Glenn se encontraba caminando de regreso a su casa, usando el sendero que el había creado para poder llegar rápido y no perderse

El día se veía hermoso, la luz del sol bañaba los grandes arboles de Fresno que habían alrededor del camino

Pese al hermoso y soleado día que había, Glenn se veía deprimido y triste, pues no había podido lograr salvar a alguien la noche anterior

—Si tan solo hubiera tomado primero la escopeta... De seguro lo hubiera salvado—dijo Glenn con desanimo

El continuo su camino hasta llegar a la entrada de su pequeña cabaña en la cual el vivía desde hace 10 años

—Hogar... no tan dulce hogar—Dijo Glenn al abrir la puerta de madera y entrar

Glenn camino hasta una pequeña silla que había en la pequeña sala que tenia esa cabaña, se sentó sobre ella y al mismo tiempo de su espalda se quito una mochila de color verduzco, similar a las mochilas militares

—Bien, ayer solo gaste 6 cartuchos de escopeta, 2 píldoras y una botella de agua. Creo que estaré bien por un par de días mas en lo que la Bibliotecaria aparece de nuevo—Dijo Glenn mientras revisaba su mochila

Acto seguido Glenn  dejo la mochila sobre una pequeña mesa que estaba al costado de donde se había sentado y luego miro hacia el techo, se quedo unos segundos contemplando el techo de madera ya desgastado

—Creo que debo reforzar el techo—dijo Glenn con cansancio

Se levanto de la silla y salió de la cabaña, al estar a las fueras vio su hacha, la cual estaba incrustada en un tronco partido

—Mi fiel amiga...—Dijo Glenn mientras se acercaba al tronco donde estaba su hacha

En eso logra escuchar que a su izquierda que algo o alguien se movía entre los arbustos, es debido a esto que Glenn toma su revolver 38 que traía puesto en su cinturón y gira lentamente hacia la izquierda, mientras giraba el observaba cada cosa que sus ojos podían ver y mantenía alerta a sus oídos de cualquier otro ruido

—¿Se otro habitante de este bosque o algún animal silvestre?— se pregunto Glenn

Cuando al fin se puso en dirección de donde provino el ruido miro detenidamente para ver si de el sobresalía algo que diera indicios de que criatura era, pero justo en ese momento una especie de ave sale del arbusto

—¿Un ave...?, ¡Oh la recuerdo!—dijo Glenn al ver el ave

Glenn en ese momento saca un libro pequeño del bolsillo delantero de la camisa que traía puesta y comienza  a buscar entre las paginas de ese libro

—Veamos... Es pequeño, tiene plumaje de color plomo en la zona inferior de su cuerpo y en la parte superior tiene plumaje de color blanco, también orejas de color oro y sus alas son de color verde con algo de rojo en las corbetas de sus alas—Dijo Glenn mientras contemplaba al ave

Glenn busco entre las hojas de su libro y al fin dio con la apariencia de esa ave

—¡Claro!, es un Ave Silf... Recuerdo que su carne es muy rica cuando se le hace un asado—Dijo Glenn feliz al recordar cuando comió carne de Silf

En ese momento la pequeña ave Silf de patas rojitas alza en vuelo y se aleja del lugar volando entre los arboles 

—¡Rayos! se escapo— Dijo Glenn algo desilusionado al ver que su posible cena se había escapado