestioné rápidamente.

Karim asintió confundido.

—¿Quién era? —pregunté, intentando parecer calmada.

—Era un empleado de la residencia —habló sin importancia—. ¿Eso qué importa?

—No, no importa, solo tenía la duda —respondí cortando la conversación, ya no quería hablar, necesitaba procesar la información.

Por eso Leydan me reconocía y sus hermanos no, porque él era amigo de mi padre, mi padre jamás le hablaría de mi a las personas para las que trabaja, pero si esta persona fuera su amigo, cabría la posibilidad de que le hablara de mí, e incluso de que le mostrara una foto mía.

Joder.

—¿Por qué eres tan sincero conmigo? —cuestioné, ahora sospecho que todo el mundo me miente.

Se encogió de hombros.

—No lo sé, supongo que no me generas tanta desconfianza, además, vas a regresar a tu casa, probablemente no te volvamos a ver, y no hay manera de que puedas usar todo lo que sabes en nuestra contra —sonrió satisfecho de sí mismo.

—¿Y si decido contárselo a la prensa? Ustedes dejarían de ser la familia perfecta —contradije.

No pensaba hacerlo, solo era una suposición.

Él asintió calmado.

—Sí, ¿qué crees que prefieran los de la prensa? ¿Arruinar a los Winsclerk o recibir dinero a cambio de cerrar la boca? —arqueó una ceja.

Abrí la boca en sorpresa a su respuesta. Dios.

—Bien, tú ganas —me crucé de brazos—, los admiro, son inmunes.

Soltó una carcajada burlona.

—¿A qué precio?, Jaden me odia, Reyth se siente mal siempre, Leydan tiene demasiados problemas, mamá y papá nunca están con nosotros, mi familia está rota Katherine.

Rota... si supiera que su familia aún tiene la capacidad de salir adelante, pero la mía... mi padre no está, mi mamá tampoco, no tengo hermanos y perdí al amor de mi vida, ¿quieres competir? Apuesto a que tengo más tragedias.

—Lo lamento —dije al fin.

Qué importa quién sufre más, o quién tiene más problemas que el otro, al final continúan siendo eso, problemas.

—Y Jaden no te odia —reclamé.

—Sí, lo hace —refutó.

—Te prometo que no —contesté con toda sinceridad.

—¿Cómo lo sabes? —apartó la vista del camino y me miró.

—No eres el único que se sincera conmigo, parece que tengo un don —sonreí.

—¿No me odia? —preguntó, parecía que todos los Winsclerk compartían la misma mirada de dolor.

Negué con la cabeza.

Karim no pidió más detalles, parecía conforme con eso, y de todas formas yo no pensaba decirle más, no era algo que me correspondiera a mí, solo sentí necesario hacerlo sentir mejor.

Nadie volvió a decir nada, cruzamos el puente y Karim me preguntó mi dirección.

◃•◈•▸

—No me gustan las despedidas, y era broma lo que dije sobre no volvernos a ver, sí espero que nos encontremos de nuevo —me dijo, habíamos llegado a mi casa.

—Espero que sí —sonreí y bajé del coche al mismo tiempo que él—, ¿podrías abrir la cajuela?, mi vestido está ahí.

Lo hizo, saqué el vestido y tomé mi peluche.

—Gracias por traerme.

—No hay de que —me sonrió—. Adiós Katherine —se subió a su auto y tras unos segundos se fue.

Abrí la puerta de mi casa y entré, se veía tan deprimente, no había nadie, por supuesto.

Coloqué el peluche sobre mi cama y el vestido en un cesto para lavarlo, no pasó mucho tiempo antes de que tocaran la puerta. Ya sabía quién era. Suspiré, me esperaba una larga charla.

Cuando abrí la puerta, Mirella estaba de brazos cruzados, tenía la mirada preocupada y parecía estallar en irá.

Ay.

—Mirella —sonreí.

Entró, haciéndome a un lado.

—¿Sabes lo preocupada que estaba? —comenzó a regañarme.

Sí, lo sabía.

—Perdóname, yo no planeaba llegar ahora, pero hubo una tormenta y...

—Y terminaste yendo a una feria —me interrumpió mostrándome un periódico, no lo alcancé a ver porque casi lo pegó contra mi rostro, lo tomé y miré cautelosamente.

Oh no.

Dios, ya llévame mejor.

Leydan estaba en la portada del periódico, lucía gracioso porque estaba casi introduciéndose en su vaso de helado. Lo que no me parecía gracioso era yo, con su maldita ropa puesta a un lado de él, la misma que traigo en este preciso momento.

¿Cómo carajos imprimieron esto tan rápido?

¿Y recuerdan lo que dije sobre que las cosas siempre se pueden poner peor? Pues sí, el título era "¿Leydan Winsclerk en la feria de Balawd? ¿Una chica misteriosa al lado de él? ¿Habrá romance surgiendo en la familia más poderosa del país?", y no me apetecía leer el contenido, caminé hasta mi cama y me dejé caer boca abajo como si quisiera dejar de existir.

—Por favor dime que este es el único periódico que hay —le rogué a Mirella.

—Cada vecino tiene unos dos —murmuró.

Estiré el brazo para alcanzar el peluche, lo puse bajo mi cara y grité con todas mis fuerzas.

—Tengo muchas preguntas Katherine —Mirella sonaba enojada.

—Dímelas, las respondo —hablé resignada sin moverme de mi sitio.

—¿Qué hacías en la residencia? —preguntó sentándose en la orilla de mi cama.

—Quería saber sobre papá —de pronto recordé algo y me levanté velozmente de la cama, Mirella me miró como si me hubiera vuelto loca.

Me dirigí rápidamente a mi vestido, lo tomé y comencé a hurgar entre él.

—¿Qué haces? —me preguntó.

—Encontré una carta en la bodega de papá, y la escondí entre mi vestido, si tengo suerte la sigo teniendo, solo debe estar mojada.

Sacudí el vestido y un papel cayó al suelo.

Lo tomé rápidamente y me senté al lado de Mirella.

—A tu padre no le gustaba escribir cartas —refutó arqueando una ceja.

—Pues esta tiene mi nombre.

Pero Mirella tenía razón, esta carta no fue escrita por mi padre.

Fue escrita por Leydan.





***

Nota de la autora:

Ojoo.

Besos los tqm.

—Ariel R. Zales

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro