—Tenias razón, debí pensar en ti también, si yo hubiera estado en tu lugar me hubiera sentido igual —Artemisa la mira sin decir nada, entonces su novia continúa—. Quise ser considerada y buena con una amiga y me olvidé de la persona más importante.

—Dime que no has dejado todo, por favor.

—No lo hice, pero como soy extranjera dije que tuve una emergencia familiar y mi tía Vicky, me ayudó a mentir un poco —sonríe y Arte quiere ocultar su sonrisa pero Olivia la ve justo a tiempo—. Fue nuestra primera pelea —toma la mano de ella por encima del escritorio—, no quería dejarte así y yo tampoco iba a lograr dormir —acaricia el dorso de su mano con el pulgar.

—¿Vendrás cada vez que tengamos una pelea?

—Sí, si es necesario. Hablé con Pía —ella la observa fijo—, de todas maneras ella pensaba mudarse, encontró un departamento pequeño y algo destartalado pero a buen precio, a dónde puede caer ebria e ir a tener relaciones con su novio —«tiene novio, fui una idiota»— se irá a vivir con él a fin de mes.

—¿No es por lo que hablamos ayer?

—En parte sí, pero ella había tomado la decisión desde antes y quiere dejar de gastar en moteles de mala muerte o usar el auto para estar con él, ya ha tenido que llevarlo a lavar por dentro 3 veces en lo que va del mes —ambas ríen—. En serio te pido perdón —se para acercándose a su lado y la castaña corre su silla para que se siente en sus piernas, lo que la otra hace con gusto—, no voy a ser tan idiota de nuevo, eres mi primer relación seria y al parecer serás la única —Artemisa sonríe— ¿Me perdonas?

—¿Cuánto tiempo vas a quedarte? —Olivia sonríe.

—Hasta el domingo en la mañana —es miércoles apenas tienen varios días—, bueno tienes cuatro días contando hoy para redimirte —Olivia se ríe y finalmente la besa.

—Haré mérito entonces —le dice separándose apenas de ella.

Salen de la oficina y con una hora para el cierre, Olivia va a comprar, aún no les ha dicho a sus madres que está aquí, piensa decirles el viernes si se enteran que estuvo faltando todos éstos días van a matarla, por lo tanto Raven, Batman y Persi son multados con no decir nada. Se coloca una chamarra grande de Artemisa y una gorra, lentes de sol y sale, de regreso a la panadería choca con alguien.

—Disculpa no te vi —recogen ambas las naranjas que salieron rodando.

—¿Oliv? —dice su hermana y la de ojos verdes se tensa.

—Mati —le tapa la boca y se meten a una librería—, las mamás no saben que estoy aquí, si se enteran van a matarme.

—¿Ya te arreglaste con Arte? —ella levanta una ceja—, es mi amiga claro que sé lo que le pasa con solo verla —su hermana suspira y relaja los hombros.

—¿Van a llevar algo? —pregunta el dueño.

—No, perdón, ya nos vamos —salen ambas de la tienda.

—Mamá está en la panadería, vino a recibir unos proveedores, quédate cerca y te mando un mensaje cuándo salgamos. Me alegro de verte —la abraza—, te extrañé, tonta hermana mayor —ella se ríe y le devuelve el abrazo.

Matilde sale rumbo a la panadería, y en 23 minutos le manda un mensaje a su hermana de que la zona está despejada. Olivia llega y Batman suspira aliviado de que no llegara cuándo su madre estaba, todos le habían mandado mensaje para que no viniera antes. Deja las cosas en la oficina, toma una baguette, un cuchillo y prepara los sándwiches que van a almorzar.

—Esto no es hacer mérito.

—El mérito es después de almuerzo —le levanta una ceja y mira la cama se la oficina a su lado—. Te extrañé —su novia traga y le responde.

—Yo también, muchísimo —termina de comer el sándwich y se sienta a su lado—. Te amo y creo que fui algo idiota al tener celos, sé que tienes amigos allí, que tengo que compartirte, creo que reaccioné mal. Jamás me había sentido celosa de alguien, bueno quizás con Persi, cuándo me dijo que tenía una señorita favorita, que era la mejor y que la quería mucho —Olivia se ríe—, no te rías fue una cosa seria —su novia intenta ponerse seria—, creo que no manejé bien los celos.

—¿Ósea que le puedo decir a Pía que se quede? —Artemisa levanta una ceja y pone un gesto de disgusto, lo que genera que su novia se ría a carcajadas— Solo bromeo, amor. Pero tenías razón en algo, si debí consultarte.

Terminan de almorzar, Artemisa levanta y guarda lo que sobra en la heladera al volver ve a Olivia acostada en ropa interior dormida, la tapa y se acuesta a su lado, acaricia su cabello, besa su mejilla y se acurruca bien pegada a ella. Olivia despierta de golpe con la voz de su amiga entrando a la oficina, Artemisa no está. Persi se le tira encima y luego la ve en ropa interior.

—Estuvieron haciendo de las suyas, puercas —su amiga se intenta tapar—, ay por favor, si te conozco hasta desnuda.

—Solo cuando éramos niñas.

—Tienes razón y quién te desnuda ahora es mi hermana ¿Qué cosas no?

—No llegué a tanto, hoy —suelta las sábanas acostándose de nuevo y se restriega los ojos—. Tu hermana me tiene a tras perder —le dice a su amiga que se ríe—, me tomé un avión porque se enojó conmigo —suspira.

—Vaya, ambas son unas idiotas enamoradas. No sabes el humor de perros que cargaba anoche, y desde que te fuiste se la pasa suspirando.

—¿Qué tal tu primera vez con Zayan?

—Ya te conté.

—Sí, bueno, pero no nos hemos visto, solo me mandaste un audio toda emocionada casi gritando.

—Fue especial, me cuidó, cuida bastante. Creo que podría amarlo —suspira y su amiga acostada a su lado ríe, sabe lo que se siente amar así a alguien—. Bueno tengo que irme a atender, la jefa que tengo es mandona y no me deja ni tomarme un descanso —Oliva le da un almohadazo por hablar así de su novia y su amiga ríe—. Supongo que te quedarás con nosotras éstos días, ya que las mamás no saben que estás aquí, aún no sé cómo lograste convencer a Vicky de ayudarte —Olivia sonríe, ser la favorita tiene sus ventajas—. Me iré a quedar con Raven, para darles privacidad —levanta y sube las cejas, lo que hace reír a su amiga—. Soy tan buena amiga y hermana, que no me merecen.

—No, no te merecemos.

Artemisa grita llamándola, su hermana blanquea los ojos y sale, pero entra se tira sobre Olivia la abraza fuerte dejándola sin aire y vuelve a salir. Olivia también extrañaba la locura de su mejor amiga.

Mientras las hermanas Valentia trabajan, la de ojos verdes decide ir al departamento para darse una ducha y quizás dormir un poco más, va a necesitar energías para esta noche. Se acuesta desnuda en la cama de su novia y se queda dormida profundamente, se despierta al sentir unos labios besar su espalda y cuello, una mano tocar sus pechos desnudos con ella acostada boca abajo, voltea para encontrarse con la boca de Artemisa y ya sabe que definitivamente la ha perdonado.

La castaña se levanta luego de tomarse el tiempo para poder respirar, se coloca una camiseta que saca del ropero y un pantaloncito por si su hermana entra de pronto, no quiere generarle un trauma, ya las escuchó antes teniendo relaciones, no quiere que la vea desnuda. Vuelve con una bandeja, viendo el cuerpo aún desnudo de Olivia acostado boca abajo, le pasa una camiseta, coloca la bandeja entre ellas y cenan para reponer energías mientras conversan.

—Ya no quiero ir a trabajar mañana —le dice Artemisa—, quiero quedarme aquí contigo.

—No podemos encerrarnos a tener sexo todo el día, mi amor.

—¿Según quién? —la otra se ríe.

—Tu hermana vendrá a buscarnos, aparte —toma agua para tragar—, un día dejar a Raven sola con todo está bien, pero tres o cuatro días es abusarse. Vamos a la panadería quiero mostrarte recetas nuevas, creo que podríamos implementar nuevos productos, también quiero mostrarle a Raven —Artemisa deja caer los hombros vencida, ella tiene razón.

Se acuestan a dormir abrazadas, la castaña la abraza por la espalda pegándose a ella, besa su cuello y se dan el beso de las buenas noches.

—Extrañaba tanto dormir abrazada a ti.

—Yo también —responde Olivia y suspira besando sus manos—. Descansemos que mañana nos espera un día de trabajo.

Se duermen con bastante facilidad y rapidez, hasta sus latidos parecen acompasados y si se separan, vuelven a buscarse medio dormidas para estar en contacto. La distancia las hace apreciar aún más el tiempo juntas y no es que antes no lo apreciaran, es que ahora quizás lo valoran aún más.