Capítulo 46
Capítulo 46
HELENA (P.D.V)
- Unos estúpidos es lo que son. ¡Unos buenos para nada! Tanto entrenamiento y tanta mierda para que al final se les escapen dos personas. Debería matarlos a todos y a cada uno de ustedes ya que vivos me sirven lo mismo que si estuviesen muertos, jodidos estúpidos –Gritó Natasha antes de dar un golpe en la mesa.
Estaba tan cerca de ella que podía matarla con mis propias manos. El rencor estaba tan latente en mí que ahora mismo podría acabar con ella si me lo propusiera.
- ¿Qué tanto miras con esa cara de asco, Helena? ¿A caso no crees que tengo razón en lo que digo? Porque siento comunicarte que tengo completamente la razón. Christopher a muerto, nada más y nada menos que a manos de uno de nosotros, ¡Genial! Y encima, no son capaces de matar a las personas que les ordené matar, solo consiguieron matar a una. Y para más inri, descubren que Nicole está viva y no son capaces de atraparla y traérmela. ¡Estúpidos! ¡Estoy rodeada por una panda de inútiles!
- Suelen decir que cuando alguien quiere las cosas bien hechas, debe hacerlas por sí mismo –Comentó Silvia mirándo fijamente los grandes ventanales con vistas a la ciudad.
- ¿Crees que si quisiese hacer las cosas por mí misma, hubiese creado un grupo de asesinos profesionales, maldita niñata? –Gritó Natasha colocándose a un palmo de Silvia. Sus narices prácticamente se rozaban- Dime, ¿crees que lo hubiese hecho? Si quisiese podría acabar con todos ustedes en un momento, pero no lo hago porque el Proyecto Romanov es algo demasiado importante, algo que ninguno de ustedes llega a comprender y encima, me salen con gilipolleces. Deberían estar agradecidos por esta vida que les doy. Una vida llena de lujos a cambio de cumplir unos cuantos trabajos para mí.
Solté una risita.
- ¿Unos cuantos trabajos? Hemos hecho demasiados trabajos, diría yo. ¿A cambio de qué? De absolutamente nada, porque no podemos viajar a donde se nos plazca, tenemos que estar siempre juntos en todo momento... Sí, puedo comprarme un Lamborghini, pero solo puedo hacerlo con tu dinero porque tristemente no tengo una cuenta bancaria. Así que dime, Natasha. ¿Dónde ves tú la vida de lujos? Yo no la veo por ningún lado. Lo único que veo es que hemos vendido nuestra alma al diablo y ¿por qué? Por absolutamente nada –Contesté.
Estaba harta de callarme las cosas. Si me quería matar, que me matase. Total, ya no me quedaba nada en esta vida por lo que valiese la pena luchar. El amor de mi vida estaba muerto y yo no quería seguir en este mundo si él no estaba.
- Vaya, parece que han decidido rebelarse contra mi –Dijo Natasha dando unos cuantos pasos hacia atrás antes de apoyarse en su escritorio- ¿A qué se debe esta rebeldía? Cuéntenme chicos, estoy interesadísima en su opinión.
Héctor fue a abrir la boca cuando Natasha volvió a dar un golpe en la mesa. Podía parecer una mujer menuda y angelical, pero esa mujer era el diablo en persona y tenía bastante fuerza. Pero no solo eso, tenía una autoridad impresionante y nosotros, sudábamos miedo por todos lados y ella lo sabía. Sabía que le teníamos un miedo abrumador.
- Era un comentario sarcástico, mi querido Héctor –Dijo- ¿Realmente crees que me importa una mierda lo que ustedes piensen o dejen de pensar? Aquí tenemos un lema. No pensar, no dudar, solo... actuar y parece ser que ustedes lo han olvidado. Y eso no puede ser. Es más, no lo voy a permitir. Ustedes están aquí para obedecer ¿o acaso se les ha olvidado lo que les pasa a aquellos que no cumplen órdenes?
- ¿Qué terminamos tirados en cualquier río? –Preguntó Silvia jocosa aunque en su tono de voz todos pudimos notar el miedo.
- No mi querida Silvia, hay cosas muchísmo peores que la muerte –Rio Natasha antes de darse la vuelta y sentarse en su magnífica silla- ahora, retírense y esperen a que los llame. Voy a darles un escarmiento, de esos que no se olvidan.
Lentamente nos dimos la vuelta y fuimos saliendo uno por uno de la habitación. Y por uno por uno me refería a Silvia, a Héctor y a mí. Sebastian se encontraba en una de las salas de enfermería recuperándose de la rodilla y Maikel se encontraba en paradero desconocido. Aunque extrañamente, eso no era algo que preocupase a Natasha.
- ¿Qué nos va a hacer? –Preguntó Silvia mientras caminábamos hacia lo que se suponía que eran nuestras habitaciones, pero que realmente eran celdas. Celdas como en las que habíamos estado cuando Natasha fue a buscarnos a California.
- A mi hay algo que me preocupa aún más –Dijo Héctor- ¿Qué cojones es eso del proyecto Romanov?
Yo también me había fijado que Natasha nos había llamado Proyecto, algo que nunca jamás había dicho.
- Bueno, supongo que empezaron toda esta locura de entrenar a chicos de diferentes nacionalidades con un objetivo –Dije- ¿tal vez estudiar el comportamiento humano cuando están bajo presión? ¿Cómo funciona la supervivencia? No lo sé.
- Yo creo que es algo más profundo que eso, mis queridos amigos –Dijeron. Cuando nos giramos nos encontramos a Maikel mirándonos fijamente apoyado en una de las puertas de las celdas.
- ¡Estás bien! –Dijo Silvia- ¿Dónde estabas? Estábamos preocupados y... ¿por qué has vuelto?
- Simplemente fui a dar un paseo, pero no llegué muy lejos. Parece ser que Natasha nos tiene puestos unos localizadores o algo. La maldita psicópata –Siseó preso de la ira.
- Ya, bueno... no es algo sorprendente –Susurré.
- Natasha nos va a castigar por lo que ha pasado, creo que deberíamos prepararnos mentalmente y dejar todo esto a un lado –Dijo Héctor- a saber con qué nos sale ahora.
- ¿Realmente no lo saben? –Preguntó Maikel con una sonrisa siniestra- va a matar a alguien de nuestras familias. ¿Acaso no es eso por lo que todos empezamos a obedecerla? Por miedo a que les hiciesen algo a ellos. Supongo que ahora que hemos fallado, ha llegado la hora de demostrarnos que sus amenazas no eran palabras vacías.
Tragué duro. ¿Matar a alguien de nuestras familias?
NIKKI (P.D.V)
- Vaya, esto si que es realmente una puta sorpresa –Reí al encontrarme cara a cara con aquella maldita perra.
- Lo que es una sorpresa para mí es que estés embarazada. No sabía que Natasha les obligara a prostituirse –Dijo Regina mientras alzaba una ceja y se cruzaba de brazos- Aunque pensándolo bien, pinta de puta si que has tenido siempre.
Alcé la mano rápidamente y le crucé la cara de un bofetón. Fue tan rápido que aquella maldita estúpida ni siquiera lo vio venir. Todos en el salón cogieron aire profundamente y Regina se me quedó mirando como si no creyese que alguien la hubiese golpeado.
- ¿Pasa algo, señorita? –Pregunté altiva mientras pasaba a su lado golpeándole el hombro- ¿Crees que porque ahora estoy embarazada y ya no trabajo para Natasha, no voy a golpearte como llegué a hacerlo cuando te secuestramos? Estás muy equivocada. No voy a dejar que nadie me pise y menos una niñita estúpida como tu.
- Vuelve a tocarme y te juro que te corto las manos –Siseó rabiosa. Kevin se posicionó a su lado, secundándola en su amenaza.
- ¿Tú y cuantos más? –Reí- no eres más que una mosca para mí. No podrías tocarme ni aunque quisieras.
- ¡Basta! –Gritó el agente posicionándose entre ambas- Debemos ayudarnos unos a otros, no enemistarnos. Regina, no vuelvas a provocar a Nicole. Y tu, Nicole... no vuelvas a levantarle la mano a ninguna de las personas que están aquí dentro.
Solté una risita y los miré altanera a todos. ¿Quiénes se creían que eran? ¿Y con quién se pensaban que estaban hablando?
- Lo que tu digas, Philipp. No estoy por la labor de ensuciarme las manos con ninguna de estas personas –Dije antes de darme la vuelta y dirigirme hacia uno de los sofás. Necesitaba sentarme y relajarme. Estaba sufriendo demasiado estrés y eso no era para nada bueno.
- ¿Necesitas algo? –Preguntó Eidan acercándose lentamente a mi cuando todos comenzaron a hablar.
- No, gracias. ¿Dónde está Leah?
- En el baño, supongo –Dijo mientras se sentaba junto a mí.
Lo miré de reojo y con desconfianza. ¿Qué quería? ¿Acaso no me odiaba como los demás?
- Necesito saber un par de cosas.
Solté un suspiro largo y profundo.
- La verdad es que yo preferiría descansar.
- Nikki, por favor.
Volví a suspirar.
- ¿Qué quieres saber? –Tal vez me estaba ablandando con el paso de los años, o tal vez me estaba ablandando porque estaba a punto de ser madre. No lo sé. Lo único que sabía era que sentía pena por aquellos chicos a los que les había arrebatado la felicidad. O al menos, parte de ella.
- ¿Por qué nosotros? –Preguntó- ¿Por qué mi padre? ¿Por qué Eliza?
- Lo de Eliza ya se lo expliqué a Kevin cuando me secuestró junto al agente. Eliza fue un mero daño colateral. Descubrió lo que éramos, quiénes éramos y lo que habíamos hecho con tu padre. Simplemente no podíamos permitirnos que lo contara... era demasiado riesgo. No podíamos jugárnosla de esa manera.
Asintió lentamente como si entendiese por qué lo habíamos hecho. Pero aunque sonase coherente, la verdad es que no tendríamos que haberlo hecho. La verdad es que nunca deberíamos haber matado a nadie. Todo era culpa de Natasha.
- Y lo de tu padre... eso fue todo un completo lío, la verdad –Confesé- Estaba empezando a sentir cosas por ti y le pedí a Natasha desesperadamente que nos cambiase la misión. Que me mandase a cualquier lugar, a donde fuera. Pero que me alejara de California. Y lo hizo prácticamente sin poner una sola pega –Cogí aire y continué- Me dijo que mi misión era la de matar al capo de la mafia rusa, ¿te lo puedes creer? Yo en ese momento no. ¿Qué sentido tenía que una rusa mafiosa me ordenase matar al capo? No tenía sentido o al menos no lo tenía en ese momento.
- ¿A qué te refieres?
- Cuando vi a tu padre, no entendía por qué Natasha me había dicho que era un ruso mafioso, claramente no lo era. ¿Quién confiaría en un americano? No tenía sentido. Pero allí dentro había muchísimas personas rusas. Entonces lo maté. No porque pensase que era el mafioso, sino porque sabía que a quien Natasha quería muerto era a él. Lo hice porque era una orden, aunque sabía que Natasha me había mentido para llevarme hasta allí.
Eidan me miraba como si no entendiese nada. Y era normal, yo nunca lo había entendido hasta que comencé a investigar.
- El caso es que cuando por fin me escapé de Natasha y conseguí entrar en su ordenador y derribar su cortafuegos etc etc algo que he de decir, pasó ayer mismo, me encontré de lleno con muchísima información. Y en esa información salía por qué ustedes habían sido elegidos. Parece ser que los padres de Maikel no trabajaban solos. Aunque esto no es algo que Natasha supiese, esa era la pieza que ella necesitaba para encajar todo.
- No te sigo.
- Tanto tu padre, como el padre de Kevin, al igual que el padre de Alicia y el de Marissa eran policías que pertenecían a las brigadas de secuestros, homicidios etc... Por eso ustedes fueron elegidos, porque sus padres estaban investigando el caso Romanov. Esta gente había descubierto que varios niños del mundo fueron robados prácticamente a la vez, y que no era la primera vez que pasaba. Muchos fueron vistos en aeropuertos, en puertos o en estaciones de trenes en Rusia y fue así como tras muchas investigaciones y gracias a la colaboración de los padres de Maikel, que insisto, esto último Natasha no lo sabía pues pensaba que estaban muertos, llegaron a Natasha Romanov.
- Entonces, nos eligieron porque...
- Porque Natasha quería tenerlos controlados –Interrumpió Leah- Natasha quería que cada hijo de los policías que la estaban investigando tuviese a un asesino pisándole los talones y si podían meterlos en sus casas, mejor que mejor. Sebastian podría no solo haber matado a Eliza sino también a Kevin y además, a la madrastra de ambos.
- Natasha me mandó a asesinar a tu padre porque gracias a un topo, descubrió que tu padre sabía sobre el Proyecto Romanov.
- ¿Proyecto Romanov? –Preguntó el agente Philipp.
- Si todo sale como Natasha planea, la mafia rusa será jodidamente implacable y el gobierno corrupto triunfará. Rusia será aún más temida de lo que es ahora.
- No lo entiendo –Dijo Kevin.
- El proyecto Romanov es la creación de un jodido ejército dedicado completamente a mirar por los intereses de aquellas personas que lo controlen.
- Pero no tiene sentido, ustedes son únicamente 7 personas. 6 si contamos con que Christopher está muerto.
- Nosotros somos únicamente los Romanov 2.0, antes de nosotros hubo otro –Reí- y Natasha es la hija del creador de este proyecto y ella fue una de las participantes. ¿Qué es lo que hemos descubierto? Que Natasha pretende robar no niños, si no bebés para criarlos de forma que sus ideales sean los que ella quiera. A nosotros nos secuestró con 8 años aproximadamente y todos recordábamos que teníamos familia. Todos actuábamos por miedo. ¿Pero qué pasa si crías a niños sin miedo, simplemente creyendo que lo que hacen está bien? Al igual que fue criada Natasha.
- Serán implacables –Susurró el agente philipp.
- Nosotros para Natasha no somos más que un experimento. Un experimento que ha fallado. Cuando acabe con todos nosotros, comenzará los Romanov 3.0 y llevará años hasta que comience a ver resultados reales. Pero Natasha tiene únicamente 35 años... tiene todo el tiempo del mundo para crear pequeños monstruos.
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