Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo treinta y tres

Capítulo treinta y tres

Kate

Siempre en mi vida he fantaseado con poder degustar el resultado final de lo que podrían llegar hacer personas que admiro y entre ellas estaba Kaleb, pero jamás se me ha cruzado la idea que él podría llegar a estar haciendo esto por satisfacer ideas ajenas antes que las suyas.

—El sueño frustrado de mi padre siempre ha sido querer abrir un restaurante, nunca ha querido ser reconocido por cocinar. Supongo que la avaricia hizo que lo ayudara a creer que podría llevarnos al siguiente nivel de sus objetivos en nosotros.

Lo único que me queda por hacer es optar por el silencio, más que nada porque no soy nadie para lamentar ni opinar por la vida y las personas con las cuales Kaleb se ha tenido que rodear.

—Y como te das cuenta, lo ha logrado, pero creo que en sus planes jamás estuvo el hecho de que Aless sea gay y peor, que haya conseguido una pareja igual de exitosa que él; simplemente no lo soportó y nos ha echado en cara lo que hizo por nosotros y ha prometido que nos hundiremos en el fracaso. Desde ese día me he prometido que Aless jamás tendrá que soportar ese tipo de comentarios y es algo que hasta el día de hoy mantengo.

—¿Es por eso que quieres ganar eso? ¿Consideras que es lo suficiente para cerrarle la boca?

—He llegado al punto en donde ya no sé qué es lo que quiero… —Le da un gran bocado a su porción. Está delicioso, pero estar descubriendo su verdadera motivación hace que el pollo sepa agrio— Pero le tengo gran aprecio a una de las juezas y me ha dicho que le hace bastante ilusión que intente por última vez.

—¿Qué harás después de esto? 

—Supongo que me retiraré de toda esta mierda, no creo seguir soportando esto.

—Esta es mucha información para procesar.

—Nunca creíste que podría llegar a tener este tipo de problemas, ¿verdad?

Niego con la cabeza. Es una persona bastante que pareciera ser perfecta en todos los aspectos…, ¿a quién se le podría ocurrir que Kaleb puede llegar a tener problemas? Es absurdo, pero parece ser verdad. Hasta los más perfectos tienen disgustos.

—Te quiero agradecer por permitirme hablar de mí, de todas las personas que se me pudieron haber ocurrido, eras la última de la lista.

—¿Ah, sí? ¿Quién era la primera?

—Pues…, sonará algo bizarro —Algo parece hacer un click y se arrepiente a último momento de continuar—, pero es algo reservado.

En definitiva, está hablando de Bianchi, ¿será que también ella le ha mensajeado? 

—Todavía no tengo algunas cosas establecidas un poco claras, pero te prometo que vamos a ganar —Parece satisfecho por mi comentario porque murmura un agradecimiento y termina el poco refresco que quedaba en su vaso.

Miro el reloj de la pared, apenas van a ser las diez. Me parece que es un buen momento para ponernos a investigar sobre el festival y demás cosas para llegar preparados. Es una idea que le propongo a Kale, que acepta resignado; pongo los ojos en blanco, ¡esto es apenas el comienzo! En internet no hay mucho que se pueda averiguar, pero comenta que hay un artículo de un diario francés que mantiene actualizada todas las actividades del evento a última hora.

—Los participantes de este año —Comento y lo escucho gruñir—, son un poco bizarros: no conozco a nadie además de Bianchi.

—El mundo culinario se destaca por eso. Va actualizando sus estrellas cada año, es muy difícil mantenerse a flote. Aless, Joaquín, Bianchi y yo somos unas de las pocas excepciones —Acorta la distancia que hay entre nosotros para extenderme su móvil—. Si haces un corto análisis, te darás cuenta que la mayoría son aprendices de estrellas anteriores.

Le doy la razón afirmando sin entender nada, ¿me podrían contar como aprendiz de Kaleb? Tengo cero conocimiento de otras personas que comienzan a hacerse flote en este mundo. Creo que es algo que debería mejorar, así sabré a futuro quién podría ser mi competencia. Seguir buscando información es en vano porque siempre se habla de lo mismo, hasta que uno de los muchos artículos, escritos en francés, llama mi atención.

—Oye, no sé demasiado francés, sé lo básico. Deberías traducir esto.

Se toma su tiempo para leer y rebuscar dentro del mismo artículo algunas cosas que ya no logro entender y tras unos minutos, carraspea dispuesto a leer:

—Es un artículo que habla sobre los platillos ganadores. Me llama la atención que el podio haya estado conformado por platillos “innovadores”. Puede ser que mi criterio haya envejecido con el paso del tiempo, pero hacer una espuma se me hace muy poco llamativo y si no dominas bien la técnica, es probable que sea todo un desastre y la espuma se convierta en vapor o peor, en agua sin sabor.

Arrugo mi nariz en señal de desacuerdo, es muy obvia la diferencia de edades y el sistema educativo tiende a hacer pequeñas reformas que terminan logrando una generación de estudiantes completamente diferente a la anterior, es probable que también se deba al lugar donde estudiamos, pero es algo que hace mi ruido, ¿Francia no es el país donde la espuma se puso de moda?

—A mí se me hace una buena idea —digo, predispuesta a contradecir su opinión—. La cocina no siempre tiene que ser tradicional para ganar; va más allá de ser común, también se trata de ciencia.

—Mientras más sencillo sea, es más fácil de disfrutar.

Muerdo el interior de mis mejillas para no responderle, estoy segura de que si seguimos vamos a terminar como un perro y gato. No estoy dispuesta a tirar a la basura todo lo que he conseguido solo para demostrar que tengo razón y es una realidad: la cocina está cambiando, pero tampoco puedo permitir que Kaleb se cierre.

—No sigamos por ese lado, lo enfoquemos más a una oportunidad para poder experimentar cosas nuevas.

—Podemos hacerlo en nuestra cocina.

—¡Pues es obvio, Einstein! —Exclamo, alterada y él solo me sonrie burlesco— Es obvio que tenemos nuestra cocina, pero si nos hubiéramos puesto de acuerdo con más tiempo, ¡tal vez podríamos haber practicado!

—¿Yo fui quién se tomó el tiempo de ignorarme? —Pregunta, ofendido y se cruza de brazos

Coloco los ojos en blanco y niego con la cabeza. Le arrebato mi móvil y decido colocar el traductor automático para leer por mi cuenta. Él, por su parte, no me ha dirigido la palabra, ni después de notificar que ya he terminado de leer.

Bufo molesta y me levanto en dirección al baño, necesito refrescarme y también intercambiar palabra con alguien que no sea Kaleb.

El chat grupal parecía ser buena idea, pero no se ha mandado un mensaje desde hace tres horas y me sorprendo de que apenas comenzaron a ser las doce; el tiempo con Kaleb pasa demasiado y no es porque sea que nos la pasamos hablando la mayor parte del tiempo. 

Me cepillo los dientes mientras reviso Twitter y no me sorprende que “Turín” sea tendencia, más allá de las actividades que puedan surgir en esa ciudad, creo que influye bastante que en dos días comience un evento a talla internacional.

Veo algunas publicaciones en otros idiomas y por supuesto que me voy a tomar el tiempo de traducir algunas. El primero está en ruso y fue publicado hace unos veinte minutos, me sorprende que en tan poco tiempo hayan llegado a los quince mil “me gusta”:

FedericKosov: “Aquí con Sandra a punto de emprender rumbo a Italia! Felices de debutar en nuestra aventura culinaria en nada más que en el festival de Torino! Bendiciones y suerte a todos los que nos están apoyando.”

A continuación aparece una imagen de dos personas, las cuales supongo que el rubio de ojos verdes y una barba bastante pronunciada es Federic y la chica que pareciera ser una copia exacta, es Sandra; ambos están posando con el mentón inclinado queriendo denotar poder, pero parecen payasos. 

Me rio por mi propio pensamiento y continuo viendo otra publicación; está en alemán y tiene más de treinta mil “me gusta”:

WebberMarie: “Nuestro vuelo a Torino está a nada de salir! Con Peter estamos contentos y listos para recibir la victoria.”

Vuelvo a reírme, pero esta vez con incredulidad. Yo no tendría la valentía, ni la confianza en publicar y dar por sentado en redes sociales algo, la fé es poder. Es una pena que la imagen que colocó haya sido de la cartelera del aeropuerto. Decido no leer más, ya que los comentarios son de noticieros o artículos.

Termino de enjuagarme y veo que Kaleb está en su mundo, leyendo algo con el ceño fruncido. Opino que tendría que dejar de hacer ese gesto, sus arrugas van a notarse aún más.

Carraspeo para llamar su atención y sonríe al verme, gesto que me derrite por dentro y que me atrevo a devolver de la misma forma.

—Blaz nos manda suerte —dice y respondo con que es muy lindo de su parte—. ¿Crees que me pueda cambiar? Es muy incómodo viajar con pantalones de vestir.

Miro apenada como sigue con su camisa blanca a medio abotonar, los pantalones negros junto a unos zapatos de cuero. Que extraña vestimenta, si no fuera por la chaqueta de cocina que lleva, lo podría confundir con algún trabajador de una oficina. Le señalo en donde está el baño y no me apena decirle que si quiere bañar, que lo haga.

Por mi parte, debería hacer lo mismo, pero solo opto por ponerme mi pijama y esperarlo. Sigo actualizando constantemente Twitter y aparecen más comentarios de posibles participantes afirmando que es una buena aventura, ruedo los ojos y la envidia no tarda en aparecer en mí; estoy segura que si le pido hacer esto a Kaleb, me dará una buena patada y afirmará que deje de molestar en tonterías.

A mi vista, él es un ermitaño que detesta las redes sociales. No pierdo nada con intentarlo más allá de mi dignidad.

Aunque creo que la perdí el día que cenamos junto a mis padres.

El sonido de la ducha se hace notar por el departamento y suspiro, en un intento de calmar algo que no sé qué es. Lo que me queda por hacer es esperar mientras me desmaquillo por completo y terminar de acomodar mi documentación para el viaje; tenía entendido que era por la madrugada y que llegaríamos aproximadamente a la hora del almuerzo, no me había tomado el tiempo de analizar lo lindo que es esto: visitar un país completamente diferente a lo que estoy acostumbrada, nuevas personas… De solo pensarlo me pone los pelos de punta y creo que esto tiene que estar enfocado para un lado sano, tanto para mí como para Kaleb.

Saber cierta parte de la vida de mi jefe es… ¿interesante? No lo sé, pero me hace empatizar bastante y recordar mi época donde permitía que todos se burlaran y proyecten en mí.

—Espero que no te moleste que haya usado tu shampoo, el mío ya está en la maleta —Veo que Kaleb está en la entrada de mi habitación, con el cabello aún humedo y ya vestido con un pantalón blanco y negro a cuadros, con una camiseta blanca.

Afirmo que no hay ningún problema, mientras comento que el viaje es en un par de horas.

—Ah…, sí. ¿Te parece si salimos en una hora? La comida me sentó mal —Le hago un gesto de que puede pasar y lo hace, sentándose en mi cama— ¿Qué haces?

—Me ¿desmaquillo? —Trato de sonar lo más obvia posible— ¿Eres de estómago sensible?

—No, pero deduzco que los nervios me están jugando una mala pasada.

—Normal, eres humano y tienes que sentir algo. 

—Ya…

Me coloco un bálsamo de labios y es momento de preguntarle sobre mi idea.

—He visto que en Twitter, algunas personas que creo que participan —Me detengo al notar que está mirándome fijamente, no sé si es porque no le agrada la idea de que haya estado husmeando o porque está atento en lo que digo—. Sería buena idea publicar algo.

—¿Te hace ilusión que las personas sepan que vas a participar?

—Nah, no me importa lo que digan los demás, pero me hace ilusión leer y ver que hay gente que nos apoya.

Parece sumergirse en su mundo, como si estuviera pensando la forma más suave de decirme “no, vete a la mierda” y es algo que me entristece, pero tenía razón: no le gusta relacionarse con internet.

Estaba a punto de abrir la boca para decirle que no era necesario, que solamente era una idea descabellada. Sin embargo, me hace un gesto con su mano para que no diga nada.

—Está bien, me parece como una buena ayuda de apoyo moral.

Soy fiel creyente de que existen miles de multiversos, pero jamás creí que estaría viviendo el multiverso donde Kaleb aceptara la idea de publicar una imágen conmigo. Noto que duda un par de segundos, pero saca su móvil de su bolsillo y hace un gesto para que vaya mientras me tiende el aparato.

Pongo los ojos en blanco antes de acatar a su orden silenciosa.

Busco la cámara y antes de apuntar hacia nosotros, intento buscar el mejor ángulo de mi cara, sería un completo desastre y horror que no salga bien posicionada. Lo escucho chasquear la lengua, es algo totalmente de esperar.

Lo que jamás podría haber esperado por parte suya, es que me agarrara de la cintura para empujarme a su dirección y obligarme a sentarme en su regazo.

—Saca la foto —dice, con un tono de voz que pareciera ser más una orden que una sugerencia.

Afortunadamente, en el ángulo en el que estamos no veo ningún tipo de imperfección en mi cara. 

—Sonríe —digo y de inmediato lo hace, haciendo notar unos sutiles hoyuelos, que tierno…

Una vez hecha la foto, me tomo el atrevimiento de ir a Instagram y publicar la foto bajo la mirada atenta del dueño.

—¿Debería poner un mensaje?

—Pon la banderita de Italia y un avión.

Por suerte es una persona que no se complica la vida…

Hago lo que dijo, no sin antes etiquetarme para lograr compartir la publicación. Una ola de alegría me atraviesa por todo el cuerpo y termina esfumándose al ser consciente de que sigo sentada en sus piernas; ya es suficiente contacto físico por lo que intento levantarme, pero la fuerza que ejerce en mis caderas hace que vuelva al mismo lugar.

—Ya tenem-

Un beso en la mejilla me interrumpe y suelto un suspiro a la vez que cierro los ojos, ¡¿por qué hace eso?!

—Me gustas, Kate.

No, no, no, ¡no! Esto no me puede estar pasando a mí. 

Parpadeo lentamente y contengo mi respiración, el toque en mis caderas pareciera que quema.

No es momento para momentos románticos, lo único que hace es que las cosas sean el doble de incómodas y es probable que todo esto sea un desastre en el cual me voy a ver muy perjudicada. No tengo nada más para agregar porque no quiero hacerme falsas esperanzas, es obvio que quiere satisfacer algún tipo de capricho suyo, ¿será que quiere darle celos a Bianchi? No lo sé, pero yo no seré su marioneta, me rehuso a serlo.

—Es muy lindo que tengas ese tipo de sentimientos, Kaleb —Su agarre se termina en definitiva cuando me separo y tomo una distancia considerable—, pero es mejor que lo dejemos para después.

—¿Qué es después?

¡Encima tiene el descaro de preguntar!

—Estamos a nada de comenzar uno de los eventos más importantes y que posiblemente marque tu vida y tu carrera, ¿no consideras que es mejor concentrarte en ti mismo?

Mi comentario parece haber hecho sentido en su cabeza.

—Tienes razón —Afirma, su voz ronca me hace pensar que está enojado o incómodo—. Es hora de irnos, déjame que te ayude con esto.

No espera a que responda, porque cuando ya reaccioné, él ya estaba saliendo con la maleta en sus manos. Hago un lloriqueo silencioso, no quiero que se comporte así; parecía haber otro tipo de trato y tuve que arruinarlo de la peor forma: rechazándolo.




Nota de autor

Que lindooooooooo. Chillé al escribir esto sajdhdsjas

Como sea, espero que les haya gustado; gracias por sus comentarios y votos. El próximo capítulo tengo pensado narrarlo desde otra perspectiva (que no sea kate, ni kaleb, pero bueno, ya veré xd).

Tengan una linda semana y nos vemos en la próxima actualización.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro