⚠️Contenido Sexual⚠️

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Verla en esa cama con la cara llena de moretones hizo que algo en mí se removiera, miro mis puños rojos, producto de los golpes que le di al puto bastardo que atropello a mi chica. Sabrina hace algo con los aparatos que tiene conectados y gira hacia mí. La miro desde mi posición esperando algún impropio, pero no, toma de la mesa al lado de la cama una pequeña caja y me la tira...

- Esos son ansiolíticos de amplio espectro, si los toma es porque realmente está tratando de salir de algo grande, no puedo ni quiero imaginar que es -mi criatura esta enferma de la cabeza <<sufre una patología>> Me corrijo a mí mismo.

- Lo sé -digo sin más.

- No la cagues, eso -señala la caja en mis manos- indica que está luchando consigo misma, solo no hagas lo que haces con todas -cuando fue el momento que autorice a esta mujer a inmiscuirse en mi vida y la vida de Lovely.

- Sabrina, cierra él picó, no te metas en lo que no te importa y limítate hacer tu trabajo -le digo alzando la voz para que note mi enojo pero no lo suficiente alto para afectar el descanso de la criatura.

Después de algunas miradas fulminantes Sabrina salió de la habitación. Miro a Lovely y noto que comienza a moverse despacio, cuando quiero acordar sus ojos parecen dos faros mirándome fijamente. Supongo que aún está algo perturbada por lo que le dije, o tal vez no le interesa, no lo sé.

- ¿Qué paso? -cuestiona sin apartar la mirada de mí.

- Sufriste un accidente Criatura-respondo acariciando su cabello.

- No se veía nada -responde, no vi venir el auto, así que supongo que él no me vio a mí -dice apartando la mirada hacia otro lado.

- Lo lamento Criatura, lamento mi reacción, yo no estoy acostumbrado a tratar con futuras esposas -digo mientras le guiño un ojo.

- Yo entiendo -susurra jugando con sus pequeñas manos- pero de verdad me asusté Jasón, yo ni estoy segura de nada -me dice y asiento.

- Mi madre fue la mujer que más me cuido, quien más me amo, supongo que todas las madres le dan esa devoción a sus hijos -digo sin pensar- ella me enseño a valerme por mí mismo, me gustaba verla hacer cosas, cocinar, podía estar horas parado a su lado mirando el paso a paso de las comidas con las que solía agasajar a mi padre cuando regresaba del trabajo. Ella adoraba esos pequeños adornos que hay por toda mi casa, ella los buscaba y mandaba traer de toda Rumanía, tengo una habitación, su habitación -confieso- donde guardo todas esas cosas que ella adoraba, ahí también hay cosas de mi padre como también de mi hermana -digo ante la atenta mirada de mí criaturas- cuando se te callo de las manos me nuble, tuve la sensación que estaba defraudando a mi madre al dejar que algo que ella amaba se rompiera, enfoque toda la ira que sentí en ese momento sobre ti. Supongo que tengo algún problema para controlar mis enojos-comento al pasar- Luego que te pedí que te fueras, fui a buscarte, pero la tormenta de nieve me lo impidió -miento- de verdad preciosa, lamento mucho que pasaras por todo esto por mi culpa.

Ella me mira, una mirada incisiva analiza mis movimientos, mi naturaleza dominante no permite que le baje la mirada, parece una guerra de miradas cuando al fin ella desvía la suya y abre la boca.

- Necesito conocerte más, no puedo casarme con alguien que me va a hachar de la casa cuando haga algo que no le guste, este no es mi país, apenas hablo el idioma, no estoy segura de que sea la mejor decisión -dice y asiento, la gatita mostró las garras.

- Entonces conozcámonos más, mientras hagamos nuestros planes de bodas, yo realmente me quiero casar contigo -y no miento, aunque mi propósito final es cogerla, también necesito una empleada.

- De acuerdo, vamos viendo, paso a paso- dice en un tono embriagador y excitante, autoritario <<carajo estoy duro otra vez>> -¿Qué haremos? - cuestiona.

- No lo sé -respondí sin dejar de mirarla-. ¿Tienes algo en mente?

- Tengo muchas cosas en mente, Antal -su voz sensual llenó mis sentidos-. ¿Quieres que te dé un adelanto?

- Me encantaría -ella sonríe frente a mí, no sé cómo llegamos a esto -Muérdeme -juro que no me esperaba esto, pero Oh, sí, deseaba morderla. Probarla y enterrarme en ella.

Sus labios rosados, con un poco de brillo labial he hinchados por la contusión en su mandíbula, se veían más sugerentes. Sus pómulos delicados que se curvan cuando sonríe. Las pestañas negras tupidas y rizadas. Y esos preciosos ojos color chocolate que justo ahora parecían pura miel.

-Hola... -me dijo sacándome de mi aturdimiento

-Hola, preciosa -le susurré casi pegado a sus labios

-¿Cómo estás? -me pregunto como si fuera yo quién estuviera en la cama de un hospital siendo monitoreado.

- Bien -acarició con mi nariz su rostro, sus mejillas, su nariz, sus labios-, pero ahora estoy mejor - presionó mis labios gruesos sobre los suyos más finos, y así me deleito en la sensación.

- Me parece muy bien -sonrió cuando se alejó, y paso su mano sobre mi pecho dibujando círculos, haciendo que mi erección palpite por debajo de mis pantalones, la misma mano de finos dedos que estaba en mi pecho se deslizó hasta mi cuello. Me detuve un momento para inhalar su esencia, complaciendo mis sentidos con su olor. Dejo algunos besos en su hombro y luego el cuello blanquecino, de donde pendía una fina cadena con una perla negra.

-Te ves preciosa así.

-Me alegra que te guste -me susurró en el oído, erizándole la piel- pretendo gustarte siempre.

- Y siempre me gustarás -beso y jalo el lóbulo de su oreja-me fascina este lado tuyo -ella no se queda atrás y comienza a mordisquear mi cuello, juro por dios que no soy masoquista pero sentir sus dientes clavados en mí son mi nueva adicción.

- Solo soy yo -me dijo con una modestia que en cualquiera hubiera sonado falsa, en ella no, siento susurró en mi oído mientras acaricia con su aliento mi cuello.

- Demasiado sensual, mi amor -dije sin pensar mientras cierro los ojos deleitándome de las mordidas en mi cuello.

- ¿Cómo me harás el amor hoy, mh? Pregunta mientras succiona mi piel, y rodea mi cadera con sus piernas, dejándome ver que solo traía la bata de hospital, dejándome ver que solamente nos separaba la fina lencería que lleva puesta y los pantalones que yo porto.

- Tengo dos cosas en mente - dije mientras mi criatura se incorporaba y se abraza a mí. Se acerca a mi oído y balbucea.

- Quítame todo y hazme tuya... -carajo Lovely.

Por primera vez en toda mi vida no supe como abordar la situación. Retire la bata que cubría su cuerpo atrapando sus labios de forma torpe. Ella me respondió entreabriéndolos para que introdujera mi lengua tibia en su boca. Le terminé de sacar la bata, deslizándola por los hombros, resbalando también los labios cubriendo la piel de su cuello hasta el valle de sus pechos.

Gruñí salvajemente al besar el valle entre sus pechos. La sangre me corría por las venas ansiosamente, gritándome que la poseyera en ese momento. Sin miramientos. Hice que mi instinto se calmaran. Lamo y beso sus pechos, suaves al tacto áspero de mis manos. Mordisqueo suavemente, logrando que sus perfectos botoncitos despierten y se irgan. Los llevo a mi boca, saboreando cuál niño un dulce, aquella porción de su cuerpo.

Ella gime de pura satisfacción al sentir mi boca encargándose de sus pechos. Se arqueó contra mí, dejándome hacer con su piel lo que más quisiera en este momento. Sentí esa desesperación por hacerla mía, mis manos se deslizan lentamente y encuentra al fin su ropa interior, ella me observa con agrado mientras retiro la prenda. En mi descuido, logró deslizar sus delgadas manos por mi pecho y abdomen, hasta sujetar firmemente mi miembro. Los gemidos se escuchaban, no apartaba la mirada de sus ojos mientras ella me masturbaba.

Acaricia con suavidad toda mi carne. Comienza a mover pausadamente de arriba hacia abajo, contrayendo la piel, y observando con complacencia que cierro los ojos ante todo aquello. Mi miembro palpita en sus manos pequeñas pero extremadamente hábiles. Aumentó otro poco más el ritmo de sus manos...

- Lovely... -susurre ahogadamente- Lovely... -Repetí cada vez que sus manos contraían la piel de mi endurecida verga...

Lovely

La poca cordura que me quedaba fue desechada inmediatamente al escucharle pronunciar mi nombre con tal placer. Me siento terriblemente sensual y poseedora de una fuerza sobre él que no había sentido. Deje su miembro, volviendo a rodear su cadera con mis piernas y pegándolo a mí.

- Estoy ardiendo, mi amor... -sé que no es momento de palabras como esas, pero son las que me salen y él lo dijo primero.

- También yo Criatura- dice mientras frota su cuerpo contra el mío, presionando su miembro erecto contra mi intimidad.

- Sabes que me prende fuego que justo ahora me llames así - digo con sinceridad, acariciando su espalda ancha con los dedos.

- Lo sé - sonríe con deseo, y rodea con sus brazos mi espalda, acercándola a sí mismo para sentir mis turgentes pechos en el propio- Criatura, te deseo ya.

-Tómame, amor -dije rodeando su cuello-, cómo más te guste, pero hazlo ya.

Jasón no esperó mucho. Hizo que me levantara y él se acomodó sobre la cama del hospital, logró que me sentara de espaldas a él y con las piernas por encima de las suyas. Besó y lamió mi espalda de forma sugestiva.

Me encargo de retomar mi labor con su miembro, grande y duro que acariciaba con mis manos. Escucharlo gemir y gruñir suavemente por mi tarea era demasiado placer para mis oídos. Jasón recorrió la parte interna de mis muslos, percibiendo que estaba realmente muy excitada, por la humedad de mi sexo. Gemí ante la caricia íntima en mis muslos, y entonces quise atormentarlo un poco. Colocando la punta de su miembro en la entrada de mi intimidad, moví mis caderas de tal forma que solamente entrara un poco y luego volviera a salir.

Jasón gimió desesperado.

-Déjame, Criatura... - pidió ahogadamente-, déjame entrar.
Deje que mi cuerpo lo recibiera con gusto. Lo sentí adentrarse en mí, apoye mis manos en su rodilla, comencé a moverme sobre él, de arriba hacia abajo. Su duro miembro que me penetraba una y otra vez, cada vez más fuerte y sensual. Perdí los estribos de mí misma...

Jasón

Su pelo negro azabache le caía por la espalda, pegándose por el sudor. Me movía contra ella cada vez más fuerte, entrando profundamente en su cuerpo. Mis gemidos se unieron a los suyos. Sujeto sus pechos con ambas manos, mientras ella se mueve intensamente contra mí.

Acaricio sus redondos senos, apretó y pellizco suavemente sus pezones, escucho su gemir aún más fuerte. Beso, su cuello, succionando su piel blanca, dejándole una marca.

Sonrío ante la marca que dejaban mis labios y que la hacían mía.

-Mía... -susurre en su oído, haciendo que su piel y sus pezones se endurecieran en mis manos- Lovely...

El placer se acumulaba en su vientre lo podía sentir, haciéndola aumentar más el ritmo de su vaivén. Gime en voz alta, sintiendo el éxtasis de la unión acercarse.

-Oh, Jasón... -dijo con voz ahogada en placer-¡Jasón!

Vibro entre mis brazos, su vientre se contraía en espasmos intensos que la hacían temblar. Me hicieron enloquecer a mí también, disfrutando del orgasmo que le había provocado, sonreí en su cuello, mientras lentamente nos deteníamos. El cuerpo de Lovely, sudaba, dándole un aire sexy y provocativo que me hizo arder de nuevo. Deseaba más de ella.

Lovely se incorporó lentamente dejándome salir de su cuerpo y se giró frente a mí. Me abrazó largamente, besándome al mismo tiempo, como nunca lo imagine le devolví el abrazo, temiendo que la criatura se desvaneciera de pronto. ¡Aún no acabo contigo!

-Te quiero-dijo al separarse de mí. Eso no lo esperaba.

-Y yo te quiero a ti -respondí, mentí lo tenía claro, sujetándola de la cintura-. Aún quiero más de ti, criatura - besé detrás de su oreja, logrando que ella se estremeciera.

-Soy toda tuya, mi amor -me pone duro solo con esa palabra.

La ayudo acostarse sobre la cama. Su cabello se desparramado por todo el espacio, los ojos marrones semi-nublados por la pasión que desbordan. La beso con rudeza, demostrándole cuánto la deseaba y al mismo tiempo quien tiene el poder. Recorro su boca con mi lengua, mordiendo y jalando sus labios, haciéndole cosquillas en el paladar.

Ella responde de la misma manera, y era eso lo que me enciende más. Lovely podía ser dulce cuál ángel, y endemoniadamente sensual y atrevida. Y me encanta.

Lovely

Trato de llevar el control sobre su boca, es una manera de ponerle alto a mi dominación. Aunque debo confesar que sentirme dominada por él me incendiaba. Mordisqueó sus labios de manera provocativa, jugando con él y su lengua. Lo observó sonreír entre beso y beso, encandilado por aquella erótica muestra de amor <<y dale con el amor>>.

-Te quiero -me susurró mirándome a los ojos. Mintiendo nuevamente.

-GR -ronroneó mientras me froto contra él-Hazme tuya de nuevo, amor...

Sujeto su miembro, aún erecto, y empujó dentro de mí con fuerza. Tomándome de una sola vez. Me encorvé cuando me penetró de esa manera, gimo y jadeo en voz alta, sin pensar que alguien nos puede escuchar, sintiéndolo en mi interior de nuevo.

Muevo mis caderas contra él, frotándome al mismo tiempo en su cuerpo. Jasón parecía ni obedecer a sí mismo, sino a mí. Sus ojos se perdieron cuando me abrace de su cintura empujándolo y jale hacia mí misma, cada vez más rápido y fuerte. Él siguió el ritmo que sin darme cuenta le estaba marcando, embistiéndome con fuerza. Apoyado de sus manos sobre el respaldo de la cama, arremetió contra mi cuerpo de forma casi animal, llenándose de mis gemidos y los suyos propios que inundaron el lugar

-Sí, sí... -Gemí perdida en mis emociones.

Rodee su cadera con mis piernas, apretándolo contra mí. Deje mi cabeza caer hacia un lado, mis manos fueron a parar a cada lado de su cabeza, apretando los puños ante el placer extenuante de mi amante.

-¡Jason! - susurré con voz ahogada.

-¡Lovely!

Lo siento aumentar el ritmo un poco más, haciendo más evidente la fogosidad con la que lo quería. Lo sujeto del rostro y lo acercó a mí, lo beso de manera brutal. Chocando dientes y lenguas. El placer comenzó a hacer mella en nuestros cuerpos, sudaban copiosamente, y los músculos empezaron a tensarse. Ambos gemimos entre nuestros labios. El éxtasis se extendió por cada poro de nuestra piel. Grite de placer cuando sentí que Jasón exploto dentro de mí y me lleno por completo.

Jasón

Deje que su respiración se calmara. Salí de ella lentamente y sin soltarla, alzándola en mis brazos, se recargó en el respaldo de la incómoda cama de hospital, haciéndola descansar entre mis brazos, sobre mi pecho. Sentía sus pechos ir y venir ante la agitación. Y por un rato, no dijimos nada.

Solamente nos quedamos abrazados, no sé por qué, pero se sentía bien estar así. Mire la hora y observe a la criatura mientras dormitaba en mi pecho, mientras cierro los ojos y acaricio sus brazos.

-Te quiero, Lovely -besó suavemente su cabeza- Te quiero demasiado -o eso supongo en este momento.

-Mmm -ella se removió entre mis brazos y suspiró- También yo te quiero, Jason, mucho.

-Fue maravilloso lo que paso -le susurro estrechándola.

-Me alegra que te gustara, a mí me encantó -acaricia los vellos en mi pecho.

- Vamos a dormir criatura -le digo y ella asiente.

- Estamos en un hospital -dice y escucho una sonrisa divertida.

- Aún nos falta el tercer round, criatura -Le sonrió y ella suelta una carcajada- voy a averiguar si ya te puedes ir a casa.

- Sí, ya me siento bien -dice y asiento.

- No más que yo Criatura.

Después del mejor sexo de mi vida, estaba deseoso de llevar a mi mujer a mi casa. Salí de la habitación donde habíamos estado juntos por primera vez en busca de alguien que le diera el alta.

En el camino me encontré a Carol con cara de preocupada y a Ben con cara de feliz cumpleaños, es obvio que Ben se acercó a la habitación y Carol está preocupada por la criatura.

- Ella está bien - digo tratando de que Carol se tranquilice- ahora me la llevo a mi casa -digo mientras ella muestra una cara más calmada.

- Nos dijeron que tenía que estar toda la noche aquí -dice Ben con una ceja alzada.

- Va a estar más cómoda en mi casa, acá no hay lugar seguro, ponen a otro paciente en su habitación, mejor en mi casa... yo la cuido -digo y Carol afirma con la cabeza.

- Muchas gracias por cuidarla Jasón -susurra y me abraza

- Es mi deber -confieso y me sonríe cálida

- ¡Claro! -Escucho decir a Ben- pero ella debe pasar la noche aquí, si quieres pido que le den privacidad para que pueda descansar, pero es mejor que esté monitoreada, total... ya es descartable-esto último lo susurra y sé a qué se refiere.

- Aún no, mejor que me quede con ella, encárgate que nadie nos moleste y menos que nadie Sabrina -mi mejor amigo me da una sonrisa ladeada, toma a su esposa y sale del Hall del hospital para ir a pedir privacidad y que nadie nos moleste.

Todos en el mundo deberían tener un amigo como Ben en sus vidas. Entro nuevamente en la habitación y veo a mi Criatura recostada sobre la cama algo somnolienta. Sin dudarlo trabo la puerta, algo que debí hacer antes.

Me desvisto y acurrucó junto a ella. La abrazo con fuerza pero con cuidado. Rodeó su cintura y la atraigo contra mí, la doy vuelta para tenerla frente a mí y me dedico a besarla, beso sus pómulos, nariz, barbilla antes de ir a sus labios lenta y suavemente.

- Hola de nuevo -le digo acariciando su cintura-. Me encanta sentir el tacto de tu piel.

- Hola -respondió ella, pegándose más a mí y permitiéndome sentir todo su cuerpo - A mí también me agrada.

- ¿Cómo estás? -le pregunte al oído notando como su piel se erizó.

- Esperando que me hagas el amor una vez más -succionó la piel de mi cuello, marcándome al igual que lo hice antes.

- No me lo digas dos veces... -digo con una pequeña sonrisa en los labios.

Justo así, en esta misma posición y con una de sus piernas en mi cintura, la penetré profundamente, arrancando de sus labios un gemido y un jadeo. La sujeté de la cintura y la elevé sobre mi cuerpo, acarició todo a mi paso, sus pechos, enrojecidos.

Moví mis caderas debajo de ella, logrando que Lovely gimiera de placer.

- Muévete-le dije roncamente, sentada a horcajadas sobre mi cuerpo, con mi verga dura dentro de ella, comenzó a mover sus caderas de adelante hacia atrás, robándome suspiros y gruñidos, muy similares a un gemido -Así, cielo... -susurró con la voz entrecortada mientras muerdo sus labios

- Me encanta -me dice entre gemidos y su cuerpo vibra sobre el mío, los movimientos se aceleran.

Cuando me encuentro al borde del abismo, deja caer su cuerpo sobre el mío, mientras me retorcía bajo ella, sintiendo la penetración más profunda que había sentido desde que comenzamos con esto.

Ella besaba todo lo que sus labios alcanzaran a tocar, de esta forma alargaba mi agonía y su placer. Con su lengua recogió algunas gotas de transpiración mientras llegaba a mi oído para susurrar palabras dulces y gemidos, suaves- nunca había sentido todo este montón de cosas -susurraba como niña chiquita.

Una vez más, sintió la suspensión del cuerpo. Los sentidos nublados y la respiración agitada, intentando normalizarse.

Tomo a mi Criatura con fuerza, mientras volvía a correrme dentro de ella salvajemente. Ella gemía entre mis labios, sintiendo su propio clímax. Ella tiembla de placer sobre mí.

-Te amo -digo y la besó de nuevo-, te amo -repitió y no se siente mal decirlo, no se siente que sea una mentira-, te amo.

- JASÓN -gimoteó, extasiada por las emociones. - Mi pequeña -le susurré, acostándola mientras salía de ella- mi dulce Lovely.

- Te amo... -dijo abrazándome con fuerza. Nos mantuvimos abrazados, uno pegado al otro.

Dormitamos unas cuantas horas. Lovely no cedía fácilmente al sueño, se removía en mis brazos por quién sabe que cosa. Todas las veces que me desperté, la acurruque contra mí. <<Me diste la mejor experiencia sexual de mi vida, no te voy a dejar ir jamás>> orgulloso de todo lo sucedido y con la confusión mental que me invadía, no tenía la certeza de sentir lo que le dije, pero es la única manera que se quede a mi lado... dos palabras que van a lograr que Lovely Rogers este toda su vida atada a mí...

-Te Amo-

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