Capítulo dieciocho
Capítulo dieciocho
Kaleb
Tarareando una canción que no conozco, emprendo rumbo a la oficina para llamar a Blaz, le debo una disculpa... Después de todo la dejé tirada en el centro comercial, pero creo haber leído un mensaje comentando que vendría. Detengo de manera abrupta el tarareo al verla tirada en el sofá donde Kate estudia.
—¡Ya era hora, grosero! —Hago una mueca tras ver todo el suelo lleno de camisetas y faldas, no pensé que había comprado demasiada ropa— Llevo unos quince minutos esperando un taxi, si no fuera por esa muchacha, tendría que seguir viendo tu cara de mierda.
Comienza a recoger y guardar las prendas en cada una de las bolsas y justo cuando terminó, Alessandro aparece diciendo que hay un taxi en la entrada a nombre de Blaz.
—Kaleb, ¿vienes conmigo? Sabes que me hace mucha ilusión pasar tiempo contigo —El puchero que hace me da vergüenza ajena, pero asiento con la cabeza, todo esto bajo la mirada chismosa de Aless.
—Sabes que no puedes tener a Valentine haciéndote favores, hubieras llamado por tu cuenta —digo, mirando atentamente como la tarifa del taxi sube lentamente.
—¿Valentine? No, fue otra; alta, cabello castaño, lindo cuerpo..., ojos caca clarito.
Caca clarito.
Reprimo una risa, no voy a darle el gusto cuando estoy quejándome de algo.
—Ah, Kate —Masajeo con suavidad mi entrecejo, esa interacción me da miedo—. ¿De qué hablaron?
—De nada, es muy tímida. Si le hubiera preguntado por qué llevaba tu chaqueta, de seguro habría querido que la maten ahí mismo.
Todo mi cuerpo se queda rígido y tenso; Blaz se da cuenta de eso, pero solo atina a burlarse.
—Tú, ¿compartiendo la ropa de trabajo? ¿Qué clase de brujería te hicieron? ¡Espera! ¡El horóscopo te lo ordenó!
Suspiro violentamente, sacando mi billetera para pagar el servicio y entramos al hotel, sigo ignorando sus burlas, no soy un nene para dejarme llevar por lo que dice Blaz.
—¿Cuándo sale tu vuelo? —Ordeno las bolsas en el pequeño sillón que da vista al balcón, para luego acomodarme en la cama mientras me quito la corbata.
Ya era hora, sentía que me asfixiaba.
—En realidad te mentí, me quedaré otra semana más, tengo una cita con una agencia que quiere tener una sede aquí y la imagen principal seré yo..., si todo sale bien —dice y termina con un gemido de alivio al sacarse los tacones que termina en una esquina de la habitación—. No creas que te vas a librar de mi interrogatorio.
—Nunca dejas pasar una, dame un respiro —llevo una de las almohadas a mi cara para soltar un grito ahogado—. Pide algo para comer y seguramente sea todo tuyo.
Muevo rápidamente mis cejas y Blaz ríe mientras pide algo que no logro escuchar ya que me posiciono boca abajo. Me acomodo, da satisfacción sentir la alta calidad de las sabanas podría dormirme si no fuera por las quejas de Blaz, otra vez la agencia no colocó sus cremas faciales.
—Lo único bueno que tienes es el culo que te cargas, Kaleb.
Me tenso y pongo ansioso tras sentir como se sube a la cama y se sienta sobre mi espalda.
—Joder... Blaz, pesas mucho... —digo, dramáticamente y gimo de dolor luego de que diera un golpe en la nuca.
Alguien llama a la puerta y soy libre, pero no por mucho, ya que Blaz se coloca en la esquina de la cama mientras disfruta de unas crepas con crema y fresas.
Devoramos en silencio y minutos después, estamos tirados mirando atentamente la primera peli que apareció una vez que prendimos la televisión.
—Es linda —dice, mientras se acurruca de tal forma que su cabeza está sobre mi pecho, llevo mi mano a su cabello, acariciándolo suavemente.
Tarareo afirmativamente, pero ella parece no estar de acuerdo con mi respuesta.
—Hablo de Katherine —Levanta su móvil y en la pantalla se puede ver que está en Instagram, pero no puedo ver muy bien el perfil por no llevar puesto mis lentes—, tiene un usuario genérico, no me costó ni diez segundos encontrar su perfil. Veré si tiene twitter.
¿Qué?
—¿Cómo mierdas sacaste su usuario? Estuve haciendo lo mismo la otra noche y no lo logré —Cierro mis ojos con fuerza tras procesar lo que acabo de decir—. No me malinterpretes, tengo que saber con quién me relaciono.
—Sí..., te creo... —Me gustaría saber qué cosas está viendo en su móvil, pero me gusta la posición en la que estamos y confió en que me mostrará cualquier cosa que considere sospechosa— Tiene la cuenta de Instagram en público, pero no sube muchas cosas; fotos con su hermano, amigas, familia, ninguna persona que tenga pintas de parecer su novio.
—Calla, no me interesa.
Estiro mi cuerpo y logro quitarle el móvil de un arrebato, escucho que se queja, pero no hace nada para recuperarlo.
Blaz tiene razón, no tiene historias destacadas, ni muchas publicaciones, pero le sigue bastante gente.
—Conozco a una de sus amigas, es maquilladora, estuvo en la fashion week —Señala a una chica pelirroja y asiento con la cabeza. Sigo viendo sus imágenes hasta llegar al final. Largo un suspiro, devolviéndole el móvil— ¿Cómo la conociste?
—¿Recuerdas cuando tuvimos la cena real? —Blaz asiente— Ella nos ayudó luego de que los gemelos renunciaran.
Pensar en ello me da dolor de cabeza...
...
Luego de haberle contado desde el problema con los gemelos, hasta lo acontecido con Quentin, salimos a dar una última vuelta por el centro comercial.
—Necesito ir a la tienda de Gabby, la único que sé de ella es que se casó con Samuele luego de abrir una sede en China —A rastras me lleva hacia la tienda, pero bufamos con desgano al ver que está cerrado—. Será para otro día.
Propongo ir a cenar algo luego de ver la hora en mi reloj.
A esta hora deben de estar hasta el tope de pedidos...
Niego con la cabeza al pensar sobre trabajo, se supone que hoy es mi día libre.
No conozco el restaurante, pero Blaz afirma que es muy bueno por la discreción y menciona con alivio que es libre de fotógrafos. Tras pedir nuestras ordenes, Blaz saca de su cartera una carpeta mientras asegura que lea el contenido.
Con duda abro la carpeta y tras analizar la cara de entusiasmo de la alemana, comienzo a leer:
Estimado Paper's Pizza:
Tras lo acontecido el mes de abril, Backstage Modeling S.A manda la siguiente oferta de trabajo para la inauguración de una nueva sede en la ciudad de Londres destinada para fines de mayo a cargo del centro de Marketing dirigido por Blaz Frei...
No necesito leer más para mirarla con seriedad.
—No —Es todo lo que necesito decir para borrar la sonrisa burlona que me proporcionaba.
—¡Qué! Mierda, Kaleb, estoy segura que ni siquiera viste lo que ofrecemos.
—No mezclo amigos con trabajo, Blaz.
—Danos una oportunidad, porfis —ruega, mientras pone ojos de perrito. Al ver que no consigue ablandarme, aclara su voz y frunce el ceño—. Le diré a la prensa que tienes novia.
Suelto una risa burlona y niego con la cabeza.
—Estás siendo infantil, puedes ofrecerle esto a Joaquín —Nuestra conversación se ve interrumpida por el camarero que deposita una lata de cerveza y comenta que nuestros platillos saldrán pronto—. Además, estos temas tienes que hablarlos con Giuliana.
—No pienso darle ni un centavo de dólar a esa rata asquerosa... —El mismo camarero aparece y agradecemos tras ver nuestra cena en la mesa— Quiero que aceptes la oferta, sabes de sobra que tengo una pelea con otra modelo por el puesto de marketing.
—¿Solo estás de prueba? —interrogo y comienzo a desmenuzar la montaña de camarones que acompañan al risotto— Lo pensaré, podría servirme para poner a prueba a Kate.
Algo parece iluminarla, puesto que abre sus ojos con sorpresa.
—Cuéntame más de ella.
—Solo sé que trabajó para O'Connor y se gradúo en la universidad de Manchester. No hay mucho sobre ella —Me encojo de hombros y miro con atención su reacción: está desilusionada.
—Esperaba algo mejor.
Formulo un «yo también» y Blaz procede a comer tras haberle sacado una foto a su platillo, parece disfrutarlo y es por eso que trato de no decir ningún comentario desagradable de mi plato, está muy salado así que cuando ella termina de comer; pido con rapidez la cuenta y salgo del lugar dando zancadas.
Estamos a unas pocas cuadras de su hotel, un aire de alivio recorre mi cuerpo.
Blaz es una mujer con la cual puedes pasar tiempo, pero ya van dos días y siento que es demasiada interacción femenina. No es lo mismo con Giuliana, puesto que ella es muy reservada y no solemos tener conversaciones profundas..., ni creo que sea un tema del cual disfrutemos tener. Esto tampoco aplicaría en Valentine, recuerdo perfectamente cuando Giu dijo que se estaba por poner pene... ¿podrá elegir la medida? Tengo que preguntarle.
—¿Te gusta?
—¿Gustarme qué? —Miro confundido alrededor, no veo ningún local de ropa.
—¡No me escuchaste nada! ¡Hablaba de Kate!
Ah...
—Pues, ¿no? Es obvio, ¿qué clase de jefe sale con su empleada?
—Recuerdo el día que hiciste un sermón cuando Valentine se puso tu chaqueta porque la de él se había manchado. Además, muy machito te hacías con «mujeres no entran en mi cocina bla, bla, bla».
Siento como el calor corporal de mi cuerpo se dirige con velocidad hacia mi rostro y cuello, trato de evitar que mire el resultado, pero fracaso. Escucho como se ríe alocadamente, llamando la atención de las pocas personas que pasan por la calle.
—Pasado oscuro... —Menciono y comienzo a caminar con velocidad dejándola atrás.
—¿Pero te gusta?
Su voz agitada me hace reducir el paso, hago una mueca tras recordar que lleva tacones, no debí hacer eso.
—Nani-nami dijo que iba a conocer el amor.
—¡A mí que me importa lo que diga tu horóscopo de cuarta!
No puedo responder ya que el golpe que recibo de su cartera me aturde.
—Violencia animal —respondo a modo de chiste y tras normalizar nuestra respiración, aclaro mi garganta—. Me parece guapa, pero solo eso.
No parece convencida de mi respuesta, pero no dice nada. Una vez llegamos al hall de hotel, me despido de ella con un fuerte abrazo tras negarme a pasar la noche, tengo cosas que hacer.
Miro mi reloj, la diferencia horaria entre Italia e Inglaterra es de una hora.
Que se jodan, ellos se tienen que adaptar a mí.
Saco mi móvil y comienzo a teclear el número que anoté en la mañana. Gruño tras escuchar que estoy haciendo una llamada internacional y la tarifa que va a aplicarse. No pasaron ni dos tonos cuando siento la interferencia bastante aguda.
¿En serio siguen con el mismo teléfono?
—Ciao? Chi parla? (1) —Trago saliva con pesadez tras confirmar que la voz femenina que habla es ella.
—Hola, ma. Habla Kaleb.
Nota de autor
Holaaaa asdhasdhads. Nuevo cap sjsjs, espero que les haya gustado, gracias por votar y comentar <3. Soy tan distraída que recién me doy cuenta que llegamos a las 60k de vistas!!! Muchas gracias, la verdad me hace bastante ilusión ver como está progresando este libro junto a ustedes sjsjs
Glosario:
1= Ciao? Chi parla = ¿Hola? ¿Quién Habla?
Nos vemos en la próxima actualización <3.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro