Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 2

Lana.

Esta cita no puede ser peor.

Es todo lo que puedo pensar mientras escucho a Jaime hablando de su ex por lo que puede ser media hora.

Al principio todo estaba bien, no era mi mejor cita, pero no estaba mal. Hablamos sobre el equipo y el partido que viene dentro de menos de una semana. Sin embargo, cuando la mesera vino a pedir nuestras cuentas, Jaime empezó a contar cómo ella le recordaba a su ex.

En menos de una hora sé más de la ex de Jaime que de Jaime.

-¿Sabes qué es lo peor? Dijo que el perro se quedaba con ella, ahora solo puedo ver Milo los fines de semana.

-¿Comparten la custodia del perro?

-Lo tuvimos cuando aún vivíamos juntos -me dice -. Y los domingos lo viene a buscar más temprano que de lo que acordamos, además...

El sonido de mi celular sonando interrumpe lo que sea que Jaime fuera a decir.

-Lo siento, debo tomar esta llamada -le digo sonriendo en disculpa.

Internamente agradezco a quien sea que esté llamando.

-¿Hola?

-¿Cómo va la cita? No muy buena si me estás contestando.

Nick.

Retiro lo dicho anteriormente, no le agradezco ni lo más mínimo. Aún no le perdono por el comentario que le hizo a Gabriel sobre mi cita.

Sin embargo, creo que es el único que puede salvarme ahora.

-¿¡Qué!? ¿Desde cuándo se está sintiendo así? -le pregunto fingiendo pánico.

Jaime me ve con una ceja encarnada, pero yo solo lo ignoro.

-¿De qué estás hablan...? Ah, ya entiendo -Nick ríe en el otro lado de la línea -. De verdad va muy mal esta cita.

-¿Qué tan grave es?

-Lo suficiente para que salgas de esa cita -Nick dice.

-Sí, estaré allá -digo ignorando las palabras de Nick -. No me tardaré en tomar el Uber.

-¿No tienes carro allá?

-No.

-Te recogeré.

No me lo está preguntando.

La verdad es que estoy muy desesperada por salir de esta cita cómo para discutirle.

-Vale, te mando la ubicación.

-No la necesito.

-¿Cómo...?

-¿En serio crees que Gabriel no iba a compartir la información del restaurante en donde estás?

Me quedo callada por sus palabras, le dije a Gabe sobre el restaurante donde íbamos a estar solo si juraba que no iba a interrumpir nuestra cita.

Y ahora mismo me hubiera gustado que la hubiera interrumpido.

Cuelgo la llamada sin decir nada más. Mi mirada se enfoca en Jaime mientras lo veo con vergüenza.

-Perdón, Jaime, mi... hermano hizo un desastre en mi apartamento y tengo que ocuparme de eso ahora mismo -le digo.

-Oh, entiendo... podemos salir otro día o...

-Jaime, creo que estamos mejor como amigos -le regalo una sonrisa -. Para ser honestos, parece que aún necesitas superar a tu ex.

-¿Qué? No, para nada. Ni siquiera pienso en ella y...

-Jaime, acabo de saber el nombre, la edad, la ocupación, la familia y en donde estudió tu novia. Ni siquiera sé alguno de esos datos sobre ti.

Jaime se queda callado, sabiendo que tengo la razón. Él solo suspira antes de levantarse.

-Al menos nos salvamos de pedir algo -dice antes de levantarse junto a mi.

Ambos caminamos hasta la salida, yo me siento en una banca cerca del restaurante.

Creo que debería sentirme peor porque la cita no funcionara, pero honestamente me siento peor porque desaproveche un buen vestuario para esta noche. Mi vestido rosado pálido se ajustaba tan bien a mi cuerpo y mis tacones blancos, del mismo color que mis accesorios, no sirvieron para mucho más que solo unas fotos que me tomé cuando estaba en mi apartamento.

-¿Te vas a quedar allí? Lo mínimo que puedo hacer es llevarte a tu apartamento.

-Esta bien, alguien viene a recogerme.

-Déjame esperar contigo, nunca se sabe los peligros que pueden aparecer a esta hora.

-Jaime... Son las siete de la noche.

-Si, a esa hora es que empieza el peligro a aparecer.

Niego con la cabeza, pero no puedo evitar soltar una pequeña risa.

-Esta bien, pero está prohibido hablar de tu ex.

-Tranquila, no sabrás más de ella -él se queda en silencio por un momento -. Aunque, ¿Cómo crees que es la mejor manera de recuperarla?

-¡Jaime!

-Ya, ya. Lo siento.

Sacudo la cabeza antes de suspirar.

-¿En serio la quieres recuperar?

-Más que nada.

-Entonces solo dile eso. Sé que puede ser loco, pero la sinceridad es lo único que necesitas.

Él asiente con la cabeza.

Una de las cosas que más valoro en las personas es su sinceridad, estoy segura que su ex solo necesita escuchar todo lo que él tiene que decirle desde el fondo de su corazón.

-¿Cómo te ha ido en las fotos que le tomaste al equipo?

Sonrío ante su pregunta, le empiezo a hablar sobre las últimas fotos que tomé para las redes sociales de los Leones de Chicago y cómo me he sentido con el trabajo.

Es raro decir que soy empleada en vez de decir que soy estudiante. No fue sino hace unos cuantos meses que estaba terminando mi trabajo final y ahora estoy ganando dinero haciendo una de las cosas que más amo, ser fotógrafa. Captar en tiempo real los momentos que poco a poco pueden desaparecer de nuestras mentes.

Seguimos hablando sobre el equipo hasta que escucho una bocina, mi vista cae en el McLaren negro, lo reconozco al instante como el carro de Nick.

-Ya vinieron por mí.

-¿Ese es Nick?

Ambos nos levantamos del asiento.

-Sí, él fue quien me avisó sobre... el incidente.

Tengo que llamarlo así porque ya me olvide que fue lo que le invente para salir de esa cita.

-Ya veo... -Jaime me ve con una sonrisa -. Tiene sentido.

-¿Qué cosa?

-Nada -sacude la cabeza antes de dejar un beso en mi mejilla -. Nos vemos luego, Lana.

Me despido de Jaime frunciendo el ceño.

Cuando llego al carro de Nick, no dudo en abrir la puerta y adentrarme a este, queriendo olvidar cómo perdí una hora de mi vida en ese restaurante.

Nick me ve con una ceja encarnada.

-¿Qué pasa? -le digo cuando veo que no prende el carro.

-Nada... solo creí que la cita iba a acabar peor.

-Solo porque no congeniamos, no significa que no podamos llevarnos bien.

-¿Significa que habrá otra cita?

Ni en sueños.

Le hubiera respondido eso si lo hubiera preguntado hace una semana, pero sigo enojada con él. Solo entrecierro los ojos antes de desviar mi mirada hacia la vía.

-No debería de importarte.

El carro permanece en silencio, por el rabillo del ojo puedo ver a Nick apretar el volante un poco más fuerte de lo usual. Ignoro lo que esa acción genera hacia mi estómago.

Pronto escucho como enciende el carro.

-¿Y? ¿Eso es todo lo que vas a decirme?

-¿Qué más quiere que te diga, Nick? No es como si te interesara mi vida amorosa.

-Soy tu amigo, Lana.

-Oh, si, el mejor de los amigos -le respondo con sarcasmo.

Nos detenemos en un semáforo y Nick voltea a mirarme.

-¿Que con ese tono, palomita?

Palomita.

No tengo ni la menor idea porque Nick me llama así. Lo ha hecho desde hace años, una vez le pregunte porque me llamaba así, él solamente se rio y cambio de tema.

He tratado de preguntarle otra vez, pero nunca obtengo respuestas.

El año pasado me rendí en tratar de entender su apodo.

-¿Acaso se te olvida cómo me traicionaste con mi hermano?

-Yo no...

El sonido de varias bocinas detienen sus palabras, parece que el semáforo cambió.

Nick vuelve a conducir, pero no deja de hablar.

-No entiendo lo que me estás diciendo.

-¿Tengo que recordarte el día que Jaime me invito a salir?

Lo veo fruncir el ceño antes de que sus pensamientos se aclaren y me vea con los ojos abiertos de par en par. Él sacude la cabeza antes de seguir enfocado en la vía.

-Lo siento, no fue mi mejor momento.

-No me digas.

-Es solo que... tu hermano es mi mejor amigo...

-Créeme, lo sé -suspiro -. No tienes que recordármelo todo el tiempo.

Porque cada vez que lo dices me haces recordar cómo nunca podré tenerte.

Sacudo ese pensamiento de mi mente al instante.

Nick y yo no tenemos futuro juntos.

Debo hacerme responsable de eso.

Nick solo suelta un bufido antes de seguir hablando.

-A veces siento que la sobreprotección de tu hermano se transmite porque... simplemente siento la necesidad de protegerte también -él suelta una risa seca -. Sé que Jaime es un buen muchacho, pero cuando supe que tenías una cita con él, yo simplemente no supe cómo reaccionar.

-¿Así que elegiste la peor opción?

-Esa no era la peor opción.

-¿No?

-No, la peor opción era darle un golpe a Jaime por invitarte a salir.

Oh...

¡Oh!

Esas palabras no deberían hacer que mi estómago se haga un remolino, o que se me olvide cómo respirar por un momento. Pero la manera en la que lo dice, cómo si de verdad hubiera golpeado a Jaime solo por el hecho de que me pidió esa cita.

-Oh.

-Sí, me dejé llevar un poco de la ira y terminé diciéndole eso a tu hermano -me mira por unos segundos -. De verdad lo siento.

Trago en seco.

Cualquiera diría en estos momentos que esto es un tipo de declaración. Pero ya me he ilusionado muchas veces por la forma en que Nick me habla, la manera en que él me trata.

Y si, he caído varias veces, pero también me he enfrentado con el golpe de realidad que es el hecho de que él solo me ve cómo la hermana de su amigo.

Nunca voy a ser nada más que eso.

No hay nadie a quien culpar, honestamente. No se puede forzar un sentimiento que solamente existe en mi mente y en mis sueños.

Le sonrío a Nick antes de que estacione en la entrada del edificio en donde vivo.

-Gracias por traerme... y por salvarme de esa cita también.

-¿Eso significa que ya estoy perdonado?

-No lo sé... -le digo solo para bromear.

-Vas a hacer que te compre los M&M ¿verdad, palomita?

-Tal vez eso haga que te perdone más rápido.

Nick rie por mi comentario, tanto él y yo sabemos que no puedo enojarme mucho tiempo con él.

-Vale, no lo olvidaré.

Le regalo una última sonrisa antes de abrir la puerta.

-Ah, por cierto -le digo antes de bajarme -. No debes preocuparte, esta fue mi última cita con Jaime.

No me doy tiempo de captar su reacción hacia mis palabras. Salgo de su auto y entro a mi edificio en cuestión de segundos.

Cuando estoy en el ascensor me doy tiempo de mirarme en el espejo de mi elevador.

Trato de controlar mi corazón agitado. No es justo que esta sea mi reacción constante con respecto a Nick Hills.

Las puertas del ascensor se abren al tiempo que he recuperado mi respiración normal. Sin embargo, se vuelve a descontrolar cuando me siento en mi sillón y veo los mensajes que me llegaron.

Uno en específico.

Nick: Se me olvido decirte, te veías hermosa en ese vestido.

Nick: Jaime no sabe lo que está dejando ir.

-¿Por qué dices cómo estás, Nicholas?

Me pregunto antes de dejar el celular a un lado.

No puedes ilusionarte con él, Lana.

Es el mejor amigo de tu hermano. Y eso es todo lo que él siempre será.

***

Paul: Sé que estás desanimada por cómo te fue en una primera cita desde lo que pasó con Shawn.

Paul: Pero aunque sea tuviste un tiempo con tu amado en secreto.

Paul: Solo recuerda que no puedes confiar en los hombres al cien por ciento.

Lana: Tu eres hombre ¿significa que no puedo confiar en ti?

Paul: No, ni yo confío en mí a veces.

Sacudo la cabeza por el mensaje de mi mejor amigo.

Él y yo estudiamos juntos, era amiga de él y de un grupo de chicos con los que hacíamos los trabajos. Mi hermano me decía de mil maneras cómo debía buscar más amigas mujeres, pero le decía que no congeniaba con alguna en mi carrera.

Gabe no es el fan número uno de Paul, sobre todo después que le dije que le había contado sobre lo que pase con Shawn. Dijo que era muy apresurado haberle contado eso.

Actualmente Paul está en Los Ángeles, consiguió trabajo de fotógrafo con una banda. Mi mejor amigo está tomando fotos de artistas sudados en el escenario mientras yo le tomo foto a unos deportistas sudados que dan todo de ellos en la cancha.

Nos mandamos mensajes todos los días y de vez en cuando hacemos videollamadas para actualizarnos en la vida de cada uno.

-Perdón por hacerte esperar, Connor no quería soltarme hoy.

Le sonrío a Eliza mientras la veo tomar asiento frente a mi.

¿Eso que había dicho que nunca congeniaba con ninguna mujer para ser mi amiga? Eliza es la excepción.

Desde que la conocí, en el cumpleaños de Nick, pude sentirme identificada con ella.

Apenas la había visto y supe que ella y Connor estaban destinados a estar juntos, pero había algo muy grande impidiendo. Sin embargo, ambos lucharon por lo que sentían y ahora están viviendo juntos.

No tengo muchos recuerdos del cumpleaños de Nick, solamente de que me emborrache y que Nick tuvo que sacarme de la pista de baile porque Gabriel estaba mucho más borracho que yo. Pero siempre recuerdo cómo Eliza me ayudó a sentirme más a gusto en la fiesta.

-Lo perdono solo porque pasado mañana nos toca viajar a Atlanta.

-Ni que me lo digas, tu hermano está matando a mi novio en las prácticas -ella me sonríe antes de llamar a una mesera.

Estamos en un café cerca de mi apartamento, usualmente Eliza y yo nos vemos aquí para ponernos al día. Aunque no es muy necesario, la veo casi todos los días.

-Entonces... supe que la cita fue un fiasco -me sonríe después de que tomaran su orden.

-¿Podemos no hablar de eso?

-Mierda ¿tan mal?

-Solo te diré que sé más de la ex de Jaime que del propio Jaime.

-He estado allí.

-Sí, solo que tu eras la ex de la que hablaban.

-¿Connor hablaba de mi?

-Más de lo que te imaginas.

Incluso cuando quiere ocultarlo, noto la sonrisa que empieza a formarse en su cara por mi comentario.

Connor y Eliza estuvieron separados cuando Connor apenas había entrado a los leones de Chicago. No fue sino hasta dos años después de que él estuviera en el equipo que se reencontraron, las cosas fueron difíciles porque ella tenía un novio y Connor negaba que sentía algo por ella, pero hay cosas que no se puede luchar por mucho tiempo.

Eliza sacude su cabeza antes de volver a enfocarse en mí.

-¿Cómo te liberaste de la cita?

-Tuve una llamada de la suerte.

-¿Ah sí? -empieza a sonreír cómo el gato de Alicia en el país de las maravillas - ¿Y esa llamada fue de alguien que empieza por N?

Entrecierro los ojos hacia ella.

-¿Por qué sabrías eso?

-Puede que haya escuchado a Nick decir que tenía que encargarse de algo y dejarle la cocina a Gabe -me dice sonriendo.

-No, quita esa sonrisa de tu cara -la señalo -. No pasó nada.

-¿No?

-No... él solo se disculpó por el comentario que hizo delante de Gabe cuando se enteró de la cita.

-Aja -ella se queda callada cuando la mesera le trae su café y un panecillo - ¿Segura que eso fue todo?

-Bueno...

-¡Lo sabia!

-No te ilusiones -le advierto -. Es solo que él me escribió que me veía linda.

Eliza detiene en el aire su café antes de parpadear un par de veces y dejarlo en la mesa otra vez.

-Lana...

-No, no quiero oír lo que sea que vas a decir.

-¿Cómo sabes lo que voy a decir?

-Seguro dirás que lo que siento por Nick puede ser recíproco, pero no lo es -le digo.

Eliza sabe que tengo un gran crush con Nick desde una noche que los chicos estaban en Texas en un partido. Le terminé contando sobre mis sentimientos después de tomar todo mi peso en alcohol. Usualmente no tomo tanto, pero ese día había leído un rumor de que Nick fue visto con una modelo en un restaurante, como si hubiera sido una cita.

El rumor terminó siendo falso, desde que conozco a Nick nunca lo he visto salir con alguien.

Tal vez si saliera con alguien me ayudaría a superar este crush.

-Lana ¿Cómo puedes estar tan segura?

-Porque solo soy la hermana de su mejor amigo -le digo -. No va a cambiar eso, tengo que aceptarlo y vivir con este crush no correspondido.

Ella se queda callada mientras toma un poco de su café.

-¿Sabes? Yo también creí que mi crush era no correspondido.

-No, esto no es lo mismo que contigo y Connor.

-Solo digo, si tan solo nos hubiéramos arriesgado más temprano, no hubieras desperdiciado tanto tiempo.

-No es lo mismo, tu y Connor se conocen desde los once.

-El tiempo no estipula los sentimientos.

-No es lo mismo -repito -. La primera vez que me vio ni siquiera podía verme a los ojos. Pase meses sin poder tener una buena conversación con Nick porque siempre buscaba la forma de escapar estar solo conmigo... ¿En serio crees que él puede sentir algo por mi? ¿por la hermana de su mejor amigo?

Eliza suelta un suspiro, sé que es frustrante que siempre repita las mismas palabras, pero lo que ella no sabe es que las tengo que repetir constantemente porque son las que me mantienen cuerda en esta situación. Si no tuviera esas palabras cada día, podría estar peor con la situación con Nick.

No le miento cuando le digo que Nick y yo nunca pudimos tener una conversación de más de cinco minutos durante meses. Aún puedo recordar aquella conversación en el apartamento de Gabriel, una semana después de haber llegado a su hogar de repente. Gabe estaba comprando unas cosas, cuando la puerta sonó creí que era mi hermano, pero no, era Nick.

Sus ojos grises me quedaron viendo por un momento largo antes de sacudir la cabeza.

-¿Gabe está aquí? -fue lo primero que me preguntó.

-No, él salió a comprar unas cosas -le conteste -, puedes esperarlo aquí adentro si quieres.

-No creo que...

-Vamos, igual sirve para que te devuelva la chaqueta que me prestaste -le sonreí -. Nunca pude decirte las gracias.

Una sonrisa pequeña se asomo en su rostro y no pude evitar sentir una sensación rara en mi estomago. En esos momentos no me permití pensar sobre ello, no después de lo que había pasado.

-No, no te preocupes, tómalo como un regalo.

-Pero...

-No te preocupes -me repitió -. Llamaré a Gabe, igual no es importante lo que le iba a decir.

Quería decirle que se quedara. No sé porque quería que él se quedara y habláramos. No tenía la menor idea en esos momentos que Nick se iba a convertir en mi pensamiento de cada día.

Bueno, tal vez tuve que presentir algo cuando no podía dormir a menos que fuera abrazando aquella chaqueta que me regalo.

Su olor.

Su esencia.

Me calmaba como una canción de cuna.

-A veces puedes ser tan testaruda como tu hermano -Eliza me dice, trayéndome al presente.

-Bueno, por algo somos hermanos -le digo tomando un sorbo de mi café -. Ambos lo heredamos de mi papá.

Eliza pone los ojos en blanco antes de negar la cabeza.

Yo solo le sonrió antes de preguntarle sobre su trabajo para cambiar de tema. Mi amiga es escritora en la revista de deportes de Teams, una de las revistas más leídas de deportes del país, actualmente está haciendo una sección dedicada al capitán del equipo de fútbol americano de Chicago.

Sus secciones en la revistas son las más leídas, sus preguntas no son las que usualmente lees en todas las revistas y por lo tanto a la gente le gusta ver un nuevo lado de los deportistas que tanto aman. Empezó este tipo de secciones con su actual novio, Connor Schwab.

Nuestra conversación sigue por unos minutos más antes de que ambas tengamos que ir a nuestros trabajos. 

***

Llegó la hora de tomar el vuelo hacia Atlanta.

Es lo que sigo diciéndome mientras veo al equipo entrar hacia el avión privado del equipo.

También es la primera vez que voy en un vuelo con el equipo, los juegos en donde he estado han sido en Chicago, pero esta vez nos toca ser los visitantes.

Veo a los jugadores despedirse de sus novias y familiares antes de entrar al avión.

Mis padres nos llamaron a Gabe y a mí unos minutos antes de abordar para despedirse. No sin antes decirnos que les escribamos en cuanto lleguemos al hotel.

Veo a Connor despedirse de su novia, Eliza. Sus pies no tocan el suelo ya que su novio la tiene en el aire mientras la besa.

Desvío mi mirada de la muestra de afecto hacia Nick, quien está hablando por teléfono. De seguro está despidiéndose de sus hermanos... o eso quiero pensar.

No me doy cuenta que lo estoy mirando más tiempo de lo que debería hasta que Gabriel pasa su brazo sobre mis hombros.

-¿Algo que te interese, hermanita?

Internamente ruedo los ojos hacia su tono de voz.

-No, solo pensando que tendré que aguantarte todo el vuelo.

-Oh, vamos, no puedo ser peor que el último vuelo hacia Colombia.

-Ni me lo recuerdes.

En el último vuelo hacia nuestro país natal, Gabe consideró que era buena idea comerse alitas calientes y nachos media hora antes del vuelo.

Lo único que diré es que nadie quería entrar al baño luego de que Gabe entrara allí.

-No comiste nada raro ¿verdad?

-No, no me puedo arriesgar a no derrotar a los tiburones de Atlanta.

-Algún día me tendrás que contar cual es tu odio hacia ellos.

-Algún día... -musita como si no fuera a pasar.

Niego con la cabeza antes de que nos anuncien que ya podemos entrar al avión.

Mi hermano y yo nos ubicamos en la mitad, Seth, nuestro pívot y quien está sentado detrás de nosotros, le dice algo a mi hermano que lo hace girar para hablar con él.

Aunque quiera evitarlo, mi mirada se desvía hacia donde Nick está, al lado de Connor.

Sé que es imposible, pero parte de mi no puede evitar pensar lo que sería estar sentada a su lado. Dejar caer mi cabeza en su hombro, sentir sus brazos rodeándome.

No puedes ilusionarte tanto, Lana.

Estoy por desviar mi mirada de él cuando veo su cabeza girar a donde estoy yo. Por un momento veo a mi hermano para ver si es a él a quien quiere ver, pero Gabe está muy concentrado en su conversación con Seth. Vuelvo a ver a Nick, quien me regala una sonrisa antes de musitar algo con sus labios.

-Buena suerte con Gabe.

Sus palabras no suenan.

Yo solo le sonrío antes de sacudir mi cabeza.

-La necesitare -le musito de vuelta.

Él me sonríe por última vez antes de volver a hablar con Connor.

Sé que me dije que no me iba a ilusionar tan fuerte, pero no puedo evitar seguir con mi sonrisa el resto del viaje.

Y por un momento me permito imaginar lo que sería otra realidad en donde mis sentimientos si fueran correspondidos. 

__________________________________________________

Holaaaa

Bueno, aquí están los dos primero capítulos ¿Qué les parece por el momento? 

Abrochen los cinturones porque viene un recorrido de angst. 

Muchas gracias por leer mi historia y no olviden en dejar su comentario y voto si les gusto el capitulo <3

Nos vemos el próximo capitulo ;)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro