VII
La noche de invierno más larga:
caen los pétalos del ciruelo y, al fin,
la luna en el oeste.
murió en el solsticio de invierno,
el oeste hace referencia a la Tierra Pura.
Bankoku
Esa mañana de invierno pese todos los pronósticos y en medio de mi salón del castillo de Osaka hiciste acto de presencia ante mí pese a los llamados de Phichit y el resto de mis comandantes de confianza.
Tu faz destrozada, las vejes pronunciada y las heridas resaltantes aun bajo los vendajes me hicieron entender un aproximado de la situación que atravesabas, pero la infalible ausencia de aquel pequeño ser de intensos ojos azules hizo que un sentimiento de incomodidad jamás sentido
—¿Qué es lo que ha ocurrido Víctor? ¿Por qué Mikaeri no está contigo? —consulte sintiendo como un nudo en la garganta me ahogaba.
Bajaste la mirada desolado conteniendo un jadeo, ante mis atónicos ojos caíste de rodillas rompiendo en un punzante llanto, allí entendí las razones de tu presencia y el motivo de la ausencia de mi pequeña.
Mikaeri había muerto asesinada a manos de las facciones radicales contra extranjeros.
Los habían herido a ambos meses antes, sobreviviendo Víctor de milagro a las heridas pero no habiendo tanta suerte con la pequeña. Luego de eso este había hecho hasta lo imposible por llegar hasta Osaka para dar conmigo para entregar la noticia.
No recuerdo haber llorado tanto en mi vida, ni siquiera en las noches de arrepentimiento por la decisión que tome respecto a Victor y Mikaeri.
Víctor se lamentaba no haberla podido proteger como me hubiera prometido, incluso se culpaba de no ser lo suficientemente fuerte para proteger a nuestra única hija.
Y yo estaba seguro que no era su culpa, no cuando podía sentir su inconsolable dolor resquebrajar cada fibra del vínculo que teníamos en ese instante. No fue tu culpa Víctor, tu solo eres una víctima del odio que no he controlado, yo era el único culpable de ese hecho fatal que no debió ocurrir y que no podía permitir que ocurriera nuevamente. Personas como aquellas atienden contra tu seguridad y tú eres una persona que no merece aquello, el dolor de la pérdida de aquella pequeña no se comparara jamás con el dolor de aquellos infelices que se galardonaron con el terror de su alma, ellos pagarán con sus vidas las acciones que han tomado, y yo seguiré blandiendo la espada de la justicia por aquellos que quieran ir en contra de la paz que he logrado cimentar en estos años.
Pero por eso no puedo seguir permitiendo que permanezcas en este lugar, no puedo permitir que sigas en este país, es momento de que vuelvas al tuyo aun con el dolor que eso implica al separarme definitivamente de ti, pero siempre que estés a salvo no me importa nada más.
Lo siento Víctor, quizás el dolor y la culpabilidad por la pérdida de Mikaeri me ha consumido, pero no podía dar marcha atrás en esta decisión que he tomado.
Es momento de que encuentres un lugar mejor, uno donde estés a salvo lejos de esta barbarie que ha amenazado con acabar el único vínculo de amor que tengo por mi propia naturaleza.
Tanto el vencedor
como el vencido no son
sino gotas de rocío,
sino el resplandor de un rayo.
Así deberíamos ver el mundo.
Yoshitaka.
Respiro, la debilidad de mi cuerpo y mi propia incapacidad me lo confirman, mi muerte está cercana, estoy consciente de ello. La unificación de un periodo turbulento de una nación en crecimiento fue el fervor de mis días hasta este momento en el que me encuentro, la pérdida de legitimidad, la entrega de un poder desesperado a un grupo de ancianos que buscan desesperadamente mi último respiro amenazando la integridad del último heredero que he podido engendrar para perdurar mi legado.
Ya no queda nada de mí, ya no queda motivo porque luchar.
He perdido, mi honor, mi poder, el legado de mi excelencia, mi familia, mis hijos, mi amor...
¿Qué estarás haciendo en este momento? ¿Habrás muerto ya? ¿Habrás sobrevivido? Cada noche antes de dormir recuerdo tu rostro, lo fino de tus cabellos, lo suave de tu toque y el calor en la marca que dejaste sobre mi cuello como recuerdo infalible de mi destino atado a tu alma. El sonido de tu risa estallando en carcajadas por las reacciones que te fueron otorgadas por mi persona ante los halagadores cortejos a los que me sometiste durante los primeros años de encontrarnos, tu toque, tu voz grabada en fuego en mi memoria nombrando el único nombre que aquellas personas a mi alrededor no lloran.
"Yuuri"
Qué triste es... perecer de este modo y sin encontrarme nuevamente con el azul de tus ojos.
Incluso para este último momento debo ocultar quien fui, quien eras, y cuanto te ame.
Me siento arrepentido de no haber estado todo el tiempo que hubiera querido contigo, Víctor.
Lo siento, espero que en otro momento podamos encontrarnos en un tiempo de paz donde mi única prioridad sea estar a tu lado.
FIN.
Bueno mis amores, finalmente hemos llegado al final de este pequeño y breve fic de la era sengoku, uno de los más tragicos que he escrito hasta el momento y fue participe del primer reto del concurso de Escritores On Ice, de verdad quiero agradecerles a todos los que le siguieron, comentaron y votaron el, de verdad aprecie mucho sus interacciones.
Por si se preguntan, no tengo pensado hacer epilogo o algo, ya que estoy conforme con dejarlo hasta aquí y tengo muchos proyectos que culminar y sacar adelante, espero de todo corazón que les haya gustado, y les invito a seguir el resto de mis obras en emisión que tambien son muy interesantes, hay para todos los gustos, fantasia, romance, erotismo, drama, omegaverse, más drama XD un saludo grande desde Venezuela y nos leemos en otro de mis fics ¡besos!
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