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Salgo del mini-market con mis cosas para poder limpiar y organizar el lugar donde vivo.
Es claro que este no es mi sitio, pero voy a hacerlo mío. Veré algún curso más invasivo de Rumano, aunque aquel hombre tiene razón, debo resolver el idioma para al fin poder dialogar mejor con las personas.
Tal vez debí buscar un país donde hablaran mi idioma. Uno donde pueda desenvolverme mejor. Al llegar a mi hogar me decido a limpiar la micro cocina para preparar alimentos. No es que sea un erudito en la cocina, pero tengo vagos recuerdos de ver a mi abuela cocinar, algo va a salir.
Mientras resuelvo esto, escucho que mi celular suena en algún sitio de la cama, al dar con él veo que es una llamada de mi padre.
- Hola papa -saludo lo más animada posible, no quiero preocuparlo.
- Hola nena, ¿Cómo estás? ¿Cómo estuvo el vuelo? -pregunta tranquilo, al parecer Antonella hizo un buen trabajo calmando la fiera.
- Bien, estaba ordenando un poco el sitio, creo que podré encontrar la paz que necesito aquí -termino diciendo, pero claramente él se enoja, ojalá pudiera entender que estoy cansada de todo y cansada que me traten como si no pudiera valerme por mí misma.
- Nena, vos sabés que aquí, en casa, en casa podés tener la tranquilidad que necesitas, con tu familia cuidando de ti
- Ese es el problema, necesito intentar hacer esto, valerme por mí misma, no estoy postrada en una cama papá, solo tengo T.O.C
- Pero el más complicado de todos -apunta como si no lo supiera- ¿estás tomando los ansiolíticos?
- Si, lo hago -respondo fría tratando que note que no quiero hablar más, hablar con él o mi madre me hacen sentirme miserable conmigo misma, bajo la mirada y recorro con la vista un camino de hormigas, lo que faltaba, humedad, hormigas, cucarachas...
- Hija, te vamos a dejar vivir esto, pero ante una recaída te voy a buscar -acota furioso ante mi falta de palabras, es mi forma de auto conservación, no hablar y mirar otro punto del lugar.
- Soy mayor de edad, no me podés obligar a irme -digo ante su accionar de palabras.
- Entonces no me obligues Lovely -dice para darle fin a la llamada, nadie puede ante el gran Dionisio Rogers.
Trato de conservar la mente fría y calmada, estar alejada de los que amo es lo mejor para todos. Lo mejor por su seguridad, lo mejor por mi paz mental. Mis padres no lo entienden. Si tan solo vieran lo desesperante y agobiante que es sentirme así.
Como puedo, preparo algo de comida, me alegra saber que la casera tenía algunas cosas que prestarme y aunque el lugar, sin dudas, no es el de las fotos, puede que en algún momento lo sienta realmente mi hogar. Después de lo que en apariencia es una mezcla de salsa con verduras y fideos, yo lo veo como el mejor manjar, la primera vez que cocinó por y para mí.
Es un logro importante en mi lista de inutilidad. El sabor no es el mejor, pero podré perfeccionarlo. Después de un día interminable decido dormir y al fin mañana darle inicio a esta nueva vida. Cuando despierto no puedo mover las piernas, algo grande las aprisiona y me preocupa el no saber que él.
Respiro profundo, no quiero sufrir un ataque de ansiedad, no hoy, no ahora.
- crin unde ești cățea proastă -escucho del otro lado a la casera gritar, miro a mis pies y veo a un perro blanco y negro cómodamente acostado sobre mis piernas
- Está aquí -grito, como si fuera a entenderme, escucho que golpean la puerta y rápidamente me levanto, colocándome la bata
- Oh señorita -dice del otro lado del marco de la puerta en mi idioma, un tanto forzado pero muy entendible
- Busca al perro? -le digo señalando la cama donde esta apenas se movió acomodándose mejor ante mi apartamiento
- Si señorita Crin se escapó, pero no supe donde encontrarla, disculpar si yo despertar a ti -dice mezclando palabras, pero me reconforta saber que hace el intento de comunicarse conmigo
- Al parecer entró por la ventana que dejé algo abierta para que el olor de los químicos de limpieza no me hicieran mal -le digo y esta asiente
- Para lo que tú necesites, mi marido y yo estamos a tu necesidad -vuelve a mezclar las palabras y sonrió asintiendo
- hoy vienen las personas de la constructora para ver el edificio y saber cuando es la demolición, o modernización, hasta ese día estaremos todos aquí para ti -dice cálida y asiento.
Al alejarme de mi casera pienso en lo complicado de todo lo ocurrido. Es un hecho que no me puedo quedar aquí, es completamente claro que el lugar es un desastre, ni hablar que no conozco a nadie y mucho menos tengo un trabajo en la mira. Nada de esto va a impedir que logre mi cometido de independizarme.
No tengo dinero que desperdiciar, eso es un hecho, pero nada va a lograr que baje los brazos. Sin siquiera reflexionarlo busco algún tutorial de idiomas gratis. A decir verdad, no entiendo un carajo lo que dicen ahí.
El hombre solo dice takatajataja, no sé si es árabe o Rumano. Genial, maravilloso, la ansiedad se apodera de mí y comienzo a jugar con mis manos. Cuando hago algunos ejercicios de respiración logro calmarme. Preparo un café, tostadas, desayuno y salgo a conquistar este pueblo.
-Brum prepárate para conocer a tu mejor pueblerina- digo dándome ánimos a mí misma.
- Buen día Lovely - escucho que dicen a mi espalda, al darme vuelta veo a Carol, la chica que ayer me ayudó.
- Carol, buen día, ¿Cómo estás? -cuestiono cuando un hombre alto de lentes y pelo corto se acerca a ella tomándola de la cintura sutil y elegantemente.
- Muy bien, como fue tu primera noche en Rumanía? -pregunta y sus palabras me hacen sentir calidez, aunque ella no sepa de mí el hecho que solo se interese por mí, no sé, me hace sentir ¿valorada? Tal vez no lo sé.
- Hola, soy Ben -saluda el hombre junto a Carol y extiende su mano hacia mí- tú vives aquí? -cuestiona el hombre mirando con un leve desagrado el edificio precario donde se encuentra mi actual domicilio.
- Soy Lovely -me limité a decir, no voy a contarle a medio mundo el origen de mi nombre- y si, aquí está mi casa... de momento -admití.
Mientras inconscientemente apoye mi mano derecha sobre la pared de aquel edificio, como si este necesitara mi defensa ante el gesto de Ben- mucho gusto
- El gusto es mío -dice mostrando cordialidad- están los caseros? Nosotros vinimos a ver el edificio, a ver si es apto para remodelar o lo tiramos abajo para construir uno nuevo
- Entiendo, si están, deben estar en la recepción -comento mientras él entra al edificio y Carol sigue junto a mĺ
- Que tienes pensado para hoy? -pregunta mientras se saca sus anteojos y los mete en un estuche dentro de su cartera
- Tratar de conseguir trabajo y no morir en el intento -le digo tratando de burlarme de mí misma y todo lo complejo de mi situación
- Mira, yo estoy en remodelaciones en el castillo, pero al ser un patrimonio nacional solo trabajan personas nacidas en el lugar -comenta y asiento- no quiero que tomes a mal mis palabras -dice y no entiendo a donde quiere llegar- mi esposo y su socio, en realidad Ben, está buscando una chica de confianza para el aseo de sus oficinas, no es mucho trabajo y ambos son bastante ordenados, no sé, si te interesa puedo hablar con Ben y decirle -ofrece algo incómoda
- ¿Por qué lo tomaría mal? -cuestiono curiosa - Tus maletas son de marca y esos zapatos no los compraste en la feria -comenta y sonrió con algo de soberbia, nunca pensé que alguien me juzga por la ropa, estoy tan preocupada todo el tiempo que no pienso en lo que el otro ve, cuando me ve
- Tengo ropa de diseñador, es verdad, pero no soy una chica de buena clase social, esos son mis padres, yo solo disfrute de esos beneficios unos años -digo y noto su asombro
- Entiendo - Pero estoy dispuesta a trabajar, de lo que sea, necesito sobrevivir en mi nueva vida -respondo y ella sonríe
- Te entiendo, voy a hablar con Ben.
Jason
La luz entra por la ventana de mi precaria casa heredada por mis padres hace unos años. A mi lado una americana despampanante y completamente artificial se acurruca contra las mantas. Sin dudas estas mujeres no están acostumbradas al frío Rumano.
- Hola lindo -dice la mujer a mi lado que no recuerdo el nombre y como el idiota que soy la traje a casa.
- Buen día, preciosa, ¿café? -digo y ella sonríe
- Me encantaría -responde cariñosa, lo bueno de las americanas es eso, son cariñosas, si hiciera esto con una Rumana, me cortaría las pelotas
- Yo también, en la cocina está todo, prepáralo mientras me doy una ducha... apesto a sexo -le digo y abre los ojos como plato.
Perfecto otra mujer que quiere que la atienda como si fuera mi mujer. Aparentemente ofendida, comienza a vestirse mientras observo sus curvas, dios es un sueño, lástima que la mitad de su cuerpo se derretiría si acerca mucho al fuego. No le doy importancia y entro a la ducha.
Escucho un portazo <<Perfecto me tengo que hacer el café solo>> después que me ducho, miro mi laptop y coordino los detalles del día. Con mi mejor amigo somos dueños de una firma de construcción. Construimos casas y con ayuda de Carol, la mujer de Ben que es restauradora, formamos el grupo de mejores contratistas de la ciudad.
Hoy hay que ver en que condiciones está el hotel frente a la plaza. Lo compramos hace una semana y me interesaría restaurarlo aunque Ben prefiere demoler. Aunque detesto muchas de las costumbres de mi país, debo admitir que la arquitectura es exquisita y aunque Carol no es santo de mi devoción, podría hacer un buen trabajo en aquel lugar. Salgo de mi casa y voy directo al hotel. Ahí se supone que Ben y su mujer me esperan, paso por una cafetería y pido un corto desayuno para llevar y así estar a tiempo. La rubia que no quiso hacer el café me demoro los planes.
- Buen día -saludo a Carol en su idioma natal. Honestamente, no sé por qué Ben me pide que la trate bien, claramente la trato bien, le hablo en su idioma, así no me duelen los oídos cuando habla en Rumano.
- Buen día -responde ella y la pequeña mujer a su lado solo sonríe levemente- ella es Lovely -indica, ¿quien mierda le pone ese nombre de mierda a una hija? Esta no es la criatura del mini-market. Sí, si lo es
- Buen día, criatura -respondo alzando una ceja
- Buen día, señor -dice y asiento, buena chica
- Jasón, Ben está dentro del hotel -indica Carol y me retiro mientras ellas continúan haciendo las mierdas que hacen las mujeres.
Entro al deteriorado edificio y veo la historia que cuentan sus paredes añejas, mal pintadas y con manchas de humedad por doquier, alguna que otra plaga debe vivir a junto a la pareja de viejos. Es un hecho, necesito restaurar este lugar y convertirlo en, lo que es, el mejor hotel de Brum. Tal vez algo moderno pero conservando las raíces.
- ¿Cómo lo ves? ¿Aún querés remodelar? -cuestiona mi amigo y la pareja de viejos está junto a él. Ellos merecen esto, esta vieja es la única mujer que merece mi respeto y gratitud
- ¿Tú que opinas vieja? -le pregunto mientras acaricio su brazo. - Hijo, lo que tú decidas está bien, nosotros te vendimos el hotel.
- Bueno, a remodelar -digo mirando a Ben que niega con la cabeza- no te enojes, te vas a volver más viejo, anda a decirle a tu mujer que está hablando con una putita afuera que mueva su culo hasta aquí, quiero que mi vieja le muestre fotos del sitio a ver que se le ocurre.
- No hables así de Carol Jasón. Podés respetarla, es mi mujer carajo -dice enojado y ruedo los ojos.
- OK, dile a tu adorada esposa si me hace el favor de venir a ver el lugar y así poder observar las fotos para al fin lograr nuestro cometido de restaurar este viejo edificio -digo y él niega molesto, se masajea el puente de la nariz mientras sonrió con burla
- Por favor Jasón, yo entiendo todo, pero con Carol no -indica.
- OK, me olvidé que eres un macho alfa pecho peludo cuando se trata de ella...
Ben
A veces siento que Jasón me va a terminar matando con tanta insensibilidad y falta de empatía. Salgo a buscar a mi esposa que aún está hablando con Lovely. Al parecer al fin encontró alguien con quien compartir su tiempo. Ella es tan transparente y sin maldad que piensa que Jasón la vida como una amiga.
Si realmente supiera todo lo que mi mejor amigo tiene en su cabeza, no dudaría que fuera la primera persona en sostenerle la mano, pero cuando sepa que él no la considera más que un instrumento para lograr sus planes... eso sin dudas va a lastimarla mucho
- Cariño, Jasón necesita para diagramar la restauración del edificio
- Lo van a restaurar? Es una excelente noticia Ben, así Lovely no va a perder su casa -como dije, ella siempre pensando en todos
- Veremos que dice Jason, esta propiedad es suya, él decidirá que hacer una vez que este lista cariño, yo que tú no me ilusiono -digo mirando a la chica que asiente.
- Jasón es gruñón, pero bueno, seguro va a dejar que te quedes -si supieras preciosa, si supieras...
Carol
Después de ver el edificio y algunas fotos preparo unos bocetos pata que me los aprueben y una vez esté todo en condiciones traer la gente que me ayude en la restauración. Veo a Ben renegar con los números estimados para gastar, seguramente todo se incrementó.
- Amor, aún están buscando una persona para que los asista con la limpieza? -cuestiono distraída mientras él solo asiente con la cabeza- Lovely está buscando trabajo, tal vez sería bueno para ustedes tenerla y para ella ese puesto, ya que ambos son bilingües y se pueden comunicar a la perfección
- Ella necesita trabaja, si es así, dile que pase esta tarde noche por la oficina y ahí hablo con ella -genial, ella se va a poner tan contenta- ella sabe que Jason carga con un humor peculiar? -cuestiona y niego
- Jason es un amor y ella también, por algo ella tiene ese nombre tan gracioso no? Solo dale la oportunidad, yo respondo por ella -indico
- Carol -dice mirándome por sobre sus gafas- apenas la conoces
- Está sola, lejos de todo lo que conoce, yo te tengo a ti, pero ella apenas habla el idioma del país, no perdemos nada y tal vez ayudamos a una persona que realmente lo necesita
- Que voy a hacer contigo cariño, eres la más buena del mundo
- Cuidarme, quererme, amarme -digo y él sonríe mientras se pone de pie y deja un beso cálido en mi frente...
Lovely
La ansiedad que cargo es insoportable, gracias a Carol tengo una oportunidad de trabajar y así poder mantenerme sola. Llego al lugar donde se encuentra la oficina de la constructora. Es un gran terreno y en él se observan distintos materiales de construcción.
A unos cien metros se destaca un pequeño remolque con un cartel escrito en Rumano, claramente no sé que dice ahí.... Sigo por el camino hasta encontrar al esposo de Carol con algunos trabajadores. Cuando al fin llego donde él está, me quedo a unos metros esperando que me vea y de esa forma no interrumpirlo.
- Oh, Lovely, viniste -dice este y asiento
- Sí, aquí estoy
- Mira, ahora no tengo mucho tiempo de explicarte el trabajo, pero te lo resumo: tu trabajo es bastante simple a mi entender, ordenar las oficinas, preparar café, mantener el orden. El pago sería quincenal y serían cuatro irnos dólares. En realidad te abonamos en moneda rumana, pero como no estás muy adaptada preferiría decírtelo en una moneda que comprendas -dice y asiento con la cabeza, sería buenísimo que pueda conservar el puesto
- Perfecto, cuando puedo comenzar? -cuestiono y él sonríe
- Ahora mismo, Jasón no está, así que comienza por su oficina -termina diciendo y asiento- en el baño hay un pequeño armario, ahí encontrarás todo lo que necesitas -indica
- Perfecto, muchas gracias por la oportunidad -le digo con una sonrisa que duele
- No hay nada que agradecer, a decir verdad, tal vez si, a mi esposa... sabes ella está sola en Rumanía, al igual que tú, siente que pueden ser amigas... no la decepciones porque de ser así es claro que te despido
-OK, más carga emocional a mi estrés mental, no, claro que Carol me parece una posible amiga, pero me siento incómoda sabiendo que si algo pasa, una discusión, pelea o cosas de amigos su esposo me despedirá del trabajo
- No hay problema -me limito a decir y camino al sitio que me indico. Al entrar nito que está todo apagado, con cuidado de no llevarme algo por delante me dirijo al baño donde está lo necesario.
Una vez ahí me dispongo a buscar las luces del sitio. ¿Dónde mierda están las luces aquí? Cuando al fin las encuentro, como puedo esquivando muebles, llego a ellas. Al encenderlas ya respiro tranquila... camino unos pasos y me topo con un mueble, el golpe fue tan duro que termine con aquel mueble de mimbre sobre mí y muchos papeles y libros a mi alrededor. Este primer día laboral no podría ser peor
- Arriba, porque mierda eres tan patética y débil -escucho una voz gutural a mi espalda
- Lo lamento, no lo vi, no encontraba la luz, yo...
- Me interesa una puta verga lo que te suceda, no sé quien mierda quieres ni que carajo haces aquí, pero ya Lárgate de mi oficina -dice furioso
- Soy Lovely yo... - Qué mierda paso aquí? -escucho a Ben decir, mientras me tiende una mano para ponerme de pie después que el otro hombre sacara el mueble de mimbre de arriba mío.
- Yo, no encontraba la luz y después no vi el mueble... de verdad lo lamento -digo
- No pasa nada, este mueble siempre ha estado en el medio y Jason sabe que no es sitio para un mueble.
- ¿Quién es esta y que hace en mi oficina? -cuestiona el hombre claramente ebrio - Es la chica de limpieza, la que me pediste -indica Ben
- Ah, qué bueno, una nueva Puta, perfecto, Ben Lárgate que yo atiendo a la putita -los ojos se me inundan, no sé que responder, nunca nadie me trató así
- Ella no es una de tus putas, es amiga de Carol, vino por el trabajo
- Alguna vez alcanzaste un bien clímax, niña? -pregunta arrogante, no respondo a su pregunta, mi vida sexual no le interesa a nadie más que a mí- al parecer te comieron la lengua los ratones. No te preocupes, hasta que algún día este tan necesitado y te busque, podés seguir en ese intento patético de masturbación que seguramente haces -me quedo perpleja ante sus palabras, no sé que quiere ni que busca
- Basta Jason, ella no es quien crees -le dice Ben interponiendo su cuerpo entre mi otro jefe y yo
- Si lo es, mírala, el pelo, los ojos, es ella -vuelve ha de ir el hombre mirándome con odio y señalándome con el dedo
- Yo solo vengo a limpiar -indicó
- Ve a casa Lovely, te espero mañana, por favor de esto ni una palabra a nadie -asiento con la cabeza y me alejo lo más rápido posible del lugar... y pensar que siempre pensé que la loca era yo...
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