Hola gente!! muchísimas gracias por los votos y los comentarios, se que he estado muhco tiempo sin subir pero es que estoy hasta arriba de exámenes y ahora vuelvo a subir porque se lo merecen por toda la paciencia que han tenido conmigo.

En esta segunda parte de la historia conocerán muchísimo más sobre el pasado de Los Romanov y pronfundizaré aún más en los sentimientos de todos y sus verdaderos pensamientos con respecto a las cosas.

No todo es lo que parece mis pequeñas y pequeños.

Que disfruten de la lectura, y gracias por tenerme tanta pasiencia!!!

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Capítulo 7

NIKKI (P.D.V)

Cerré con fuerza la puerta de la habitación y tras quitarme los tacones, los lancé ambos contra la pared.

- Relájate -Dijo Maikel agarrándome de los hombros cuando solté un grito de furia.

- ¿Qué me relaje? ¿como es posible que me pidas que me relaje cuando nos acaban de decir que vamos a estar metidos en un juego tipo Saw? dime tu secreto para estar tan tranquilo porque te juro que no entiendo como es eso posible.

- Esto a mi también me ha cogido de sorpresa Nikki, pero no podemos simplemente perder el control de esta manera.

Me solté de su agarre y lancé una carcajada sarcástica.

- ¿Qué no podemos perder el control de esa manera?¡voy a matar a esa hija de puta de Natasha! llevamos todos estos años metidos en esta puta corporación para matar gente desde que somos niños y ¿así es como va a deshacerse de nosotros? nos ha engañado Maikel, nos ha engañado como si fuésemos niños pequeños y no unos jodidos asesinos -Grité- tanto entrenamiento y tanta mierda y no hemos sido capaces de ver venir que se va a deshacer de nosotros de la misma manera en la que todo esto empezó.

- Deja de gritar.

Su tono tranquilizador me alteraba aún más.

- No, no puedo dejar de gritar porque me acaban de comunicar que voy a tener que matar a la gente con la que he estado viviendo durante años para poder sobrevivir.. yo no sé tu, pero yo me siento como una jodida basura porque simplemente no sé que voy a hacer, no quiero matarlos pero.. la cosa está en que es posible que ellos si quieran matarme a mi por salvar su pellejo, ¿entonces qué hago yo?¿me dejo matar por unas personas que decidieron matarme a mí?

- ¿Te estás oyendo? -Ahora era él el que gritaba- ¿cómo es posible que pienses así de todos nosotros?

- No me estoy refiriendo a ti -Susurré mientras me pasaba las manos por la cara- me refiero a los demás. 

- Son nuestra familia, todos nos negaremos a esta mierda de juego.

- ¿Sí?¿cómo estás tan seguro?

- Los conozco, los conocemos. Somos una jodida familia.

- También pensábamos que conocíamos a Sebastian y nos traicionó. Los adoro a todos ellos, pero la traición de Sebastian es algo que tengo muy presente, ¿cómo se que Helena, o incluso Silvia, no decidirán clavarme un jodido cuchillo cuando esté durmiendo solamente para salvarse ellas mismas?

- No me puedo creer que estés hablando así de nuestros amigos, de nuestros jodidos hermanos -Rió incrédulo.

- ¿Me vas a decir que tu no dudas, Maikel? dime el motivo por el cual tu no dudas, y haré exactamente lo mismo que tu. Dejaré de dudar en este jodido momento.

- No dudo porque.. simplemente no dudo, Nikki y tu tampoco deberías dudar. No puedo explicarte el por qué no dudo, pero es que la cosa es así, no dudo de ellos. Aunque Sebastian nos haya traicionado,no puedo dejar de confiar en las personas con las que siempre he vivido, al igual que tampoco puedo desconfiar de ti.

Solté un suspiro y me senté en la silla más cercana.

- Te juro que me encantaría tener esa fe ciega que tienes tu en ellos, Maikel. Te juro que me encantaría, pero únicamente confio en dos personas, y esas personas son tú y yo misma.

Se arrodilló ante mi y me agarró las manos para mirarme fijamente a los ojos.

- Nicole, si confias en mi entonces tienes que confiar en ellos. Te prometo que no te defraudarán. ¿No viste como absolutamente todos ellos comenzaron a sentir cosas en nuestra última misión? Sebastian fue el único que nos traicionó porque fue él único que no llegó a sentir nada con nadie.

- Es un jodido monstruo -Dije con asco.

Lo odiaba y no porque hubiese llamado a Natasha, lo odiaba porque nos había vendido sabiendo que íbamos a sufrir atrocidades.

- Y ya no pertenece a nuestra familia, en cambio todos los demás siguen siendo nuestros hermanos y por tal, debemos confiar en ellos. Nunca nos han demostrado lo contrario.

- Maikel, si hace un año me hubieses preguntado si confiaba en ellos, te hubiese dicho que si. Si me hubieses preguntado si me interpondría entre ellos y una bala, te hubiese dicho que si. Pero si hace un año me hubieses preguntado si confiaba en que ellos evitasen salvar su pellejo, por salvar el mío, te diría lo mismo que te estoy diciendo hoy. No.

- ¿Nunca has confiado en ellos? -Preguntó sorprendido.

- Somos asesinos, eso es algo que siempre he tenido presente. Somos egoístas, por nuestra supervivencia matamos personas, no confío en ninguno de ellos para salvar mi vida si la de ellos está en juego.

- ¿Entonces por qué si te interpondrías entre ellos y una bala?

- Porque maté a una persona para que Silvia no sufriera. Natasha me ve o me veía, como la más cruel. Pero únicamente maté a Min Ho porque no quería que Silvia sufriese, no le maté porque me hubiese hecho algo o porque me hubiesen puesto una pistola en la cabeza. Lo maté por Silvia.

- ¿Por qué confías en mi, Nikki?

FLASHBACK

Tiré el cuchillo y este se clavó perfectamente en la frente del asesino.

- ¡Nikki,cuidado! -La voz de Maikel me llegó alta y clara y cuando me giré, todo fue como a cámara lenta.

Vi a un hombre apuntándome con una metralleta y solamente cerré los ojos cuando lo oí vaciar el cargador, es posible que solo le quedasen cuatro balas, pero las oí venir hacia a mi como si hubiesen sido ochenta.

- ¡Maikel! -Gritó alguien en algun lugar.

Abrí los ojos al no sentir ninguna bala, y entonces lo vi ahí, ante mi con el estómago lleno de sangre y al hombre que había intentado dispararme, tirado en el suelo con dos cuchillos clavados en sus ojos gritando en agonía.

- Maik.. -Grité tirándome al suelo junto a él. 

FIN DEL FLASHBACK

- Tu te pusiste ante una metralleta y yo -Sonreí acariciándole levemente la mejilla- te sacrificaste para que no me matasen a mi cuando podrías haber ido directamente a ese tío y haberlo matado.

- Cuando te vi quieta, aceptándo tu muerte.. no sé que me pasó. Simplemente corrí y me puse ante ti y lancé los cuchillos.

Le abracé fuertemente y hundí mi cabeza en su cuello.

- Te interpusiste ante mi y la muerte y eso es algo que jamás olvidaré, Maik. Eres una persona que ha estado siempre ahí apoyándome, has respetado mi espacio cuando lo he necesitado y simplemente.. has estado siempre ahí. Por eso es que eres la única persona en la que confío en este mundo. Que aunque haya pasado lo que pasó, se que siempre te seguiré teniendo aquí y te aseguro que tu siempre me tendrás aquí también.

Justo en ese momento tocaron el timbre de la habitación y lentamente nos separamos.

- ¿Estás esperando a alguien? -Pregunté mientras nos poníamos en pie y sacábamos las armas que teníamos escondidas bajo nuestra ropa.

- No ¿y tú?

- Como no sea Natasha, o la loca de Regina, no espero a nadie más.

El timbre volvió a sonar pero esta vez acompañado con golpes en la puerta. Lentamente nos acercamos y ¡maldita sea! no había una puta mirilla.

- ¿Qué clase de hotel de cinco estrellas no tiene mirilla en las putas puertas? -Susurré.

- ¿A la de tres? -Preguntó Maikel.

- Mejor.. a la de ..¡ya! -Dije y al momento ambos abrimos la puerta.

- Buenas noches familia, pensé que no me iban a abrir. Ha sido un largo viaje, ¿no me van a dejar pasar?

- Sebastian.. -Dije con furia.

- El mismo que viste y calza -Sonrió.