Glenn se dirigió lentamente hacia la puerta, tomo el machete que esta recostado sobre un pequeño banco de madera, luego abrió la puerta y miro los alrededores

—Por favor que no sea esa criatura rojiza—susurro entre dientes

En eso algo comienza a mover unos de los arbustos mas cercanos a Glenn, el cual de inmediato se pone en guardia y se mantiene completamente atento a lo que pueda salir de ese arbusto y a lo que lo pueda atacar desde sus puntos ciegos.

Tras unos breves segundos de aquel arbusto salió un conejo de orejas largas, ojos negros y de pelaje marrón

—Menos mal solo es "su conejo"—

Aquel conejo se acerco saltando a Glenn, el conejo alzó su mirada y mirando fijamente a Glenn procedió desintegrarse de una manera escalofriante, empezando desde su pelaje hasta los órganos de su cuerpo dejando su esqueleto expuesto para que al final este se convirtiera en polvo, todo esto paso ante los ojos de Glenn.

—Siempre encuentra la manera de sorprenderme esa mujer—dijo Glenn con algo de molestia

En ese instante la madre y la niña se acercan a Glenn y la madre le pregunta si todo se encontraba bien

—Si, pero si no mal recuerdo les dije que pasara lo que pasara no se tenían que acercar a las ventanas y mucho menos a la puerta ¿verdad?— les dijo Glenn a ambas

La madre se quedo callada y agacho levemente la cabeza en señal de sumisión, pero Glenn rápidamente posa su mano derecha en el hombro izquierdo de la madre y le dice

—No agaches la cabeza, en este bosque cometer un error te puedo costar muy caro, pero apartar la mirada del frente asegurara tu muerte—

—Lamento no haber obedecido lo que nos ordenaste—replico la madre con voz temblorosa

—Como te lo vuelvo a repetir, un error te puede costar caro, esta vez no fue así, pero la próxima vez quizás no suceda de la misma manera. Este bosque esta rodeado y habitado por criatura aterradoras, hasta el mas inofensivo animal puede causarte la muerte, pero claro, como en todo lugar, también hay cosas buenas—dijo Glenn

—¿Cosas buenas?—pregunto la hija de la madre

—Así es, en este bosque hay unas cuantas cosas buenas con las que puedes sobrevivir, pero dichas cosas tienen un precio alto—replico Glenn

—¿Cuánto tiempo llevas aquí en este bosque?—le pregunto la madre con algo de miedo

Glenn retiro su mano del hombro de la madre, se dio media vuelta y se agacho para recoger algo de entre el polvo del conejo

—Llevo mas de 8 años en este bosque—dijo Glenn

—¡¿8 años dijo?!—dijo sorprendida la madre

—Para ser mas preciso, llevo 10 años atrapado en este bosque y en todo ese tiempo he conocido un montón de cosas que las personas solo han visto en pesadillas y en historias de terror—replico Glenn

—No me puedo imaginar por todo lo que has pasado—dijo la madre con un tono de tristeza

—Si, bueno eso no importa en este momento, lo mas importante en este momento es... ¡Oh aqui esta!—dijo Glenn al encontrar un pedazo de papel entre el polvo

Al recoger el papel Glenn se dio media vuelta y hizo entrar a la madre y a su hija a la cabaña, las hizo que se sentaran y luego procedió a decirles algo que les impacto

—En estos momento me iré a una biblioteca—dijo Glenn

—¿Que?—dijo sorprendida la madre

—¿Una biblioteca?—pregunto confundida la niña

—Si, una biblioteca y estaré en ese lugar unos 3 días, así que como yo me iré, tienen 3 opciones, la primera es robarme todo lo que tengo en esta cabaña tras haberme ido a la biblioteca y ocultarse en algún otro lugar—le respondió Glenn a la niña

—¿Robarte? No, no, no haríamos eso—dijo la madre con miedo

—La segunda opción es que se queden aquí y me esperen, pero mientras lo hagan, tendrán que quedarse dentro de mi habitación, no hacer ningún ruido, cerrar la puerta y no abrir la puerta a nadie y por nada del mundo deberán dormirse, yo les sugiero tomar esta opción—les sugirió Glenn

La madre se quedo pensando en esa opción, le parecía la mas razonable, pero temía por su hija, pues ella se encontraba muy cansada y a pesar de haber dormido después de tanto tiempo, aun seguía teniendo demasiado sueño.

—Y la tercera opción es acompañarme—les dijo Glenn como ultima opción

—¿Acompañarte?—dijo confundida la niña

—Si, muy bien, ahora ¿Qué opción escogen?—les pregunto Glenn

La madre lo pensó detenidamente, sabia que robarle a Glenn llevaría a la muerte de ella y su hija, por otro lado sabia que no podría lograr quedarse despierta durante 3 días y aunque decidiera acompañar a Glenn, no sabia que clase de lugar era esa tal "Biblioteca" o de que siquiera fuera un lugar seguro.

—¿Ya decidieron?—pregunto Glenn

—Si—dijo la madre

—¿Y entonces?—

—Te acompañaremos—replico la madre