Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Trece

La casa de Clar estaba llena de gente que alguna vez había visto por el pueblo. Muchos eran ex compañeros y otros tantos eran amigos, de los amigos "de", que apenas y conocía de vista. La gente bailaba y bebía cerveza como si el mundo se fuera a acabar. Yo estaba por las mismas. Mi vaso de cerveza lo rellenaba cada vez que se acababa. Mi plan no era emborracharme, no gracias, recordaba muy bien la última vez en que me emborrache hasta casi perder el juicio, aunque esta vez, claramente no existía la opción de amanecer al otro día entre las sabanas de Max.

- Mierda –murmuró por quinta vez Victoria-

Había llegado esta mañana con pésimas noticias para nosotros, su hermano Hans no estaba dispuesto a ayudarnos, lo único relevante e importante que nos dijo fue que los Selt estaban planeando algo grande y que la comunidad se había dividido. Según lo que nos contó Victoria, siempre han sido una comunidad muy unida, al igual que los Rogenes, por lo que sospechaba que algo bastante complicado tenía que estar pasando como para que la comunidad se dividiera.

- ¿Podrías dejar de decir mierda y divertirte un poco? –murmuré de mala gana mientras me movía lentamente al ritmo de la música-

Estábamos en el ante jardín de la casa de Clar, por lo que no teníamos que alzar tanto la voz para escucharnos producto de lo fuerte que estaba la música. Llevé nuevamente el vaso de cerveza hasta mi boca pero fue fuertemente arrebatado de mí con un manotazo, volteándose todo el líquido sobre el césped y cayendo el vaso al suelo. Di un respingo, sorprendida, y achiqué mis ojos para buscar al culpable.

- ¡Deja de una maldita vez de beber! –espetó molesto Erik- esta no es una fiesta cualquiera, y lo sabes.

Rodé mis ojos ante su intento de regaño. Me daba igual lo que dijeran, acababa de convertir esta fiesta, en mi fiesta de despedida personal.

- No seas exagerado, mañana me voy, y me merezco por lo menos –miré a mis amigos- pasarlo bien aunque sea una vez.

- Me parece de lo más irresponsable que te vayas sola teniendo en cuenta que Carter estará rondando por ahí –dijo Victoria apuntándome con su uña acrílica con brillitos-

- Erik y yo ya les aclaramos el tema de Carter –volví a repetir- así que ya dejen de pensar en él como un enemigo. Es solo un estúpido hombre más que...

- Amanda...

- que se ha ganado mi odio al igual...

- Amanda...

- Igual que el imbécil de...

- ¡Amanda! –gritó Clar tomándome del brazo y zamarreándome-

- ¡¿Qué?! –espeté molesta y algo mareada-

- ¿Igual que qué imbécil?

Preguntó una voz a mi espalda. Cerré mis ojos y maldecí para mis adentros. No tenía necesidad de voltearme para averiguar quién era. Reconocería su voz el resto de mi vida. ¿Qué estaba haciendo aquí? Se suponía que no había sido invitado a nuestra fiesta, pero claro, como el juraba que podía pasearse como Pedro por su casa, se paseaba por donde quisiera sin que nadie se atreviera a decirle nada.

- ¿Qué haces aquí? –lo increpó Erik frunciendo el ceño-

- Quise venir a darme una vuelta –dijo encogiéndose de hombros, manteniendo sus manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón- ¿Algún problema?

- Sí –intervine mirándolo de mala gana- que no estabas invitado, así que podrías darte media vuelta e irte.

Max me dedicó una sonrisa ladina a pesar de mi cara de desagrado por tenerlo a mi lado. Luego miró a mi amiga.

- Clar, esta es tú casa, ¿Te incomoda mi presencia? –preguntó con diversión-

- Oh Dios –murmuró poniendo los ojos en blancos- no me pongan en medio de sus discusiones infantiles de ex novios.

- ¡Clar! –chillé frunciendo el ceño. Se suponía que era mi amiga, por lo que tenía que apoyarme a mí sin siquiera pensarlo-

- Hagan lo que quieran –dijo alzando sus manos en señal de rendición- vamos –tomó a Noah del brazo, jalando de él- creo que necesito un vaso de cerveza.

- ¡Me uno a ello! –dijo rápidamente Victoria, bajándose del pequeño muro en el que había estado sentada-

Achiqué mis ojos y los miré con odio. No podían ser menos disimulados. Era clara su intención de dejarme a solas con Max ¿Qué pretendían? ¿Qué tuviéramos un estilo de reconciliación? ¡Ja! Eso no iba a ocurrir ni hoy ni nunca, aunque ello significara martirizarme el resto de mi vida por no haberlo intentado una vez más. Miré a Erik, quien ahora venía hacia mí sonriéndome con diversión.

- Creo que necesitan que alguien anime la fiesta –dijo dándome un golpecito en el hombro-

- ¡Erik! No seas mentiroso, maldito...

- ¿No los escuchas? –dijo con tono gracioso y llevando una de sus manos hasta el costado de su oreja- yo escucho claramente como me llaman.

- ¡Erik! –chillé empuñando mis manos. Los odiaba. Oh, como los odiaba en estos momentos-

Erik me guiñó un ojo y luego se dio media vuelta yendo en dirección a la casa. Todos mis amigos habían entrado a la fiesta dejándome sola con Max. En cuanto estuviera en mis cinco sentidos, les iba hacer pagar muy caro lo que acababan de hacerme.

Dispuesta a no pasar ni un segundo más en compañía de Max, me di media vuelta también con la intensión de entrar a la fiesta, pero entonces, tal y como sospeché que lo haría, él me tomó del brazo, deteniéndome. Maldije para mis adentros, ¿Acaso no estaba cansado de este juego de un día sí, y un día no? Porque yo sí, y mucho.

- ¿Qué quieres? –espeté sin siquiera mirarlo. Más bien dejé mi vista fija sobre los árboles que se veían a lo lejos, en la falda del cerro que se encontraba uno o dos kilómetros más allá-

- Sabes que no me devolveré contigo, ¿Cierto?

Solté una risa sarcástica. Ahora entendía su aparición en la fiesta, venía a humillarme en público. Claro, no había sido suficiente para él terminar conmigo delante de su nueva amiguita y en un café público, no, ahora quería que todos nuestros ex compañeros se aseguraran de que habíamos roto oficialmente.

- No tienes idea de lo mucho que me alivia que no vengas conmigo –dije con burla. Moví mi brazo con fuerza y me solté de su agarre- así que –lo miré esbozando una media sonrisa burlesca- si no te importa, tendrás que pedirle a Erik o a Noah que recojan tus cosas, porque no quiero verte por mi departamento.

- De acuerdo.

"¿De acuerdo?" ¿Solo eso? ¿No iba a protestar ni a decir nada más? Esperaba, como mínimo, que se molestara por el hecho de que no lo iba a dejar que fuera él a buscar sus pertenencias, digo, yo me molestaría a montones si él me hiciera eso.

Di un largo suspiro y me dispuse a retomar mi camino, pero él volvió a detenerme, esta vez bloqueándome la pasaba al plantarse frente a mí. Agaché la mirada y me mordí el labio con fuerza para no soltar un par de palabrotas que quería decirle.

- El que no vuelva contigo no quiere decir que no vuelva a la capital. Que no estemos juntos no significa que me haya olvidado de que los Selt están tras tu rastro, y menos después de lo que sucedió en el bosque –sus manos me tomaron por los brazos y me vi obligada a mirarlo. Cuando nuestras miradas se conectaron, sentí un estilo de aleteo intenso y desenfrenado en mi corazón. Yo lo seguía queriendo- sigues estando en peligro, y eso sigue siendo responsabilidad mía. Si yo hubiese escuchado a mis padres y...

Reí con burla y negué con mi cabeza. Sabía muy bien lo que diría a continuación.

- Sé lo que sigue –dije interrumpiéndolo- así que por favor guárdate tus lamentos y arrepentimientos. Y para que te quede claro –endurecí mi mirada- puedo y sé cuidarme sola, así que no necesito que te sientas responsable de mí, porque no soy una niña.

- Creo que esto ya lo hemos discutido antes y sabes que...

- ¡Entonces no insistas si ya conoces mi respuesta! –espeté molesta-

Max no intentaba hacerse cargo de mí porque pensaba que era su responsabilidad que los Selt me buscaran, no. Él intentaba no seguir sintiéndose culpable por haberme dejado en medio de todo esto.

Tensó la mandíbula, guardando silencio por unos segundos. Él odiaba que lo interrumpieran, y yo acababa de hacerlo ya dos veces. Suspiré y volví a fijar mi mirada en los árboles que veía a lo lejos. Fruncí mi ceño, algo se veía distinto.

- No importa cuántas veces me digas que me haga a un lado, porque no lo haré –continuó- estás sola allá y...

- Tengo a Carter –dije rápidamente, volviendo a interrumpirlo. Su mirada se endureció y me pareció ver cierto atisbo de disgusto- y a Diego –continué- y a Pilar.

- Sabes que Carter no es de fiar. No puedes confiar en él, jamás.

- ¿Y a base de qué dices que no puede confiar en mí?

Cerré mis ojos con fuerza al escucharlo. Lo único que faltaba para terminar un desastroso día era que apareciera Carter en el momento menos indicado.

Max soltó mis brazos y yo de inmediato di un paso al lado, mirando a Carter. Esta era la primera vez que lo veía luego del beso que me había dado. No sabía realmente cómo comportarme delante de él. El solo hecho de intentar hablar sobre ello ya se me hacía incómodo, así que por el momento prefería pasar por alto lo que había sucedido en la mansión.

- No es de tu incumbencia lo que estamos hablando Amanda y yo –dijo seriamente Max, dando un paso en su dirección con la intensión de intimidarlo-

- Es de mi incumbencia si están hablando de mí –respondió Carter dando también otro paso hacia adelante, acortando la distancia que había entre ellos-

Ah no, para rematarla, lo único que faltaba era que se pusieran a discutir o a pelear por tonterías. No, no, eso no iba a ocurrir en plena fiesta, y menos por mi culpa. Apoyé mis manos en mi cadera y mi cuerpo tembló al momento en que un frío viento nos invadió.

- Por favor –supliqué intentando ponerme entre ellos- no sean infantiles. Max y yo –dije volteándome a mirar a Carter- estábamos hablando de que...

- De que yo no me fio de ti –me interrumpió Max, tomándome nuevamente de los hombros y haciéndome a un lado. Apreté mis puños. Claramente él tenía toda la intención de pelar con Carter- ¿Quién eres, realmente, Carter Rudd? –preguntó desafiante- porque no me trago el cuento del profesor demasiado amable con su estudiante.

- No me interesa en lo más mínimo que te fíes de mí –respondió Carter- pero, para que tengas claro –dijo y dio otro paso en su dirección, apoyando su índice sobre el pecho de Max- Amanda, para mí, es mucho más que una estudiante. Y no sabes lo imbécil que has sido por dejar a una chica como ella que...

Pero ni siquiera logró terminar de hablar porque el puño de Max se estrelló con fuerza contra el pómulo izquierdo de Carter. Asustada, di un grito ante el golpe. Segundos después, Carter se lo devolvió con la misma intensidad pero luego Max se lanzó sobre él, provocando que ambos cayeran sobre el césped, golpeándose sin compasión.

- ¡Max! ¡Suéltalo! –grité intentando separarlos pero en eso uno de sus brazos me dio un empujón provocando que cayera hacia atrás-

Carter pasó ahora a estar sobre Max, atizándole una y otra vez golpes en sus pómulos. Por más que Max intentaba esquivarlos, fallaba continuamente, parecía que Carter tuviera el triple de fuerza que Max y eso que él era un Rogenes. Un fuerte viento volvió a invadirnos, provocando que mi cabello se alborotara por los aires. La gente ya había comenzado a arremolinarse a su alrededor, y ninguno de ellos al parecer tenía la intención de separarlos, al contrario, animaban la pelea y a cada uno de los peleadores.

- ¡Erik! –grité con todas mis fuerzas corriendo en dirección a la fiesta- ¡Erik! –volví a gritar cuando me asomé a la puerta de entrada y lo vi a lo lejos- tienes que pararlos... -dije con la voz agitada mientras él venía hacia mí- ellos... ellos... -apunté hacia donde se estaba produciendo la pelea-

- ¡Mierda!

No faltó que dijera nada más, Erik y Noah salieron corriendo en su dirección. Respiré agitada, e intenté llenar de aire mis pulmones para volver a respirar con normalidad.

- Demonios, ¿Cómo ha podido suceder eso? –preguntó Clar sorprendida-

- Ellos se odian –respondió Victoria por mí- y ahora más que Amanda está en medio.

Erik y Noah se abrieron paso entre la gente, y lograron separarlos, aunque sin poder evitar que recibieran un par de golpes entre medio de la separación. Erik tenía agarrado a Max por los hombros, quien parecía querer seguir con la pelea ya que intentaba lanzarse una y otra vez contra Carter quien era sostenido por Noah.

- ¡Maldición! –gritó Erik- ¿Quieres dejar de comportarte como un adolescente hormonal?

Max soltó un bufido e intentó nuevamente soltarse de su agarre, pero Erik apoyó con fuerza su pie sobre su pierna, provocando que Max cayera sobre el húmedo césped.

- Haré que te tragues cada una de las malditas palabras que has dicho –gruñó Max escupiendo un poco de sangre-

- Aquí te espero –lo desafió Carter, quien se veía mucho menos dañado que Max-

Restregué mi rostro en un intento de tranquilizarme y no darles una buena golpiza a ambos por lo que acababan de hacer. En serio ¿En dónde carajos tenían su cabeza? Ya no eran unos niños como para agarrarse a golpes, las cosas, a nuestra edad, se tenían que solucionar hablándolas, no dando ni devolviendo puñetazos.

Di un exagerado y teatral suspiro. Mi paciencia estaba a punto de desaparecer. Alcé la vista al cielo. La noche había tomado un color distinto, y no me refería a la pelea que acababa de presenciar, sino que el color del cielo ya no era de ese azul oscuro nocturno, no, se veía casi negro, no se divisaban las estrellas, y la luna parecía demasiado lejana.

- Bueno... -dijo Clar dando dos aplausos, dirigiéndose a los asistentes de la fiesta- creo que la fiesta por el día de hoy se ha terminado, así que es mejor que todos vuelvan a sus hogares –gritó mirando a la multitud que se había reunido en el ante jardín-

Un quejido multitudinario se hoyó a modo de protesta. Claramente yo no era la única que estaba odiándolos por haberse agarrado a golpes, ahora todos de seguro que los estaban maldiciendo ya que por su culpa la fiesta se había terminado.

Lentamente la gente fue saliendo de la casa, mientras Erik y Noah seguían sujetándolos con fuerza, ya que al parecer ambos insistían con la idea de seguir la pelea.

- ¡Aaaaaaaaaaaaahhhh!

Se escuchó un grito agudo de una chica. Asustada, rápidamente me voltee para ver de qué se trataba. Mis ojos se abrieron más grandes ante la sorpresa. Oh por Dios. Una densa y baja neblina anticipaba la aparición de las sombras oscuras y difusas que se veían a lo lejos y que, si lo sumabas a la oscuridad de la noche, provocaba que la peor película de terror cruzara por tu mente.

- ¡Corran!

Gritó ahora la voz de un chico.

Los Selt aparecieron en masa en un par de segundos. Sus oscuros ojos negros y brillantes sedientos de algo, miraban con expectación el espectáculo que habían armado. La multitud corría despavorida sin siquiera detenerse a ver qué eran, simplemente gritaban y corrían a cualquier lado. Miré hacia donde estaban mis amigos, ellos se miraban entre sí sin comprender qué sucedía, parecían confundidos. Entonces recordé que solo Victoria y yo podíamos verlos, pero ¿Por qué entonces todo el mundo corría y gritaba? Miré a Victoria en busca de alguna respuesta a lo que estaba pasando.

- Ellos pueden hacer que los humanos los vean –respondió como si hubiera leído mi pensamiento- si uno de ellos logra entrar a la mente de alguno, todos los podrán ver.

Quedé paralizada. Esto no estaba en los planes. Esto no me lo habían advertido. Respiré furiosa. ¿Por qué siempre era la última en enterarme de todo?

- ¿Cuántos hay? –gritó Erik-

- Muchos. Un montón –alcé la voz nerviosa-

- ¡Sepárense! –gritó ahora Max-

Lo que sucedió después fue demasiado para mi cabeza. Los Rogenes no podían verlos pero acertaban cada puñetazo que parecía que daban al aire. Los gritos seguían invadiendo mi cabeza y me estaban poniendo histérica. ¿Qué sucedería si alguno de ellos abría la boca y le contaba a alguien lo que estaba sucediendo aquí? ¿Qué pasaría si alguno intentaba grabar la pelea que estábamos teniendo en plena calle?

- ¡Amanda! –gritó la voz de Carter y en cosa de segundos me estrelle contra el suelo siendo rodeada por sus brazos. Contuve la respiración asustada- No puedes estar aquí. –dijo con voz exaltada- ellos te quieren a ti. Tienes que irte.

Ni siquiera fui capaz de reaccionar ante sus palabras por la sorpresa de ver su puño estrellándose con certeza contra el rostro de uno de ellos. Con la respiración más que acelerada, intenté ponerme de pie con su ayuda, pero en cuanto lo hice y me fijé en sus ojos, inmediatamente di un paso atrás y solté su mano. Tenían un brillo blanco.

- Eres uno de ellos –susurré con la voz entrecortada-

- No, no lo soy –espetó serio. Rápidamente volvió a tomarme de los hombros, haciéndome a un lado, y le dio otro golpe al Selt que se encontraba a mi espalda- y este no es el momento para hablar de ello. Tienes que esconderte.

- ¡Amanda! –gritó ahora la voz de Clar-

Inmediatamente la busqué con la mirada hasta que la localicé un par de metros más allá. Detrás de ella venía acercándose un Selt a gran velocidad. Sin pensármelo corrí hasta ella y la hice a un lado siendo ahora yo quien le diera un puñetazo en su rostro, provocando que perdiera el equilibrio por un instante, pero segundos después logró componerse y devolverme el golpe, provocando que cayera hacia atrás y raspara mis manos contra el cemento. No me importó lastimarme. Me puse de pie y entonces mi mirada quedó fija en una pequeña, y casi imperceptible, botellita de cristal que parecía contener un líquido. Estaba, por decirlo de algún modo, pegada a sus cuerpos, era parte de ellos y se ubicaba justo en medio de su pecho, bajo su cuello. Por ende, supe lo que tenía que hacer.

Fue todo tan rápido que en menos de lo que me di cuenta, tenía entre mis dedos la pequeña botellita de cristal. El Selt dio un grito agudo y al instante recuperó su forma humana y luego cayó volviéndose de un color gris, botando un líquido negro por su boca. Acababa de matar a una chica. Inmediatamente di un paso hacia atrás y miré lo que tenía entre mis dedos, el líquido que contenía dentro de un color azul, casi cristalino, ¿Qué era esto tan poderoso que había provocado su muerte?

Los gritos volvieron a llamar mi atención y miré a mí alrededor. Los Selt parecían tener mucha más fuerza que los Rogenes. Mis amigos se veían agotados, incluso Noah y Erik ya se encontraban derrotados en el suelo respirando agitadamente mientras Max y Victoria seguían peleando a pesar de la sangre que saltaba por sus bocas. Clar corría detrás de los asistentes a nuestra fiesta intentando llevarlos hasta dentro de su casa, pero ellos estaban demasiado desesperados que lo único que les parecía seguro era correr y seguir corriendo. Y entonces, tomándome por sorpresa, la neblina comenzó a levantarse y las sombras difuminadas empezaron a alejarse de nosotros. Corrí hasta los demás, interponiéndome entre Carter y Victoria.

- << Nos has traicionado>> -dijo uno de ellos mirando hacia donde me encontraba- <<Que sepan todos que este es solo un aviso. Si ella no se entrega, aténganse a las consecuencias>>

Dicho esto, la última silueta oscura y difusa desapareció en cosa de segundos.

Un momento después, Erik, Noah y Max salieron corriendo en dirección a la casa de Clar. Intenté ir detrás de ellos, pero Victoria me tomó del brazo deteniéndome.

- No, déjalos.

- ¿Por qué? ¿Qué están haciendo?

- Borrar sus recuerdos.

Miré hacia dentro de la casa y vi un pequeño destello de luz invadir cada rincón. Inconscientemente di un paso atrás sin comprender lo que estaba sucediendo.

- Tres Rogenes son mucho más fuertes que uno –murmuró Victoria-

- Pero...

- No es momento de preguntas –me interrumpió pareciendo molesta- ahora necesitamos encargarnos de esto –dijo haciendo un gesto con su cabeza para que mirara a mi espalda-

Di media vuelta y sentí un apretón en mi pecho al mismo tiempo en que mis ojos se llenaron de lágrimas. Algunos de mis ex compañeros de escuela se encontraban tirados en el suelo, con un hueco en sus pechos, muertos, tal y como lo había visto en mis sueños.


******
¡Hola! Siento el retraso con este capítulo pero en verdad me había costado un montón terminarlo, creo que nunca había sufrido tanto con un capítulo jajaja >< 

Quiero desearles una feliz navidad –un poco atrasadita jajaj- y un próspero año nuevo! Espero que este nuevo año sea buenísimo para todos ustedes y que sigan apoyando mis novelas <3

¡Gracias por sus votos y comentarios! Siempre los leo todos y me encantan <3


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro