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PARTE 46

CAPÍTULO 41
A La Luz

La casa y las riquezas son herencia de los padres; Mas de Jehová la mujer prudente.
Proverbios 19:14

Sábado 16 de diciembre del 2017.

Recién acababa de salir de la práctica de danza de Julieth, ambos íbamos caminando rumbo a la casa de Logan.

─¡Tengo mucha hambre! ─le dije a Julieth.

─¡Deja de quejarte, ya comeremos algo al llegar! ─me respondió Julieth.

Ya estábamos a punto de doblar en la esquina, cuando de repente un auto de la policía se detuvo al frente de nosotros. Se bajaron dos oficiales y se acercaron a nosotros.

─¿Ustedes son Julieth y JD? ─preguntó uno de ellos.

─¡Hmmm, sí! ─respondió Julieth.

─¡Bien! ─dijo el oficial─. ¡Están arrestados!

Sin dejarnos hablar, ambos nos esposaron y nos metieron en la parte trasera del auto, era inaudito que nos estuvieran llevando detenidos y no nos dieran alguna explicación de porque lo estaban haciendo. En el auto tenía que conversar con Julieth para saber si ella había hecho algo.

─¿Hiciste algo?

─¡Este año no! ─dijo ella─. ¿Y tú?

─Sólo algo a Rolly, pero no creo que me haya demandado.

─¿Qué le hiciste a Rolly?

─¡Mejor no hablemos de eso!

Los oficiales nos llevaron en el auto por toda la ciudad, hasta que por fin había visto la estación de policías, estación en la cual no se detuvieron, la pasaron de largo con nosotros dentro y ya me había empezado a preocupar.

─¡Oiga se pasó la estación! ─le dije al oficial.
─Ya lo sé ─dijo él.

Miré a Julieth preocupada y le dije.

─¿A dónde nos llevan?

─¡Ni idea! ─dijo ella.

Los oficiales se la pasaron conduciendo por las calles de Austin sin rumbo fijo a mi parecer. Hasta que llegó a una barriada sólo para gente rica, nos llevó a una de las casas más grande de todas, ¡cuál casa! Era una mansión. Tan sólo nos pidieron que saliéramos, nos dejaron en el estudio del lugar, que por cierto era enorme, allí nos quitaron las esposas y luego se fueron como si nada hubiera pasado.

─¡¿Es en serio?! ─dijo Julieth─. Nos sueltan las esposas y nos dejan en esta casa.

─¿Cuál casa? Es una mansión.

─Y tiene muchos libros.

─Y mucho ron también.

─No sé si es buena idea haber puesto un bar y una biblioteca en el mismo lugar.

─¡Qué te puedo decir!

─¿Quién vivirá aquí...? ─susurró Julieth.

Me acerqué para ver las fotos que tenían en los cuadros que estaban en el estudio, lo curioso es que no conocía a ninguno de los que estaban en las fotografías.

─¿Sabes JD? Hay una pregunta que quisiera hacerte, pero estoy segura de que no me puedes responder.

─¿Cuál?

─¿Por qué estamos aquí?

─Yo puedo decirte el porque... ─dijo una voz de mujer, al girarnos ambos vimos que había un segundo piso y que... estaba allí de pie, ella optó por bajar hacia donde estábamos nosotros.
Julieth y yo estábamos muy sorprendidos de verla, jamás imaginamos encontrarla en un lugar como este.

─¿Es tu casa? ─le preguntó Julieth.

─¡No, pero ahora vivo aquí! ─dijo ella, luego se acercó al área del bar y se sirvió y trago de whisky─. ¿Quieres uno? ─me preguntó.

─No, debo embriagarme del espíritu, no de eso ─le dije. (Efesios 5:18)

─Me alegra mucho saber que ambos son cristianos. ─Ella caminaba detrás del bar hasta llegar a un sofá que estaba delante de la barra y se sentó allí.

─La verdad no sé que decir, no me esperaba esto, es realmente confuso ─dijo Julieth.

─¡Demasiado! Ahora dinos porque nos trajiste aquí ─le dije.

─¡Sí mamá! ¿qué hacemos aquí?

─¡Es cierto! ─Se levantó de donde estaba sentada y se quedó de pie─. ¡Tienen razón, merecen saberlo todo!

De repente se escucharon ruidos de como se abría la puerta de la casa, de la nada se oían tacones; después de unos segundos vimos que era Alanie ("la mejor amiga de mamá") con un par de maletas.

─¡Ya estoy aquí Julieta! ─Se veía muy sonriente─. ¡Oh, pero si aquí están el pequeño JD y la hermosa Julieth!

─Y eso que yo soy la pequeña ─dijo Julieth.
─Y yo soy el hermoso.

─Cierra la boca idiota ─me dijo Julieth mientras nos reíamos.

Alanie sólo suspiraba y se movía el cabello de un lado al otro.

─Vengo muy cansada de la casa de Ryan, me fue muy difícil sacar las maletas de allí ─dijo Alanie.

─¿Te fue difícil sacar las maletas o sacarte el pene de Ryan de la vagina?

─¡JD! No es conveniente hablar de esos temas (Efesios 5:3-4) ─dijo Julieth─. ¡Espera, ¿qué?!

─Si es cierto todo lo que les pasó a mis amigos lo más probable es que sea cierto lo de ella ─susurré, luego me dirigí hacia Alanie─. Ya hace un tiempo estabas en el hospital con papá, estaban atendiéndose con el doctor John Quinn.

─¿Quién es ese? ─preguntó Julieth.

─Es un ginecólogo ─dijo mamá─. ¿Por qué fuiste con él?

─¡Vamos, ten el valor de decirle que te estabas haciendo unos chequeos por haber abortado un hijo de Ryan! ─le dije a Alanie─. Te agradezco no haberme dado un hermanito.

─¡Es increíble, ella ni siquiera lo niega! ─dijo Julieth.

─¡Todo tiene una explicación! ─Alanie trataba de arreglar las cosas, pero creo que ya era tarde.

En ese momento mamá caminó directo hacia Alanie, mientras Julieth se sentaba en el sofá, estaba sorprendida por lo que había escuchado. La sincera verdad, ni siquiera sé si me pasé o si era el momento indicado para decirlo, pero me pareció una falta de respeto que ella siguiera fingiendo ser la mejor amiga de mi mamá cuando en realidad no lo era.

─¡Escucha bien lo que te diré Alanie! ─dijo mi mamá─. Yo estoy molesta, no porque te acostaras con mi ex esposo, sino porque realmente te creí mi amiga. ─Para estar molesta, mamá se encontraba muy tranquila─. No creas que nos vamos a poner a pelear y a jalarnos del cabello por Ryan, pues no, no voy a rebajarme a tu nivel, te voy a pedir que te alejes de mí y de mis hijos, ahora largo de mi casa.

Alanie no tenía cara para discutir así que simplemente tomó su bolso y se iba a retirar.

─¡Alanie! ─dijo mamá.

─¿Si Julieta?

─Mis llaves. ─Mamá le pedía las llaves de la casa y ésta se las tenía que dar y se las dio─. Ahora sí, ¡vete!

Todos estábamos sorprendidos por lo sucedido, aunque seguía sin saber si hice bien o mal en decir la verdad. Mamá se dio media vuelta y nos vio.

─¿Cómo están? ─nos preguntó.

─¡Parado! ─le dije.

─¡Sentada! ─le dijo Julieth─. ¿Mamá a qué te refieres con ex esposo?

─Yo empecé los trámites de divorcio contra su padre y conseguí el divorcio rápidamente porque Readdie tiene buenos contactos ─¿Quién era Readdie? ¡Ni idea! Pero que bueno que mi mamá ya no tenía que pasar por ese calvario de ser la esposa de papá─. Es una lástima porque ahora tendrán que verlo y lo más seguro es que toda su ira la descargue en ustedes.

─Eso no pasará ─dijo Julieth─. Papá nos corrió de la casa un día después que tú te fuiste, por ser cristianos.

─¡¿Y con quién viven?!

─Vivimos con Logan, Logan Dixon ─le dije.

─¡Logan Dixon! ─susurró mamá.

─¿Lo conoces? ─le pregunté.

─¡Hmmm, no lo creo! ─dijo ella.

─Es el conductor que maneja el autobús de la universidad de JD ─le dijo Julieth.

En ese momento Julieta les hizo creer a sus hijos que no conocía a Logan, pero si lo conocía. La duda era, ¿de dónde lo conocía?

Mamá se fue a cambiar, ya era hora de la cena y debía darse un baño para luego ponerse una ropa más cómoda y así cenar junto con Julieth y conmigo una excelente comida preparada por ella misma. Mientras mamá hacia la comida para todos, nosotros seguíamos en el estudio esperando a que la comida estuviera lista. De repente llega un hombre a la casa, ¿cuál casa? A la mansión.

─¡Hola! Ustedes deben ser Julieth y Jael ─dijo él─. ¡Mi nombre es Charlie!

─¿Eres el nuevo novio de mamá? ─preguntó Julieth.

─¡Hmmm, sí!

─¿Dónde se conocieron? ─le pregunté.

─¡Nos conocimos en el accidente de autobús que tuvo la universidad! ─dijo Charlie─. Tu madre pensó que habías muerto en el accidente.

─¡Pues no fue así!

En ese instante mi mamá apareció en el estudio para avisarnos que la comida estaba lista. Julieth, Charlie y yo nos fuimos al comedor. Al estar allí nos dimos de cuenta de que era un lugar hermoso, era un comedor como para 12 personas, la cena se veía deliciosa, mi madre había preparado jamón para todos. Seguro era una cena que íbamos a disfrutar, lo extraño era que había cinco platos en la mesa y nosotros sólo éramos cuatro, ¿por qué habría otro plato? Fue allí donde nuestra madre nos avisó que faltaba un miembro más para que comiera con nosotros, pues ese miembro no se tardó nada, el timbre de la mansión había sonado y la ama de llaves fue a abrir la puerta. Al regresar vino con Roy. Julieth y yo nos sorprendimos de verlo aquí con nosotros, jamás nos esperamos que fuera él. Todos ya estábamos sentados en la mesa a punto de comer, mamá sentada a un extremo de la mesa con Roy del otro lado, mi madre estaba del lado izquierdo, al lado mío estaba Julieth y frente a mi estaba Charlie. Los minutos pasaron y ya estábamos disfrutando de la cena, todos en silencio.

─¿Cómo está la cena? ─preguntó mamá.

─Está incómoda ─dijo Julieth─. La tensión se siente en este lugar, hasta la podemos tocar.

En eso se para Roy de su asiento y golpea la mesa con sus brazos.

─¡Esto es ridículo! ─dijo él─. No somos una familia, no tenemos porque comer juntos.

─¡Siéntate y deja el drama! ─Después de decirle eso me hizo caso, ojalá y todo fuera más calmado.

─¿Cómo es que llegaron aquí? ─nos preguntó Charlie.

─Estábamos caminando por la calle y de repente unos oficiales nos detuvieron, tiempo después nos trajeron aquí y ni siquiera nos dieron una explicación.

─Shasly... ─susurró Charlie.

─¡Shasly! ¿conoces a la detective? ─le pregunté.
─¡Sí! Por cierto, ella los ayudó el otro día en un caso, cuando tus amigos nos dijeron lo sucedido había muchas causas probables para detenerlos, pero preferí no hacerlo.

─¡Ahora me caes bien!

Nuevamente Roy hizo sus berrinches en la mesa, pero esta vez no la golpeó, sino que esta vez tiró la comida en la mesa dejando a todos impresionados.

─¡Sigo pensando que esto es ridículo! ─dijo Roy, luego se dirigió a Charlie─. ¡Escúchame bien, jamás, jamás ocuparas el lugar de mi papá!

─No quiero ocupar el lugar de tu papá, es más, yo no quiero ser su padre, ustedes ya tienen uno, yo sólo quiero ser Charlie, la pareja de tu madre y espero que respetes eso ─dijo Charlie.

─¡Y lo hará! ─dije─. Ahora así, la cena estuvo buena, pero creo que mejor nos vamos. ─Me levanté de la mesa, estaba listo para irme, pero Julieth aún no se había puesto de pie─. Dije que nos vamos, ¿qué parte de "nos vamos" no entendiste?

─Puede que el "nos".

La fulminé con la mirada por la tontería que dijo y la hice ponerse de pie, Roy y yo también nos íbamos del comedor. Y allí estábamos los tres hermanos caminando hacia la salida de la mansión de Charlie.

─¡No sé cómo pueden estar de acuerdo con mamá! ─dijo Roy.

─¿Sabías que papá engañaba a mamá con Alanie? ─le preguntó Julieth.

─¡Hmmm, no, no lo sabía!

─Pues ahora lo sabes. ─Julieth se fue caminando y nos dejó a Roy y a mí, solos.

─Ese "no" no me convence ─le dije a Roy.

─Está bien, tal vez sí lo sabía, pero me enteré por ti.

─¿De qué rayos estás hablando? Yo no te he dicho nada, la que te dijo fue Julieth.

─La muerte me mostró todo lo que viviste, es allí donde pude ver que papá engañaba a mamá con Alanie.

─Así fue como supiste lo de Susan ─exclamé─. ¡No entiendo! No logro entender como si sabes todo lo que tuve que pasar aún sigues viendo a Ryan como tu héroe. ─Me adelante y me iba caminando.

─¿No se supone que debes honrar a tu padre? ─dijo Roy. (Efesios 6:2)

─También se supone que él no debe provocar mi ira (Efesios 6:4) ─le dije a Roy─. Estoy cansado de esta disputa, yo no estoy de parte de mamá, pero tampoco estoy de parte de Ryan; no sé si se te olvida, pero a mí mis padres me abandonaron y ha sido Dios quien me ha sostenido. (Salmos 27:10)

─¡Entiendo, después de lo que vi dudo que todo vuelva a ser igual!

─¡Ya nada es igual!

─¿Qué tan grande es tu fe? ─me preguntó Roy.

─¡Es muy grande!

─Pues prepárate, ahora todo va a cambiar...

¿A qué se refería Roy con eso?

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