Capítulo 14
Melissa (Narrando)
Trato de ayudar al señor Robert, pero es inútil, la herida de bala que le disparo Dalton termina matando a este gentil hombre que solo nos estaba ayudando.
Enseguida los gritos de dolor de su esposa se dejan escuchar en la casa, su dolor era profundo, ella no paraba de gritar y llorar, había perdido a su compañero por culpa de un par de idiotas.
— Mal nacido, tú lo mataste, lárgate de mi casa — gruñe la señora Carol abalanzándose a Dalton para golpearlo.
Me interpongo delante de ella para evitar que Dalton también le dispare, ella estaba fuera de control, no sabía cómo calmarla, hasta que sentí como Erick le daba una fuerte bofetada tirándola al suelo.
— Cálmense señora, ya les dijimos que nosotros ahora llevábamos el control en esta casa, su marido no lo entendió y mire como terminó, ¿Acaso usted quiere terminar como su esposo? — dice Erick apuntando con su arma a la señora Carol.
Corro hacía ella y la levanto del suelo, yo sabía que el desgraciado de Erick no le iba a temblar el pulso para dispararle. Subo con ella hasta la habitación de los niños, ellos estaban dormidos inocente de todo lo que había ocurrido.
Abrazo fuerte a la madre de mi amigo Gabriel, la pobre mujer estaba pasando por una terrible situación, primero con su hijo y ahora la muerte de su esposo, lo peor que su tragedia tenía nombre y apellido Erick Miller y Dalton Miller.
Sabía que no era el mejor momento para soltarle el plan que tenía en mente, pero tal vez era la única oportunidad que tenía para contarle del escape que estaba planeando para salir a buscar a Kailer.
— Señora Carol, tengo un plan en mente y necesito de su ayuda para poder hacerlo — susurro tratando de evitar que los hermanos me escucharán.
— ¿Un plan? — pregunta extrañada
— Sí, voy a escapar está noche de la casa para ir a buscar a ayuda.
— ¿Cómo piensas escapar de esos dos locos?, ellos nos vigilan de día y de noche — indaga la señora Carol preocupada.
— Perdón por lo que voy a decir, sé que le dolerá, ellos tienen que sepultar el cuerpo de su esposo, no lo pueden dejar ahí, en ese momento que ellos salgan yo me escaparé. Usted trate de mantenerlos distraídos para que no noten mi ausencia, por lo menos hasta que yo vaya ya lejos de esta casa.
— Melissa, no te vayas, no me dejes sola con esos dos dementes, ya aquí no queda nadie que nos pueda defender de ellos
— Si queda y ese es Kailer.
— ¡Él está muerto, tienes que aceptarlo por mucho que te duela!.
— Él no está muerto, y yo estoy segura que va a regresar por su hermanita y por nosotros.
— Mejor quédate y esperemos que el ejército nos ayude….
— ¡Señora Carol por favor!, ningún ejército nos va ayudar, ellos ni siquiera vinieron para ver si quedaban sobrevivientes en el pueblo, solo nos bombardearon como si nosotros fuéramos sus enemigos. La realidad es que no sabemos que es lo que está pasando fuera de este pueblo, no sabemos si esas cosas están por todo el mundo, no sabemos nada — interrumpo a la señora con lágrimas en mis ojos de desesperación por no saber que pasará con nosotros.
— Y si te aparece una de esas cosas en el camino, que harás, ¿Pelearas con esas bestias?.
— Esas cosas tienen varios días que no atacan, ya en el pueblo quedan pocas personas, ya cumplieron con lo que vinieron hacer, acaso no se ha dado cuenta.
— Porque estén tranquilos unos días no quiere decir que esto se terminó, tu misma lo dijiste, Melissa, no sabemos que es lo que está pasando en el mundo.
Me quedo en silencio por un momento, la señora Carol tenía razón, no habíamos visto a esas criaturas ya hace varios días, no sabíamos si eso era bueno o era malo, lo cierto es que a pesar de lo que pasara mi plan era la única esperanza que teníamos en ese momento.
Escucho ruido en la sala de la casa, nos asomamos con cuidado y vemos a los dos cretinos más grande del planeta sacando el cuerpo del señor Robert.
— Señora Carol este es el momento, tiene que bajar y distraerlos hasta que yo pueda escapar.
— ¿Por donde vas a salir?, estás en el segundo piso.
— Saldré por la ventana del cuarto de Gabriel, la verdad es que varias veces Kailer y yo ayudamos a Gabriel para que escapara de casa cuando su padre lo castigaba, he visto como él lo hacía y lo voy a intentar.
— ¡Así que ustedes ayudaban a mi hijo a escapar! — dice con una expresión de nostalgia en su rostro — Te ayudaré Melissa, pero prométeme que regresaras por nosotros.
— Se lo prometo, le prometo que regresaré a buscarlos y nos iremos lejos de aquí.
— Está bien, entonces hagámoslo — asiento y me preparo para ir a la habitación de Gabriel.
Desde la habitación escucho como la señora Carol llora desconsolada mientras arrastran el cuerpo de su marido fuera de la casa, ella estaba sufriendo mucho por la muerte de su esposo, pero también estaba dando tiempo para que yo pudiera escapar.
Abro con cuidado la ventana sintiendo el viento frío de la noche, al salir la cierro despacio mientras veo por el cristal a Gabriel en su cama todavía inconsciente, bajo poco a poco por los bordes que sobresalen de las paredes de la casa, trato de hacer el menor ruido posible para no ser descubierta, el único ruido que no podía evitar hacer era el que tenía mi corazón agitado por la adrenalina que sentía en ese momento.
Después de un gran esfuerzo por fin tocan mis pies el suelo y salgo corriendo rápidamente, mientras corría el frio daba fuertemente en mi cuerpo, no sabia que dirección exactamente iba a ir, solamente me dedique a correr sin rumbo.
Ya estando muy retirada de la casa me detengo para recuperar el alimento, ya había corrido más de lo que mi estado físico me permitía y no podía seguir, al detenerme veo como todo a mi alrededor está completamente destruido, lo que una vez fue un hermoso pueblo ahora se ve como un pueblo fantasma de las películas de terror.
Respiro profundo, y me preguntó si mis padres estarán bien. Hace algunos días, antes de que todo esto ocurriera, ellos habían salido de viajes a Boston por asusto de trabajo, dejándome sola en casa, ahora no sé nada de ellos y al ver el pueblo totalmente destruido comienzo a sentir más miedo del que ya tenía, solo espero que mis padres se encuentren bien.
Voy caminado mientras esquivo los escombros que hay esparcido por las calles, la oscuridad me hacía tropezar con algún de ellos, era una noche sin luna, no había luz eléctrica por lo tanto la oscuridad era realmente tenebrosa.
Mientras más caminaba más preocupada me sentía, parecía que ya no quedaba nadie con vida en este lugar.
Me detengo al escuchar ruidos dentro de una casa, mi respiración se acelera al sentirme desprotegida por no tener nada a mi alrededor donde esconderme, trato de pasar sin hacer ruido por delante de esa casa, pero no lo logré, sin poder evitarlo tropiezo con un pedazo de escombro haciendo ruido.
De la casa se empieza a escuchar pasos que me asustan más, esos pasos no eran de una persona, eran muy fuertes como para hacerlo, ya me imaginaba de quien podrían ser esos pasos dentro de la casa.
Me sobresalto al ver que mi miedo se convertía en realidad, de la casa salió una de esas enormes bestias, tenia en su boca sangre como si estaba comiéndose a alguien.
La bestia al verme deja sonar un fuerte rugido que me aturde, salgo corriendo lo más rápido que puedo mientras esa cosa va detrás de mí, corro y corro y no logro tratar de evadir al monstruo que me perseguía, él arrojaba los escombros por el aire y hacia mí, era horrible lo que estaba pasando, en ese momento sentí que sería atrapada por él. El animal de repente dio un gran salto colocándose frente de mí, ahí entendí que no tenía escapatoria, sin duda ese monstruo me iba a destrozar con sus enormes garras.
Ahora creo que me arrepiento de haber llevado a cabo el plan que yo misma inventé para salvarnos, ahora pienso que fue algo muy estúpido haber creado ese plan.
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