Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 49


Capítulo 49

SILVIA (P.D.V)

- ¿Qué ha pasado? –Pregunté cuando llegué al comedor. Helena se encontraba sentada en un extremo de la mesa con la mirada perdida.

- Natasha ha cumplido con todo aquello que nos prometió hace años –Susurró Maikel mientras removía la comida en su plato.

- No te sigo.

- Natasha ha secuestrado a mi madre y la ha matado delante de mis narices. ¿Sabes que fue lo peor? Ver como la asesinaba y como le decía que eso que le estaba pasando era mi culpa. Se lo dijo a mi madre mientras moría. Yo no pude decirle que la quería, ella tampoco me lo pudo decir a mi... y ahora por mi culpa está muerta y Natasha se aseguró de que tuviese claro que había sido por mi culpa –Respondió Helena.

- ¿Cómo? –Preguntó Héctor mientras se sentaba a mi lado- ¿Eso es verdad, Maikel?

- Completamente. Estaba allí –Susurró.

Héctor me dio una mirada de estupefacción. Natasha estaba más loca de lo que jamás habíamos pensado. Y no solo eso, era realmente una hija de puta.

- Tenemos que acabar con todo esto –Dije- no podemos permitir que esto siga así. No puede hacer con nosotros lo que le de la real gana. Ella misma nos ha entrenado, somos unos putos soldados, joder. Sabemos mejor que nadie cómo funcionan las cosas aquí dentro. ¡Debemos hacer algo!

- ¿Hacer el qué? –Preguntó Helena casi en un susurro desde donde estaba- Yo no hice nada, simplemente cometer un error y mi madre pagó las consecuencias. ¿No tienes miedo de que haga lo mismo con ustedes? Es posible que ahora mismo esté volando a España para buscar a tus padres. Esa hija de puta ha demostrado ser capaz de cualquier cosa.

- ¿Te queda alguien más en este mundo, Helena? –Pregunté.

Ella soltó un medio sollozo y negó firmemente con la cabeza.

- Ahora si que no me queda nadie. Mi padre murió a los pocos años de yo nacer, casi ni lo recuerdo. Mi madre se casó cuando yo tenía unos seis años más o menos y él tenía una hija. Pero familia directa no tengo a nadie. No me queda nada.

- ¿Entonces? ¿Qué es lo que tienes que perder? Vamos a convertirnos en lo que Natasha siempre ha querido que seamos. Vamos a convertirnos en robots sin emociones, ¿no es eso lo que ella quería? Pues entonces vamos a concederle ese deseo, vamos a darle lo que siempre ha querido. Pero vamos a adoptar esa personalidad únicamente para acabar con ella.

- ¿Realmente te vas a arriesgar a perder a toda tu familia? Tu todavía tienes a tus padres. No te la juegues de esa forma, créeme... no vale la pena.

- ¿Y? ¿Qué quieres que haga? ¿Qué me espere hasta que Natasha decida matarme? Hace 10 horas estuvo torturándome. Me mojaba y me daba descargas eléctricas... todo un clásico. ¿Quieres que me quede en mi cama esperando a que vuelva a por mi y esta vez me mate? Creo que no he sufrido todo lo que he sufrido estos años para simplemente morir sin presentar batalla.

- Estamos hablando de poner en riesgo la vida de nuestras familias, Silvia –Intervino Héctor. En su cara podía ver la preocupación, pero también una profunda determinación.

- Si, estoy hablando de poner en riesgo la vida de nuestras familias pero además, estoy hablando de poner en riesgo nuestra vida y morir en el intento de borrar de la faz de la tierra a Natasha.

Maikel no decía una sola palabra pero alternaba su mirada entre mí y Helena.

- He visto lo que Natasha es capaz de hacer... y hace unos años lo viví en mis propias carnes. Creía que lo había perdido todo y no hace más de un día me di cuenta de que nada de eso era verdad. Pero... cuando recordé todo, cuando me di cuenta de que mi madre estaba viva y de que mis hermanas también lo estaban... ese sentimiento de alivio, de felicidad... me dio muchísimas fuerzas. Mi familia se puso en peligro para intentar salvarme y no voy a ser el estúpido que he sido durante todos estos años. Esta vez voy a presentar batalla, da igual quien se ponga por delante y da igual el riesgo que corramos todos. Natasha debe morir, por nuestro bien y por el bien de nuestras familias. O al menos, de lo que queda de ella –Asintió Maikel.

- Estoy contigo –Dijo Héctor.

Todos miramos a Helena esperando una respuesta.

- Ya lo he perdido todo, no me queda absolutamente nada. Ni Chris, ni mi madre... no tengo a donde volver y tampoco tengo a donde ir. No sé que pasará conmigo cuando nos enfrentemos a Natasha, pero si tengo clara una cosa... es que voy a pelear junto a ustedes... como he hecho durante todos estos años. Al fin y al cabo, ustedes son la única familia que he tenido desde que nos metieron en todo este lío.

- No vamos a pelear por nada como hemos estado haciendo todos estos años –Dijo Héctor- esta vez vamos a luchar para sobrevivir. Es Natasha o nosotros... y ya se ha llevado bastante de nuestra vida como para también dejar que nos la quite entera.

- Natasha debe morir cuanto antes –Sentenció Maikel.


NIKKI (P.D.V)

Intenté abrir los ojos al menos cinco veces antes de conseguirlo completamente.

- ¿Te encuentras bien?

- Me siento mareada –Susurré.

- No te preocupes, eso es por la anestesia. Hemos tenido que intervenir para poder salvar tu vida... ha sido bastante complicado –Dijo el doctor.

Recordé todo lo que había pasado: la sangre, los dolores.... Y rápidamente me llevé mis manos a la barriga.

- ¿Está todo bien? –Pregunté asustada.

- No te preocupes, hemos conseguido salvarlos a los dos –Dijo el doctor dándome una pequeña sonrisa. Suspiré aliviada- pero... has estado a punto de perderlo y no solo eso, has estado a punto de perder la vida. Te estabas desangrando muchísimo y eso afectó tanto al feto como a tu vida. ¿Has pasado por mucha tensión o has hecho sobreesfuerzos últimamente?

- Un poco –Admití.

- Hemos visto en tu ficha que el ginecólogo te recomendó reposo. Sé que eres joven y tal vez no comprendes todos los riesgos de tener un bebé pero...

- Eso no es verdad –Le corté- conozco perfectamente todos los riesgos.

- Pues entonces comienza a tomarte esto en serio. Estás casi en el séptimo mes de tu embarazo y tienes un embarazo de riesgo. Tienes que descansar bien y alimentarte mejor, cuidar tu tensión y sobre todo, no hacer sobreesfuerzos. Evita el alcohol, evita fumar y otras drogas o fármacos.

- Ni fumo, ni bebo, ni me drogo –Respondí altanera.

- Y evita el estrés y las emociones fuertes, Nicole –Dijo el doctor haciendo caso omiso a lo que había dicho- Si todo va bien, en tres meses tendrás a tu precioso bebé en brazos. No hagas tonterías, cuídate. Si vuelve a pasar lo mismo.... Lo más probable es que no podamos salvar al feto y dependiendo de la gravedad, posiblemente tu también puedas perder la vida.

Asentí lentamente y luego de unos minutos más, el doctor abandonó la habitación.

Solté un suspiro y me llevé las manos a la cabeza. ¿Qué cojones iba a hacer ahora? Tenía que matar a Natasha, ¿cómo iba a hacerlo si el bebé corría tanto peligro?

- ¿Cómo te encuentras? –Preguntó Leah entrando a la habitación seguida por el agente Philipp. A través de la ventana podía ver a los demás fuera.

- Un poco cansada y algo dolorida –Respondí.

- Es normal, te han tenido que intervenir de urgencia. Joder... no sabes el miedo que hemos pasado –Dijo Leah mientras agarraba mi mano y la estrechaba.

- Bueno, lo importante ahora es que me den el alta –Dije mientras intentaba incorporarme en la cama.

- ¡Eh! ¡Para quieta! –Dijo el agente Philipp agarrándome de los hombros.

- ¿Qué pasa? Tenemos que idear bien el plan, tenemos que acabar con Natasha cuanto antes. No puedo permitirme dar a luz y que esa hija de puta esté suelta por el mundo.

- No vas a salir de este hospital –Dijo Leah- nosotros nos encargaremos de todo, pondremos el plan en marcha etc... pero tu te quedarás aquí, tienes que cuidarte. A ti y a tu bebé. Esto ha sido jodidamente peligroso y ya te has puesto en riesgo bastante. Deja que los demás hagamos las cosas.

- ¡No! ¡Ni de coña! Tengo que acabar con Natasha, tengo que vengarme por todo lo que nos ha hecho. Yo soy quien debe hacerlo, no ustedes. Tengo que participar –Dije.

- Relájate –Dijo el agente- no te es conveniente que te estreses. Lo mejor es que te quedes aquí. Eidan se quedará contigo para cuidarte.

- ¡Y una mierda! –Grité- no voy a quedarme aquí con los brazos cruzados.

- Pues es lo único que puedes hacer. No voy a permitir que mates a mi nieto o que te mates tu simplemente por una venganza. Todos los demás podemos encargarnos de Natasha, tu deber es quedarte aquí y cuidar de ti misma.

- ¡Joder!

- No hay más que hablar, te vas a quedar aquí y Eidan se va a quedar contigo. Nos encantaría quedarnos más, pero viendo que tienes tanta prisa... vamos a ir a prepararlo todo. En menos de una semana habremos acabado con Natasha.

- Suerte con eso –Dije girando mi cara hacia la ventana e ignorándolos.

Este había sido mi plan desde un principio, acabar con Natasha era mi puto deber o el de alguno de los chicos. Ellos no tenían nada que ver con todo esto. Ellos, bueno Leah si, no tenían ningún motivo real para acabar con ella. Era a mí a quien había jodido la vida, era por su culpa que a día de hoy yo estuviese embarazada. Era por su culpa que mi amigo Chris estaba muerto. Joder, ellos no tenían nada que hacer contra ella. No la conocían como yo.

- ¿Cómo te encuentras? Nos asustaste demasiado –Dijo Eidan cuando cerró la puerta tras de si. Todos los demás se habían ido.

- ¿No te molesta haberte tenido que quedar para cuidar de la enfermita? Pensaba que tenías ganas de venganza –Dije sin mirarlo.

- Mi hermano Luca está impartiendo venganza también. Porque yo no esté allí no pasa nada. Al fin y al cabo lo que importa es que esa mujer termine muerta y todos sus planes sean destruidos... no importa quién de el disparo de gracia, ¿no crees?

- No, yo no lo veo así –Confesé- considero que alguno de nosotros debería ser el encargado de dar el tiro de gracia. No tu, no Leah, no Luca... nadie. Solo uno de nosotros.

- ¿No crees que eso es un poco... egoísta por tu parte? Todos aquí tenemos un motivo para acabar con ella. Por su culpa el hermano y el padre de Regina están muertos. Por su culpa, mi padre está muerto. Por su culpa, Eliza está muerta.

- No te equivoques, eso fue culpa de Sebastian –Susurré.

- Pero no hubiese pasado si Natasha no los hubiese mandado a California –Respondió mientras se sentaba en la silla que estaba junto a mi cama- nada de esto estaría pasando si ella no se hubiese empeñado en crear ese proyecto.

- Sigo pensando que ustedes no son los indicados para hacerlo –No me bajaría del burro. Consideraba que yo tenía razón y los demás no. Si no era yo quien mataba a Natasha, nunca me quedaría tranquila.

- Tan testaruda como siempre –Rio.

Me encogí de hombros. Prefería no responder a eso. Realmente no quería hablar de nada que estuviese relacionado con lo que había pasado entre nosotros cuando estuve en California.

- ¿Sabes que Luca sigue jodidamente enamorado de Silvia? –Rio. Eso si que me sorprendió.

- Ha pasado un año desde que nos fuimos de allí y nos fuimos dejando un rastro de incertidumbre. ¿Cómo es posible que siga pensando en ella? Fuimos los culpables de la muerte de Eliza y encima, los engañamos a todos.

- Sigue enamorado. Cuando la vio ayer cuando te ayudamos a subir a la furgoneta, casi tuve que amarrarlo para que no saltase y fuera corriendo a por ella. Tu hermana lo dejó bien tocado. No ha estado con nadie desde que se fueron de Estados Unidos. Está muy enamorado.

- Pues no puedo decir lo mismo de Silvia. Es posible que sus recuerdos estén borrados, seguramente no recordará absolutamente nada sobre él. Lo mejor es que lo mantengas alejado de ella si no quieres que vuelva a sufrir.

- No soy quien para alejarlo de ella. Si tiene que estamparse con la pared para entrar en razón, que lo haga. Si no... nunca va a olvidarse de ella.

Esa era una buena reflexión. Y en el fondo me alegraba de que Silvia tuviese a alguien que la quisiese de aquella forma. Al final, parecía que si que nos podían querer.

- Yo también me enamoré de ti, Nikki. Tal vez no de la misma forma que Luca con Silvia, pero me enamoré.

Esa confesión me cogió jodidamente desprevenida.

- ¿Y esta confesión a que viene?

- Necesitaba decírtelo. Nunca se lo había dicho a nadie y la verdad es que necesitaba soltarlo. Estaba bastante enamorado de ti, pero ahora... ahora que te veo embarazada...

- ¿No quieres hacerte cargo del hijo de alguien más? –Reí irónica.

- No, no es eso ni por asomo. Ahora que te veo embarazada y viendo la forma en la que hablas de Maikel me doy cuenta de que no tengo ni una sola oportunidad. Y si, la verdad es que duele un poquito. Siempre duele cuando te das cuenta de que no te eligen a ti, ¿no? –Rio. Pero fue una risita triste.

- No sé, nunca me ha pasado –Confesé- nunca me he visto en la situación de enamorarme y que la otra persona no me elija.

- Pues tienes bastante suerte.

- No, no creo que la tenga. La verdad es que preferiría mil veces ese dolor al dolor de saber que posiblemente el padre de tu hijo, esa persona de la que estás enamorada, muera sin saber que estoy esperando a su hijo.

- En eso tienes razón –Rio. Cuando miré, vi como se pasaba las manos por los ojos, ¿Estaba llorando?

- ¿Estás llorando? –Pregunté un poco asustada.

- No, no estoy llorando... simplemente me he puesto un poco sentimental –Rio- estuve mucho tiempo esperando volver a encontrarme contigo. Y la verdad es que imaginé varios escenarios. En unos te golpeaba por haber matado a mi padre, en otros te besaba como si no hubiese un mañana y te confesaba todo lo que sentía por ti y tu me confesabas que tu también pero... nunca imaginé encontrarte embarazada y enamorada de otro.

Reí.

- La vida es un mar de posibilidades –Iba a continuar hablando cuando la puerta de la habitación se abrió de repente y un hombre con un arma entró, disparó a Eidan en la pierna y vino directo a por mí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro