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CAPÍTULO 3

advertencia: la canción de hoy pega fuerte como patada en el pecho

pd: no se olviden de votaar, significa un montón!!!

"Momma, I'm so sorry, I'm not sober anymore"
Traducción:
"Mamá, lo siento tanto por ya no estar sobrio"
—Sober, Demi Lovato.


ASHTON.

Hay algo que no muchas personas saben sobre tener una adicción al alcohol.

Un detalle. Algo que ni siquiera tiene tanta importancia. Solo para la persona adicta, claro. Y es la habilidad de no tener resaca. En realidad, no es que no exista. Es que a veces no le doy tiempo de que aparezca, o simplemente mi cuerpo se acostumbra tanto que se convierte en un evento normal, nada digno de resaltar.

Sin embargo, no es algo que vuelva a ti como andar en bici. No, es algo que se entrena con el tiempo. Y lo que sí estoy descubriendo es que el periodo de tiempo se vuelve cada vez más corto.

Pasaron tres días desde que volví a beber.

Después de haberle dado ese primer trago de whiskey en el sótano, continúe bebiendo hasta terminar la mitad de la botella. Podría haber seguido. Dios, quería seguir. Creo que dejarla me costó más que todos los meses que pasé sobrio. La única razón por la que dejé de beber fue porque sabía que dentro de poco me buscarían. Y porque aún no sabía sobre el temporal, y pensaba que tendría que encontrar una manera de conducir y para ello, mi borrachera tenía que pasar.

Así que fui a donde sé que no me buscarían.

Donde nadie sabría buscarme porque técnicamente ese lugar no existe.

En el sótano real, no el falso, hay una puerta que lleva a una pequeña oficina cuya puerta se camufla a la perfección en la madera de la pared. Mi bisabuelo la construyó pensando que algún día necesitaría esconderse de la policía. Por lo que sé, nunca tuvo que usarla.

Así que pasé mi tiempo allí, disfrutando los efectos que dejó el alcohol sobre mi.

De cierta manera, se sintió como reencontrarse con un viejo amigo. Un amigo que estuvo esperándome todo este tiempo con sus brazos abiertos.

Tienes que ser como yo para entender lo que se siente. Lo aliviador que es sentir tu cabeza adormecida, tus pensamientos más ligeros, como todo se apaga en el fondo de tu cabeza, mis inhibiciones se rompen. ¿Por qué tuve que dejarlo en primer lugar?

Cuando mamá y Caroline descubrieron por primera vez que tan grande era mi problema, tenía 17 años. Pensé poder ocultarlo por más tiempo. Por lo menos estirarlo a estar en la universidad y no tener que vivir con ellas. Esconderlo tampoco fue difícil. Mamá estaba absorta en la toxicidad de su vida anterior, y Caroline tan enamorada de Frank y sus estudios que era incapaz de mirar a su alrededor.

De cierta manera, siempre fue así. Siempre se sintió como si ambas estuvieran tan tan absortas en sus propias vidas que no pueden mirar a los costados.

¿Quién estaba siempre a los costados, desesperado por auxilio que no sabía cómo pedir? Por supuesto, yo.

Así que cuando lo descubrieron, fue un accidente. Fue porque me encontraron en uno de mis días malos. Y empecé a balbucear cosas. Empecé a dejar en descubierto las partes rotas de mi corazón que intenté pegar solo y no pude.

Lo primero que me dijeron fue: "Estás arruinando tu vida".

No.

Esa es la raíz de la situación.

Mi vida ya está arruinada. Uno no pasa por todo lo que pasé, por haber intentado quitarse la vida sin éxito dos veces, y por todo lo demás; no se pasa al otro lado con una preciosa historia de superación.

Si siquiera se consigue pasar al otro lado, se lo hace completamente roto. Tan roto que las partes rotas ni siquiera son reconocibles.

Después de pasar ese tiempo encerrado en la oficina, hice lo que siempre hago después si es que estoy intentando ocultarlo. Me duché, me lavé los dientes y usé el enjuague bucal necesario para no dejar rastro de nada.

Luego Aggie me encontró.

Nunca pensé que algo me afectaría tanto como cuando me preguntó si estaba todo bien y le mentí en la cara.

Creo que parte de mi quería romper en ese momento y decirle que no, que nada estaba bien. Que necesito un abrazo y contención más que nunca. ¿Pero de qué sirve? Ya pasé por eso. Pasé por la terapia, rehabilitación, abrazos y contención. Nada funcionó.

Nada nunca funciona.

Y sí puedo por lo menos entretenerme un rato mientras sigo vivo, prefiero beber.

***

AGGIE.

Por fin volvemos a nuestra rutina.

No pensé que volver a la universidad me alegraría, pero acá estoy caminando a clases junto a Isabella mientras nos ponemos al día con todo a pesar de que solo pasamos un día separadas.

—Miller sigue enviándome mensajes —revela.

Volteo a verla con una ceja alzada.

—¿Qué esperabas?

—Que se aburra una vez de haber estado conmigo y que deje de molestarme —bufa, resoplando tan fuerte que mueve algunos de los mechones de cabello que caen sobre su rostro.

Suelto una carcajada.

—Tienes a Miller en la palma de tu mano. No hay forma de que se aburra. Creo que lo único que hiciste cuando te acostaste con él fue darle un poco de todo lo que quiere. Y presiento que no va a detenerse hasta que lo consiga.

—Tranquila, Romeo. Voy a darle unos días más. Va a aburrirse. Conozco chicos como Miller. Les encanta que les digan que no, pero no que sea imposible.

Carraspeo.

—Dudo que conozcas muchos chicos como Miller. —le digo.

Gira su cabeza con una mirada acusadora.

—Está bien. No conozco muchos chicos como Miller. Pero conozco cómo funciona su cabeza.

—¿Sí? ¿Cómo sabes?

—Intuición —se alza de hombros.

Niego con mi cabeza. No quiero spoilearle el final, pero va a terminar casándose con Miller y dándole ocho hermanos a Luca. ¿Quién soy para arruinar el final?

—¿Cómo siguen las cosas con Ashton? —me pregunta, claramente cambiando el tema de conversación.

Me alzo de hombros al mismo tiempo que una sonrisita me delata.

—Uhg, olvida que pregunte. Tu rostro me lo dice todo.

—¿Qué? —recrimino al mismo tiempo que mis mejillas comienzan a tomar color—. Estoy feliz.

Eso hace que Isabella sonría.

—Y se nota, "Rubiecita" —bromea empujándome con su codo—. Es bueno verte así. Cualquiera que tan solo los mire se da cuenta de bien que encajan juntos.

—Ojalá fuera así de fácil. Siento... Miedo —confieso—. No sé si Ashton está en la misma página que yo. Todo lo que siento por él me aterra. Siento que estoy dándole el poder necesario para destruirme, y sé que Ashton no haría nada que me haga daño. No a propósito, por lo menos. Pero me aterra ¿sabes? No quiero presionarlo. El fue el primero en no querer que las cosas escalen entre los dos para no complicarnos y ahora...

—Ahora les queda hablarlo —termina por mi—. Es como si tuvieras miedo a hablar con él por la respuesta que podrías o no tener. No hay forma de saberlo hasta que hablen.

—Ugh, ¿por qué tengo que ser yo la que siempre inicia las conversaciones difíciles?

—También puedes hablar eso —recomienda Isabella—. No tienes porqué ser tú la que carga con el peso de ese trabajo.

Asiento.

—De cierta manera se siente como si estuviera tratando con un gato.

—¿Estás queriendo decir que Ashton es un gato?

—Quizás. Solo que se parece a uno. Tal vez si lo presiono o intento acercarme de más, salga corriendo.

—Es él quien termina perdiendo —es la respuesta de Isabella—. Espero que sea lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de lo que tiene enfrente y comience a apreciarlo.

***

Cuando vuelvo a casa, encuentro el departamento vacío. Generalmente eso sucede los lunes. Ashton no tiene clases, pero siempre va al gimnasio antes de que regrese.

El gato me recibe al abrir los ojos de su siesta cuando escucha la puerta. Puedo jurar que me envía una mirada de desdén antes de volver a cerrarlos. Me fijo que tenga agua antes de ir a mi habitación para dejar mis cosas.

Me siento sobre mi cama y vuelvo a chequear mis mensajes, como si hubiera algo diferente respecto a hace treinta segundos cuando los chequeé antes de entrar al departamento.

Estoy esperando un mensaje de Liam.

Lo primero que hice al volver a San Francisco, fue enviarle los pocos datos que tengo sobre mi posible hermana biológica. Ni siquiera es mucha información. Solo que posiblemente viva en San Francisco y algunas posibles apariencias físicas. Se siente como buscar una aguja en un pajar, y quizás esa sea la razón por la que no estuve esforzándome tanto en buscarla. No tiene sentido empezar a luchar una batalla que sé que voy a perder.

Sin embargo, contarle todo a Liam y Ashton, me dio esperanzas. Como si las energías que sentía respecto al tema se hubieran renovado. Quizás no sea tan imposible como pensaba. Y sí lo es, por lo menos sabré que hice todo lo posible.

La cuestión es que Liam tiene que avisarme si el investigador que conoce tiene tiempo y le interesa el trabajo. Porque según Liam, es tan excéntrico y bueno en lo que hace, que tiene la libertad de escoger sus casos según le gusten o no. Le dije a Liam que podía pagarle más. Me dijo que el dinero no es el problema, sino sus preferencias.

Dejo mi celular sobre la cama, determinada a no seguir obsesionándome cuando escucho el ruido de la notificación. Rápidamente alzo el celular y leo el mensaje que acaba de llegar.

Liam: Dijo que sí. En unas semanas viajará a San Francisco.

Puedo sentir como mis hombros se relajan y suelto un suspiro aliviado.

Llega un segundo mensaje.

Liam: Es muy bueno en lo que hace. Tengo un buen presentimiento. Vas a encontrarla.

Sonrío, al mismo tiempo que siento mis ojos empezar a arder con lágrimas. Siento que es un poco tonto llorar, pero al mismo tiempo siento que son las lágrimas con mas esperanzas y ansias que pasaron por mis ojos. Se siente surreal. Vuelvo a leer el mensaje.

Verdaderamente hay chances de poder conectar con mi hermana biológica.

¿Quién sabe? Quizás sea terrible. Quizás no quiera verme. Quizás su familia sea perfecta y no quiera saber nada conmigo. Quizás me odie. Son tantas las posibilidades, y juro haber pensado en cada una de ellas.

Es aterrador.

Y aún así, estoy intentando dejar que ese miedo se transforme en el motor de todo esto.

¿Qué me da más miedo? ¿Enterarme, o pasar toda la vida sin saber?

Definitivamente pasar toda la vida sin saber.

***

Esa misma noche, Belinda pasa a visitar. Ashton aún no regresó, así que solo somos nosotras dos. Ella me enseña una de sus recetas favoritas mientras nos ponemos al día con todo. Por supuesto que me hace hablar sobre Ashton, así que decido darle una versión resumida sin tantos detalles solo para saciar su curiosidad.

Belinda niega con la cabeza una vez de tapar la cacerola con la salsa hirviendo.

—Aggie, querida —suspira como si ella supiera algo tan obvio que yo no. Voltea a mirarme—. Ten cuidado.

—Lo tengo —le aseguro, un poco confundida de que tenga que aclararme eso.

—Hablo en serio. Sé que no lo tendrás. Y no te culpo. Uno no puede ir por la vida con miedo de dar pasos y chequeando atrás de ti todo el tiempo. Solo hablo de que si en algún momento, sientes que las cosas... Extrañas. Porque suele pasar. Basta con una corazonada. Un pequeño presentimiento de que algo irá mal. Hazle caso.

Trago saliva, de repente, empezando a sentir el peso de sus palabras.

—¿Hablas de Ashton?

Niega con la cabeza y se alza de hombros.

—Hablo de todo. No solo de él.

Estoy por responder cuando escucho el ruido de la puerta abrirse. Belinda me da una última mirada antes de volver a concentrarse en lo que estamos cocinando. Segundo después, veo a Ashton en el umbral de la cocina.

—Belinda —saluda él.

—Joven —responde ella en un tono de pocos amigos—. ¿Dónde estuviste? ¿Te parece una hora aceptable para volver?

A decir verdad, le preguntaría lo mismo.

Ashton nunca suele volver tan tarde, y si lo hace, generalmente me avisa.

—¿Me extrañaste? —le pregunta Ashton recargándose sobre la puerta mientras sonríe de lado.

—Ya quisieras —bufa—. Pon la mesa. Estamos por comer.

—Cómo diga, señora —responde.

Deja su bolso en el suelo cerca de la entrada y entra a la cocina. Antes de buscar las cosas para poner la mesa, Ashton se acerca a mi haciendo que mi corazón dé un estúpido salto. Coloca una mano en mi cintura.

—Estás sudado —espeto cruzando mis brazos para no tocarlo, sabiendo que estuvo en el gimnasio.

Niega con la cabeza.

—Me di una ducha antes de volver —me dice. Huh. Así que su cabello mojado es agua y no sudor. Inclina su cabeza hacia abajo para besar mi frente antes de alejarse para hacer lo que Belinda le ordenó.

Subo la vista para mirarla, me da una corta sonrisa que me recuerda lo que me dijo. No voy a pasar por alto sus palabras porque tiene razón. A veces una simple corazonada es suficiente para retroceder. Sé perfectamente cuántas veces las ignoré y luego terminé pasándola peor de lo que podría haber sido.

Espero que no vuelva suceder.

***

Esa misma noche, Ashton carga los platos en el lavavajillas mientras me siento a un costado sobre la encimera para hacerle compañía.

—Tengo noticias —digo para romper el silencio al mismo tiempo que acomodo mis manos bajo mis muslos—. Ya conseguí al investigador que va a ayudarme a encontrar mi familia biológica.

Mis palabras hacen que Ashton suba su cabeza para mirarme.

—¿De verdad?

Asiento.

—Va a demorar unas semanas en venir a San Francisco, pero Liam me aseguró que es el mejor en lo que hace —respondo.

Ashton termina de acomodar el último plato, se levanta y cierra el lavavajillas. Se detiene enfrente de mi, colocando sus manos sobre mis rodillas.

—Son muy buenas noticias, rubiecita —habla, haciéndome sonreír. Con una de sus manos, acuna mi rostro—. Estoy muy orgulloso de ti. Sé que da miedo, pero de todas maneras lo estás haciendo. Es una de las cosas que más admiro de ti.

No puedo evitar sentir mis ojos humedecerse, no cuando la oleada de emociones me golpea tan fuerte como ahora, cuando Ashton está diciéndome todo esto.

Pasa su pulgar por debajo de mis ojos, borrando las lágrimas. Niego con la cabeza, obligándome a respirar profundo. Ya derramé demasiadas lágrimas.

—Creo que decir que tengo miedo es poco. Estoy totalmente aterrada —aclaro mi garganta.

Ashton sonríe un poco.

—No tienes de qué preocuparte, rubiecita. Tengo el presentimiento de que todo saldrá bien.


***

Nota:

Poco a poco comenzamos a ver mejor el panoramaa... Ya creo que están sacando conclusiones, o no. JAJAJ depende

Me preguntaron si voy a tener un día fijo de actualización, y la respuesta es que creo que no. Por ahora no, solo sé que actualizo una vez en la semana :)

Como sieeempre, me tienen estudiando para finales así que van a tener uno por semana pero no un día fijo porque apenas sé que día es hoy. :)

pARA mas info, si wattpad no les avisa de las actualizaciones, (lo cual suele pasar), siempre subo los links apenas actualizo a mi twitter e insta.

Ahora sí, al libro.

Presiento que a no muchas personas le va a gustar esta versión de Ashton. Ustedes tranca, quizás vengan cosas mejores. O cosas peores. Todavía es el CAPÍTULO 3 jajan't.

Me voy a seguir estudiando, las mesas de febrero no esperan a nadie

con amor,

Cande.

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