Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo veintitrés

Capítulo veintitrés

Advertencia: me inventé/saqué las ubicaciones de google, porfa no vayan a acosar a nadie ajsdhjasda.

Kate

Mierda, mierda, mierda, ¡esto no puede estar pasando!

Puedo respirar con más tranquilidad una vez subo al taxi, que me mira un poco raro.

—¿Le pasa algo? La veo con fiebre...

¡No es fiebre! ¡Es vergüenza!

—No se preocupe. Conduzca, por favor.

Durante todo el trayecto me la paso jugueteando en el móvil, abriendo y cerrando aplicaciones. Lauren y Kyle ya deben de estar durmiendo y mañana deben estar más al pendiente del evento que del móvil.

Entro al departamento, se siente sombrío porque William ha comenzado con la mudanza; varias cajas guardan algunas cosas que decoraban las paredes y que daban una buena vibra. Nunca se me dio bien por decorar lugares así que creo que se quedarán así una vez Will saque todas sus cosas.

Definitivamente no estoy de humor para cocinar o calentar las sobras, pero lo que sí necesito es un té, necesito calmarme, aunque no crea conseguirlo.

...

Vaya que logré calmarme hasta el punto de caer dormida en el sofá y si me desperté fue por la alarma que configuré. El dolor en el cuello no desapareció ni con el baño de agua caliente que hice.

Miro el reloj y suspiro con alivio. Según Aless, alguien nos vendría a buscar, pero ¿qué tengo que llevar? ¿Mi mochila y ya?

Agarro el móvil y tras mandarle un mensaje a Valentine pidiendo ayuda, me detengo en el chat de Kaleb, ¿debería pedirle disculpas?

¡Disculpas de qué! ¡Él empezó!

Sí es un asunto difícil de tratar, pero me preocupa más perder el trabajo que esto, ¿debería ir al evento? No me ha mandado ningún mensaje, supongo que todavía no estoy despedida, la última vez que estuvo en línea fue hace unos minutos, ¿recién se habrá despertado? ¿Qué estará haciendo?

Valentine me responde con una foto y en ella veo que solo hay una camiseta y un cargador.

Que chico tan simple...

Sigo su consejo y pongo las mismas cosas, solo que agrego mi kit de maquillaje y cartera.

El timbre suena y cuando miro por la mirilla, veo a un señor pelado, vistiendo un traje negro que tiene bordado las siglas de la empresa de modelaje.

—Hola, ¿Katherine Danielle Wayne?

¿Era necesario decir mi segundo nombre? Qué vergüenza...

Tras asentir con una mueca de desagrado, comienza a explicarme lo que Aless dijo anoche.

«—Nos irán recogiendo personalmente...»

¿Irán? ¿Eso incluye a Kaleb?

Rápidamente recorro la mochila y cierro con llave, siguiendo a una distancia prudente al señor.

No le presto mucha atención al coche, aún está oscuro y tengo cero conocimientos sobre coches.

—¡Kate! ¡Hola! —Aless grita mientras el señor prende el auto. Está sentado —¡Sube esos ánimos!

Sí que tiene humor aun siendo las seis de la mañana...

—Ahora vamos a buscar a Valen, peladín... Ve a la calle Cannon 40. ¡Apura porque luego tenemos que buscar a Kaleb!

Comienzo a gritar internamente, ¿qué tengo que hacer? ¿Cómo tengo que comportarme? ¿Nada ocurrió? ¿No fue nada? El pánico empieza a llenarme y puedo disimular ya que Aless está enganchado en molestar al señor.

Es obvio que tarde o temprano tendré que hablar con Kaleb sobre esto... No te vas besando con la gente así de la nada, ¿o él sí?

—Oye, Danielle, puedes descansar si quieres. Tenemos que buscar a Valen y Kaleb, además el evento será a las afueras, tardaremos mucho.

—¿Vas a decirme Danielle todo el tiempo? —Asiente energéticamente y hago una mueca— Si te digo que pares, no lo vas a hacer, ¿verdad?

Tras su negativa, intento descansar, pero fallo reiteradas veces, no es porque Aless esté haciendo ruido. Me sorprendió que haya bajado el tono de voz.

—¡Hola, Valen! —Retiro lo dicho, los gritos vuelven.

Como siempre, le responde a Alessandro con un asentimiento y me mira, me encojo de hombros y le doy a entender que se prepare para lo que viene.

—¡Bien, peladín! Vamos a la calle Fleet. ¡Rápido, que Kaleb es igual que un viejo cascarrabias!

Valen rebusca en su mochila unas cosas, le pregunta si necesita ayuda u olvidó algo; sin embargo, lo veo festejar cuando saca unos folios y me tiende uno.

Lo acepto y cuando reviso el contenido, veo que son las recetas del evento. No me di cuenta de traer una copia; ahora que hago un mejor repaso del menú, hay cosas de las cuales no estoy tan de acuerdo, pequeñas cosas que podrían omitirse; una nota mental para el próximo evento que hagamos.

Una vez terminado de leer todo dirijo mi vista hacia la ventana, estamos yendo en dirección contraria a la calle Fleet.

—¿No íbamos a casa de Kaleb? —Valen se me adelanta en preguntar y agradezco, siento que, si digo algo referente a él, me van a mirar como si supieran todo.

—Me acaba de mandar mensaje diciendo que irá en su auto, espero que esto te lo descuenten en tu sueldo, peladin.

El coche queda en un silencio sepulcral y no hay mucho que podemos hacer, tengo entendido que el evento será a las afueras de la ciudad y que nos espera un largo tiempo.

...

—¿¡Cómo que Kaleb no está!? —El grito de enfado de Aless hace que Valen y yo dejemos de cortar vegetales para mirarnos, asustadas— ¡No me importa que no te conteste! ¡Vas y lo buscas hasta en el coño de tu madre!

Tras unos minutos de silencio, decorado con el sonido de las estufas encendidas, Aless entra en la cocina con varios papeles en su mano.

—Vengan —Dejamos todo y en menos de un minuto Aless corrió varios ingredientes para colocar los papeles—. Kaleb no responde el teléfono, ni tampoco está en su casa. Tendremos que hacernos cargo de su área, ¿saben por qué mierda está Marissa a cargo de los camareros?

—¿Quién es Marissa?

—¡Exacto!

—¿Tienen memoria a corto plazo? —digo, sintiendo un sabor amargo en mi boca— Es la nueva, la que contrataron ayer.

Hago una mueca de desagrado, es claro que Marissa no me cae bien, pero Valen y Aless están trabajando en recordar quién es a que prestarle atención a mi cara.

Ohhhh... —Los dos dicen al unísono y yo asiento con la cabeza, feliz de que hayan logrado recordar.

—¡Como decía! Kaleb no aparece, solo espero que este bien. Ya llamé a Joaquín para que venga a ayudar, pero el tema de los postres tiene que ser para ahora, ¡son cien personas!

Cien personas y entre ellas deben de estar Lauren y Kyle.

Proceso la información y veo alrededor de la cocina, ya no hay mucho para hacer...

—Te ayudaré. Cuando venga uno de los dos, vendré con Valen —Si estoy con Aless me enteraré cuando Kaleb aparezca, ¿verdad?

Ninguno de los parece negarse y de un segundo para otro Aless me dice que es lo que falta para comenzar a cocinar la base del Coulant.

Cien volcanes de chocolate... ¡Me va a dar algo!

—Bien, Dani, yo haré la panna cotta, tú los volcanes.

Tras recorrer la cocina buscando los ingredientes, hago una lista de las cosas que tendré que buscar en la bodega.

—Llama a un camarero para que te ayude con las bolsas de harina.

—¿Eso está permitido?

—¿Te crees capaz de traer cinco kilos de harina? —Hago una mueca, tiene razón.

Agarro el teléfono que cuelga de la pared.

Camareros, ¿qué necesitan?

—Hola, ¿crees poder enviarnos alguien para traer algunas cosas de la bodega?

—Sí, llega en dos minutos.

Eso sí fue fácil.

—¿Qué crees que le haya pasado a Kaleb?

—¿Cómo?

—Si sabes lo que le pasó a Kaleb... Ayer te vi salir muy alterada del restaurante.

Pero... ¿No se había ido más temprano?

Niego con la cabeza e ignoro su comentario una vez veo que Marissa entró a la cocina.

Espera... ¿¡Marissa!?

Doy una sonrisa incomoda y miro de reojo a Aless, este me mira sin entender y vuelve a su mundo.

—¿Qué necesitas traer?

—Principalmente harina, pero también necesito chocolate y azúcar... Mucha azúcar.

Tras su afirmativa, me despido de Aless prometiendo que volveré pronto y salimos en dirección a la bodega, pero veo un cartel colgado en una puerta que indica que es la salida hacia el evento.

Lauren y Kyle estarán aquí...

—Marissa, ve tú. Tengo que organizar unas cosas.

Me mira con duda, pero se encoje de hombros y se va sin decirme nada.

Que cariñosa...

Doy un fuerte bufido y abro la puerta; no hay nada que cumplía mis expectativas, solo es una sala de espera, pero no me importa; esto es mucho más importante. Mis amigas tienen que saber lo que pasó con Kaleb.

Como imaginaba, al otro lado hay otra puerta que da al aire libre, pero está cubierto por una carpa blanca; tal vez está lloviendo.

Sigue habiendo poca gente, pero recuerdo vagamente que el show que hizo Kyle para venir mucho más temprano con la excusa de que quería verme. Lauren y yo sabemos que solo quiere ver a los posibles modelos varones.

Y sí, al ser bastante temprano no hay casi nadie, solo algunos camareros colocando mesas y sillas.

Unas risillas vienen por parte de algunas camareras hacía mi dirección, ¿qué les hace gracia? ¿Contrataron payaso y me confundieron? Pongo los ojos en blanco, me estoy irritando.

Decido no darme por vencida, estoy convencida de que, a las cinco de la mañana, Kyle estuvo llamando a Lauren para comenzar a prepararse.

No veo a nadie en la zona principal, ni tampoco en la alfombra roja (que no está colocada). Me queda el baño y espero que estén allí por qué no podré dar lo mejor en esta velada e indirectamente le prometí a Kaleb que así será y le estoy fallando.

Coloco mi oreja en la puerta del baño, pequeños murmullos se escuchan, ¿serán Lauren y Kyle? Con una pizca de emoción entro y la decepción me llena.

—¡Cierra la puerta! —Su grito me hace exaltar e inmediato cumplo su orden—Oh, hola Kate. ¿Crees poder ayudarnos con esto?

—¡No necesito ayuda! Esta talla es la correcta, si me ayudas con el cierre es porque no alcanzo.

—Dos son mejor que una, Blaz. Deja de ser caprichosa. Kate, ¿nos ayudas?

Me acerco a Giuliana y efectivamente, el cierre de aquel vestido azul no parece ceder a la espalda ancha y uniforme de Blaz.

...

—Kate—Blaz pronuncia mi nombre en un tono cansado—, solo te pedimos ayuda con un vestido.

Hago una mueca de desagrado y recorro mis manos en mi cuello, ¿por qué es tan complicado?

He aguantado muchas situaciones y varios descontentos amorosos, soy fiel partidaria de que todo esto es algo demasiado personal como para andar contándoselo a todo el mundo; sin embargo, llega un momento donde todo el menjunje de emociones rebalsa y me insulto internamente al pensar que sería buena idea buscar ayuda en personas que... ¡tienen relación con Kaleb!

—No puedo verle, me da vergüenza —Termino de relatar y me deslizo hacia el piso, sigo observando como Blaz termina de colocar iluminador de manera fatal, a Lauren ya estaría convulsionando tras ver su técnica.

Kaleb por el momento me la está haciendo fácil, no me ha llegado ningún comunicado por parte de Alessandro anunciado su llegada, es algo que me calma.

Volteo a ver a Giuliana, está concentrada viendo y tecleando algunas cosas en su celular; lo poco que hemos convivido me he dado que es alguien bastante solitaria, no me la imagino teniendo las mismas encrucijadas mentales. Blaz..., bueno, me ha dicho indirectamente que no le importa el tema.

Resoplo mirando hacia arriba, es momento de volver, he fallado en encontrar a mis amigas. Contactarme con ellas por llamada ha dado el mismo resultado, así que no puedo hacer nada más que lamentarme.

Me despido con suavidad, pero las dos me ignoran.

—No hagas la fase NAE.

—¿Fase NAE? —Debí haber parecido como la señora de la Llorona, ya que he mirado con rapidez hacia Blaz.

—Negar, aceptar y evitar —dice con obviedad, por mi parte solo puedo inclinar la cabeza hacia un costado, como un perro buscando explicación—. Kaleb es una persona que da y espera recibir, no lo evites.

—Él tenía ganas de besarte y lo hizo —Giuliana finalmente levanta la vista, dándome una punzada de indiferencia resumiendo mi problemática—. No le veo el inconveniente, la gente tiende a dramatizar las cosas, en lugar de aceptarlas y seguir adelante.

¿Me acaba de decir tonta? ¿Por qué no pueden ver el mismo calibre de preocupación que yo? Cierro la puerta, no sin antes confirmar que no haya nadie escuchando y las miro buscando explicaciones.

—Me besé con mi jefe... —Intento plantear desde otra perspectiva, Giuliana sigue sosteniendo su mirada de indiferencia, solo que esta vez Blaz se suma—. ¿O sea...?

—Es un beso, no una boda. Duh —La rubia me interrumpe y un pañuelo y le coloca desmaquillante, ¿se va a sacar el maquillaje? Digo, usó una técnica fatal, pero la base y sombras están bastante uniformes—. Él quería besarte, eso no implica que estás obligada a corresponderle y mucho menos a esperar algo serio, no es difícil de entender y razonar.

Se acerca a mí, agarra mi mejilla y comienza a limpiar una parte de ella, ¿qué hace? Al poco tiempo se separa y tira el pañuelo en el basurero.

—Estaba cansada de verte con esa mancha de chocolate.

De inmediato el calor comienza a subir por mi cuello para finalizar en mis mejillas, ¿de eso se estaban riendo las camareras? ¡Debí haber parecido estúpida! ¿Por qué no me dijeron desde un principio? Niego con la cabeza, intentando alejar los pensamientos negativos, ¡hay que volver a lo de Kaleb!

—A mi parecer, ya se estaban tardando.

La miro asombrada. En un caso hipotético de que comience a salir con Kaleb, no estoy diciendo que vayamos a salir, ¡solo es un caso hipotético! ¿Lo está aprobando? ¿Está diciendo con sutileza que está bien? ¿Sin decirme nada más? ¿No me va a reclamar de que le estoy robando algo preciado? ¿Estoy entiendo bien? Creo que no tengo ningún problema que me impide comunicarme con las personas, ¿escuché bien? ¿Estoy exagerando todo? ¡¿Por qué nadie parece importarle lo que está pasando?!

Intento reclamar, pero la puerta es abierta de manera violenta, las tres miramos asustadas, pero una corriente de aire parece aliviarnos, es Marissa.

—¡Aquí estabas! ¿Quién te crees que eres para irte así sin más?

¿Me está diciendo a mí?

Parece que sí, ya que se acerca furiosa hacía mi a agarrar mi brazo en dirección hacia afuera.

—¡Te están esperando!

—¡Grosera, las cosas se dicen bien! —Blaz es la primera que reacciona y debo agradecerle, ya que ahora siento un fuerte alivio en mi brazo al notar que Marissa lo soltó.

Parece aclarar su garganta y pedir disculpas en tono bajo, creo que debió haberme querido matar en ese mismo momento, pero no lo sé ya que hui con velocidad y en poco tiempo estoy en doblando en dirección a la cocina.

—Mierda... —digo tras haber impactado contra alguien, no tengo tiempo, ¿cuánto pasó? Aless me va a matar. No tengo tiempo para ver cómo está la otra persona, así que solo doy unas disculpas vagas y entro en la cocina.

Aless no está, ¿debería festejar? No lo sé, mientras comenzaré a rezar diez padres nuestros. La estufa tiene una cacerola derritiendo chocolate con un poco de crema.

Está haciendo la base.

Veo que la harina está en la mesa, sobre una balanza que indica que es un kilo. Creo que debería pedir disculpas a Marissa, tiene razón al final de todo.

Tras derretir y revolver todo, solo me queda por colocar la mezcla en los moldes y cocinar en agua maría unos quince minutos.

Hay solo una bandeja de veinte moldes, me tocará hacer cinco rondas...

Suspiro con cansancio, el reloj marca las once en punto, ¿Kaleb habrá aparecido? El evento comienza en una hora y no puedo evitar preocuparme, vi a Alessandro bastante enojado, ¿estarán peleando? Me pregunto qué pasaría si deciden separarse..., ¿el restaurante seguirá en pie? Son cosas interesantes, pero la idea de que suceda da bastantes escalofríos.

Mi teléfono hace el sonido de haber recibido un mensaje, ¿será Aless? La esperanza desaparece al ver que es una foto de Lauren, Kyle y Will... Espera... ¡¿William?! ¿Qué hace aquí? ¿Cómo entró? No importa, seguro no pidieron entradas.

Sonrió, alegre y sin importar que no podré estar con ellos, me llena saber que están aquí y de cierta forma van a poder disfrutar de lo que estamos haciendo.

Saco la primera bandeja y espero para poder desmoldar y probar si salió correctamente. Estaba tan concentrada en festejar como el pedazo de pastel si deja salir con libertad el chocolate a medio cocinar que no me di cuenta que Valen me llamó, espero que vuelva a hacerlo y contesto de una vez.

—¿Dónde estás? —Parece susurrar y por la velocidad en la que preguntó, puedo decir que está nervioso.

—En la cocina de postres, ¿por qué?

—Kaleb está a nada de matarte, Marissa vino a decirle que estabas encerrada en no sé dónde. Aless huyó porque Joaquín vino a echar una mano... ¡Oh dios!

Son muchas cosas para procesar, ¡lo dijo por joder! Me lo merezco, literalmente me encerré en el baño.

—¿Qué pasa?

Kaleb va para allí, ¡por dios, dime que tienes algo he-

Tras haber escuchado eso, solo me queda por cortar y tirar el móvil quien sabe a dónde. Rápidamente me pongo a rellenar el molde para volver a meterlo en el horno.

¡No hay mucho que pueda hacer! El pánico comienza a llenar todo mi cuerpo, pero comienzo a hacer un ejercicio de respiración. No hice nada malo, no tengo de qué preocuparme.

¡Por supuesto que tengo de qué preocuparme! ¡Mi jefe, la persona que me besó sin ningún tipo de explicación, viene a buscarme! Es el fin de mi trabajo, fue bastante agradable trabajar aquí, aprendí lo que no debo de hacer en los próximos.

Sin darme cuenta, me he encerrado en la habitación de reservas, ¿alguien me puede explicar por qué hay vegetales en una sección donde se supone que es de cosas dulces?

—Kate, ¿estás aquí? —Su voz ronca me hace babear... ¡lástima que estamos en un contexto totalmente diferente! ¿Qué hago pensando en eso? ¡Por dios, concentración!

—¡Sí! ¿Qué pasó? —pregunto y no puedo evitar insultarme, debí haberme quedado callada.

—¿Qué haces en la bodega? ¿Te quedaste encerrada?

—Eh... —Hice muchas cosas en poco tiempo y me cuesta procesar lo que hice en los últimos minutos, ¿de verdad me encerré aquí para evitarlo?

«—No hagas la fase NAE».

¡Bien! No hacer la fase NAE. Bien..., ¿bien? ¡¿Qué era la fase NAE?!

Masajeo el puente de la nariz y tras un resoplido, abro la puerta de reservas.

La diferencia de luz es abismal, ya que la bodega solo está iluminada por las luces de las heladeras; estoy un poco cegada, pero con claridad puedo ver su rostro de preocupación.

¿Qué me mira tanto? ¿Será otra mancha de chocolate? No creo, acabo de pasar mis dedos por mi mejilla y no siento nada.

—¿Segura qué estás bien? Estas sonrojada.

Coloca su mano en mi frente, seguramente para chequear una fiebre inexistente e inmediatamente mi cuerpo se tensa y parece notarlo porque se aleja y me mira interrogante.

—¿Hay alguien más? —Su pregunta me saca de lugar, ¡¿qué insinúa?!

—Eh..., ¿no?

No parece convencido de mi respuesta, pero no entiendo porque duda de mí si le digo la verdad.

—Pareciera..., como si me estuvieras evitando.

Ah.

—Pues, notas cosas que no suceden —Digo y seguido de eso, muerdo mi lengua para evitar seguir diciendo estupideces—. ¿Me das permiso? Necesito ver el horno.

Sí que debo imponer miedo, ya que inmediatamente me da lugar y puedo hacer lo que dije en paz. Saco la bandeja con tranquilidad, su mirada está clavada en mi espalda, pero no me importa, no me hace daño.

—¿Fue por lo de ayer?

Gruño por lo bajo al temblar mi brazo, casi se me cae la bandeja. ¡Kaleb, cállate!

—Estoy ocupada...

Oh, gran respuesta. Debió sorprenderlo hasta el punto... ¡de acercarse! Dios mío, me va a dar algo. Exclama con suavidad que se lo deje a él y yo, como la hueca que soy, le permito sacarme la bandeja.

—¿Ya tienes hecho la crema?

No..., creo. ¡Aless ni un mensaje te dignaste a dejarme!

Cierro los ojos, la cabeza se siente como si me fuera a explotar, pero no importa; disimuladamente voy a mirar el refrigerador, ¿debería festejar que Aless no haya hecho la crema? ¡Eso significa pasar más tiempo con Kaleb!

Ya... Concentración, este es mi trabajo, tengo que hacerlo independientemente si él está o no.

Escucho como desmolda los pastelitos, supongo que está concentrando mirando eso y no hacia mí.

Saco la crema, chocolate, y miro con desgano al ver que el azúcar está junto a la harina ¡a la par de Kaleb! No importa, solo es agarrar y volver; agarrar y volver.

Eso justo lo que hago, con la diferencia de que habré parecido una mezcla entre flash y fantasmín, por lo rápido y pálida que estoy.

Pongo a funcionar la batidora y levanto la vista: Kaleb está dándome la espalda porque está colocando la tercera tanda, tiene una paciencia increíble, recuerdo que la primera vez que intenté poner una bandeja se me cayó toda la mezcla... que vergüenza.

Cierra las puertas y se da la vuelta, parece sorprenderse, seguro no sintió que estaba mirándolo. Noto que tiene unas pequeñas bolsas debajo de sus ojos verdes, ¿durmió bien? Quiero preguntarle, pero algo me obliga a detenerme, no podemos tener esta confianza.

—Necesitamos hablar.

Cierro los ojos buscando un poco de paz y cordura, sabría qué esto iba a pasar y no tuve la voluntad, o el tiempo, de huir. Asiento con mi cabeza y me apoyo ligeramente en la mesada.

—Lo de ayer...



Nota de autor

HOLAAAAA. CASI UN MES! Por dios, según yo iban a ser solo dos semanas, me emocioné demasiado, perdón!!! Les prometo que la espera valdrá la pena!

Pobre Kate, casi la mato de un infarto, sean pacientes que ya viene lo mejor! *Carita llorando.

Estuve ocupada en la uni, parciales, convocaciones, etc. Si todo sale bien, la próxima semana volveremos a las actualizaciones normales.

Tengan un lindo día, los quiero.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro