Lynn se preparaba para su partido de baseball, tomo el desayuno con su familia, parecía una mañana normal como cualquier otra, podría llamarse normal hasta hace algunas semanas desde que los Loud decidieron aislar a Lincoln quien ahora vive en el sótano, desde que se rehusó a volver a ponerse el disfraz de ardilla, traje que evitaba que su mala suerte se expanda; hace algunos días que Lincoln dejó ser vistos por el resto de su familia, todos los días una de sus hermanas le entregaba comida por medio de una puerta abatible de la puerta del sótano, como ya nadie se acercaba al sótano, toda la lavandería la trasladaron al garaje. 

 Esa mañana era el turno de Lynn jr.  de acercarle la comida a su hermano, pero ella no quería hacerlo, tenía un partido de baseball, y quería estar libre de la mala suerte de su hermano, así que pidió a una de sus hermanas que lo hiciera, pero todas se negaron porque también tenían cosas importantes que hacer y también quería estar libre de la mala suerte de Lincoln.

 La chica de cabello castaño no tuvo otra que resignarse entregarle la comida a su hermano, lo hizo de mala gana, primero tiró la bandeja de comida al piso, y luego dio una patada para que la comida se deslice por la puerta abatible. Una vez en el campo de juego, la primera hora parecía que el equipo de Lynn tenía la gran ventaja sobre el equipo rival, pero luego el otro equipo fue sacando ventaja; tanto que en la segunda hora había una diferencia de puntos hasta que finalmente el equipo de Lynn perdió.

 Lynn estaba realmente furiosa, prácticamente el equipo contrario barrió el campo con ellos, ganándose con una gran superioridad; la chica de cabello castaña echo la culpa rápidamente a alguien, a su hermano Lincoln. Al llegar a casa pateó con fuerza la puerta del sótano, tenía un su mano un bate de baseball, con la cual se disponía a golpear a Lincoln. 

Cuando entro se percató que había restos de comida por todas las escaleras inclusive se resbaló y cayó al suelo, se levantó espantado porque había ratas por todos los rincones peleándose por un trozo de comida. 

Lynn empieza a asustarse luego de varios días de no haber bajado al sótano se da cuenta que se ha vuelto un lugar espantoso, no tarda en encontrar a su hermano estaba sentado apoyado por la vieja estufa, al verlo más de cerca tira su bate de baseball; aquel Lincoln Loud que una vez conocía ya no se encontraba, solo quedaba una bolsa de piel con huesos; el peliblanco estaba lleno de polvo, tenía llagas por sus brazos y rostro, sospechaba que eran mordidas de ratas, estaba completamente delgado hasta verse sus huesos, a su lado en el piso estaba el traje de ardilla completamente chamuscado, al parecer Lincoln lo llego a meter a la estufa; tenía una mirada completamente perdida y por alguna razón el ojo izquierdo estaba muy hinchado. Todo el coraje que tenía la deportista cuando llego a casa se había esfumado, y ahora estaba confundida por emociones de miedo y pena. 

 –Lynn: ¡Lincoln! – temía que su hermano estuviese muerto. 

Se acercó más a él y colocó sus manos sobre sus hombros- contéstame Lincoln. El peliblanco muy lentamente levanto mi mirada y titubeo algunas palabras. 

 –Lincoln: Eame ir en as. 

 –Lynn: ¿Qué...? -Lincoln: Deame moi en as. 

 –Lynn: No te entiendo. 

 –Lincoln: Déjame morir en paz. 

 Aquellas palabras helaron la piel de Lynn, ella jamás que las supersticiones por su hermano llegaron a tal extremo. 

 –Lynn: ¿Qué hemos hecho?

CONTINUARÁ...