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PARTE 25

CAPÍTULO 22
No Tengas Miedo

Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Génesis 2:18

En el cielo.

─¿Qué es lo que me salvó? ─le pregunté a la muerte.

─Tu fe, y tu fe es lo que te sostendrá ─dijo la Muerte─. No creas que todo esto ha terminado.
─Lo sé, esto apenas comienza.

Golpeó la muerte su báculo y todo se iluminó... llegó el momento de despertar.

En la tierra, martes 19 de septiembre del 2017.

─¡Hey JD! Tú sólo no lo has esperado ─me dijo Logan─, hay muchos que lo esperan, y también esperan subir, ¿me harías el favor?

Estaba a un paso de subir la escalera, sorprendentemente había regresado, estaba muy feliz por eso, era algo que no podía creer.

─¡Hey JD, ¿subes o qué?! ─me dijo Logan.

─¡Ah... no!

─¡¿Qué?! ─dijo él.

─No voy a subir... lo siento Logan, pero debo estar en otro lugar ahora mismo ─le dije.

Mientras me corría para atrás con mucha fuerza, se enredó la cadena que mi madre me había dado con un pedazo de metal sobresalido del autobús y con la fuerza con la que yo iba se rompió. Logré tomarla, pero ya no tenía arreglo. En eso se me acerca Dinn. Dinn Grey es un chico de 20 años, de descendencia china, en realidad nació en Rusia ya que su padre viene de ahí, pero su madre es china, Dinn está en el mismo salón que yo y es uno de los estudiantes más aplicado.

─¿Oye Jael, qué tienes ahí? ─me preguntó Dinn.

Dinn tiende a llamar a las personas por su nombre, de parte de él es normal que me diga así.

─Es... bueno, era una cadena; mi mamá me la regaló ─le dije un poco desanimado.

─Es un lindo dije el de la cruz, la cruz donde murió nuestro señor Jesús... me imagino que también eres cristiano ¿o no?

Así que eso era lo que representaba la cruz, ¡quién lo diría! Creo que ya sabía que hacer con el collar.

─Ten Dinn, me gustaría que lo conservaras. ─Estaba ofreciéndole el collar, él lo aceptó con mucha amabilidad y luego subió al autobús. Ya estaba listo para irme, de repente Logan baja del autobús y me dice.

¿Qué se supone que estás haciendo?

─Lo correcto ─le dije con una sonrisa en el rostro─. Ahora hazme el favor de no tomar por la ruta 66 ¿vale?

─Está bien, te haré caso ─dijo Logan.

En ese momento estaban todos mis amigos y mi novia detrás esperando para subir o eso creo. Parece que les sorprendió más el hecho de que ya no quería ir a la gira.

─¿Te sientes bien JD? ─me preguntó Teddy.

─Claro que estoy bien ─le contesté.

Se me acercó Nicole un poco preocupada por mi reacción, tal vez pensó que estaba enfermo o algo así, pero no, estaba más sano e incluso cuerdo que nunca.

─¿A dónde vas...? ─me preguntó ella, se veía algo anonadada por mi actitud.

─¡Lo siento Nicole, en serio lamento mucho que las cosas se dieran así, pero, terminamos! ─le dije, estaban todos sorprendidos, pero eso ya no me importaba─. Mi vida tiene un propósito, tú no eres parte de ese propósito, tal vez no de la forma en la que estamos ahora. Nuevamente te pido disculpas.

Me paré en medio de la calle y tomé un taxi con rumbo a...

En la Universidad.

Logan

¡Maldición! ¿Cómo es posible que me dieran ganas de ir al baño justo ahora...? Tendré que bajarme e ir al baño, pero si estos chicos se vuelven impertinentes ¿qué haré...? Pensé... me quedé pensativo un rato hasta que... ya sé. Corrí rápidamente hacia donde estaba mi colega.

─Oye Glenn, ¿me harías el favor de llevar a los chicos a la gira? Resulta ser que debo ir al baño ─le dije─. Ya en esto deben partir y dudo que salga del baño ahora mismo.

─Claro, no hay problema ─me dijo Glenn.

Glenn McLuhan es un conductor de autobús, uno de mis colegas de trabajo, no tiene familia y por ende vive sólo, un salmista fiel de corazón.

Salmista: Persona que canta o recita los salmos y las horas canónicas en una catedral o en una colegiata.

Ya estando en el baño pude escuchar como el autobús arrancaba, lo más probable es que se fuera Glenn con los chicos.

Minutos después.

(Narración del noticiero)

Noticias informan que un accidente cerca de la ruta 66 dejó a muchos estudiantes asustados después de que un autobús se volcó y cayó por un barranco, para más información Priscila Reyes.

Kathelyn

Para mí era algo de miedo, tenía un mal presentimiento de esto que había sucedido, lo único que podía hacer era orar por la vida de todos los que estaban en ese autobús.

En la autopista.

Charlie

Era la primera vez que veía algo como esto, era como algo sobrenatural, algo nunca visto; hoy se estaba poniendo a prueba mi fe.

─Detective Readdie... esto parece un caso muy difícil de descifrar ─me dijo Shasly.

─La verdad esto parece un milagro, ¿ya lograron comunicarse con la familia de Logan Dixon? ─le pregunté a Shasly.

─No señor, parece ser que él no tenía familia, lo único que encontramos fue esto ─me dijo Shasly, era un collar que tenía como dije una cruz.

─¿De quién era?

─Estaba en el cuerpo de un chico, aún no se ha identificado el nombre del presunto cadáver.

─¡Cadáver! Igual a muerto... ya van dos muertos, y esto sigue sin tener una explicación.

Ahora que le diría a la familia del chico, al parecer hizo el último viaje de su vida, en definitiva, él no se lo esperaba.

Minutos después.

Se me acerca un señor y una mujer, ambos se veían un poco alterados, lo más seguro era que uno de sus hijos estuviera en el accidente.

─¿Podría darnos los detalles de lo que pasó? ─preguntó el hombre─. Lo siento, no me presenté, soy Ryan Duncan.

─Entiendo, soy el detective Readdie y sí, sí puedo informarle lo que pasó ─le dije, estaba decidido a contarle, yo sólo esperaba que su familiar fuera uno de los que estaba herido─. Al parece había 45 personas dentro del autobús, una de ellas está grave en el hospital, se le identificó como la profesora McLaren, 23 de los estudiantes están heridos y sorprendentemente 19 de ellos que es el resto, salió ileso de todo el accidente.

─Aún faltan personas por mencionar ─dijo la señora.

Jamás imaginé que llevara la cuenta, pero no podía posponer esto más, si ella era familiar de algunos de los muertos tenía derecho a saberlo.

─El chofer murió y se encontró otro cuerpo en el bosque, no encontraron identificación del chico.

─¿Chico? ─preguntó la señora, estaba muy asustada.

─Sí, chico, lo único que se encontró fue esto. ─Les mostré el collar.

El señor se mostró despreocupado después de que le mostré el collar, pero la señora no reaccionó de la misma manera, al contrario, quedó en shock por la noticia.

─¿Le pasa algo? ─le pregunté.

─Es el mismo collar que le regalé a mi hijo para su cumpleaños ─me dijo muy acongojada─. No me diga que mi hijo está muerto.

─Lo siento señora, pero esto es lo único que se encontró en el cuerpo del joven.

Ella sólo gritaba del dolor por todo lo que había sucedido, yo no sabía como consolarla, era la primera vez que veía a una madre tan abatida, sin embargo, el padre se mostraba muy molesto por lo sucedido. Él se dirigió hacia ella muy engorroso, la tomó por los brazos y le gritó.

─¡¿Cómo pudiste regalarle eso a nuestro hijo? ¡Maldita estúpida esto es tú culpa!

Los gritos no fueron los que me dejaron atónito, fue la cachetada que el hombre le otorgó a la mujer, todos quedaron patitiesos por aquel incidente, pero alguien tenía que reaccionar.

─¡Oficiales! ─grité con ferviente voz─. Detengan a ese hombre, ¿cómo rayos se atreve a golpear a su mujer de esta manera, y más en frente de miembros de la policía...?

Los oficiales detuvieron al señor Duncan, faltaba más, no iba permitir el abuso intrafamiliar y menos en mi presencia.

─No tiene ningún derecho a hacer lo que hace ─vociferó el muy cretino.

─Estoy en todo mi derecho, usted no es nadie... escuche bien, nadie, para golpear a una mujer indefensa ─le respondí al remedio de hombre pusilánime que tenía al frente─. ¡Llévenselo! Su presencia me da asco.

Pobre mujer que tenía que convivir con este hombre, y para colmo la muerte de su hijo, todos estos eventos de golpe, ahora si estaba intrincada la situación.

─¿Se encuentra bien? ─le pregunté un poco desasosegado por todo lo ocurrido.

─Yo estoy bien ─me respondió ella, se veía algo patidifusa y no la culpaba─, tan sólo espero que el alma de mi hijo esté en un buen lugar.

Minutos después.

Julieta

En eso Teddy y Max se me acercaron con rapidez, era algo extraño, creí que el paso estaba restringido.

─¿Sra. Duncan qué hace aquí? ─me pregunta Teddy.

─Acabo de enterarme de la muerte de JD.

─¡La muerte de JD! ¿De qué habla? JD nunca subió al autobús ─dijo Max.

─¡¿Qué?! ─exclamé sorprendida.

En eso se acerca Shasly muy eufórica, en su mano traía una cartera, pero... ¿qué tenía eso que ver? ¿y cómo es eso que JD nunca se subió al autobús?

─¡Charlie! ¡Charlie! ─gritaba Shasly─. Algunos de nuestros oficiales encontraron esta cartera en el cuerpo del cadáver; al parecer su nombre era Dinn Grey y era ruso.

¿Dinn Grey? ¿Quién es Dinn Grey? ¿Dónde está mi hijo? Eran muchas preguntas sin respuestas, ¡quiero respuestas!

─Es cierto, fue Dinn quien murió ─dijo Teddy desconcertado─. Es raro, que yo sepa Dinn no iba a la gira, estaba sentado en una banca de la universidad sin ganas de ir; de repente se paró y fue a ahí donde JD le dio la cadena... luego de eso se subió al autobús.

─¿Sabes que es más raro Teddy? ─dijo Max patidifuso─, se suponía que era Logan el que nos iba a llevar a la gira, pero en su lugar fue Glenn; es triste porque ahora los dos están muerto.

─Lo bueno es que ambos eran cristianos, lo más probable es que ahora estén con Dios ─dijo Teddy.

En la Universidad.

Logan

Estaba completamente sorprendido por la noticia que habían dado en la televisión, ¿qué hubiera pasado si hubiera sido yo en aquel autobús? Lo más probable es que estuviera muerto. Mejor llamo a JD, tal vez él no se subió al autobús, pero sus amigos sí.

─¡Halo, ¿JD?!

─Si Logan, ¿qué sucede?

─¿Viste los noticieros?

─¡Ehhhh, no! Iba en un taxi, y ahora estoy caminando, no tengo una televisión portátil.

─Te recomiendo que cuando llegues a tu casa mires los noticieros ─le dije a JD─. Por cierto, gracias; si no me hubieras dicho nada probablemente jamás me hubiera bajado del autobús y probablemente sería yo el que estuviera muerto. ¡Cualquier cosa que necesites cuenta conmigo! ─Después de hablar con JD me quedé tranquilo en la universidad.

Fuera de la casa de los Sanz.

JD

Quedé sorprendido después de escuchar lo que había dicho Logan, ¡quién diría que realmente moriría alguien en el recorrido a la gira! En realidad, no me esperaba algo así, perro ya estaba fuera de la casa de Kate, no sabía si tocar el timbre o algo así, tenía que armarme de valor e intentarlo. Decidí tocar el timbre, de repente se escuchan algunos pasos, la puerta se abre, era Kate. Al verme empezó a llorar y se dirigió hacia mí con rapidez, me dio un fuerte abrazo como si no me hubiera visto en años, era tan cálido su abrazo.

─¡Oye tranquila! ¿qué te sucede? ─le pregunté.

─¡¿Acaso no viste las noticias o qué?! ─me dijo toda eufórica, me invitó a pasar, mientras me hablaba entré a su casa y cerré la puerta, todo mientras la escuchaba─. Hubo un accidente en la ruta 66 y era en el mismo autobús que se supone que tú estabas; además dos personas murieron; me preocupé mucho por ti.

─Jeje, Kate tranquila, estoy bien... jamás me subí al autobús ─le dije sonriendo, mi intención era tranquilizarla y hacerle entender que estaba bien─. Creí que era más importante estar contigo que ir a esa gira. ─Kate realmente se sorprendió, de inmediato se tranquilizó y no sólo eso, también se sonrojó.

─¿A qué te refieres con que es mejor estar conmigo...?

─¡Escucha bien lo que te voy a decir! ─Suspiré fuertemente, era el momento─. ¡Gracias!

─¡Ah!

─¡Gracias por la Biblia que me regalaste, gracias por el reloj, gracias por la corbata, gracias por la película, gracias por el cuadro, gracias por el perfume... gracias por todo lo que has hecho por mí! ─le dije un poco nervioso─. Creo que fui un idiota al pensar que Nicole me había dado todo lo que tú me regalaste, ante mano te pido que me perdones.

Se notó asombrada por mis palabras, luego se notó más tranquila, se atrevió a regalarme una sonrisa; ella en serio era increíble.

─No hay de que JD ─dijo con esa sonrisa en el rostro.

─También quiero decirte otra cosa. ─Yo estaba ahora si más nervioso que nunca─. En el fondo, muy en el fondo de mi corazón ¡Tú me gustas! ─le dije muy nervioso─. No quiero que pienses que soy de esos hombres que engañan a sus novias, porque no tengo novia; terminé con Nicole, hay una parte de mí que dice que pertenece a ti ¿y quién soy yo para pelear contra eso?

─Sorprendentemente yo también siento lo mismo JD, pero tienes que entender que...

─Con Dios tú y yo todo, sin Dios tú y yo nada. ─Se notó sorprendida, pero yo ya estaba claro de lo que quería─. Sólo no tengas miedo Kate.

─No lo tendré ─me dijo Kate; en eso se escuchó el sonido del timbre de la casa de Kate, de repente la puerta se abrió, el suspenso me estaba matando; eran los padres de Kate.

─¡Jael Duncan! ─dijo el padre de Kate.

─¡Sr. Sanz! ─exclamé.

─¿Qué haces aquí...?

Los padres de Kate habían llegado a la casa, ¿qué pasaría ahora que ellos llegaron?

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