Lori no pudo lograr que Leni se fuera al cuarto de las gemelas; Lola venció su pesadilla durmiendo sola pero Lana no lo supero y se fue a dormir con Leni, de repente Lori sale de su habitación porque escucha pasos de alguien acercándose al cuarto de Lincoln observa para saber de quién se trataba y resultó ser Lynn. 

 –Lynn: Lincoln crees que pueda dormir contigo esta noche. 

 –Lincoln: ¿Te peleaste de nuevo con lucy? 

 -Lynn: Algo así. 

 El peliblanco asintió. Tras ver entrar a Lynn no se quedó quieta y se dirigió al cuarto de su hermano, toco la puerta con fuerza y el peliblanco lo atiende.

 -Lori: ¿Que está pasando aquí?

 -Lincoln: Lynn me ha pedido pasar la noche aquí.

 –Lori: Así entonces yo también voy a pasar la noche aquí.

 –Lincoln: No seas caprichosa, además ya no hay espacio en mi cuarto. Ve a tu cuarto hablaremos mañana, ¡estás muy exaltada! 

 El peliblanco le cierra la puerta, y Lori regresa al suyo muy enojada. 

 –Lynn: ¿Qué fue eso? Pasó algo entre ustedes dos.

 –Lincoln: Nada solo olvídalo. 

 Ambos hermano se acostaron, no hubo lucha libre, horno danés y ni juegos estresante de rebote de pelotas, fue una noche muy calmada, Lincoln pudo dormir plácidamente. Pero Lynn no, estaba intranquila ella había decidido confesarse esa noche, pero no lo logrará si su hermano duerme. 

 –Lynn: ¡Lincoln! ¡Lincoln!

 -Lincoln: ¿Qué pasa Lynn? 

 -Lynn: La verdad es que quería hablar contigo, quiero hablar contigo de algo muy importante. 

 –Lincoln: Está bien, de qué se trata. 

 –Lynn: Pronto se va cumplir un año desde que yo te acuse de mala suerte e hice tu vida un infierno. Probablemente siempre me guardarás rencor por todo lo que provoque, yo hasta ahora no me perdono. 

 –Lincoln: Creí que ese tema ya quedó enterrado, ¿a dónde quieres llegar?

 -Lynn: ¿Qué piensas de mí ahora? 

 -Lincoln: ¿Cómo? 

 -Lynn: Por favor responde mi pregunta.

 –Lincoln: Yo cuando fui rescatado te guardaba rencor, a ti a todos los demás. No me gusta recordar, ni quiero que vuelvas a mencionar ese tema otra vez, pero lo único que te puedo decir es que- enmudeció unos segundos- ya te he perdonado.

 Esas últimas palabras llenaron de felicidad a Lynn, es lo que había esperado oír durante tanto tiempo. 

 –Lynn: ¡Lincoln!- la deportista le da un beso en la boca – ¡te quiero Lincoln! 

 El peliblanco reacciona no de la manera como Lynn esperaba, se levanta de la cama muy enfadado. 

 –Lincoln: Regresa a tu habitación.

 –Lynn: Pero Lincoln, es verdad lo que te digo te quiero.

 –Lincoln: Somos hermanos. ¿Qué rayos tienes en la cabeza? Lo nuestro nunca funcionaria, yo nunca te voy a ver de esa manera. Es una aberración lo que tú estás pensando. 

 Lynn con el corazón herido sale del cuarto de su hermano. 

 –Lincoln: ¡Qué rayos les pasa por su mente a esas dos! - se dice asimismo- creo que mejor hubiera sido quedarme en la casa de Clyde. 

 En la mañana no le dirigió la palabra ni a Lori ni a Lynn, decidió quedarse en su habitación haciendo sus labores. Lori no soportaba ser ignorada por su hermano así que entro a su cuarto a charlar. 

 –Lori: Tenemos que hablar. 

 –Lincoln: No ves que estoy ocupado.

 –Lori: ¿Qué fue lo que paso anoche con Lynn? Desde la mañana estás muy distante.

 –Lincoln: Tuvimos una discusión, eso es todo.

 –Lori: Y por eso me tienes que evadir- le cierra el cuaderno a su hermano para que le preste más atención-¿porque me tienes que ignorar? , ¿Por qué no te das cuenta de mis sentimientos por ti son reales? 

 -Lincoln: Esos sentimientos son absurdos – se pone en pie- deberías ir a ver a un psicólogo, estás trastornada- los ojos de Lori se llenan de odio- ahora me harías el favor de desaparecer.

 Lori: Pequeño estúpido  - le levantó la voz y cuando se disponía a darle una cachetada, Lynn lo empujó hacia el suelo. 

–Lynn: Nunca te atrevas a ponerle un dedo encima o te verás conmigo.

CONTINUARÁ...