Han pasado 84 años...

***

—¡Están castigadas!

Todas soltaron una exclamación y hasta la cabra Bruce pareció palidecer un poco. Tony fue la única que se atrevió a pronunciar palabra alguna en tal acontecimiento.

—No somos perros, no nos puedes castigar. —dijo colocando una mano en la cintura resaltando sus curvas las cuales se encontraban descubiertas, todas a excepción de Thor y Natasha se encontraban en prendas pequeñas, Stark en ropa interior de encaje negro.

Natasha pareció enojarse un poco más, aunque eso fuera anatómicamente imposible y María quien se encontraba detrás de ella tomando un vaso de jugo de naranja hecho por Steve soltó una risita burlona.

—Claro que puedo castigarlas. Están bajo mi custodia y tengo todo el derecho de castigarlas. ¿Se dan cuenta de lo que hicieron? ¡Nick va a matarme!

—Nicky —corrigió Clint.

—Nicky —repitió Natasha corrigiéndose.

Nuevamente Stark intervino.

—No tienes razón para enojarte, no hemos hecho nada malo.

—abandonaste a Bruce y se convirtió en cabra. —recordó Clint.

—Y tú acosas a Fury. —contraatacó la castaña millonaria.

—Tú dijiste que eras la hija de Stark. —añadió Thor.

—Eso lo dijo Steve —corrigió Tony.

—Y tú me golpeaste con una sartén. —acusó Natasha a Thor.

—Y Steve se acostó con Beyoncé. —añadió la millonaria mirándose las uñas y levantándose de hombros.

—¡¿Que Steve hizo qué?! —exclamaron todas al unísono más que alarmadas, la mencionada no hizo nada mas que colorarse hasta las orejas y comenzar a balbucear cual niña pequeña.

—Yo no...

—¡Oh por favor! Te vi ayer en la fiesta Steve, y después estuviste actuando muy extraño cuando mencionaba el sexo en el auto.

Steve se miró las manos.

—Tal vez haya omitido esa pequeña parte... —se excusó después de haber encontrado su voz de vuelta.

—No soy la única que hizo cositas malas anoche. —repuso Tony con una sonrisa triunfal y una mirada altanera.

Todas se tragaron lo que tenían que decir y cambiaron el tema hacia la nueva y alarmante noticia.

—¿Cómo pasó eso? —preguntó Natasha sin podérselo creer aún.

—Bueno es que yo... —comenzó Steve bajando la mirada—. Iba a buscar a Tony y les juro que no fue culpa mía, Beyoncé me agarró las nalgas y  terminamos las dos en su habitación, pero no se alarmen no pasó a mayores, logré detenerlo, sigo siendo virgen. Al menos como mujer.

—¡¿Qué?! —volvieron a exclamar todas incluso más alarmadas. Steve nuevamente se coloró.

—Por Dios, ¡iba a cumplir 99 años virgen! Tenía que hacer algo al respecto.

—¿Y alquilaste una prostituta? —pregunto Clint sarcásticamente sin esperar una respuesta, sin embargo esta llegó.

—¿Cómo supiste? —preguntó Steve alarmada.

Todas nuevamente de sorprendieron.

—¿Alguien tiene otra confesión qué hacer? —fue lo único que salió de los labios de María quien sin intenciones había terminado picando el plato de comida vacío frente a ella.

—Besé a Nick. —se sinceró Clint un tanto triste.

—Choqué el auto. —añadió Tony.

—Me comí una cucaracha. —terminó Tori llevándose a su persona las miradas sorprendidas y asqueadas de todas las presentes. La rubia se encogió de hombros— ¿Qué?

—Creí que te hacía falta un tornillo, no el cerebro entero. —dijo Tony tomando asiento y ajustando el sostén que traía puesto. Todos permanecieron en silencio.

—Tengo buenas noticias, —comenzó María tomando la palabra— Nick salió ayer por la noche en un vuelo directo a Japón, se negó a permanecer aquí un segundo más. —hizo una pausa, se puso de pie y se colocó al centro de todas, Clint bajó la mirada, triste y sintiéndose culpable por las acciones del Director— No sabemos cuando regresará.

—¿Qué es lo bueno de eso? —preguntó Clint cruzándose de brazos y haciendo un puchero de niña pequeña.

—Que si Nick no está aquí, no tiene forma de enterarse de lo que está sucediendo y de los problemas en los que se han metido.

Todas parecieron comprender y soltaron exclamaciones de asombro.

—Y eso significa que tenemos tiempo para arreglar todo lo que hicimos. —completa Natasha. Todas asienten convencidas.

—También tengo una mala noticia. —añadió María, esta vez todas soltaron exclamaciones de disgusto— Ya que Fury no está, y gracias a que Clint lo secuestró se niega a financiarlas.

—¡¿Qué?! —exclamó Tony alarmada, nadie pareció afectarle la noticia más que a ella— ¿Se dan cuenta de lo que eso significa?¡Estamos en quiebra!

—La única en quiebra soy yo, todas ustedes tienen el suficiente dinero para mantenerse. —la voz no había provenido de ninguna de las presentes, si no de la cocina, donde la única que se encontraba era Cabra Bruce.

—¿Quién dijo eso? —preguntó Steve alarmada.

—Yo. Inútil. —nuevamente las chicas escucharon la voz prominente de la cocina, sin embargo esta se encontraba vacía—. Pendejas. —todas miraron a la Cabra— Sí, la cabra es la que habla. Yo, Bruce.

Thor comenzó a gritar a todo volumen presa del pánico; en ninguno de los nueve mundos había visto tal cosa, ¡una cabra parlante!

Todas después en un par de segundos comenzaron a gritar igual que su compañera y la cabaña se convirtió en una casa del terror y gritos, la Cabra después de un par de segundos admirando la escena en silencio comenzó a gritar al igual que sus compañeras.

No fue hasta que Bruce dejó de gritar cuando las demás también se detuvieron y se vieron a los ojos.

—Soy una cabra. —dijo Bruce recalcando lo ya obvio.

—Voy a volverme loca. —murmuró Natasha.

—Ya estás loca. —afirmó Tony.

—¿Soy la única que vio la cabra hablar? —intervino María mirando al animal.

—Creí que había sido mi imaginación. —añadió Steve asustada.

—No estúpidas, por supuesto que puedo hablar, soy humano.

—Eres una cabra. —dijo Clint.

—No me refiero físicamente. —aclaró Cabra Bruce acercándose a donde las demás se encontraban dejando un rastro de mal olor por donde pasaba—. Sigo siendo Bruce, en el corazón.

—Bruce jamás habría dicho algo tan cursi y cliché. —dijo Tony con una ceja en alto.

—¿Por qué no?

—Por que Bruce no tiene corazón. —aclaró Clint.

—Exacto. —apoyaron el resto de las chicas.

La cabra se enojó notoriamente.

—Ojalá las atropelle un camión, inútiles. —dijo dándose la vuelta y desapareciendo dentro del baño.

Todas la ignoraron y regresaron al tema anterior.

—Entonces estamos en quiebra. —recordó Steve soltando un suspiro nostálgico.

—Sí, bueno. Creo que sí. —afirmó Natasha.

—No entiendo. —repuso Clint— Tony es millonario, ¿cómo se supone que estamos en quiebra?

—Tony no puede usar sus tarjetas de crédito a menos que vuelva a ser Tony.

—Oh. —hizo una pausa mientras procesaba la información— ninguna de nosotras puede. —dijo.

—Exacto.

—¿Y el efectivo?

—Lo gastamos en ropa. —Admitieron Steve y Tony al mismo tiempo llevándose consigo la mirada de odio por parte de Clint.

—Es oficial. —dijo Thor— estamos en quiebra.

—Por suerte, —comenzó María de nuevo— me tomé el tiempo de crearles perfiles falsos, aquí tienen un ID, y licencia de conducir, acta de nacimiento y la copia del domicilio en el que viven— dijo mientras a cada una le iba entregando lo que le pertenecía.

Todas comenzaron a leer los papeles que tenían en las manos.

—Escribieron mal mi nombre —se quejó Thor con una mueca de molestia en sus finos labios— Se supone que mi nombre es Tori Odinson. No Tori Johnson. Mi padre no se llama John.

Todas rodaron los ojos.

—Es falso Thor. —dijeron todas al unísono.

—¡¿QUÈ?! —exclamó Tony después de unos segundos. — ¡mi nombre es Tonaya, no Frodo!

Todas comenzaron a reír, especialmente Clint quien ahora tenía el poder de la venganza bajo su orden.

—Tenía que vengarme por aquella vez que me lanzaste una malteada encima. —se excusó María.

—¡FRODO! ¿Sabes lo ridículo que es eso? ¡Ni siquiera me gusta Harry Potter!

—El Señor de los anillos. —corrigió Clint sin dejar de reír.

—Mi nombre también está mal —intervino Steve con el ceño fruncido— dice Stella.

—Es mejor que Esther. —afirmó Natasha.

—¡Me gustaba Esther! —contraatacó Steve molesta.

—Al menos no te llamas Frodo. —gruñó Tony.

—¿Y para qué es todo esto? —preguntó Clint.

—Necesitan hacer un currículum lo antes posible chicas —Hizo una pausa mientras sonreía burlonamente— van a ir a buscar trabajo.

—Y eso será parte de su castigo —concordó Natasha sonriendo y después chocó las palmas con María.

—¡¿Qué?! —exclamaron todas notoriamente molestas.

María estaba a punto de responder cuando un grito se escuchó desde el baño.

Después Brandy salió corriendo completamente desnuda a la segunda planta llevándose consigo las miradas de todas y con esto la conversación se dio por terminada. 

No tengo perdón de Odín, así que ni intentaré disculparme.

Muchachonas tengo planeado terminar esta historia en estas vacaciones así que estén atentas, los siguientes capítulos van a estar intensos así que no se lo pierdan ¡CAMBIO Y FUERA!

Las amo, voten❤️

Bye bye bikinis.