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Capítulo 24

Cande tip: Tómense un vinito para leer este cap.

Nota: todo este capítulo ocurre en el pasado.

No se olviden de votar y comentar Loveu

"I'll be your temporary fix
You can own me and we'll call this what you like"

Traducción:

"Voy a ser tu solución temporal,

Puedo ser tuyo y lo llamaremos como tú quieras"

—Temporary Fix, One Direction.

Pasado.

AGGIE.

Todo suena perfecto.

Debería estar sonriendo de oreja a oreja todo el tiempo.

Debería. Si no fuera porque hay una maldita guerra en mi cabeza.

—Al parecer, la fiesta de hoy va a ser grande —comenta Liam al tirarse a mi lado en la arena. Marco la pagina en la que me quedé y dejo el libro que estaba leyendo a un lado.

—¿No lo son todas? —inquiero, agradecida de tener un descanso.

Liam baja sus lentes de sol hasta el puente de su nariz y alza una ceja. El bronceado que ganó hace que sus pecas resalten más. Son adorables.

—¿A diferencia de está? No. Así que quita ese rostro, Monroe. Vamos a pasarla bien.

—Tú vas a pasarla bien —resalto—. Persiguiendo a chica tras chica.

Él niega con la cabeza.

—No confundamos. No persigo a nadie. Ellas me persiguen a mí.

—Ajá.

Liam me empuja, recordándome a lo que hacia cuando éramos niños. Hay cosas que nunca cambian. Y hay cosas que cambian tanto que se vuelven irreconocibles.

Vuelvo mi vista al frente. Nick y Tyler están jugando con un balón de futbol cerca de la orilla. Algunos chicos se sumaron a su pequeño partido. Parece divertido.

—Aggie... ¿Cómo estás? —me pregunta Liam en un tono cauteloso.

Me demoro un poco en responder. Más que nada porque me sorprende que Liam haya sacado la cabeza del pozo de alcohol y chicas en el que estaba enterrado. Siempre fue la clase de amigo que se preocupa, solo que por este verano, después de todo lo que pasó, los roles tuvieron que invertirse.

—Bien —contesto finalmente—. Es verano. Estamos en Ibiza. Dentro de poco empezaremos la universidad juntos. ¿Qué podría estar mal?

—Sabes a lo que me refiero. Podemos tener el mundo a nuestros pies, pero eso no quita que te sientas mal —se alza de hombros—. Y últimamente estuve notando que estás algo... ¿Decaída?

—Tal vez. No es nada. —le aseguro.

Liam me mira sin estar convencido.

—Hace dos días, ¿recuerdas esa vez que llegaste a nuestra habitación tarde? Nick dijo que estabas durmiendo, pero luego cuando te abrí la puerta, apareciste con los ojos rojizos e hinchados, como si acabaras de llorar.

Y yo pensando que Liam nunca se daría cuenta.

—Acababa de fumar, por eso me viste así.

—No, nop. No fue eso. Deja de mentirme.

Frunzo el ceño.

—¿Y qué? ¿No puede una persona llorar en paz estos días?

Liam se alza de hombros.

—Depende. ¿Por qué llorabas?

Por Nick.

—Mi mamá volvió a llamarme —miento.

Liam asiente instantemente. Me duele mentirle a mi mejor amigo, pero si empiezo a contar todo lo que ocurre entre Nick y yo, solo voy a conseguir complicar las cosas. Esto es algo que lo tenemos que solucionar entre los dos. Sin Liam y Tyler de por medio.

Y si bien puedo pedirles que no se involucren, será complicado. Literalmente estamos conviviendo juntos. No quiero arruinar el viaje. Sé perfectamente que Liam y Tyler necesitan un descanso.

De momento es mejor no decir nada.

—Vi que Nick y tú se fueron a hablar. Luego se fueron a su habitación... —canturrea—. Mira, puede que me dé asco pero sé que hacen en esa habitación. Aunque, déjame entender algo. ¿Por qué tiempo después, solo Nick fue a la fiesta y tú te quedaste?

Respiro hondo.

La realidad es que ese noche, después de prácticamente tenerle que haberle rogado que me toqué en ese balcón, —por lo cual ahora me avergüenzo—, cuando volvimos a nuestra habitación, las cosas iban bien en un principio.

Sin embargo, cuando estábamos besándonos, no... No lo sé. Se sentía diferente. Se sentía como si estuviera obligando a Nick. Empecé a recordar como me lancé a él, básicamente rogándole volver a sentir la conexión entre nosotros.

Fue tonto pensar que la conexión física solucionaría la sentimental.

Entonces rompí el beso y le dije que no estaba segura, que me sentía cansada y sin ganas. Nick, siendo la persona que es, entendió al instante. Se quedó conmigo por un tiempo. Creo que planeaba quedarse toda la noche, pero no quería arruinar sus planes de ir a la fiesta. Así que le dije que vaya. Costó convencerlo hasta que cedió.

—Estaba cansada —le digo. En parte es real, estaba cansada. Solo que el cansancio no era físico, era mental. Ese tipo de desgaste que no se va ni con horas y horas de sueño.

—Uhmm —asiente Liam no muy convencido—. ¿Pero está noche irás?

Asiento. Es momento de dejar de evitar divertirme.

(...)

Estoy terminando de maquillarme cuando escucho la puerta de la habitación abrirse. Segundos después, puedo ver a Nick en el reflejo del espejo. Se apoya contra el marco de la puerta del baño.

—¿Te gusta? —le pregunto y doy una pequeña vuelta en mi lugar para enseñarle el vestido azul Francia que compré hoy. Se acentúa a mi figura, es strapless y llega hasta la mitad de mis muslos. Tiene una pequeña franja al descubierto debajo de mis pechos. Es lo más sexy que encontré en poco tiempo.

—Me encanta —dice sonriendo. Atrapa mi mano y me tira hacia él, haciendo que nuestros cuerpos se peguen. Corta la distancia al darme un beso en los labios.

—¿De verdad?

—Sí, de verdad. Luces de película, Monroe.

Desde la noche de nuestra pelea, no hemos hablado mucho. No sobre cosas importantes al menos. Conseguimos convivir en paz, olvidando los llantos y los gritos. Una solución temporal.

—Presiento que esta noche vamos a pasarla bien —me dice apretándome más contra él—. La vez pasada fue aburrido sin ti.

Me río sin poder creerlo.

—Saliste con Liam y Tyler, dudo que pueda ponerse aburrido.

—Puede. Créeme. Más cuando me dejan tirados al irse con chicas. Liam intentó quedarse conmigo un rato, pero...

—Pero no duró mucho —termino por él en un tono obvio.

—Exacto. Había más gente, solo que no es divertido sin ti.

Respiro hondo.

—Podría serlo —me alzo de hombros—. Una fiesta puede ser divertida sin mi.

Nick suspira como si la simple idea que sugiero fuera divertida.

—Créeme, no puede.

—Nick... —murmuro y pongo distancia entre los dos.

—No, Aggs, no peleemos hoy. ¿Sí? Estoy harto.

Trago saliva.

—No podemos simplemente ignorar las peleas y pretender que todo está bien —le recuerdo.

Nick frunce el ceño.

—¿Pretender? Está todo bien —pone las manos sobre mi cintura—. No entiendo la manía que tienes de crear problemas donde no hay.

Sacudo mi cabeza y me cruzo de brazos. Los ojos de Nick bajan momentáneamente a mi busto, por lo menos sé que el vestido y la franja al descubierto funcionan bien.

—Que tú no los veas no significa que no haya —espeto. Cargo mi pecho de aire—. Solo quiero que entiendas que podemos divertirnos por separado, que no hay nada de malo con ello.

Junta sus cejas confundido.

—Por supuesto que sé que no hay problema, Aggie —responde—. Simplemente estoy diciendo que no me divertí en la fiesta.

Quiero decirle que va más allá de eso. Que es el mismo problema que no podemos solucionar desde que decidimos que vamos a vivir juntos en Cambridge. El mismo problema que sé que va a terminar destruyéndonos.

—Nick... —suspiro.

—No, Aggie —me interrumpe y da un paso hacia atrás. Pasa una mano por su cabello frustrado. Ahora que estamos solos, puede darse el lujo de enojarse. ¿Cuál es el problema? Nadie nos ve—. Estoy cansado de que siempre intentes traer discusión tras discusión, cuando solo quiero que la pasemos bien y que disfrutemos de este viaje. Es como si estuvieras constantemente buscando excusas para que peleemos. No sé qué más quieres de mi. ¿Qué termine contigo? ¿Es eso lo que estas buscando? Lamento decirte que no va a pasar, por más peleas y excusas que pongas.

Aprieto mis labios en un esfuerzo para no llorar. Odio pelear con Nick porque es la persona más importante en mi vida.

—¡No quiero terminar contigo! —exclamo.

—¿No? Eso es lo único que pareces querer.

Niego con la cabeza.

—No quiero eso. —repito.

—¿Qué es lo que quieres? —insiste. Nick acerca una mano a mi mejilla, escondiendo uno de mis mechones que comenzó a pegarse a mi rostro por las lágrimas, detrás de mi oreja.

—Quiero... Quiero que estemos bien

—Estamos bien, corazón. —murmura.

Niego con la cabeza. Nick cierra sus ojos decepcionado.

—No puedo lidiar con esto, Aggie. No ahora. Lo siento —suspira, dejando caer su mano a un costado de su cuerpo. Siento mi corazón partirse ante sus palabras—. Te amo, ¿sí? Te amo más que nadie nunca podrá amarte, te amo con toda mi vida, pero siento que estás alejándome.

—No, no... No estoy alejándote. Nick, todo lo contrario, quiero tenerte más cerca. Eso es lo único que estoy intentando. —suspiro sintiendo la exasperación apretarme la garganta. Parpadeo para ahuyentar mis lágrimas. Estoy cansada de llorar siempre.

—¿De verdad? No parece —sacude la cabeza ligeramente—. Siento que cada vez te tengo más lejos. No sé que hacer. Porque estás cerca, pero al mismo tiempo estás tan lejos que... —respira hondo y pasa una mano por su cabello.

Muerdo mi lengua. El dolor en su voz me está desgarrando. Al mismo tiempo no tengo respuesta para aliviar ese dolor y me destruye.

—Toma por ejemplo hace tan solo unos días, cuando estábamos en la habitación de Liam y Tyler, y luego volvimos a la nuestra. Aggs, todo iba tan bien y luego, no lo sé, decidiste que ya no me querías más.

—¡No es que no te quiera! ¿No puedes entenderlo? Es que no quiero obligarte a queme quieras.

Suelta un bufido.

—¿Obligarme? —inquiere incrédulo. No puedo creer que tiene el nervio de hacerse el desentendido.

—Sí, Nick. La única razón por la que volvimos a nuestra habitación es porque te sentiste culpable por lo que te dije sobre no quererme más físicamente.

—Estás inventando cosas. No me sentía culpable. ¿No se te ocurrió que tal vez solo quería, no lo sé, acostarme con mi novia?

—¿Después de semanas de nada? ¿Justo cuando yo lo pedí?—espeto—. Vuelves difícil que te crea. ¿Qué está pasando, Nick? ¿Estás viendo a alguien más?

Se detiene por completo durante unos momentos. Juro que podría escuchar un alfiler caer al piso. Sus ojos me devuelven una mirada más dolida que nunca.

—¿Piensas eso? ¿Qué estoy viendo a alguien más? ¿Quién mierda te crees que soy, Aggie? Por supuesto que no te estoy siendo infiel.

Trago saliva y asiento.

—Lo siento. No quise... Sé que no serías capaz de hacer algo así.

—¿De verdad lo piensas? —los músculos de su mandíbula se tensan—. ¿Por qué preguntarme, entonces?

—Porque estoy volviéndome loca buscando respuestas. Y cada vez que quiero hablarlo, me tratas como si no hubiera ningún problema.

—¡No lo hay! —exclama haciéndome sobresaltar—. No hay un problema, Aggie. Entiendo que estés asustada, que estamos por pasar por un montón de cambios, pero tienes que entender que mientras estemos juntos, va a estar bien. Tienes que confiar en ello.

—Nick...—

—Estoy harto de las peleas, Aggie. Harto. ¿Quieres seguir inventando problemas? Hazlo. ¿Quieres que ambos pasemos como la mierda el viaje? Hazlo. O mejor aún, termina conmigo. Porque estoy harto.

—¡No quiero terminar! ¡Estás siendo un imbécil!

—Te darás cuenta, Aggie, de que cada vez estás más lejos de mi, por más que intentes convencerte de que no. Y tengo miedo de que yo siga completamente pegado a ti cuando sienta que estas a kilómetros de distancia. —se queda en silencio por unos segundos. La cascada de lágrimas que brota de mis ojos se siente interminable—. Me duele. Cada vez que peleamos, me duele hasta respirar, Aggs. ¿Quieres que nos divirtamos por separado? Está bien, empecemos esta noche.

No dice nada más, y tampoco me deja decir algo más. Voltea, sale del baño y pronto escucho la puerta azotarse.

Apoyo las palmas de mis manos contra la mesada del baño y dejo que los llantos que tanto intenté contener, se escapen de mi boca.

(...)

Oficialmente estoy borracha.

Lo sé por como mi cabeza se siente como si estuviera flotando un una nube, las luces de la fiesta se ven más borrosas y mis pensamientos cada vez se vuelven más descuidados.

Nick cumplió su promesa. Apenas lo vi en la fiesta. Sé que está con un grupo de gente que conocimos hace unos días, también vi a Liam por allí. Al parecer, esta noche decidió quedarse con Nick.

Por lo que mi única opción fue beber hasta olvidar mi nombre. ¿Es una solución? No, pero se siente bien.

Cuando llego al patio trasero, observo la piscina llena de personas. La música retumba en mis oídos, y con lo intoxicada que estoy, apenas lo siento. La casa en la que estamos es de alguien con mucho dinero. Hay cascadas y toboganes en la piscina, siete distintas barras de alcohol y hay dos DJs. No sé quién es el dueño de todo esto, solo sé que es una buena fiesta, como me prometieron.

Nick y Liam están echados en unas tumbonas al borde de la piscina. Hay un grupo grande de gente con ellos. Alrededor, chicas con bikinis diminutos obsesionadas con Nick y Liam. Ni siquiera me preocupo por las chicas que intentan poner sus manos encima de Nick, y le sonríen mientras parpadean bonito. Por más que mis pensamientos más desesperados hayan pensado que es capaz de hacerme algo así, en mi corazón sé la verdad. Nick no sería capaz.

Suelto un suspiro y vuelvo a beber de mi vaso. Lo termino de un tirón, sintiendo un poco de líquido escaparse por los costados hasta caer por mi garganta.

—Aggie —una mano en mi hombro me sobresalta, haciendo que casi tire el vaso. Volteo a ver. Cuando chequeo que es Tyler y no otro desconocido, me relajo.

—Tyler —murmuro en saludo.

No lo vi en toda la noche. Ya casi son las cuatro de la mañana, lo cual me hace saber que seguro estuvo con alguien más en una de las tantas habitaciones de esta casa. Tyler debe ser una de las pocas personas en este lugar que conserva su camisa.

—Necesito otro trago —anuncio. Giro sobre mis talones. Podrán decirme muchas cosas, y que sé manejar tacones borracha a la perfección es una de ellas.

—Espera —lo escucho decir a lo lejos.

No lo espero.

Sé qué quiere Tyler. Vigilarme como si fuera un perro lastimado. No necesito una niñera. Necesito más alcohol.

Llego a una de las barras, y me cuelgo de ella, haciendo que mis pechos se aprieten contra la mesa. Eso capta la atención del mesero en un instante. Se acerca a mi con una sonrisa. Ah, siempre funciona.

—¿Qué puedo servirte? —me pregunta.

Tyler llega a mi lado en el momento menos oportuno.

—Agua —responde por mi.

—Espera dos segundos —le aviso alzando dos dedos en el aire y volteo a enfrentar a Tyler. Nuestras piernas se chocan cuando lo hago al tener mi espalda pegada a la barra, y él retrocede un poco. Entrecierro mis ojos—. No necesito este papel de amigo sobreprotector. ¿Quieres ayudarme? Bebe conmigo o vete.

Puedo ver como aprieta los músculos de su mandíbula molesto. Sus ojos verdes brillan con indecisión.

—Está bien. Bebamos —accede.

Asiento contenta con la respuesta y vuelvo a girar hacia el mesero. No me cuesta mucho convencer al chico que sirve las bebidas que me de una botella entera de vodka. Una vez que la tengo en mis manos, le lanzo un beso en el aire y vuelvo mi atención a Tyler. Con un ademan, le indico que nos vamos.

Me sigue mientras lo llevo hacia una zona de la casa más tranquila, donde la música no es tan fuerte y no hay tantas personas. Lo único bueno de haber estado sola es que deambulé por todos lados, familiarizándome con el ambiente.

—Monroe, ¿a dónde estamos yendo? —se queja Tyler a mis espaldas mientras subimos unas escaleras.

No respondo. Simplemente lo guío por una pasillo que se abre a una galería. Es una sala de estar abierta a la playa. Hay unas cuantas personas en los sofás. Aunque deduzco que demasiado drogados como para prestarnos atención.

Me dejo caer sobre uno de los sofás blanco que están enfrentados al mar y destapo la botella. Le doy un trago y la estiro en su dirección. Tyler me observa de arriba a abajo, parado al borde del sofá, sin decidirse aún.

Cruzo mis piernas, haciendo que su vista se desvíe momentáneamente a ellas.

—¿Sí o no? —presiono cuando mi brazo y mi paciencia empiezan a cansarse.

Suelta un suspiro por lo bajo y acepta la botella.

Se tira a mi lado, bebiendo un trago largo.

Y durante los próximos treinta minutos, eso es lo que hacemos. Pasarnos la botella, beber y no decir nada. Solo nos concentramos en la vista que tenemos al frente, la música a lo lejos, las risas de las personas a nuestro alrededor y en nuestros pensamientos.

Llega un momento en el que no puedo beber más, siento que voy a vomitar  si lo sigo haciendo, así que le dejó la botella a Tyler para que se ponga en mi misma sintonía.

—¿Monroe? —inquiere después de un rato, rompiendo el silencio.

—¿Mhm?  —balbuceo sin mirarlo.

—¿Pasó algo con Nick? —me pregunta.

Me alzo de hombros y sonrío.

—No lo sé.

A decir verdad, estoy demasiado borracha como para seguir pretendiendo. Hemos montado una farsa ante Liam y Tyler por demasiado tiempo.

—Responde —presiona y entierra uno de sus dedos en mis costillas, haciéndome reír.

—Sí, Tyler. Pasaron cosas. No viene al caso, no voy a contarte toda la historia ahora.

—¿Por qué? Pensé que éramos amigos —bufa.

—Lo somos —le aseguro—. No quiero hablar del tema, porque me hará llorar y ahg, no quiero volver a llorar hoy.

—¿Volver a llorar? —repite.

—Mhm, Nick y yo nos peleamos antes de la fiesta. Es por eso que demoré en salir, y es por eso que él está del otro lado de la casa —le explico—. ¿Tú donde estuviste?

—Unos chicos empezaron un torneo de Poker —me cuenta—. Estuve perdiendo dinero allí hasta que decidí que era suficiente.

Pongo mis ojos en blanco.

—Tyler, no eres bueno jugando al Poker —le recuerdo. Él se ríe.

—Lo sé, pero cuando estás borracho piensas que eres bueno en todo —responde, a lo que asiento, dándole la razón.

—Casi no hablamos de esto en el viaje así que... Quiero saber como estás después de todo lo que pasó con Quinn —cambio de tema y alzo la vista para mirarlo a los ojos. Mi espalda se deslizó en el sofá, por lo que tengo que torcer mi cabeza hacia arriba para mirarlo.

—No lo sé —repite mis palabras—. Con el tiempo lo sabré. Por ahora solo sé que me dejó... Mal en todos los sentidos. Me siento humillado, destruido y con el corazón roto. Creo que eso lo resume. A veces tengo ganas de hacer lo que ella hizo solo para saber qué tanto vale la pena.

Niego con la cabeza.

—Créeme, no vale la pena. Quinn necesita ayuda, y es por eso que nunca lo sentirás como ella.

O como Liam. Pienso, solo que no lo digo.

Tyler suelta un bufido divertido. Ahora puedo ver lo borracho que está. Sus ojos se entrecierran apenas y tiene una sonrisa tonta en la boca.

—¿Crees que me merecí todo eso? —pregunta genuinamente.

Con una mano, tomo su rostro y aprieto sus mejillas.

—No, no te lo merecías en absoluto. Juro que la odio por lo que te hizo. Por como jugó con tus sentimientos. Nunca pienses que lo merecías —advierto y suelto su rostro.

Tyler sostiene mi mirada por unos segundos antes de asentir.

—¿Y tú?

Un bufido se escapa de mis labios.

—¿Y yo qué? —repongo.

—¿Te mereces todo lo que te está pasando?

Humedezco mis labios antes de hablar.

—No soy quién para decidirlo. Mi opinión sobre mi propia vida nunca será objetiva —apunto. Respiro hondo—. Tyler, necesito tu opinión.

Él suelta una carajada.

—Oh, Monroe. Te aseguro que mi opinión no será objetiva.

Un escalofrío recorre toda mi espalda. Lo ignoro.

—Hablo en serio —espeto—. Creo que siempre lo supe y lo ignoré cada vez que alguien quería hablarme del tema. ¿Crees que... Nick y yo...? —respiro hondo, las palabras son como espinas en mi garganta—. ¿Qué Nick y yo desarrollamos una dependencia?

Tyler se queda en silencio por unos segundos.

—Creo que todo el mundo desarrolla dependencia cuando estás con alguien. Es algo inevitable. El problema está cuando la dependencia escala y se vuelve... Muy fuerte. No quiero meterme en el tema, Aggie. No quiero que mañana pienses que estuve intentando alejarte de Nick. No es eso lo que quiero. Quiero que te des cuenta de ello sola.

Bufo.

—Básicamente ya lo dijiste —murmuro.

—¿Es por eso que pelean? —me pregunta.

—Entre otras cosas. —respondo—. Hoy fue... Hoy se sintió diferente a otras veces. Siento que estamos pendiendo de un hilo y me asusta perderlo. Al mismo tiempo sé que no puedo seguir engañándome más tiempo. ¿Puedes creer que ya no quiere...? —me quedo en silencio al darme cuenta de que estoy empezando a compartir de más.

Tyler frunce el ceño y gira su cabeza para mirarme.

—¿Ya no quiere qué? —interroga. Juro que puedo sentir la sangre subirse a mis mejillas.

Carraspeo.

—Nada.

—¿Ya no quiere qué, Agustine? —vuelve a presionar.

—¡Nada! —exclamo y me cruzo de brazos.

Para mi desgracia, a Tyler no le cuesta mucho unir los puntos.

—Aggie... —murmura, ahora su tono de voz diferente. Uhg, detesto escucharlo como si me tuviera pena—. ¿De verdad?

Muerdo mi labio para no llorar.

—Mhmh —contesto asintiendo.

Tyler se inclina hacia mi cuando me niego a mirarlo. Tiene una mano encima del respaldo del sofá y con la otra, sostiene mi mentón para obligarme a girar mi cabeza.

—Es un imbécil por no ver a la mujer que tiene en frente —me dice. Esquivo sus ojos al mirar hacia abajo—. Aggie, si tú supieras... —murmura.

—Tyler —advierto.

—Lo sé, lo sé —resopla por lo bajo. Suelta mi rostro y vuelve a su lado del sofá.

Extrañamente, no me siento mejor ahora que está lejos. Todo lo contrario. Se sintió bien tener a alguien mirándome así, con la mirada cargada de deseo y con la mentalidad de estar dispuesto a hacer todo.

Me lleva dos segundos tomar una decisión.

Volteo para encontrar a Tyler mirándome. Nuestras miradas lo dicen todo. Ni siquiera hace falta hablar. Me acerco a él lo suficiente para que nuestras narices se toquen y sienta su respiración contra mi piel.

—¿Estás segura? —me pregunta cuando nuestros labios se rozan, enviando corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.

—No —confieso antes de unir nuestros labios.

El deseo y el frenesí del momento guían cada uno de mis movimientos. Mientras mis labios prueban los suyos por primera vez, coloco una de mis manos sobre su pecho. Tyler enrosca la suya en mi cabello y devora mis labios como si tuviera todo el derecho a hacerlo.

El beso parece no terminar nunca. Sus labios tienen sabor a vodka y a malas decisiones.

Debería separarme. Debería entender que esto esta mal. Sin embargo, ningún pensamiento racional se cruza por mi mente en este instante. Lo único que sé es que hace mucho que algo no se siente tan bien.

Mis manos aprietan su camisa y tironeo para tenerlo aún más cerca.

Cuando finalmente rompemos el beso, ambos estamos respirando pesado. Si pensaba ver culpa en los ojos de Tyler, estaba equivocada.

Me desconcierta cuando Tyler se levanta. Su cabello y su camisa en un desorden gracias a mi. Estira su mano en mi dirección. Sé exactamente lo que quiere, y aparentemente, yo estoy en la misma pagina.

Sin decir una palabra, me levanto del sofá, acomodo mi vestido y tomo su mano.

Ambos caminamos, perdiéndonos en un pasillo de la galería hasta encontrar una puerta. Al abrirla, nos damos cuenta de que es un baño. Luce como si nadie lo hubiera usado. Enciendo la luz.

Tyler no pierde ni un segundo cuando vuelve a besarme. Sus manos recorren mi trasero hasta detenerse en mis muslos. De un salto, rodeo mis piernas en su cuerpo, haciendo que el vestido se suba indecentemente.

Me deja sobre la mesada del baño, tirando algunas cosas en el proceso. En ningún momento rompemos el beso. Subo mis manos por su cuerpo hasta detenerme en los botones de su camisa, de un tirón, rompo todos los botones porque no tengo la paciencia necesaria para quitar uno por uno. Los botones vuelan por el aire, al igual que su camisa cuando consigo quitársela.

Siento sus manos en mis rodillas para abrir mis piernas. Cuando encuentra el dobladillo de mi vestido, tira hacia arriba, dejándome en ropa interior, la cual es azul, en un tonto intento de que combine con el vestido.

—Fantaseé con esto tantas veces —confiesa cuando siento sus manos bajar mi sostén. Besa mi mandíbula, y lleva sus besos hacia abajo, haciendo que cierre mis ojos y arquee mi espalda. Siento sus boca en mis pechos, una de sus manos estirándose para desabrochar mi sostén, haciendo que caiga entre los dos.

—Tyler —siseo entre jadeos. Vuelve a besarme, es como si no pudiera tener suficiente de mis labios.

Recorro su pecho, descendiendo hacia su estomago y encuentro el botón de sus jeans, lo deshago después de unos cuantos intentos. Mi mano encuentra su miembro ya listo. Rodeo mi mano en el, haciendo que jadee y cierre sus ojos del placer.

—Aggie... —masculla.

—Por favor, te necesito —murmuro contra sus labios.

—No... No tengo un condón —dice.

—No importa. Estamos bien —le digo en un estado de desesperación por tenerlo más cerca.

¿Puede que el alcohol este nublando mi juicio? Sí.

No hace falta que le diga más. Tyler se quita los pantalones. Pone una de sus manos en mi cadera, jugueteando con el elástico de mi ropa interior antes de tirar por de ella, dejándome completamente descubierta.

Pasa sus dedos por mi calor, empapándolos con mi humedad.

Me mira a los ojos antes de posicionarse en mi entrada. Se entierra en mi por completo de un solo tirón, haciendo que suelte un gemido. Por poco olvidaba lo bien que se sentía.

—Que nadie nunca te haga sentir indeseable, Monroe —masculla en mi oído entre embestidas—. Porque eres preciosa. Cada centímetro de ti. Nick aprenderá.

Cierro mis ojos, dejándome llevar por el placer y las emociones.

En ese momento, no presté atención a las palabras de Tyler. Debería haberlo hecho.

(...)

Después de esa noche, Tyler y yo decidimos llevarnos nuestro secreto a la tumba. Al día siguiente, hablé con Nick, y como la culpa me pesaba tanto, decidí ponerle fin a nuestras peleas, olvidar cualquier tipo de dependencia que mi cabeza imaginaba. Las cosas marcharon bien, por más que en lo más profundo de mi, sabía que no estaba funcionando.

Tan solo una semana después, nos fuimos a vivir a Cambridge, decidiendo que lo que pasó en Ibiza, se quedaría allí.

Fue iluso pensar así.

La verdad es algo que no puede esconderse. No cuando empieza a tomar forma de una persona.

***

Nota:

Oh. My. God.

Capitulón. (inserte aplausos)

Es mucho más divertido si empiezan a unir lo que pasa en la trilogía heartbreakers y este libro por su cuenta, pero por si siguen en shock, déjenme que una esos puntos por ustedes porque me emociona.

CUIDADO CON LOS SPOILERS:

1-Se dan cuenta de que los pequeños comentarios que tira Tyler que después se unen con lo que le dice a Liam después de que la verdad se revela. Que le dice que "quizás lo hacía para parecerse más a él" y bla bla bla. Como que "Nick aprenderá"?

2- Por qué después Tyler piensa tanto que el es de él y se pone tan nervioso? Bueno, pues porque sabe que Nick y Aggie no fueron íntimos durante ese tiempo, dejando de opción a Tyler.

3- No sé, no tengo más ganas de pensar pero si se les ocurre algo más JAJAJ me avisan. Porque está todo fríamente calculado y al mismo tiempo no.

FIN DE LOS SPOILERS.

¿¿qué conclusiones sacan de todo estooo??

En fin, yo no quiero que ODIEN a Nick. No es mi intención. Well, si lo odian, lo odian pero él también fue victima.

NOS VEMOOOOS, porque yo debería estar preparando finales, no discutiendo teorías. Osí?

En el proximo capítulo ya volvemos a Ashton y Aggie en la actualidad! No sé si es mejor o peor. AAAnyways,

Love,

Cande

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