IV:

Las ofrendas finales.

1

Después de que Heston se colocó la toga, los demás junto con él rodearon la estrella colocándose cada uno en una punta de la misma, el pico de donde estaba parada La Samaritana era más extensa y tenía un letrado que decía.

¡SOY LA MINISTRA DEL PODER DE LILIT EN LA TIERRA!

Se tomaron de las manos, antes de notar que Simpson se había despertado y estaba tratando de zafarse del amarre, comenzando a gritar pidiendo que lo desataran algo que causo que un aturdido Herstensin también abriera los ojos. Los dos al mismo tiempo intentaban soltarse.

— ¡¹Deorum daemonun Lamia, Allatou, Cali, Bast, Gomory, Lamastu,corpora nostra et hi duo homines sunt munera nostra tibi daemoniorum!¡²Lauda te Lamia, lauda infernum tuum, infernus ad pedes tuos!—Gritó la líder aunque todos los demás estaban pendientes de los policías. Luego arqueo su espalda y repitió las mismas palabra en forma de cantico.

Los demás tenían que seguirle, pero no lo hacían porque Simpson y Bill seguían gritando con la esperanza de que alguien los escuchara. Esto irrito a la líder quien silencio su cantico y metió su mano en la túnica para sacar un cuchillo de unos 15 centímetros, temiblemente afilado y pidió a dos de los enmascarados de avestruz que amordazaran y sostuvieran a Herstensin quien expulsó un chirrido cuando sintió un punzante dolor en su muslo izquierdo.

Le habían enterrado el cuchillo tan bruscamente que perforó su piel y se podía ver a través de algunas membranas blancuzcas el fémur. Se desangraba lentamente. Marcus gritaba y miraba desesperado esperando lo peor. La Samaritana guardaba el cuchillo en su túnica nuevamente, mientras veía directamente a Simpson a través de aquella frívola y pavorosa máscara.

Ella se giró hacía sus seguidores y apunto a la que tenía la máscara del tigre con cuernos y le dijo que se acercara a donde estaba Bill.

La misma Samaritana le quito el antifaz pausadamente a la figura con la máscara de tigre, dejando su cara al descubierto, nadie se movía, pero Marcus al ver su rostro recordó que era aquella acompañante que estuvo con él en el bar y en segundos un espantoso estremecimiento efímero atravesó su cuerpo, dejándole frío. La líder se acercó a su oído y le susurró.

—Llévalo al paraíso por Lilit... —. Ella le dio el cuchillo a aquella joven y le ordenó que destruyera la vestimenta de Herstensin, la muchacha solo asintió y comenzó a cortar todo su ropaje, mientras los demás observaban en silencio, incluyendo al pasmado Simpson que ni se atrevía a hablar para que al menos por ese momento no le hicieran nada.

Bill agonizaba poco a poco y solo chillaba de dolor, desangrándose. La joven cortó todo lo que él tenía hasta su ropa interior y luego se arrodillo y comenzó a hacerle sexo oral.

La Samaritana mientras la joven hacía eso llamó a Heston y la persona con la máscara de león y la del antifaz montañero.

—Busca alcohol en las habitaciones de arriba —, le dijo a Chris al oído quien asintió, saliendo de la habitación, ella y prosiguió a decirle a los otras dos—. Saquen las M16 y embosquen al perro de Chris Heston —, murmuró esto y las dos personas salieron de allí rápidamente, después ella llamó con el brazo a los otros dos adeptos que estaban allí—. Desnúdenlo —, ordenó en voz alta mirando a Simpson.

Marcus braceo inútilmente contra los enmascarados, quienes le golpearon dos veces fuertemente dejándole semiconsciente para desnudarle.

La joven seguía haciéndole sexo oral a Bill quien gritaba de dolor, pero ya casi sin fuerzas. La Samaritana se alejó del circulo y encendió las luces de la habitación para abrir un cofre que estaba allí, pero no había sido visible por la pasada oscuridad que tenía la habitación.

Chris abrió la puerta y volvió con una botella de un litro llena de alcohol antiséptico y se lo dio "a su señora", esta camino en dirección a Herstensin, levantó a la joven y agarro la pierna izquierda de un Bill casi desfallecido estirándosela rectamente y vertiendo medio litro de la sustancia en su muslo.

Herstensin gritó con todas sus fuerzas de inexplicable dolor durante tres minutos, en esto La Samaritana sacó de nuevo su cuchillo y como un experimentado espadachín corto en seco su cabeza, matándolo instantáneamente. Simpson lloró instintivamente y trago grueso mientras el silencio sombrío llenaba la habitación.

Los dos conspiradores que habían salido minutos antes entraron de nuevo a la habitación y apuntaron al indefenso Heston.

— ¡QUE MIERDAS PASA! —Gritó incrédulo. Sus gestos eran desesperados, sus ojos estaban perdidos en el miedo y su cara era de incomprensión pura.

—Pasa... —respondió la Samaritana mientras se quitaba poco a poco la máscara sin mirar a Chris sino directamente a Simpson—, que fuiste una mierda con el único hombre que ame en mi vida... —, se quitó la máscara por completo.

Era Elise Kershaw la reportera Marcus pensó que estaba soñando. Eso es lo que la puta realidad le hacía ver. Ella solo lo miró a sus ojos perdidos y llenos de lágrimas. Mientras la persona con máscara de león se la quitaba lentamente.

La joven que había tomado con Simpson en aquel bar era Maylin Bellingham y la persona con máscara de león es Annie Wilkes la misma gorda repulsiva que había montado en su carro marca Audi a Masson Rend. Todas ellas confabuladas en una sola causa, matar a los hombres.

El silencio sombrío encubría la habitación nadie decía nada, hasta que Elise se giró para mirar a Annie y pedirle que soltará su arma, ella aunque confundida la tiro al suelo y Chris en un movimiento fugaz la tomó pero nadie intento hacer nada solo Wilkes, aunque muy tarde.

Ahora la apuntada era Annie, la emboscada había sido ella.

— ¡Crees que Elise me traicionaría, que estúpida te viste Annie! —Dijo Heston ironía y atacantemente entre risas.

Simpson quería gritar, intentar correr pero no podía el miedo lo había paralizado y esa sensación era horrorosa todo lo que había pasado en tan pocos minutos era irrealmente escabroso.

— ¡Mátenla a disparos, y déjenla como un embudo! Y los otros dos malditos también —. Ordenó Elise para que Heston y la otra enmascarada mataran a Annie Wilkes y las otros dos secuaces.

Chris ensañado vació un cartucho entero en contra de Annie quien era repulsiva, ahora más después de muerta. Ya solo eran cuatro sin contar al desnudo Simpson. Todos se miraron la cara y Heston sin pensarlo mató a la otra enmascarada que aunque también estaba armada no había recargado su M16 algo que él sí, solo le disparo al pecho tumbándole a la primera y luego con ella agonizante le pidió el cuchillo a Elise quien se lo entrego. Se acercó a la pobre desconocida, lanzó el arma hacía su cuerpo haciendo que esta chillara de dolor.

— ¡Vamos a jugar! —Expresó Heston aclarando su garganta, le agarro la oreja derecha y alzando el cuchillo se lo enterró, luego lo sacó de nuevo con la misma fuerza con la que lo había enterrado.

Lamió el cuchillo ensangrentado y quería seguir haciendo sufrir a aquel ser humano, que por estar en ese camino no supuso lo que pasaría; pero ya está estaba muerta.

— ¡Maldita seas eres una debilucha! —Dijo al cuerpo de aquella joven.

Simpson estaba desmayado. Elise solo miraba a Heston y Maylin a Kershaw.

Maylin se acercó a Heston.

— ¡Bésame maldito! —Le aclamó mordiéndose excitantada el labio inferior.

Chris tiró el arma y se besaron, se desnudaron, para tener sexo allí mismo en frente de Elise y con todos esos cadáveres cerca de ellos. Heston se acostó en el suelo y Maylin se le subió encima y comenzaron a follar.

Estuvieron más de quince minutos en el acto mientras Elise se masturbaba en un rincón esperando a que "su amor" se despertara. Chris estaba eyaculando en la boca de Maylin quien sorbió la sustancia seminal y aprovechando la debilidad de esté le doblo el miembro viril con todas sus fuerzas fracturándoselo.

Chris extendió un gritó con un tono profundamente grave , luego Elise corrió hacia el arma, y le disparó al pecho y la cabeza a Heston mientras Bellingham solo veía morir al hombre con quien hace poco segundos había estado teniendo sexo.

Se abrazaron desnudas sin pudor alguno, aunque Elise todavía tenía el arma en manos, después se dirigieron a Simpson y lo despertaron.

Simpson no dijo nada solo pensó « ¡Ya estoy muerto!» antes de ver como Elise Kershaw le disparaba en la cabeza a Maylin Bellingham. Luego ella busco el cuchillo y

— ¡Amor solo me quiero divertir! —Le dijo con una sonrisa espeluznante. Después caminó hacia el cofre que había abierto unos veinte minutos antes, sacó la cabeza de Masson y se la enseño a Marcus.

Él comenzó a llorar, a maldecirla pero ella ignoró sus palabras y siguió hablando.

— Él... él era el verdadero amor de mi vida... yo no lo maté... lo mataron Annie y Maylin, y a Mendes lo mató Chris...yo sí... sí mate a los demás... A Meller, a Jhonson, a Lessen y castre a Tomlison...Pero yo amé a Masson Rend —, expresó entre risas de delirio y lloraba psicodélicamente.

Luego le disparó a Simpson en el cráneo volándole los sesos y dejando su cerebro al descubierto en el piso.

Estuvo un rato riendo al ver todos estos cadáveres, y se arrodillo.

—Gracias Lilit, he cumplido mi promesa —, luego se levantó, acercó al cuerpo de Bill y beso el cadáver en la boca. Fue a una de las habitaciones, se puso una ropa, se colocó unos guantes y dejo una carta para la policía con el siguiente mensaje.

"Creían que no iba a hablarles sí, sí lo hare... asesine a muchos, su sangre me alimenta y aunque me desvié quería dejar una huella para que no me recordaran como una asesina más del montón.

No quería ser una simple asesina en serie, yo creo en algo más allá de los resumidos pensamientos de humanos básicos.

Lilit es mi diosa y saben al principio solo mataba para desquitarme de mi oscuro pasado. Pero gracias a Maylin me pude divertir un poco, aunque ella solo es una principiante más, ya está muerta.

Yo dejaré mi marca y volveré, no será hoy, ni mañana pero juró que volveré porque no complete mi misión no maté a todos los que quería matar y volveré lo juro. Pero por ahora solo quiero descansar en paz."

Después de salir de la casona, con un teléfono en mano, marco a un numeró y esté respondió inmediatamente.

— ¿Eres tú Elise? —Respondió la voz detrás de la línea.

—Sí, ya he cumplido acá te espero...