Capítulo 12
Noviembre de 2015.
El primer el primer día de clase de noviembre fui como cada día al colegio, no iría a la casa de Frigg, era peligroso. Quería encontrar a Logan y contarle lo que sabía, pretendía explicarle que Gabriel había aparecido, y también pretendía ayudarle a descubrir su identidad.
Fui a la cafetería de Rose a por café mientras esperaba a Daiki, dentro cerré los ojos y comencé a escuchar la música del sitio con atención. Se trataba de una melodía que hacía que cambiara el peso de un pie a otro al ritmo de la música, únicamente quería moverme al son de ella. Oí una voz, la camarera me tendía el vaso desechable, sonreí avergonzada y salí. Daiki no estaba, comencé a preocuparme y lo llamé. Me respondió que estaba en un atasco, lo creí y entré al edificio. Fui hacia mi taquilla, al lado de ella se encontraba Freya, esperándome. ¿Qué hacía allí? Abrí la taquilla y sin mirarla le solté.
—¿Qué haces aquí?
—Tengo que hablar contigo —contestó. La miré a la cara.
—¿De qué? —pregunté.
—De que tienes razón —respondió y me indicó que la siguiera con la cabeza.
La seguí hacia los lavabos, comprobó que no había nadie e hizo algo en la puerta por la que se entraba, supongo que cerrarla.
—Vale. No debería estar aquí hablando contigo, pero tienes razón. El que Gabriel haya vuelto y te haya encontrado a pesar del brazalete, significa algo. Todavía no sé el qué, pero estás en peligro.
—Lo estamos todos. —La corregí. —Tú también lo estás, Frigg, Daiki, tu madre... Logan. Lo estáis todos, y sé que debería saber el porqué, necesito recuperar mi memoria Freya.
—No Liv...
—Freya, no siento nada por él, por Gabriel. Yo...
—Estas enamorada de Daiki—terminó la frase por mí. Quería decirle que también la quería a ella. El anterior fin de semana Daiki y yo habíamos hablado mucho, y también de ella.
El silencio se adueñó del momento, y me veía con la necesidad de romperlo, la necesidad y la obligación de hacerlo.
—Pues... —comenzó ella.
—No solo de él —repuse y me miró. —También... también siento algo por ti, Freya. Y no solo es amistad.
Freya me miró boquiabierta, de pronto me sentí tonta, mucho. Me di cuenta de que el calor de mi cara era porque estaba roja, roja como un tomate. Noté como ella se turbaba y el aire cambió.
—Y... ¿eso que quiere decir? —preguntó ella en un susurro.
Recordé el fin de semana anterior con Daiki. "Liv, si quieres estar con ambos, puedes. Ya te lo dije aquel día en Central Park. Es normal para los dioses. No me vas a hacer daño". Me acerqué a ella con cuidado, esperando no asustarla y acerqué mi boca a la suya, que me recibió sin poner resistencia. Los besos con Freya eran muy distintos a los de Daiki, pero ninguno superaba al otro. Me separé y vi que ella seguía con los ojos cerrados, esperé a que los abriera.
—Y eso...
—Freya, yo... estoy enamorada de Daiki. Lo he hablado con él y... podríamos tener también tú y yo... algo. Eh... —Se me daba fatal eso.
—Liv... no sé. No creo que yo pueda —contestó ella. Primera puñalada. —Me haces daño cada vez que te veo con él. —Segunda puñalada. —Me hace daño ver que él te puede hacer feliz, y que yo no. —Tercera puñalada. —No me vuelvas a besar, por favor. —Jaque mate.
—Vale... Como me dijiste que eras la diosa de la lujuria y... —Comencé y noté mis ojos llenándose de lágrimas.
—Liv, yo.. —dijo comenzando a acercarse a mí.
—No, no. —Seguí yo mientras las lágrimas comenzaban a salir. No podía evitar que salieran. Mierda. Liv, controla la situación. Cuenta hasta tres. —Mejor me voy yendo, no quiero hacerte daño. Adiós.
Salí de allí, no me importaba el sello mágico ni nada, fui de nuevo hacia mi taquilla y allí vi a Daiki. Me miró ojiplático y me abrazó cuando vio mis lágrimas. No me preguntó nada hasta que me tranquilicé.
—¿Estás mejor?
—Sí. Vamos a clase, ¿no? —pregunté.
—Por supuesto.
Cuando sonó el timbre para ir a clases cada uno se dirigió a la suya. En la mía vi a Freya, pero no a Logan, quería hablar con él. Quise estar sola, pero fue imposible, como cada día desde que me había puesto el brazalete. Mis compañeras me notaron baja de ánimos y me preguntaron si había pasado algo con Daiki, Freya me miró y yo sonreí y les respondí que por cosas de casa. Logan llegó junto con el profesor, todos lo saludaron y yo le hice una señal para que entendiera que luego hablaríamos.
Entre una y otra clase los dos fuimos por el pasillo hablando como si nada, Freya apareció y supe que iba a participar. Respiré hondo y los tres nos dirigimos a un cuarto, que a primera vista parecía ser el de las escobas, pero que realmente, ¿Qué era? Miré a los lados alucinada.
—¿Y esto que es? ¿Cómo Harry Potter y la Orden del Fénix? —pregunté mirando a todos lados.
—¿Qué? —preguntó Freya.
—Un libro y una película. La sala que aparece... déjalo —respondí y miré a Logan. — Gabriel ha aparecido, me ha hablado. Creo que sabe que... que no lo reconozco. Me encontró en Times Square.
—¿Y qué hacías allí? —preguntó. —Me dijiste que la ibas a vigilar.
Miré a Freya que se encogió de hombros y se sentó en una silla que había por allí. Logan se veía afectado, él no sabía quién era.
—Logan, tú eres hijo de dioses griegos —solté y Logan me miró boquiabierto. —Por eso te veía brillante. Igual que a Freya. No sé de quién eres hijo, pero te ayudaré a descubrirlo.
—Ella sabe quiénes son —contestó mirando a Freya.
Ella miraba al techo de la habitación inexistente en la que nos encontrábamos. Soltó un gran suspiro y miró a Logan, luego me miró a los ojos.
—No puedo decir nada —soltó Freya.
—Pues me voy con Logan al Olimpo —respondí rápidamente.
—No puedes hacer eso —dijo Freya firme, y algo alterada. Yo sonreí.
—¿Quién me lo va a impedir? Logan y yo podemos entrar, no sé si tú podrías.
—Vale, vale —contestó ella. —Os diré quiéNoviembre de 2015.
El primer el primer día de clase de noviembre fui como cada día al colegio, no iría a la casa de Frigg, era peligroso. Quería encontrar a Logan y contarle lo que sabía, pretendía explicarle que Gabriel había aparecido, y también pretendía ayudarle a descubrir su identidad.
Fui a la cafetería de Rose a por café mientras esperaba a Daiki, dentro cerré los ojos y comencé a escuchar la música del sitio con atención. Se trataba de una melodía que hacía que cambiara el peso de un pie a otro al ritmo de la música, únicamente quería moverme al son de ella. Oí una voz, la camarera me tendía el v
aso desechable, sonreí avergonzada y salí. Daiki no estaba, comencé a preocuparme y lo llamé. Me respondió que estaba en un atasco, lo creí y entré al edificio. Fui hacia mi taquilla, al lado de ella se encontraba Freya, esperándome. ¿Qué hacía allí? Abrí la taquilla y sin mirarla le solté.
—¿Qué haces aquí?
—Tengo que hablar contigo —contestó. La miré a la cara.
—¿De qué? —pregunté.
—De que tienes razón —respondió y me indicó que la siguiera con la cabeza.
La seguí hacia los lavabos, comprobó que no había nadie e hizo algo en la puerta por la que se entraba, supongo que cerrarla.
—Vale. No debería estar aquí hablando contigo, pero tienes razón. El que Gabriel haya vuelto y te haya encontrado a pesar del brazalete, significa algo. Todavía no sé el qué, pero estás en peligro.
—Lo estamos todos. —La corregí. —Tú también lo estás, Frigg, Daiki, tu madre... Logan. Lo estáis todos, y sé que debería saber el porqué, necesito recuperar mi memoria Freya.
—No Liv...
—Freya, no siento nada por él, por Gabriel. Yo...
—Estas enamorada de Daiki—terminó la frase por mí. Quería decirle que también la quería a ella. El anterior fin de semana Daiki y yo habíamos hablado mucho, y también de ella.
El silencio se adueñó del momento, y me veía con la necesidad de romperlo, la necesidad y la obligación de hacerlo.
—Pues... —comenzó ella.
—No solo de él —repuse y me miró. —También... también siento algo por ti, Freya. Y no solo es amistad.
Freya me miró boquiabierta, de pronto me sentí tonta, mucho. Me di cuenta de que el calor de mi cara era porque estaba roja, roja como un tomate. Noté como ella se turbaba y el aire cambió.
—Y... ¿eso que quiere decir? —preguntó ella en un susurro.
Recordé el fin de semana anterior con Daiki. "Liv, si quieres estar con ambos, puedes. Ya te lo dije aquel día en Central Park. Es normal para los dioses. No me vas a hacer daño". Me acerqué a ella con cuidado, esperando no asustarla y acerqué mi boca a la suya, que me recibió sin poner resistencia. Los besos con Freya eran muy distintos a los de Daiki, pero ninguno superaba al otro. Me separé y vi que ella seguía con los ojos cerrados, esperé a que los abriera.
—Y eso...
—Freya, yo... estoy enamorada de Daiki. Lo he hablado con él y... podríamos tener también tú y yo... algo. Eh... —Se me daba fatal eso.
—Liv... no sé. No creo que yo pueda —contestó ella. Primera puñalada. —Me haces daño cada vez que te veo con él. —Segunda puñalada. —Me hace daño ver que él te puede hacer feliz, y que yo no. —Tercera puñalada. —No me vuelvas a besar, por favor. —Jaque mate.
—Vale... Como me dijiste que eras la diosa de la lujuria y... —Comencé y noté mis ojos llenándose de lágrimas.
—Liv, yo.. —dijo comenzando a acercarse a mí.
—No, no. —Seguí yo mientras las lágrimas comenzaban a salir. No podía evitar que salieran. Mierda. Liv, controla la situación. Cuenta hasta tres. —Mejor me voy yendo, no quiero hacerte daño. Adiós.
Salí de allí, no me importaba el sello mágico ni nada, fui de nuevo hacia mi taquilla y allí vi a Daiki. Me miró ojiplático y me abrazó cuando vio mis lágrimas. No me preguntó nada hasta que me tranquilicé.
—¿Estás mejor?
—Sí. Vamos a clase, ¿no? —pregunté.
—Por supuesto.
Cuando sonó el timbre para ir a clases cada uno se dirigió a la suya. En la mía vi a Freya, pero no a Logan, quería hablar con él. Quise estar sola, pero fue imposible, como cada día desde que me había puesto el brazalete. Mis compaeras me notaron baja de ánimos y me preguntaron si había pasado algo con Daiki, Freya me miró y yo sonreí y les respondí que por cosas de casa. Logan llegó junto con el profesor, todos lo saludaron y yo le hice una señal para que entendiera que luego hablaríamos.
Entre una y otra clase los dos fuimos por el pasillo hablando como si nada, Freya apareció y supe que iba a participar. Respiré hondo y los tres nos dirigimos a un cuarto, que a primera vista parecía ser el de las escobas, pero que realmente, ¿Qué era? Miré a los lados alucinada.
—¿Y esto que es? ¿Cómo Harry Potter y la Orden del Fenix? —pregunté mirando a todos lados.
—¿Qué? —preguntó Freya.
—Un libro y una película. La sala que aparece... déjalo —respondí y miré a Logan. — Gabriel ha aparecido, me ha hablado. Creo que sabe que... que no lo reconozco. Me encontró en Times Square.
—¿Y qué hacías allí? —preguntó. —Me dijiste que la ibas a vigilar.
Miré a Freya que se encogió de hombros y se sentó en una silla que había por allí. Logan se veía afectado, él no sabía quien era.
—Logan, tú eres hijo de dioses griegos —solté y Logan me miró boquiabierto. —Por eso te veía brillante. Igual que a Freya. No sé de quien eres hijo, pero te ayudaré a descubrirlo.
—Ella sabe quienes son —contestó mirando a Freya.
Ella miraba al techo de la habitación inexistente en la que nos encontrábamos. Soltó un gran suspiro y miró a Logan, luego me miró a los ojos.
—No puedo decir nada —soltó Freya.
—Pues me voy con Logan al Olimpo —respondí rápidamente.
—No puedes hacer eso —dijo Freya firme, y algo alterada. Yo sonreí.
—¿Quién me lo va a impedir? Logan y yo podemos entrar, no sé si tú podrías.
—Vale, vale —contestó ella. —Os diré quienes son sus padres. Son Hades y Némesis.
—No domino los dioses. ¿Némesis? —pregunté.
—La asesinó Zeus —susurró Logan con una voz grabe. —Fue violada por él.
—Joder... —solté abriendo mucho los ojos.
—Tenemos que volver.—Anuncio Freya. —Se nos hace tarde.
Salimos de esa habitación, Logan medio ido, yo igual y Freya... como si no hubiese pasado nada. Ella se dirigió a besar a Jack para volver juntos a clase, mientras tanto me miraba por el rabillo del ojo. En clase estuve preguntándome cómo los dioses podían tener tan pocos escrúpulos. No entendía sus reglas, o la carencia de ellas. Parecía que Odín era un santo en comparación con Zeus, y para colmo era mi abuelo. Al terminar la clase fui de las primeras en salir, Freya se había ido con Jack y yo esperaba ver a Daiki en el patio. De pronto noté que alguien venía por los sonidos que la gente hacía, me giré y allí estaba, Logan. Enfadado, iracundo, venía hacia mí.
—Tú, te vas a enterar. —Comenzó a decir mientras venía hacia mí.
Oí unas palabras y el viento en forma de látigo tiró a Logan al suelo, él se levantó de un salto. Daiki apareció, ¿se iban a pelear con magia? Creé una cúpula que no dejaba a los demás ver lo que pasaba dentro, únicamente una ilusión de cuatro personas que se llevaban bien.
—Déjala—soltó Daiki. —¡No ha hecho nada!
—¿Qué sabrás tú maldito humano? No te metas en asuntos de dioses. —Comenzó Logan.
Miré a Freya, que sonreía de forma cínica a un lado, yo le respondí con una mirada que dejaba claro que sabía lo que había hecho, y que en cierta forma era su culpa.
—¡Parad! —les dije. Usé la magia para retener a Logan. —Estate tranquilo, te quieren fuera de juego.
Miré a Freya y él dirigió la mirada hacia ella. Me encontraba algo cansada por la energía mágica que estaba consumiendo.
—Tenemos que estar juntos en esto. Logan, ni tú ni yo somos culpables de lo que han hecho otros, pero podemos cambiar el futuro. No te guíes por la ira, por favor.
Solté a Logan que me miraba serio, quieto; después miró a Daiki que estaba al otro lado, queriendo saber lo que había provocado que Logan se comportase así. Freya, había cambiado su sonrisa a una línea tensa en la boca.
—Tienes que ayudarnos, ¿puedes ir al Olimpo? Contactar con los griegos... Tenemos que avisarlos. Estoy sola en esto —dije mirándolos.
—No estás sola. —Sostuvo Daiki cruzando una mirada con Logan. Una sonrisa se dibujó en mi rostro.
Miramos a Freya, pero esta no estaba por la labor. Logan asintió y nos pidió tiempo. Los dos asentimos, por un momento miré a Freya, que se encontraba mirando a la nada. Me miró y no hizo falta que añadiera más, la entendí en seguida. Un secreto había nacido sin ser dicho, asintió y se marchó de allí, dejándonos a los tres ahí.nes son sus padres. Son Hades y Némesis.
—No domino los dioses. ¿Némesis? —pregunté.
—La asesinó Zeus —susurró Logan con una voz grabe. —Fue violada por él.
—Joder... —solté abriendo mucho los ojos.
—Tenemos que volver. —Anuncio Freya. —Se nos hace tarde.
Salimos de esa habitación, Logan medio ido, yo igual y Freya... como si no hubiese pasado nada. Ella se dirigió a besar a Jack para volver juntos a clase, mientras tanto me miraba por el rabillo del ojo. En clase estuve preguntándome cómo los dioses podían tener tan pocos escrúpulos. No entendía sus reglas, o la carencia de ellas. Parecía que Odín era un santo en comparación con Zeus, y para colmo era mi abuelo. Al terminar la clase fui de las primeras en salir, Freya se había ido con Jack y yo esperaba ver a Daiki en el patio. De pronto noté que alguien venía por los sonidos que la gente hacía, me giré y allí estaba, Logan. Enfadado, iracundo, venía hacia mí.
—Tú, te vas a enterar. —Comenzó a decir mientras venía hacia mí.
Oí unas palabras y el viento en forma de látigo tiró a Logan al suelo, él se levantó de un salto. Daiki apareció, ¿se iban a pelear con magia? Creé una cúpula que no dejaba a los demás ver lo que pasaba dentro, únicamente una ilusión de cuatro personas que se llevaban bien.
—Déjala—soltó Daiki. —¡No ha hecho nada!
—¿Qué sabrás tú maldito humano? No te metas en asuntos de dioses. —Comenzó Logan.
Miré a Freya, que sonreía de forma cínica a un lado, yo le respondí con una mirada que dejaba claro que sabía lo que había hecho, y que en cierta forma era su culpa.
—¡Parad! —les dije. Usé la magia para retener a Logan. —Estate tranquilo, te quieren fuera de juego.
Miré a Freya y él dirigió la mirada hacia ella. Me encontraba algo cansada por la energía mágica que estaba consumiendo.
—Tenemos que estar juntos en esto. Logan, ni tú ni yo somos culpables de lo que han hecho otros, pero podemos cambiar el futuro. No te guíes por la ira, por favor.
Solté a Logan que me miraba serio, quieto; después miró a Daiki que estaba al otro lado, queriendo saber lo que había provocado que Logan se comportase así. Freya, había cambiado su sonrisa a una línea tensa en la boca.
—Tienes que ayudarnos, ¿puedes ir al Olimpo? Contactar con los griegos... Tenemos que avisarlos. Estoy sola en esto —dije mirándolos.
—No estás sola. —Sostuvo Daiki cruzando una mirada con Logan. Una sonrisa se dibujó en mi rostro.
Miramos a Freya, pero esta no estaba por la labor. Logan asintió y nos pidió tiempo. Los dos asentimos, por un momento miré a Freya, que se encontraba mirando a la nada. Me miró y no hizo falta que añadiera más, la entendí en seguida. Un secreto había nacido sin ser dicho, asintió y se marchó de allí, dejándonos a los tres ahí.
* * *
Hola chiquillxs!!!! Espero que os haya gustado el capítulo, es más cortito que otros.
Cualquier duda consultadme.
¿Qué pensáis que pasará con Freya y Liv?
¿Saldrá bien el plan, o no?
¿Qué os parecen los poderes de Daiki? Y ¿Qué os parece él?
Espero veros pronto. No he actualizado porque no he tenido mucho tiempo, pero vienen cosas muy chulas!!!
Si os perdéis con el tema de la mitología, ¿os parecería bien que hiciera un capítulo en el que explico los conceptos básicos? Por si no me seguís, cuando hablo de alguna cosa en concreto.
Un beso a todxs!! Y seguid escribiendo y leyendo.
Misspinkpineapple.
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