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005

Cuando llegó a ocupar el teléfono, Soobin tenía los dientes apretados por la rabia contenida. Si no estuviera en público, no se hubiese contentado únicamente con una cachetada, porque ver el rostro de Yeonjun le daba suficiente rabia como para despertar a sus peores demonios.

Principalmente, le enojaba el descaro que tenía para tratar de dirigirle la palabra. Peor aún, fingía que no sabía por qué no quería hablar con él, después de haber sido el directo responsable de su arresto. Si nunca lo hubiese arrastrado a la escena del crimen en aquel robo, nunca hubiese tenido que poner un pie dentro de esa pocilga. Si nunca hubiese comenzado a delinquir en primer lugar, nada de eso hubiera pasado, y probablemente seguirían juntos, en una desafiante pero fructífera vida de pareja.

一Oh, absolutamente no 一se dijo a sí mismo, bufando. Seguro hubiesen terminado esa relación incompatible de todos modos.

Tomó un suspiro al marcar el número de un novio que realmente valía la pena, Kiwoo, quien se supone que lo iba a llamar cuando saliera del estudio. Pensar en él le hacía sentirse terrible, porque, ahora que estaba en prisión, Kiwoo estaría completamente solo en casa. ¿Quién lo recibiría con un beso y un plato caliente cuando regresara a casa del trabajo? ¿Quién plancharía sus camisas y trajes? ¿Quién cuidaría a sus perros todos los días?

Sintió un nudo en la garganta de tan solo imaginar la conversación que tendrían, porque nadie lo preparaba para explicarle a su pareja que había sido arrestado y que necesitaba que le envíe dinero para sostenerse durante toda su estadía.

Mientras aguardaba a que recogiera la llamada, se apoyó de la pared, tratando de pensar en la frase más adecuada para describir su situación en los cinco minutos que tenía para ocupar el teléfono. Sabía que tenía la mirada de Yeonjun en su espalda, así que tampoco quería ser excesivamente detallado alrededor de su vida privada, pero debía mantener informado a Kiwoo.

Buenas tardes, ¿quién habla?

Cuando escuchó la voz de Kiwoo, Soobin sintió que sus ojos se llenaron de lágrimas. Tuvo que llevarse una mano al rostro para ocultarse contra la pared, tratando de recoger sus fuerzas.

¿Hola?

一Hola 一saludó, por fin, tratando de mantener la identidad de Kiwoo en secreto一. Soy Soobin.

Hola, cariño. ¿Cómo te fue? ¿Dónde estás y por qué llamas desde este número?

一Es una larga historia, pero... estoy encarcelado en la penitenciaría Gong.

Talló sus párpados con las palmas de su mano libre, en su mejor esfuerzo por detener el impulso de llanto. Entretanto, esperaba ansioso la respuesta de su novio, porque imaginaba que no era algo fácil de procesar.

一Resulta que los del orfanato querían que dé un discurso y me quede para la ronda de preguntas, y allí fue cuando un señor me interrogó, como si supiera que estaba mintiendo al leer el discurso fabricado... 一Siguió hablando, para cubrir el angustiante silencio一. Resulta que la policía estaba allí mismo para arrestarme, no sé cómo así, se enteraron de lo que pasó en-

¿Prisión? 一Kiwoo tuvo una respuesta tardía, con la tensión desbordando de su voz一. ¿Por qué?

一Banco central... 一murmuró Soobin, sumamente avergonzado.

Nuevamente, el otro lado de la línea se mantuvo en silencio. El tema de su pasado limítrofe con el crimen era uno que apenas habían tocado durante su relación, y solo como mención casual de la época en la que Yeonjun aún estaba en su vida. Por ello, Soobin comenzó a imaginar cuán enojado y decepcionado debía estar Kiwoo, y trató de evitar algún tipo de represalia.

一Sabes que no lo hice por voluntad propia, no quería, y aún me arrepiento muchísimo, porque nunca he querido ir en contra de la ley, no soy un criminal así, pero en ese tiempo- 

Estabas con Yeonjun 一completó Kiwoo, con un bufido.

一Sí... Básicamente me obligó a hacerlo.

Por supuesto, tú nunca actuarías así solo por placer. 一Tomó un suspiro一. Te conseguiré al mejor abogado civil que pueda.

一Gracias...

Estás en prisión por culpa de alguien más, no puedo creerlo...

一Ojalá que no tenga que servir más tiempo 一dijo Soobin, con la voz temblorosa一. Este lugar es... bueno, ya te imaginarás.

No me asustes así...

一Me encantaría mentirte y decirte que estoy bien, pero no es cierto. 一Tragó pesado, sollozando sobre su mano de la forma más discreta posible一. Es horrible... todo es horrible.

Debo sacarte de allí lo más pronto posible.

一Por favor, hazlo. Y... lo siento por presionarte, pero necesito que me deposites un poco de dinero para pagar por snacks y útiles de aseo, porque creo que lo que me dieron solo alcanza para unos días.

No te disculpes, cariño. No es tu culpa. 一Kiwoo suspiró, mientras sonaba como si estuviera moviendo algunos papeles一. Dijiste que estabas en el orfanato cuando te atacaron, ¿no? ¿Tienes más detalles?

一Uhm, no sé si pueda ahorita... 一Tuvo que negarse, lo más gentil posible一. No tengo mucho tiempo, solo puedo llamar por cinco minutos al día, alrededor de esta hora. Te voy a llamar a diario, pero también necesito que me visites, por favor...

Por supuesto, revisaré los horarios de visita e iré apenas pueda, con información sobre nuestros perritos, el abogado y tu caso.

一Gracias, muchas gracias. 一Sonrió, conteniendo las ganas de decirle "amor" para mantener su estatus de relación en privado一. Cuéntame de tu día, por favor, necesito sentir que al menos algo es normal.

Mientras Kiwoo le hablaba sobre los gajes del oficio, Soobin buscó calmarse con su voz, cerrando los ojos para imaginar que estaba en la cama a su lado y no en una oscura prisión. Acostumbraban a acurrucarse juntos después de comer y ducharse, en un espacio en el que hablaban de lo que sea, se besaban y se amaban íntimamente. Era una parte crucial de su rutina diaria, y no estaba seguro de ser capaz de pasar un solo día más sin ella.

一¡Siguiente! 一El repentino llamado del guardia quebró con su fantasía.

Cuando abrió los ojos, vio cómo Yeonjun avanzaba hacia el teléfono que se acababa de desocupar. Esta vez, tuvo la insolencia de echarle una mirada afilada y proceder a ignorarlo para enfocarse en su llamada, lo que hizo que Soobin sintiera un estrujón en el pecho. Sí, él era el que le acababa de dar una cachetada, pero se supone que Yeonjun tenía un lugar especial en su corazón para él, ¿no? ¿Estaba molesto?

¿Soobin? 一llamó Kiwoo, regresando su atención a la línea一. ¿Sigues allí?

一Sí, perdón. 一Carraspeó, volteando para darle la espalda a Yeonjun一. Estoy muy distraído...

Me imagino que procesar todo lo que pasó hoy no es sencillo, descuida. Necesitas descansar.

一Sí... Ojalá cuando pegue la cabeza a la almohada me despierte de este mal sueño.

一Mhm... 一Por un momento, Kiwoo no dijo nada, hasta que carraspeó一. Soñaré contigo para que despiertes a mi lado en la mañana. Tú haz lo mism-

De un solo tirón y sin compasión alguna, el guardia le quitó el teléfono para devolverlo a la pared, terminando la llamada antes de que Soobin haya podido despedirse apropiadamente. Al parecer, sus cinco minutos habían llegado a su fin.

一¡Siguiente!

El guardia movió las manos para señalar la transición que esperaba, así que a Soobin no le quedó mayor opción que salir de allí antes de que el siguiente recluso pudiera ocupar el teléfono. Al hacerlo, le echó un vistazo a Yeonjun sobre su hombro, volteando apenas notó que también lo estaba mirando.

Para ese punto, su cabeza era una mezcolanza de todas las emociones incómodas. Estaba enojado, triste, ansioso, agotado y básicamente a punto de explotar. No tenía tiempo para pensar en el maldito responsable de su encarcelamiento.

De regreso hacia su pabellón, se cruzó con uno de los baños comunes, así que decidió entrar con la intención de encerrarse allí para desahogarse. Pésima decisión.

La vista daba hacia los orinales, cuyo aroma era fatal incluso desde la puerta. Hombres semidesnudos o con la polla completamente afuera caminaban como si nada por aquel lugar, riendo entre ellos o echando miradas de reojo a otros reclusos, mientras que los que orinaban lo hacían deliberadamente fuera del lugar indicado.

Completamente disgustado, Soobin ni siquiera tuvo la valentía de poner un pie dentro de aquella pocilga a revisar las duchas o lavabos. Dio un paso hacia atrás, pero se sobresaltó al sentir un tirón de su camisa por detrás.

Era Yeonjun, luciendo la misma expresión de pocos amigos que le había mostrado hacia el final de su tiempo en los teléfonos.

一¿Ahora dices que te obligué a participar del robo? 一soltó, hostil desde el inicio. Aún no había suavizado su agarre, así que lo jaló hacia un lado, adentrándose por uno de los estrechos pasillos.

一¿De qué hablas? 一Soobin trató de desviar la pregunta, aunque era perfectamente consciente de lo que quería decir.

一Escuché lo que dijiste en el teléfono 一dijo Yeonjun, aclarando lo obvio一. Que tú solo fuiste una víctima inocente de las malas mañas de los criminales como yo, ¿no?

Para ese punto, ya se encontraban un tanto aislados de los demás, en un pasillo desconocido para Soobin, donde apenas un par de reclusos más caminaban por allí, sin ponerles mucha atención. Yeonjun soltó su camisa, solo para juntar su cuerpo contra la pared.

一No mientas, sabes que no te obligué. Te dije que no te metieras, traté de mantenerte a una distancia para que no estuvieras en peligro...

El discurso de preocupación por su bienestar fastidió a Soobin, porque ahora sabía lo falso que había sido. A Yeonjun jamás le importó su bienestar, porque si le hubiese tenido un mínimo de consideración, entonces hubiese dejado de involucrarse con la maldita mafia en la que estaba, que no solo lo peligraba a él, sino también a todos sus seres queridos. Hubiese hecho un esfuerzo por reformarse, hubiese ocultado mejor sus armas, hubiese cancelado ese asalto para ir a verlo a su cita...

Soobin sentía que había dado mucho y había recibido muy poco a cambio. Se había aferrado a un criminal al que creía que podría salvar, pero solo terminó hundiéndose en sus problemas.

一Eres un descarado 一desafió, dando un paso hacia adelante para cerrar la distancia entre ambos一. Claro que fui una víctima de tus delitos. Te acompañé en tus aventuras maníacas para evitar que cruzaras la línea y te hicieras daño. Te rogué que te concentraras en una carrera real en vez de seguir robando con Daegwan. Maldita sea, Yeonjun, te vi matar a alg-

Yeonjun lo calló al colocar una mano sobre su boca, presionando con suficiente fuerza como para ser capaz de ahogarlo si se quedaba así mucho tiempo. A pesar del acto, su mirada ya no cargaba con la misma hostilidad.

一Aquí no se habla de nuestros crímenes 一murmuró, dejándolo tomar una bocanada de aire tras unos segundos一. Ya sé lo que hice, pero no finjas ser mucho mejor.

一¿Crees que estamos al mismo nivel? 一Soobin bufó, jadeando一. Fui cómplice, pero no autor. Fui solo un idiota enamorado de un criminal patológico que usa su trastorno como excusa para todos sus errores.

Tras ese golpe, Yeonjun apretó los labios y apartó la mirada por un segundo, suficiente para que Soobin supiera que había cruzado la línea. Pero, en vez de detenerse, insistió.

一Estoy aquí por tu culpa, aunque te niegues a aceptarlo. Si realmente querías protegerme, hiciste un trabajo bastante lamentable. Dijiste que no dejarías que nadie me hiciera daño, pero debí saber desde un inicio que eso era tan falso como tus delirios. 一Le dio un brusco empujón para que sea él quien tuviera la espalda contra la pared一. me hiciste daño, y lo sabes.

En ese momento, lo único que sentía era odio. Quería devolverle todo el daño que sentía que le había causado, aunque sea con sus palabras.

一Si no fuese por ti, estaría en casa, con alguien que sí me quiere y sí se esfuerza por mí. Estaba comenzando a tener una buena vida, por fin, hasta que-

一¿Ah sí? 一Yeonjun alzó las cejas, buscando mostrarse indiferente一. ¿Una buena vida que quién te ayudó a conseguir?

Levantó el mentón, inclinándose hacia arriba hasta tener su rostro muy cerca al propio.

一¿Ya te olvidaste que pagué tu universidad?

一Si lo hiciste para sujetarlo sobre mi cabeza y usarlo en mi contra, no fue por buena voluntad 一dijo Soobin, manteniendo su postura defensiva, que Yeonjun buscó quebrar con el tinte ácido de su voz.

一Se nota que no tuviste papás que te enseñaran un poco de gratitud.

Soobin abrió más los ojos, tomando un suspiro de incredulidad. Después de tantos años recibiendo insultos peores, no le deberían afectar los comentarios que hacían hincapié en su orfandad, pero escucharlo por parte de Yeonjun se sintió como un balde de agua helada.

A diferencia suya, Yeonjun sí pareció arrepentirse por el golpe bajo apenas lo soltó, cerrando los ojos y bajando la cabeza.

一Lo siento, no-

一¿Siempre creíste eso? 一preguntó Soobin, buscando encontrarse con su mirada al sostener su mentón y forzarlo hacia arriba一. ¿Eres igual que todos los demás?

一Sabes que lo dije solo porque estoy frustrado, pero igual, no debí. 一Yeonjun se soltó de su agarre, sujetando su muñeca para empujarla hacia abajo一. Es que estás siendo imposible, no puedes-

一¿Cómo esperabas que reaccionara después del día de mierda que he tenido?

Eso pareció despertar una realización en Yeonjun, pues se quedó callado, sin tratar de dar ningún paso más. Como Soobin aún estaba insatisfecho y cargaba la ira de dos años sin verlo, lo tomó de los hombros y le dio un empujón más, regresando a la hostilidad de un inicio.

一Ya párala 一bufó Yeonjun, sin responder ante su agresión一. Si sigues, no me voy a controlar.

一Qué 一desafió Soobin, con una sonrisa ladina一, ¿eres capaz de golpearme?

La sonrisa se le esfumó cuando Yeonjun empujó sus muñecas contra la pared detrás suyo, tensando su cuerpo por la cercanía que tomó al murmurar contra su oreja.

Te voy a hacer mi perra en frente de toda la maldita cárcel.

Aunque trató de evitarlo, Soobin pudo escucharse a sí mismo suspirando ante la grosera amenaza. No debió enviar una corriente de deliciosa electricidad por todo su cuerpo, no debió hacerle sentir más calor que con el tacto de otro hombre, no debió sacudir su corazón...

Pero saber que Yeonjun aún lo deseaba, aunque sea de la forma más carnal posible, llenaba su pecho de un morboso placer.

Por suerte, no tuvo que tratar de ingeniar una respuesta decente, porque la tensión se quebró con la llegada de Beomgyu, quien se colocó entre ambos para separarlos.

一Deja a mi novato en paz 一amenazó a Yeonjun, mientras buscaba escudar a Soobin con su cuerpo.

一Todo tuyo. 一Yeonjun soltó una risa seca, sacudiendo sus manos sobre su uniforme al apartarse一. Enséñale a mantener su bonita boquita cerrada, ¿quieres? 一Guiñó un ojo y se despidió, sin dar vuelta atrás.

Beomgyu pasó su mirada a Soobin, con los ojitos brillando de curiosidad. Soobin carraspeó, echándole un último vistazo a la silueta de Yeonjun mientras caminaba por el pasillo como si nada hubiera pasado.

一¿Me vas a decir qué pasó? 一preguntó Beomgyu, mientras lo guiaba por otro pasillo一. Sé que se conocen por lo del banco, pero...

一Sí, es eso 一respondió Soobin, sin soltar mucha información一. Le di una cachetada cuando estábamos en la fila, así que-

一¡Soobin! ¡No puedes golpear a reclusos porque te da la gana!

一Ya sé, ya sé, pero no escaló a ninguna pelea, y estábamos frente al guardia de los teléfonos y no dijo nada. Solo necesitaba desquitarme, ¿okay?

一¿Desquitarte por qué?

一Porque él es-

Soobin se detuvo a sí mismo al pasar al lado de otros reclusos, quienes saludaron a Beomgyu y recibieron un saludo de vuelta. Al parecer, era bastante popular por esos pabellones.

一Dime, perdón 一insistió Beomgyu, inclinando la cabeza hacia su lado sin dejar de caminar.

一¿Podemos ir a un lugar privado? 一pidió Soobin一. No sé si podría contarte así nomás...

一Oh, ¿tan grave es el asunto?

一Prefiero que no nos interrumpan, es todo.

Beomgyu alzó una ceja, deteniendo su camino solo para tomar a Soobin de los hombros.

一Tienes suerte de que es tu primer día y que estás hablando conmigo. Dile eso a cualquier otro recluso y pensará que lo estás invitando a follar.

Bajó las manos a su muñeca para llevarlo consigo, y Soobin se vio obligado a ignorar el calor que subió a sus orejas gracias a la vergüenza. Odiaba que la privacidad fuera inexistente en aquel lugar, pero no debería sorprenderle de una prisión de mínima seguridad.

一Pero primero vamos a cenar 一dijo Beomgyu, mostrándole que lo había estado guiando hacia el comedor desde un inicio一. Seguro te mueres de hambre.

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Soobin no alzó la voz durante toda la cena. Beomgyu lo llevó a sentarse con un grupo de reclusos de su pabellón, incluyendo al treintañero que le había avisado sobre la pelea entre Yeonjun y Siwoo, quien estaba contando una historia sobre su vida antes de prisión.

一Le creí, les juro que le creí, porque es difícil desconfiar de una chica linda.

Como había iniciado con la historia durante el almuerzo, Soobin estaba confundido y desubicado. No tenía una imagen global de lo sucedido, y no se atrevió a preguntar, pues era uno de esos casos en los que sentía que la ignorancia le daría mayor tranquilidad. En cambio, se mantuvo en silencio, sin problemas para pasar la insípida comida de prisión, un nostálgico recordatorio de los aguados desayunos del orfanato.

Ocasionalmente, alzaba la mirada en busca de Yeonjun. No quería acercarse a hablarle ni nada por el estilo, y se sentía mucho más protegido manteniéndose junto al grupo de su pabellón, pero le daba curiosidad saber dónde y con quiénes se sentaba. Lástima que solo se encontró con las miradas hostiles de otros reclusos, incluyendo la sonrisa torcida de ese tal Domo, que lo seguía mirando con intenciones macabras a pesar del ojo morado que le había dejado Yeonjun...

Casi se atora con lo poco que le quedaba de comida al considerar esa posibilidad. Yeonjun no se metería en problemas solo para defenderlo de un recluso que trató de acosarlo, ¿cierto?

No podía mentir, seguía pensando en la posibilidad de que Yeonjun lo interceptara en medio de la noche para follar. Kiwoo no era ni la mitad de bueno cogiendo, porque de activo le costaba encontrar una posición cómoda y de pasivo solo se quedaba recostado en la cama. Yeonjun siempre lo mantenía emocionado, incluso en esos momentos de locura en los que sugería coger dentro de un auto de lujo robado o esposar y vendar sus ojos para dejarle hacer lo que sus mayores perversiones quisieran.

Ahora se arrepentía de cómo lo había tratado. Al fin y al cabo, no había sido completamente su culpa, ¿cierto? Yeonjun siempre lo había protegido y lo había apoyado y lo había mantenido satisfecho en la cama y... y lo amaba, lo amaba muchísimo. Pero por supuesto que había tenido que arruinar las cosas de nuevo. Si tan solo hubiera controlado sus malditos impulsos y se hubiera sentado a pensar todo por más de un maldito segundo, quizás no hubiese arruinado todas sus malditas posibilidades de reconciliación. Probablemente Yeonjun no había hecho nada malo, seguro había hecho todo lo posible por mantenerlo a salvo y lejos de prisión, y si no, lo había acusado solo para tenerlo de vuelta, y ese era un gesto mórbidamente romántico, tal como a Soobin le gustaba...

一No hablas mucho, ¿no? 一La voz del recluso sentado a su lado lo sacó del torbellino en su cabeza, devolviendo su atención a la realidad一. Eso es bueno, te salva de un culo de problemas.

Sacudiendo la idealización de Yeonjun de su cabeza, Soobin solo le mostró una pequeña sonrisa para no ignorarlo por completo, y el recluso continuó.

一Soy Tanque 一se presentó, sonriendo de vuelta一. Sí, es por mi peso, pero no me ofende, dime así.

一Un gusto, Tanque 一murmuró Soobin, relativamente tranquilo a su lado. Parecía como uno de los reclusos más amigables hasta el momento, así que no se negó a entablar un contacto.

一Un gusto, novato. ¿Beomgyu ya te llevó a la oficina de Kyuhan?

一Lo voy a llevar mañana a primera hora 一se metió Beomgyu, desde el frente一. Sería un poco agresivo lanzarle todo desde el primer día, ¿no crees?

一Aw, estás siendo suavecito con él 一dijo Tanque, ampliando su sonrisa一. ¿Te jaló el ojo?

一No, pero mira su carita de buen niño, ¿acaso tú no serías suavecito con él? 一Beomgyu dejó que Tanque lo evaluara, solo para luego darle un golpe一. Además, para qué fijarme en otros si ya me follo a tu mamá.

El repentino comentario hizo que Tanque suspirara y se llevara una dramática mano al pecho, entre risillas de los reclusos sentados alrededor.

Soobin quiso preguntar por el motivo de encarcelamiento de Tanque, ya que realmente parecía un buen tipo, pero prefirió mantenerse en silencio al recordar lo que le había dicho Yeonjun. Aquí no se habla de nuestros crímenes.

Terminando la cena, los chicos del pabellón se dirigieron al baño para asearse antes de dormir. Soobin pudo tomar un suspiro de alivio al enterarse de que los reclusos del A y el B compartían un baño exclusivo, por ser de los pabellones "más seguros", así que no tenía que utilizar la pocilga con la que se cruzó anteriormente. Tampoco era un baño precioso, pero al menos no apestaba tanto.

Después de lavarse el rostro y los dientes, caminó de regreso al pabellón con Beomgyu, quien le dijo que le recomendaba ducharse en medio del día y no temprano en la mañana, cuando las duchas estaban más ocupadas. Además, le contó sobre el proceso de inspección diario, que se llevaba a cabo en las mañanas y en las noches. Los carceleros entraban a todos los pabellones al mismo tiempo para revisar a los reclusos, asegurándose de que no tuvieran ningún objeto de contrabando escondido. Si es que encontraban algo, usualmente cigarros o armas, lo confiscaban y sancionaban al recluso cuya litera estuviera manchada, aunque no tuvieran pruebas de que fuera el dueño. Por eso era recomendable que cada recluso revisara su propia litera primero, para asegurarse de que nadie haya escondido contrabando entre sus cosas como venganza.

Lo único que Soobin tenía era su bolsa de ropa y la ficha que le habían dado al inicio del día, la cual no se había atrevido a revisar aún. Era consciente de lo que había hecho, de su involucramiento en el robo del Banco Central, pero no quería saber si es que tenían más información en su contra. Preferiría hablar con Kiwoo primero, si es que llegaba a visitarlo, porque a veces decía que tenía mucho en su plato y no se molestaba en regresar a casa por las noches, y no le sorprendería que justo tenga algún viaje de trabajo que le impida apoyarlo, porque a veces era así. De hecho, si Kiwoo no le hubiese insistido en asistir al orfanato para dar ese discurso falso, quizás nunca lo hubiesen atrapado, o por lo menos no se hubiese dado de forma tan humillante. Quizás no lo amaba tanto. Quizás nada en absoluto.

一En fila, reclusos. 一La fuerte voz de mando del oficial de turno lo llevó a reaccionar y ponerse de pie, al igual que el resto de sus compañeros一. Hora de inspección.

Soobin decidió imitar a Beomgyu y Tanque, quienes dormían en la cama a su lado, ocupando la litera superior e inferior respectivamente. Así, se colocó de pie frente a su cama con las manos a los lados, pero por su cuenta, porque su compañero de litera superior no estaba presente, y no quiso preguntar por qué.

Cuando uno de los guardias lo alcanzó, palpó sus bolsillos suavemente, con la mirada quedándose en su rostro más tiempo del necesario.

一Primer día, ¿no? 一preguntó, ante lo que Soobin asintió一. Suerte, sigue portándote bien.

No era el mensaje que esperaba, pero pudo tomar un suspiro de alivio al no encontrarse en problemas. Volteó hacia su izquierda, y pudo ver cómo Beomgyu le sonreía al guardia cuando llegaba al frente suyo, cómo el guardia tardaba un poquito más de lo usual en palpar su cuerpo con las manos y cómo se acercaba para murmurar algo en su oreja, lo que Beomgyu respondía con una risilla.

Al finalizar la inspección, Soobin no tuvo que hacer ninguna pregunta, porque Beomgyu dejó satisfecha su curiosidad.

一Es el oficial Kang, revisa el pabellón en las noches. Nos hicimos amigos cuando entrenamos juntos en la escuela policial.

Más que por la amistad entre ellos dos, Soobin quedó impresionado por saber que Beomgyu había estado entrenando para ser policía.

一¿Qué pasó?

一Oh, es una larga y linda historia. 一Beomgyu rió, minimizando el impacto一. Te cuento mañana, cuando me cuentes qué pasó con Yeonjun.

Hola, ay, este cap me pone un poco nerviosa. Sé que la forma en la que yeonbin se hablan no es sana ni decente, y dije que sería medio toxiquín, pero todavía me hace sentir un poco rara hacer que la pareja principal discuta con temas intensitos y que no se disculpen ni se resuelva nada 😭 Bueno, me recuerdo a mí misma que es ficción y nada más, y siempre quise un (lovers to) enemies to lovers, así que allí vamos.

Yyy muchas gracias por 1k leídas 💖💖 me emocionan los milestones de ese tipo, no sé por qué, pero se ve lindo que llegue a un número TAN entero (100 o 1,000 o 10,000, así)

Anygays, gracias por leer 💕

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