El reino de la rebeldía no era tan rebelde como creías, por ahora.

El príncipe Yoongi te había tocado una pieza de piano a petición de sus padres, y te pareció que era el mejor pianista que habías presenciado nunca antes en tu vida, y se lo hiciste saber, a lo que el príncipe se sonrojo y entrecerró los ojos al tiempo que sonreía recordándote a un tierno minino de ojos verdes.

—Iremos a un lugar secreto esta noche.

El príncipe Yoongi te lo susurró en el oído hace unos minutos, y ahora se encontraban recorriendo las calles abarrotadas del reino de la rebeldía, ese reino que le hacía mucho más honor a su nombre fuera que dentro de las paredes de hierro del palacio.

La gente parecía no tener fronteras en cuanto a su comportamiento.

Entraron a un establecimiento que parecía secreto. El príncipe Yoongi con una capucha negra, y tú con una similar que él te había dado antes de que salieran del palacio.

El lugar era una taberna clandestina y de mala muerte.

Las personas los miraron con rostros de pocos amigos al momento en que ingresaron, pero Yoongi no se mostró cohibido, y te llevó hacia el centro del lugar antes de subirse al escenario.

El príncipe de mechones negros le hizo una señal a uno de los hombres, y el otro le dio su aprobación antes de que él se sentara para comenzar a tocar el piano en el centro del escenario. Y empezó a recitar los versos más veloces, uno tras otro, con tanta sintonía que te produjeron escalofríos al escucharlos:

Yo quiero ser una estrella

Yo quiero ser el mejor

Yo quiero ser una estrella

Yo quiero que todo sea mío

Yo quiero ser rico

Yo quiero ser el rey

Yo quiero ganar

Yo quiero ser

Yo quiero algo grande

Oh hombre, déjame ver, tengo un gran sueño, sí

Oh, todos los días me preguntaba qué tan lejos llegaría

Me enfrenté a la realidad y me encontré aquí

Sí, hay una sombra a mis pies

Miro hacia abajo y ella es aún más grande

Corro, pero la sombra me persigue

Tan oscura como la intensidad de la luz

Mi sombra crece en esa luz cegadora y desolada

Por favor, no me dejes brillar

No me dejes caer

No me dejes volar

Ahora tengo miedo

No me dejes brillar

Yo quiero que todo sea mío

Yo quiero ser rico

Yo quiero ser el rey

Yo quiero ganar

Yo quiero ser

Y el príncipe Yoongi dejó de cantar para recibir una ovación de pie de todas las personas en el lugar oscuro.

— ¡Agust D, señoras y señores!

El hombre del bar al que el príncipe le había dado la señal lo dijo con alegría al dirigirse al público que aumentó su alboroto.

Ambos abandonaron la taberna entre gritos conmocionados.

— ¿Eres una estrella?

—Del rap. Así es.

— ¿Rap?

—Es un nuevo estilo que inventé.

Y corrieron entre risas de regreso hasta el palacio.

Espero hayas disfrutado de la lectura♡.

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Alex.