Rubius

Era un hermoso día por la mañana, estaba nervioso por lo que se suponía que haría hoy. Gracias a Auron había decidido declararme a Vegetta, aunque no sería nada enorme, quería hacerlo, porque era algo especial.

>>>Flashback<<<

Estaba sentado en el consultorio de Auron, le había pedido un consejo para revolver este "problema" que llevaba meses cargando.

-Déjame ver si entendí, hace aproximadamente 1 año o más te empezó a gustar Vegetta, pero no sabes como declararte o si quiera sabes si le gustas... ¿Cierto?- Sentí mis mejillas arder mientras asentía suavemente

-Así es y pues... Como tú eres psicólogo supuse que podrías ayudarme o darme un consejo- Dije feliz

-Pues la verdad es que si puedo ayudarte y te lo diré como amigo, más que como psicólogo. A Vegetta le gustas, es dulce contigo, muy atento, siempre está comprandote regalos y dándote amor, así que estoy cien por ciento seguro de que le gustas- Una enorme sonrisa apareció en mis labios al escuchar eso de Auron

-Si... Tienes razón, lo haré, voy a declararme- Dije decidido y me puse en pie

Agradecí a Auron por la ayuda y salí de su consultorio para ir rápidamente a mi casa. Cuando llegué saque papel, pluma, tinta y me puse a escribir.

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Bien, ¿Por donde empezar? Supongo que por el inicio, je.
Hace aproximadamente 1 año conocí a un chico muy lindo que siempre me trató bien, era todo un caballero. Pasaron los meses y con ello, nos conocimos más, el chico era un amor de persona que me confío sus secretos y sus demonios y a pesar de estos, seguimos juntos, apoyandonos. Luego de un corto período de tiempo comenzamos a alejarnos por culpa de algunos involucrados en nuestra vida, pero a pesar de ello, el lindo chico siempre estuvo a mi lado, nunca me abandonó, en cada una de mis caídas estaba ahí para apoyarme. Pasado ese período comenzamos a juntarnos nuevamente, siempre intentabamos pasar tiempo juntos, me visitaba por las mañanas y eso siempre me alegraba. En cierto punto yo tuve una terrible caída, pero él siempre estuvo ahí, siempre tenía lindas palabras para decirme y así levantar mi ánimo.
Hoy en día quiero que ese lindo chico sepa cuanto me gusta, por que realmente me encanta ese lindo chico... ¿Aún no sabes de quien habló? ¡Pues hablo de ti!
Jamás te dike nada por que tenía miedo de que me dejaras, pero luego de que invadieras por tanto tiempo me di cuenta de que eres una persona que vale totalmente la pena, me encanta como eres conmigo, realmente me gustas mucho, cada que alguien nos preguntaba que si éramos novios mi corazón se aceleraba y me hacia sonrojar.
Aún tengo el miedo de lo que puedas decir, pero yo se que tú nunca me lastimaras, por que a pesar de que yo soy una basura, tú siempre eres increíble conmigo y ahora se que quiero estar contigo, por que tú guías mi camino, tú eres realmente por lo que vivo, la brújula que marca mis sentidos.
Te juro que por ti, haría hasta lo imposible vales más que la pena.
Por favor, si aceptas mis sentimientos, mira la rosa que tengo en mi mano, prometo dar todo de mi para hacerte feliz.

Rubius.-

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>>>Fin del Flashback<<<

Y ahora me encontraba rumbo a casa de Vegetta con una hermosa rosa morada en mis manos, está traía una nota que decía "¿Quieres ser mi novio?". Estaba realmente emocionado, por que estaba seguro de que Vegetta me correspondería.

-Vamos Rubius, no es tan difícil... Luego de esto estarán acostados en su cama viendo películas mientras se besan- Dije para mi mismo, me sonroje al pensar lo último

Al llegar toque el timbre de la casa y espere paciente a que el dueño de la isla me abriera la puerta.

-¿Rubius? Hombre, no te esperaba por aquí- Dijo el de ojos morados con una hermosa sonrisa

-Jaja, lo siento, pero pasaba por aquí y quise venir a saludar- Sonreí algo nervioso y apreté la rosa en mis manos

-Adelante, pasa y platicamos un rato- Se hizo a un lado para dejarme entrar

Entre rápidamente y fuimos a la enorme mansión, mi plan iniciaba.

-Oye Vegettita, en realidad, tengo algo que decirte- Dije, mis manos y frente sudaban

-Ya decía yo que habías venido por algo, habla- El peliflama me observo expectante

Con mucho cuidado saque la carta que cargaba en mi bolsillo y se la extendí, Vegetta lentamente la tomó y abrió con cuidado el sobre, sacó la carta y comenzó a leerla. Mis nervios crecieron más, solo podía observar como sus ojos se movían entre las líneas escritas de la carta.

Esperaba que cuando terminará de leerla tomará la rosa, leyera la notita con una enorme sonrisa y me abrazara gritando que si quería, pero...

-Rubius...- Soltó un suspiro -Yo te aprecio mucho, eres un chico increíble pero yo no siento lo mismo... Eres un gran amigo para mi, podría considerarte el mejor, pero solo es eso, amistad- Me miró con nervios

La sonrisa se volvió débil en mis labios, estos temblaban por las ganas de llorar.

-Oh... Entiendo, tranquilo- Solté una risa nerviosa, aguantando las ganas de llorar -Sinceramente no esperaba que esto saliera bien- Mentí

-¿Me das un abrazo?- Dijo él, estirando sus brazos hacia mi

Por última vez me permití sentirme seguro en sus brazos, así que lo abrace, pero casi de inmediato me separé.

-Bueno, tengo que irme- Dije y acomode mi capucha

Me giré y dejé la rosa caer al suelo, rápidamente salí de la mansión y como pude luego de la muralla, esa noche necesitaría mucho vino de Luzu.