CAPÍTULO 56
Cuestión De Tiempo

Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.
Joel 2:12-13

Viernes 23 de marzo del 2018.

Me levanté muy temprano, me arrodillé y oré como todos los días, me bañé, me sequé, me vestí y me fui al comedor, allí me encontré con los pastores que estaban sentados desayunando.

─¡Buenos días! ─les dije.

─¡Buenos días campeón! ¿Cómo amaneciste? ─me preguntó el pastor.

─¡Ahhhhhhhh, bien, gracias a Dios!

─¿Ocurre algo? ─me pregunta la pastora.

─Nada, sólo que jamás me habían dicho... ca-campeón.

─Entiendo... ─dijo el pastor─. Puedes sentarte y desayunar, si quieres. ─Ambos se mostraban muy serviciales, era extraño vivir con los pastores─. Por cierto, ¿cómo vas con la universidad?

─Casualmente tengo un parcial hoy y apenas termine de desayunar voy a ir a la universidad, a veces falto para hacer la obra, pero nada que no se puede arreglar.

─Buena esa ─dijo el pastor riéndose.

En eso apareció Kate, al verla tenía el cabello mojado, ella tenía un cepillo que se lo pasaba en el pelo a cada rato, parecía que estaba algo apurada. Sólo tomó un pan tostado, lo mordió y luego dijo.

─Ya me voy.

─¿Sólo vas a comer eso? ─le preguntó su papá.

─Claro, tengo un apuro enorme por llegar a la preparatoria ─dijo ella─. Después de eso iré con Neyla al salón de belleza de la Sra. Carmen... voy a que me pongan di-vi-na.

─Todo sea por la celebración de TCE ─dijo la pastora.

─¿Cuál celebración? ─pregunté intrigado.

─Hoy la iglesia cumple 10 años haciendo la buena obra y por eso vamos a festejar su décimo aniversario ─dijo el pastor─. Todavía hay un espacio en blanco en el programa, ¿qué tal si haces algo en ese espacio, JD?

─Vale, pero ¿qué podría hacer?

─Cantas muy bien, ¿por qué no hacerlo...? ─me dijo Kate.

─¡Sí! Podrías cantar con Julieth, ella es muy buena danzora, pero como salmista no canta para nada mal ─dijo la pastora.

─Bien, yo le digo, así también planificamos que vamos a cantar.

─¡Excelente! ─Kate me dio un beso en la mejilla y se fue a la preparatoria.

Yo por otro lado me quedé desayunando con los pastores. Al terminar me despedí de ellos y me fui a la universidad, allí me encontré con mis amigos, estuvimos conversando un rato. Luego con los que estaban en mi salón nos fuimos a hacer el parcial. Al acabar de hacer el parcial le llamé a Julieth y la puse al tanto de lo que iba a pasar en la noche, incluso escogimos la canción que íbamos a cantar. Llegué a casa, allí no había nadie, los pastores estaban en la iglesia haciendo los preparativos y Kate estaba en el salón de belleza con Neyla. Sólo me volví a dar otro baño, me cambié y me fui rumbo a la iglesia. Ya eran las 6:50 p.m. y faltaba poco para que empezara el especial. En la puerta de la iglesia me encontré a Gina.

─¿Cómo estás? ─le pregunté.

─Estoy muy feliz, me siento como Rut, aquella chica que le fue fiel a su suegra ─me dijo Gina─. Si te sabes la historia ¿verdad? (El libro de Rut)

─¡Claro! Pero ¿por qué te sientes como Rut? ¿Y qué tiene que ver Carola en todo esto?

─Pues Rut fue fiel y le hizo caso a su suegra, de tal forma yo también le hice caso a mi suegra y ahora alguien quiere ser mi novio. (Rut 3 y 4)

─¿Quién es ese?

─Elian McCall.

─Vaya, vaya... el ahijado del pastor ─dije a Gina con una sonrisa en el rostro, de pronto la abracé y hablé al oído─. Cualquier cosa le dices que tienes un hermano mayor que podría tumbarle los dos dientes de adelante si te hace daño.

─Lo tendré en cuenta ─me dijo y chocamos los puños.

Luego de eso me fui, aparentemente la iglesia estaba más llena que nunca, incluso me sorprendió ver que mi mamá estaba en la iglesia con Charlie y con Roy, hasta todos mis amigos e hijos espirituales; al que me acerqué fue a Flink.

─¿Cómo está mi pequeño bebé de poca fe? ─Después le di un beso en la mejilla.

─Estoy bien ─dijo riendo.

─¿Por qué esa cara de puño?

─Vine a escuchar la palabra de hoy, espero y me diga como cambiar mi vida por completo.

─Todavía sigues pensando en aquella chica...

─Es complicado pa'.

─Vamos, Dios tiene algo mejor para ti, sólo es cuestión de que lo creas ─le dije─. ¿O acaso piensas que aquella chica es lo mejor que te puede mandar Dios?

─Claro que no ─dijo mostrándome una sonrisa.

─Eso bebé, entonces, ¿qué harás?

─Es tiempo de cambiar.

─¡Ese es mi muchacho! ─le dije muy contento─. Bueno Flink, tengo que irme, hoy voy a cantar.

Sólo era cuestión de esperar a que Julieth llegara, logró llegar a eso de las 7:15 p.m. pero llegó, después de los tres primeros especiales nos tocaba a nosotros.

─Ahora sí, con ustedes los líderes juveniles, los hermanos Duncan ─dijo el pastor.

─¿Estás nervioso? ─me pregunta Julieth.

─Para nada, estoy muy relajado.

─Jesucristo, reinas con poder; soberano, victorioso rey, ni la muerte pudo detener tu poder para vencer ─canté.

─Dios de lo imposible te adoramos, eres invencible, soberano; tuya es toda la gloria, tuyo es todo el honor ─canta Julieth.

─Jesucristo. ─Allí me detuve, me sorprendió mucho verlo aquí en la iglesia que quedé petrificado.

─¿JD qué sucede? ─me pregunta Julieth.

─Él está aquí ─le dije.

─¿Él quién?

─Mira. ─Y se lo señalé.

Al verlo ella quedó completamente sorprendida.

─¡Oh por Dios! Es imposible.

─Tenemos un Dios que hace lo imposible posible ─le dije.

─Dios de lo imposible te adoramos, eres invencible, soberano; tuya es toda la gloria, tuyo es todo el honor ─cantamos los dos─. Tuya es toda la gloria, tuyo es todo el honor, ¡Wuo, wuo, wuo, wuo, wuo!

Salí corriendo por el lado izquierdo del escenario, y Julieth salió corriendo por el lado derecho. Ambos estábamos bajando por las escaleras, luego nos encontramos al frente del otro, pero con lejanía, corrimos hacia el centro y allí estaba él. Julieth tomó su mano izquierda y yo tomé su mano derecha y los tres íbamos caminando hacia el altar.

─Dios de lo imposible te adoramos, eres invencible, soberano ─canta Julieth.

─Tuya es toda la gloria, tuyo es todo el honor ─cantamos los dos.

Luego ambos cantamos con nuestro padre.

─Dios de lo imposible te adoramos, eres invencible, soberano; tuya es toda la gloria, tuyo es todo el honor.

En eso él se arrodilló.

─Dios de lo imposible te adoramos, eres invencible, soberano; tuya es toda la gloria, tuyo es todo el honor.

Mi madre se acercó al altar.

─Tuya es toda la gloria.

Se acercó Roy.

─Tuyo es todo el honor.

Luego mis amigos.

─Tuya es toda la gloria.

Personas sentadas se levantaron.

─Tuyo es todo el honor.

Había quienes caminaban hacia el altar.

─Al único digno, al único digno ─decía Julieth─. Al cordero inmolado. ─caminó por todo el altar─. Que rompió el poder de la muerte. ─Se subió al escenario─. Que rompió las cadenas de maldad. ─Mientras ella cantaba vi a mi alrededor─. Porque no había forma de que el sepulcro lo retuviera ─Vi a Flink sentado─. No había manera de que las ataduras lo retuvieran. ─Y subí al escenario.

─Cuando muchos piensen que todo termino ─canté─. Que no hay remedio, que no hay camino ─Vi a Flink─. Que nadie puede abrir la puerta de la cárcel yo te digo, yo soy el Dios de lo imposible, yo soy el Dios de lo imposible, yo soy el Dios de lo imposible. ─Allí Flink se levantó y con él todo un clamor.

─Dios de lo imposible te adoramos, eres invencible, soberano; tuya es toda la gloria, tuyo es todo el honor ─cantamos Julieth y yo─. Tuya es toda la gloria, tuyo es todo el honor.

[Dios de lo imposible - Marcos Barrientos]

Se sentía la presencia del todo poderoso en la iglesia, era algo que no sabría como explicarlo, no era emoción, no era alegría, era un gozo inexplicable; era amor. Luego le di el micrófono al pastor, luego Julieth y yo bajamos del escenario y fuimos con papá que ya estaba con Roy. Julieth muy emocionada le dio un abrazo, Roy la secundó, pero yo no soy el hombre más afectivo del planeta, eso mi padre lo sabía.

─¿No hay un abrazo para tu padre? ─me preguntó Ryan.

─No soy el ser más emotivo de este mundo.

─Eso lo sé, eres bien testarudo y muy poco afectivo, igual a mí ─dijo él─. Ven acá. ─Me acercó a él y me dio un abrazo.

─¡Te extrañé, Ryan! ─le dije a mi papá.

─Yo también, JD... yo también.

Ya iba a empezar la otra parte del especial que era una coreografía por parte del grupo de danza femenino, Roy se fuer con Ryan y yo me quedé hablando con mi mamá.

─¿Estás bien? ¿No te incomoda verlo aquí? ─le pregunté.

─Estoy bien hijo y no me incomoda, al contrario, me alegra mucho que esté aquí, no pudo haber tomado mejor decisión que refugiarse en el señor ─dijo mi mamá haciéndome señas─. Ahora ve con tu padre.

Y así fue como me fui con mi padre, allí nos quedamos juntos viendo el especial y luego escuchando la prédica del pastor Sanz por el aniversario de la iglesia. Él había predicado sobre el valor para hacer las cosas, un tema que me pareció muy interesante. Después de eso Roy se fue con mamá y como vivía con los pastores, debía esperar a que saludaran a todo mundo, debía quedarme en la iglesia; por fortuna estaba con mi papá.

─¿Y cómo vas con Kathelyn? ─me pregunta él.

─Ella y yo no somos novios.

─Pero se nota que estás enamorado.

─¡Qué! ¿Cómo sabes eso?

─Lo puedo ver en tus ojos cuando la miras.

─¡Por Dios papá! Ella y yo no somos de las personas que están todo el tiempo juntos y las veces que lo estamos hay muchas personas y es rara la vez que estamos a solas, evito a veces estar cerca de ella.

─¿Y eso? ¿Por qué te alejas?

─Lo hago porque me gusta, papá, en el mundo hacía cosas que no estaba bien, en este caminar he descubierto que no era tan integro como yo pensaba ─le dije a Ryan─. En el mundo tenía una vida sexual muy activa, siempre fue así con Nicole y otras chicas.

─¿Otras chicas? Creí qué estuviste seis años con Nicole.

─Por favor papá, no lo hice por primera vez a los 15, pero no hay que hablar de eso (Efesios 5:3-4) ─le dije a Ryan─. El punto es que Kate es virgen y no voy a destruir su futuro, no voy a acabar con su pureza sólo por simple calentura; a veces estoy cerca de ella y lo admito, se lo quiero meter por que la carne es débil, pero no puedo usar eso de excusa, es más, debería ser la razón principal para controlar mi carnalidad, pues todo mi ser tiene que entender que ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. (Gálatas 2:20)

─Y en mí ─dijo Ryan─. Estoy orgulloso de ti, hijo.

─Y yo de ti, papá, te amo.

─Yo igual.

Y yo sé que, en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
Romanos 7:18-23