CAPÍTULO 45
La antesala: ¡Voto de confianza!

El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado.
Proverbios 16:20

Miércoles 10 de enero del 2018.

Desde la semana pasada el día 03 de enero, el pastor Sanz, digo, Kristian, avisó que cada miércoles a las 5:00 a.m. habría culto de oración. Al principio se pensó que sería algo difícil ya que había muchos jóvenes en la iglesia, pero se les contrató un autobús para que los llevara a dar sus clases después de que el culto terminara a las 7:00 a.m. Los que trabajaban aprovechaban el autobús para ir a sus respectivos trabajos.

Era el segundo miércoles del año y ya el culto había finalizado, era momento de ir a desayunar algo para luego irme a la universidad. Cuando salía de la iglesia, el pastor, digo, Kristian, se me acercó y me dijo que quería hablar conmigo. Él confirmó que estaría en su oficina después de que yo terminara mis clases en la universidad, la pregunta que me invadía era, ¿qué hice ahora?
Me fui a la universidad, el día de hoy tenía un parcial de español, ¡que fastidio tener que estar estudiándose los signos de puntuación! Lo bueno fue que después de terminar mi parcial tenía todo el tiempo que sobraba para hacer cosas que tenía pendiente. Lo primero que hice fue ir a casa a cambiarme de ropa. Estando en casa alguien toca la puerta. Al abrir era Kate.

─¡Qué onda! ¿qué haces aquí? ─le pregunté.

─Quise pasar a verte y saber como estabas. ─Ella acariciaba mi rostro con su suave y delicada mano.

─¡Gracias Kate! Estoy bien.

─¿Estás sólo?

─Sí, aunque ya voy de salida; tengo que ir a la iglesia ─le dije.

─¡Genial, yo también tengo que ir!

Me fui a la iglesia con Kate, lo más seguro es que Kristian atendiera a su hija y luego a mí. Al llegar a la iglesia me encontré con un chico que estaba sentado en las escaleras del altar. Kate se fue a su reunión con Kristian y yo fui a ver que le pasaba al chico. Me acerqué a él con mucho cuidado, no quería lucir impertinente, ni acercarme de alguna manera que él considerara inapropiada.

─¡Hola! ¿te pasa algo? ─le pregunté.

─¡No, estoy bien!

─¿Seguro...? Porque no lo pareces. ─Él sonrió, luego di un par de pasos y me senté junto a él en la escalera─. ¿Qué te ocurre?

─Bueno, sucede que hace unos meses mi hermano Archid me dijo que la chica con la cual salía me engañaba y yo no lo quise creer, estaba muy enamorado.

─¡Entonces te engañó!

─¡Sí! Y se siente horrible.

─¡Te entiendo!

─Claro que no ─dijo él─, no tienes idea de que es estar enamorado de una persona que por más bien que la trates te termina lastimando el corazón y te engaña con quien menos piensas.

─Claro que sí te entiendo ─le dije─. Yo hace unos meses tenía una novia la cual me engañaba con quien yo menos pensaba, hasta me sentía enamorado, o eso creí que estaba, hasta que conocí a Dios y me hizo ver la vida de manera diferente. (2 Corintios 3:18)

─Se escucha tan fácil ─exclamó el chico─. Creo que yo he hecho lo contrario, desde que llegué me la he pasado saliendo con algunas chicas un par de veces, pero nada es duradero.

─El problema tuyo es que quieres llenar el vacío que dejó aquella chica, debes buscar a Dios y luego Él te dará todo, pero tú estás buscando todo lo que Dios brinda y no a Dios, al final sólo te engañas a ti mismo al decir que vienes a la iglesia a buscar de Dios cuando vienes buscando otra cosa. (Mateo 6:33) (Romanos 12:2)

─Me estresa esperar, además, Dios actúa cuando le da la gana, el mundo se está acabando y no pretendo morirme soltero.

─Se nota que eres un chico de poca fe, ¿qué te cuesta esperar?

─¡Esperar!

─Jajajaja, mejor olvidemos todo ─le dije riendo─. Por cierto, ¿cómo te llamas?

─Me llamó Flink, Flink Garned ¿y tú?

─Yo me llamo Jael Duncan, pero puedes llamarme JD ─le dije a Flink─. Bueno, te dejo, tengo que hablar con el pastor; sólo te pido que seas paciente, no pienses sólo en ti, sino en que Dios quiere darte algo mejor. (1 Corintios 13:4-5)

Dejé a Flink en la escalera del altar y me fui caminando a la oficina del pastor. Al llegar a arriba estaba Carissa Dyer, una chica de 20 años, cabello largo color castaño, bonitos ojos y era la secretaria del pastor Kristian y el pastor Nil.

─¿Kristian sigue en su reunión? ─le pregunto.

─Sí, JD, aún están todos reunidos.

─¿Podrías avisarle que estoy aquí?

─Claro, ya le dejo un mensaje y espero a que me conteste. ─Me senté a esperar a ver que decía Carissa, la verdad no tuve que esperar mucho, la respuesta fue como inmediata─. JD, el pastor dice que pases.

─¡Ok, vale!

Me dirigí a la oficina del pastor, al entrar estaban Kate, Neyla, Jaén Franco, Alim, Liam, los esposos Hing, el pastor, y los esposos Vidal. Doriana y Hugo Vidal, son una de las familias que se congregan en TCE, son los profesores de relaciones cristianas que tiene la congregación, ambos dan clases los sábados a las 4:00 p.m. en la iglesia, dicen que muchas personas asisten a esa clase. También son los tutores legales de Elian McCall, un chico de 17 años cuyos padres murieron en el atentado realizado a las torres gemelas, al quedarse huérfano fue criado por los esposos Vidal, estos reciben ayuda de los pastores Sanz quienes son los padrinos de Elian.

─¡Gracias por llegar, JD! ─me dijo Kristian─. Toma asiento. ─Yo tomé asiento como él me dijo, sin embargo, él se colocó de pie después que yo me senté─. Bien, ahora sí estamos completos ─dijo Kristian─. Los presentes son aquellos que van a asistir como apoyos en este próximo encuentro el 26 de enero.

─¡¿Qué?! ─dijo Jaén Franco─, pero JD jamás ha ido a un encuentro, ¿cómo va como servidor?

─Se los plantearé de la manera más sencilla ─Habló Kristian, luego me miró y dijo─. Haber, JD, ¿cuantos de tus amigos asisten a la iglesia?
─¡Todos! ─le dije.

─¿Cuantos de tus amigos asistían a la iglesia antes de ti?

─Un par de ellos.

─¿Y cuantos asisten ahora?

─Vuelvo y repito, ¡todos!

─¿Ahora entienden? ─dijo Kristian, pero la verdad dejó a todos confundidos─. Los demás amigos podían venir, pero no eran ejemplos para seguir, al contrario de JD quien lo sigue muchos de sus amigos por haber decidido seguir a Cristo. (1 Corintios 11:1)

Lo que dijo Kristian tenía sentido, había logrado convencer a muchos, pero entre los que no había convencido todavía me encontraba yo, ¿qué tenía que ver el seguir a Cristo con ir al encuentro?

─Algo más que les voy a decir, se han entregado formularios de encuentro, la gran mayoría de los formularios que se han llenado son de personas jóvenes ─nos explicando Kristian─. Hasta el momento podría decirse que sería una cifra entre 40 a 70 personas que podrían ir, como la mayoría son jóvenes es esa la razón por la cual en este servicio hay muchos jóvenes. ─Ya después que había hablado más a fondo se lograba entender su punto de vista─. ¡JD! Nosotros comenzamos un ayuno desde el principio del mes por el encuentro, como te acabas de enterar te pido encarecidamente que empieces tu ayuno desde el día de mañana; estamos haciendo un ayuno parcial.

─¿Qué es un ayuno parcial? ─pregunté.

─Es sólo retirar una comida del día y entregarle ese tiempo a Dios, en este caso, el desayuno, y la razón, los encuentristas ─dijo Liam.

─¡Gracias Liam! De ante mano les digo que se le estará informando cada semana todo lo preparado para el encuentro; el pre-encuentro será el lunes 22 de enero, así que por favor avisarles a aquellos que asisten a sus celulas ─expresó Kristian─. Bueno, hemos terminado, pueden retirarse.

T

odos nos pusimos de pie, estábamos listo para salir de la oficina, en eso Kristian me llama cuando estoy a punto de salir, ¿qué querrá decirme?

─¡Escucha! Todos los encuentros son diferentes, y creo que no es suficiente decirlo, sino también hacerlo; mi objetivo es cambiar un poco la trivialidad ─dijo él─, por eso necesito tu ayuda.

─Yo no sé nada de encuentros ─le respondí.

─Pero sabes mucho de jóvenes y, sobre todo, sabes como ser un líder. ─Sus palabras me llenaron de mucha confianza─. Así que sorprenderme, ¿puedes hacerlo?

─¡Lo haré! ─Salí de la oficina de Kristian y me dirigí al área de la iglesia, allí fuera me estaba esperando Jaén Franco, se veía un poco pensativo─. ¿Sucede algo? ─le pregunté.

─La verdad no sé, te estuve esperando para pedirte una disculpa ─contestó él─. No quiero que pienses que estoy en tu contra, sólo me sorprendió mucho que fueras a servir en un encuentro cuando nunca has ido a uno. ─El chico estaba medio apenado, aunque no venía al caso la disculpa─. Soy de esos chicos que les gusta el orden y no quiero que te lo tomes a mal.

─Tranquilo, Dios ordenó el desorden que tenía la tierra en seis días y se tomó la dicha de descansar el séptimo día. (Génesis 1 y 2:1-4) ─le dije a Jaén Franco─. Pues si el hizo eso hay que hacerle caso a Jesús cuando dijo que mayores serían nuestras obras, si Dios pudo arreglar el desorden en seis días, nosotros podríamos cambiar la vida de alguien con ayuda del Padre en un día y descansar seis días. (Juan 14:12)

─Creo que te juzgue mal.

─¡Por favor! Olvida eso, si es necesario perdonarte lo haré y lo olvidaré, así como Dios también lo hace. (Isaías 43:25)

─Gracias.

─De nada ─le dije a Jaén Franco mientras chocábamos los puños.

《¿Cómo será el primer encuentro de JD?》