Capítulo veintisiete

Kate

Literalmente tres pares de ojos se dirigen en dirección a Kaleb y puedo ver como su nuez se balancea con lentitud.

¡Ja! Jodete.

Me mira de reojo como si buscara una aprobación por parte mía. Dejo de verlo, espero y lo interprete a un «haz lo que quieras, yo ya estoy muerta».

—Por favor, puede tutearme sin ningún problema —Sonríe, mamá parece satisfecha porque suelta un corto suspiro—. Hace un par de años que estoy en la industria gastronómica.

¿¡Par de años!? ¡Estúpido, trabajas en la cocina desde que naciste!

—Me parece que estamos un poco adelantados. No nos han presentado, te me haces conocido.

Papá lo que no tiene de inteligente, lo tiene en estupidez.

Ahora todos me miran, expectantes a una respuesta. Limpio las palmas de mis manos en mis rodillas.

—Permiso... —La mesera aparece con nuestras bebidas, sirviendo un poco de vino en las copas.

Sin dudar le doy un gran sorbo, acabando con casi toda la copa, no le presto atención, es la mínima cantidad de alcohol que necesitaba para poder soltarme.

Pongo mi mano en el hombro de Kaleb logrando que se tense por algunos segundos.

—Pues..., Kaleb, te presento a Olivia, ella es mi mamá y Julien, mi papá —No está tan mal como pensaba. Me acerco un poco para susurrarle algo—. Es francés, no le hagas caso si comienza a contarte historias sobre una guerra a la que no fue.

—¿Y tú sabes francés? —Se atreve a preguntar y niego la cabeza sin darle mucha importancia— Es una pena.

—Y bueno, él es Kaleb.

Termino con una sonrisa penosa, me separo para servirme otra copa de vino. Nadie me está prestando atención porque papá está entusiasmado en contar sus anécdotas de la corona.

Estoy cansada de escuchar esas historias, por eso saco mi móvil debajo de la mesa y comienzo a buscar el chat grupal

Kate<3: estoy cenando con mis padres y Kaleb.

Lauren<3: ¿Tan rápido?

Kyle:D: Eso campeonaaaa!

Paul .l.: Contextoooo

Kate<3: estaba entrando al centro comercial cuando me encontré a mis padres y a Kaleb.

Kyle:D: el tortolo conociendo a los suegros. Qué romántico!

Hago una mueca de disgusto y bloqueo el teléfono. Entre las burlas próximas a llegar de Kyle y Paul y las historias de mi papá, prefiero lo segundo y a mucha queja y honra.

—¿Cuántos años estuviste estudiando en Francia?

Oh, me olvidaba del interrogatorio. A veces olvido que papá fue militar y eso conlleva a que sea sobreprotector en algunas ocasiones.

Esperen... ¿¡Kaleb estudio en Francia!? Ulala que elegancia la de Francia, está bien, eso fue un mal chiste.

—Aproximadamente seis años, después vine aquí a trabajar.

—Quelles sont vos intentions avec ma fille?

Paciencia Kate... Paciencia.

Lo que más odio en esta vida es cuando papá se pone a hablar en francés, a pesar de haber intentado inculcarnos el idioma, nunca logró que Will o yo supiéramos hablarlo o entenderlo a la perfección.

—En la mesa no se dicen secretos —Ma, eres un ángel, gracias por interrumpir—. Me impresiona las múltiples facetas que tiene, se ve que es un gran muchacho.

Eso es más que suficiente para que el rostro de Kaleb pase a un rojo carmesí muy fuerte, agradece entre tartamudeos mientras nos sirve un poco más de vino. ¿Está es mi cuarta copa? No lo sé, pero espero que sean las copas suficientes para lograr olvidar este día.

—Francia es un lugar que siempre he intentado que no quede en el olvido en la familia; cuando nació Kate, Oli y yo peleamos a muerte para que tuviera un nombre francés —comenta y se atreve a darle un beso en la mejilla a mi mamá—. Estuvimos una semana debatiéndolo y cuando llevamos a Kate al registro, le cambié el nombre a último momento; no se pudo Odette, pero sí Danielle.

¿Qué es lo que sigue? ¿Mostrar el álbum familiar? Creo que no lo muestran porque no estamos en casa, será para la próxima.

La orden de las dos pizzas llegó y no puedo estar más que agradecida, si no veía en los próximos minutos estaba segura que me iba a comer el maniquí de alguna de las tiendas.

¡No! Concentración, que no se te olvide que tú también trabajas en un restaurante. Le doy un sorbo al vino bajo la atenta mirada de mi padre, ¿se dio cuenta de cuánto llevo? Lo ignoro completamente, sé que después tendré un sermón por parte suya, pero no me importa; él decidió invitar a alguien que yo no quería.

—Kate, querida, ¿cómo te va en el trabajo?

Estoy a medio de tragarme una porción de pizza, Mamá. ¡Déjame comer en paz! Me tomo mi tiempo para masticar y limpiarme, necesito otra copa de vino.

—Bien. Mi jefe es buena gente.

—¿Solo buena gente? ¡Quiero más detalles! Antes nos dijiste que Gabriel era guapo.

¿¡Todavía se acuerda de eso!? No recuerdo haberlo dicho. Mamá está cavando mi tumba, ¿no sé dio cuenta de que Kaleb es mi jefe? Estoy decepcionada; las veces que papá la obligó a ver su programa de cocina en donde el propio Kaleb era conductor...

—Es que no sé qué más podría agregar... No hemos tenido mucho contacto. Eso sí, tiene un hermano menor y me llevo mejor con él.

Ok, eso en parte no es mentira, realmente le tengo más confianza a Alessandro y viceversa. Mi papá parece disfrutar mi respuesta, no por mí, sino por Kaleb que frunció las cejas y creo haber visto que puso los ojos en blanco.

No me importa, agarro mi segunda porción, está muy rica y creo que se debe a la bebida.

Mamá está satisfecha con mis respuestas, así que ahora todos están concentrados en el partido amistoso que hay entre Inglaterra e Italia, debe ser la final de algo porque no somos los únicos.

Mientras todos están embobados, yo sigo acabándome la botella.

...

—¿Gustan que los deje en su casa? —Salimos del lugar y el primero que se atreve a hablar es Kaleb. Perdió Inglaterra y es por eso que mis padres están con cara larga; yo cumplí el objetivo de acabarme la botella y gracias al futbol, nadie se dio cuenta y Kaleb..., bueno, él está festejando internamente— Mi coche está en el estacionamiento.

—Qué joven tan atento. No se preocupe por eso, Julien y yo vinimos en nuestro coche.

Escucho desde lejos la negativa de mi mamá a lo lejos, porque decidí alejarme de ellos para ver un poco las pulseras de una joyería que creo que es una de las favoritas de Kyle, vagamente recordé que se acerca su cumpleaños.

—Adios, Kate. Recuerda visitarnos —Se despiden desde lejos, como si acercarse fuera mucho esfuerzo. Los miro sin ganas. El alcohol me pone en un estado ¿de agresividad? No lo sé.

Los saludo con un movimiento suave de muñecas, creo que si hablo estaría arrastrando las palabras.

—¿Qué miras?

Ah... El hecho de que mis padres se hayan ido, no significa que Kaleb los haya seguido.

—Pues... Unas pulseras. El cumpleaños de Kyle se acerca y me gustaría darle algo— digo con la voz ronca, eso es bueno, por lo menos no estoy arrastrando nada.

—Kate —Trata de aguantarse la risa—, esos son anillos.

No hace el intento de contenerse y comienza a reírse de manera desquiciada. Lo miro con un puchero, eso es más que suficiente para dejar de reírse y comenzar a regular su respiración.

—Fue mucho vino —Asiento con la cabeza, siento como si me fuera a explotar—. ¿Quieres que te lleve a casa?

—Por favor...

¿¡Por qué acepté!? La vergüenza me invade. Ya estamos en camino al estacionamiento, ya no hay tiempo para negarme o arrepentirme, además es gratis.

Rio por la ocurrencia que se me había pasado antes y tenía razón, ¡la cena fue gratis! Le agradezco con una sonrisa al ver como se adelanta para abrirme la puerta del copiloto. Pongo mi dirección en el GPS y él no tarda en arrancar.

—¿Sabes? La pasé bien, jamás se me pasó por la cabeza terminar cenando con tus padres.

—A mí jamás se me pasó por la mente que aceptarías la invitación de mi padre —digo con cierto asco, llegó mi momento de quejarme—. Fue bastante vergonzoso, me sentí bastante incomoda y si no hubiera sido por el vino, habría armado un escándalo.

Creo que fue demasiado; sin embargo, no me arrepiento de lo que dije.

Kaleb chasquea su lengua y tararea dándome la razón.

—Estuve mal, al fin y al cabo, arruiné un momento íntimo. No volverá a ocurrir.

Acepto sus disculpas a regañadientes; el auto se detiene y veo que ya estamos en el departamento, ¿tan rápido? Quería seguir quejándome. Abro la puerta, pero me agarra del brazo.

—Antes de que te vayas, me gustaría decirte algo.

Su voz denota seriedad y algo me dice que estamos en problemas, ¿se habrá peleado alguien? ¿El restaurante está en problemas?

—No es nada grave, solo es una propuesta —Su agarre del brazo pasó a estar en mi mano, trago saliva con fuerza.

¿¡Propuesta de matrimonio!?

—¿Te gustaría ir a Italia conmigo?

Ok, eso no fue una propuesta de matrimonio, pero eso es parecido a una.

Debió haber notado mi cara de horror.

—¡No es lo que piensas! El festival de Turín comenzará en unas semanas y me da pena ir solo...

¿Le da pena ir solo? Que tierno.

—¿Puedes pensarlo? —Pregunta y no espera mi respuesta. Se acerca para depositar un beso en mi mejilla— Doux rêves, Danielle.

Me va a dar un paro cardíaco.

No le respondo, rápidamente salgo del auto y entro en el edificio sin mirar atrás.

Nota de autor

Les toca averiguar a ustedes que significan en las frases jijiji.

Dato curioso de Kate: odia todo lo relacionado a las raíces de su padre, no por mala relación, sino que siempre han sido bastante pesados hasta el punto de cansarla.

Muchas gracias a todas/os por apoyar cada día, creo que me había olvidado de agradecer por las 60k de vistas, pero me acordé porque lo acabo de ver sjdsdjdss.

Ya me quedé sin personas para dedicar capítulos; tengo un problema relacionados con estos o con la aplicación en general: no me notifica, ni tampoco me deja responder sus comentarios, por eso tardo en responderles, mil disculpas:(

Espero tengan una linda semana <3. Nos vemos en la próxima actualización.