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Capítulo Catorce

Durante las siguientes horas, los chicos se encargaron de esconder los cuerpos. No quería saber qué habían hecho con ellos ni donde los habían dejado, todavía estaba demasiado nerviosa y shockeada. No paraba de darle vueltas una y otra vez a lo que había pasado. Se había armado un gran jaleo hace tan solo unas horas y nadie, ni un solo humano que estaba en las casas más cercanas se había acercado a ver lo que sucedía, cosa que no me cuadraba. Tenía demasiados agujeros en negro como para comprender a la totalidad el peligro que estaban corriendo ahora por mi culpa.

- Necesito hablar con tu hermano.

Dije poniéndome de pie y mirando a Victoria quien intentaba ordenar un poco el desastre que había quedado después de la fiesta y la pelea. Automáticamente se detuvo y tiró la bolsa plástica que sostenía en sus manos, mirándome como si me hubiese salido un tercer ojo.

- ¿Qué?

- Que necesito hablar con tu hermano. Él vive en la comunidad de los Selt y...

- ¡No! –espetó interrumpiéndome- ¿Estás loca? Si pones un pie ahí, jamás podrás salir.

Rodé mis ojos. No era tan estúpida como para ir a su comunidad, pero si necesitaba, de manera urgente, hablar con el hermano de Victoria, él podía darme toda la información que necesitaba y que ellos, mis supuestos amigos, no me estaban dando. Y quizás yo lograba que se nos aliara.

- Claro que no iré, no soy idiota –suspiré- pero necesito hablar con él, fuera de su comunidad. Por tanto –dije y me acerqué a ella- tendrás que hacerme el favor y hacer que quedemos.

Victoria miró a mi espalda, cerciorándose de que solo nosotras dos estuviéramos en la sala. Hecho esto, me miró sonriendo de medio lado.

- Y supongo que esto quieres que quede entre nosotras ¿No? –preguntó casi en un susurro-

- Por supuesto. Si alguno de ellos se entera –dije y miré hacia atrás- no me dejarían acercarme ni a diez metros. Por eso necesito que tú me hagas este favor.

- ¿Y por qué debería de hacerlo?

- Porque estoy segura de que sabes más de lo que realmente quieres decirnos.

Su mirada se oscureció y estrechó sus ojos, escudriñándome con la mirada. Había dado en el clavo. Realmente no tenía idea de qué podía estarnos ocultando, pero si ella tenía sangre negra y una parte de ella seguía siendo Selt, ciertamente no iba a darnos las cosas tan fáciles cuando sabía que podíamos iniciar la misma guerra entre ambas comunidades, en donde ella, claramente, tendría que tomar un bando, y a mi parecer ni ella misma sabía a qué lugar pertenecía.

- De acuerdo –murmuró y luego tomó la bolsa que había soltado, echando más basura dentro de esta- ¿A qué hora te irás?

- Dentro de... -miré la hora en mi celular. 3:27 am.- nueve horas.

- Bien, esto es lo que haremos...

Diez minutos después, Victoria y yo ya habíamos terminado de recoger toda la basura de la fiesta, ahora tan solo teníamos que decir que nos iríamos juntas sin levantar tanta sospecha entre los demás.

- Chicos –dijo Victoria llamando la atención de los demás- iré a dejar a Amanda, ella...

- ¿Te encuentras bien? –interrumpió Erik acercándose y estudiándome con la mirada-

Asentí esbozando una media sonrisa para que se tranquilizara. Erik a ratos era demasiado protector conmigo y no quería que justo ahora saliera a flote aquella característica.

- Sí. Solo estoy cansada, recuerda que mañana viajo y...

- ¡¿Piensas irte después de esto?! –me interrumpió ahora Max-

Lo miré frunciendo el ceño, creía que se había ido en cuanto habían terminado de enterrar los cuerpos. Di un suspiro y volví a asentir rodando mis ojos. Sucediera lo que sucediera con el hermano de Victoria, me iría a la capital. Quizás si volví a alejarme del pueblo los Selt los dejarían tranquilos, ellos me querían a mí, no a ninguno de ellos.

- Pues si –dije encogiéndome de hombros- mis clases comienzan el lunes.

- ¡¿Estás loca?! –gritó como si hubiese perdido la paciencia- ¡No puedes volver! Estarás sola y ellos podrían volver a atacarte.

- No estará sola –intervino Carter dando un paso en mi dirección- yo cuidaré de ella.

Max tensó la mandíbula y cerró con fuerza sus puños, segundos después todas las luces de la casa que estaban encendidas comenzaron a titilar, advirtiéndonos que en cualquier momento se apagarían o estallarían. Automáticamente Clar y yo miramos hacia el techo. Max estaba a punto de perder la paciencia y dejarse llevar por la rabia.

- ¡Maldito imbécil! –gruñó Max acercándose a paso rápido hacia Carter, tomándolo fuertemente de su camisa-

- ¡Max! –grité furiosa-

Rápidamente Erik y Noah intentaron separarlos. Estaba claro que ambos querían continuar lo que habían dejado antes.

- ¡Suéltenme! –gritó Max intentando zafarse del agarre de Erik- ¡¿Sigues confiando en él después de lo que escuchaste?! –bufó mirándome molesto-

- ¿Qué? –susurré confundida. ¿De qué hablaba?-

- ¡Todos oímos lo que la sombra le dijo! –espetó furioso- ¡Este imbécil es uno de ellos! ¿Cuándo me creerás?

- ¡No lo soy! –gritó en su defensa Carter-

Fruncí mi ceño intentando hacer memoria de la única frase que había dicho una de las sombras "<< Nos has traicionado>>" Yo estaba entre medio de Victoria y Carter. A la única persona que tendría que habérselo dicho era a Victoria, ella formaba también parte de ellos y de seguro que se sentían traicionados por el hecho de que no estaba en su comunidad de origen.

- Lo decían por mí –dijo Victoria dando un paso adelante- ellos me hablaban a mí.

- ¿Cómo? –preguntó Erik- ¿Por qué lo harían?

- Hans me lo dijo. Ellos consideran que cometí traición cuando decidí dejar la comunidad. No soy bienvenida allá.

- Entonces, ¿Cómo pudiste hablar con tu hermano? –pregunté mirándola-

- Le pedí que nos viéramos fuera. Él sabe que no tengo permitido el paso.

- Pero...

- ¡Esperen! –nos interrumpió Clar metiéndose en medio de la conversación y dando un paso al frente- ¿Alguien quiere explicarme cómo es que supuestamente Carter no es uno de ellos y ha peleado con nosotros sin inmutarse?

- ¿A qué te refieres? –pregunté confundida-

- Que no ha tenido la reacción que debería tener cualquier humano normal al ver esas malditas sombras. Te ha defendido como si supiera a que se enfrentaba.

Mis ojos se abrieron más grandes ante la sorpresa. Clar tenía toda la maldita razón. Carter ni siquiera había parecido sorprendido por las sombras, es más, él parecía saber de qué se trataba el ataque porque incluso había dicho que tenía que irme porque las sombras me querían a mí. Miré a Victoria y esta me hizo un gesto con su cabeza que no supe descifrar pero que por alguna razón me hizo guardar silencio y no montar un espectáculo por lo que acabábamos de descubrir. Retrocedí unos pasos y di una rápida mirada al grupo, Carter ya no estaba aquí. Se había ido.

- No esta –dije en un susurro-

- ¡Maldita sea! –gritó furioso Max y caminando en mi dirección- ¿Ahora me crees? –dijo mirándome con su mirada oscurecida- él es uno de ellos.

- ¡No puede serlo! –le grité devuelta- se supone que es sobrino de Luis y Luis no es uno de ellos.

- ¿Estás segura? –preguntó Clar cruzándose de brazos y alzando una ceja- porque recuerdo haber tenido una conversación sobre ello contigo.

- Oh por favor –dije sonando exasperada- no puedes desconfiar de Luis. Nunca ha sucedido nada raro sino hasta que llegaron ustedes –los miré con mi ceño un tanto fruncido-

- No se trata de desconfiar de él –continuó Clar- es solo que de todas formas él apareció de un día para otro en la vida de ustedes y...

- ¡Cállate! –grité furiosa y apuntándola con mi dedo- sabes muy bien en qué momento de nuestras vidas él apareció. Así que no permitiré que hables mal de él.

- Tranquilas chicas –intervino Erik tomándome por los hombros y conteniéndome- nadie ha querido hablar mal de tu padrastro, confiamos en él –bajo la mirada hasta cruzarla con la mía- es solo que nos parece un poco sospecho, por no decir incrédulo, que Carter no se haya sorprendido con todo esto.

Asentí dando un ligero suspiro. ¿A quién quería engañar? Todos ellos tenían razón. La única opción que existía era que él si era uno de ellos, pero ¿Eso quería decir que tanto su madre como Luis también lo eran? Quizás ella se involucró alguna vez con un Selt y... No, eso es imposible. Ellos no salen de su comunidad. Ellos sí que odian con todas las de la ley a los humanos, ellos tienen que matarnos para poder vivir. Una insoportable sensación de desesperación comenzó a apoderarse de mí. Necesitaba respuestas. Necesitaba saber toda la verdad, y aquí, con mis amigos, no la iba a encontrar.

- Vamos –dije haciéndole un gesto a Victoria- estoy cansada y necesito dormir.

- Si, tienes que ir a dormir antes de...

- ¡Las iremos a dejar en el auto de Noah! –nos interrumpió Clar quien tomaba del brazo a Noah que se había quedado extrañamente callado y en segundo plano durante nuestra pequeña discusión-

Le di una rápida mirada a Victoria y esta de inmediato miró a Noah, y como si se hubiesen entendido con un simple gesto, este tiró de Clar en dirección contrario.

- No –dijo al fin tomando la palabra- he venido en la moto. No podemos ir a dejarlas.

- ¿Y tú Max? –preguntó de mala gana- ¿Has venido también en la moto o en tu auto?

- Tenemos nuestro propio transporte –dijo Victoria antes de que Max pudiera responder a la pregunta-

- De acuerdo –asintió Max-

Me despedí de ellos con un gesto de mi mano y luego nos encaminamos a la moto roja que se encontraba aparcada a un lado de la acera. Rodé mis ojos. Olvidaba que Victoria también formaba parte del grupito que participaba en las carreras.

Media hora después, y muerta de frío por culpa del insoportable viento nocturno que pegaba con fuerza contra mi rostro, nos bajamos de la moto ubicadas justo en la entrada de un camino que parecía perderse entre medio de dos pequeños cerros. Me quedé mirando el lugar sorprendida. Parecía increíble que hubiera tanto lugar desértico sin conocer y a la vez que fuera tan hermoso aunque todo fuera simplemente tierra y hubiera una que otra plata o pequeño arbusto cada cierto metro de distancia, además el cielo se veía precioso. Estaba segura que aquí podría instalarse un observatorio que daría grandes resultados.

- Vamos –dijo apremiándome y haciendo un gesto con su mano para que la siguiera- tenemos mucho que caminar.

- ¿Por qué no podemos ir en la moto? –pregunté siguiendo sus pasos-

- Porque nos quedaríamos atrapadas antes de siguiera llegar a la mitad del camino.

- Cierto –susurré en cuanto sentí que mis botas se hundieron un par de centímetros bajo la arena-

Me abracé a mí misma mientras intentaba seguirle el ritmo a Victoria. Llevabamos más o menos quince minutos caminando y yo seguía sin ver nada nada más cerros, arena, plantas y esas cosas. La verdad es que una parte de mí estaba tremendamente muerta de miedo y nerviosa por lo que podía pasarnos. Nadie sabía que estábamos aquí. Si por alguna razón el hermano de Victoria les decía a los de su comunidad que estábamos aquí, que yo estaba aquí, todo se iba a ir a la misma punta del cerro. Esto era demasiado arriesgado, me estaba exponiendo demás solo para intentar descubrir la verdad de todo esto, pero merecía la pena, no quería seguir ocultándome o que hubieran muertes injustificadas, necesitaba saber porque me querían a mí, ya se me hacía más que ridículo que fuera por el simple hecho de que Max no había cumplido con su palabra y yo no estaba muerta para alimentar a los Selt, no. Si ese fuera el caso, también irían tras Clar porque ella formaba parte del grupo de humanos que no murió, así que ¿Por qué me querían con tanta insistencia?

- Tú sabes algo más ¿Cierto?

Pregunté casi en un susurro y con la voz más que agotada. No era para nada buena con cualquier actividad física, y la verdad es que había quedado bastante cansada después de la fiesta y ese glorioso final –sí, es sarcasmo-

- ¿Algo más sobre qué? –dijo girando su cuello y dándome una rápida mirada-

Resoplé. No tenía idea cómo es que ella podía caminar con tanta tranquilidad entre medio de cerros totalmente desiertos y en donde lo único que se lograba escuchar era el ruido del viento. Maldije para mis adentros en cuanto di otro paso y mis pies se hundieron un poco más en la tierra.

- Sobre mí. Sobre los Selt. Y sobre Carter.

- No creo ser la indicada para hablarte sobre él.

- Entonces lo sabes –espetó algo molesta. Necesitaba que me lo dijeran con palabras claras. "Sí, es un Selt" "No, no es un Selt" ¿Tanto les costaba ser por una maldita vez sinceros y no mentir?-

- Sí, lo sé –respondió de mala gana y dando un teatral suspiro- pero no soy quien para decírtelo. Creo que esa es una respuesta más que obvia ¿No?

- Lo es –susurré intentando no quedarme bloqueada por la casi confirmación- Y... ¿Su familia, Luis?

- Eso no lo sé.

- ¿Cómo que no lo sabes? Se supone que si él es un Selt, toda su familia debería de serlo.

- No es tan sencillo como parece, Amanda. Y ahora ¿Podrías callarte? Ya estamos llegando, y créeme cuando te digo que ellos estarán mucho más pendientes del acercamiento de una humana a su comunidad que los Rogenes.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando sentí una ráfaga de viento rodearnos. Sin darme cuenta habíamos logrado llegar hasta la cima que había entre dos pequeños cerros. Miré hacia atrás y fue casi imposible que no me sorprendiera ante la larga distancia que habíamos recorrido a pie. Pasé mi mano por mi rostro quitando el mechón de cabello que se me pegaba en la frente y sentí mi piel áspera, arenosa. Deje mis manos brazos en jarra al apoyarnos en mi cadera y volví a mirar al frente. Mi boca cayó abierta. Había una espesa neblina –que más bien parecía ser humo acumulado- invadiendo una gran cantidad de terreno. No se veía nada debajo de esta.

- ¿Esto es lo que creo que es? –pregunté en un susurro y dando un paso atrás-

Victorio sonrió de medio lado y asintió dando un paso en mi dirección.

- Bienvenida a "Seos" la comunidad Selt.

Intenté sonreír pero de un momento a otro Victoria se abalanzó sobre mí tirando algo de mi cuello para segundos después presionar con sus dedos sobre mis sienes provocando que mis piernas cedieran y luego todo se volviera más negro de lo que ya lo estaba.


*****No podía ser tan mala y dejarlas esperando por más tiempo, así que decidí subir lo que tenía. Sé que es poco comparado a los otro capítulos pero lo que se viene sin duda las sorprenderá un montón. 

Gracias por toda su espera y por tenerme paciencia, pero en cosa de inspiración yo no puedo hacer nada cuando se me va :((( 

Miles de besos y cariños por todos su comentarios, votos y visitas! No puedo creer que ya esté en las 7 mil cuando recién estamos en la mitad de la historia. 

¡Que tengan un genial fin de semana! <3 

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