MAIKEL (P.D.V) 

Después de varios intentos pude finalmente abrir los ojos y ver bien. 

 Me encontraba en una habitación de hospital, o al menos, eso parecía. Me dolía muchísimo la espalda y el estómago, pero era normal, había recibido un balazo justo cuando Nikki se estaba acercando a aquella persona que nos había estado siguiendo. Nisiquiera recordaba con claridad que había pasado después, solamente recordaba ser arrastrado por el suelo y gritos, pero nada más. 

- Vaya, estás despierto. ¿Cómo te encuentras? -Preguntó una chica vestida con una bata al entrar a la habitación. 

 - Perfectamente -Respondí seco- me gustaría ver a la persona que me trajo hasta aquí. 

Necesitaba ver a Nikki, necesitaba hablar con ella y que me contase que había pasado, como habíamos escapado de allí. 

- ¿La persona que te trajo hasta aquí? -Preguntó frunciendo el ceño. Era una chica rubia y de profundos ojos azules y tenía un acento que no conseguía diferenciar bien, pero no era rusa. 

- Si, recibí un balazo y mi amiga me trajo hasta aquí, ¿podrías ir a buscarla? -Pregunté irritante. 

Necesitaba verla, necesitaba saber que estaba bien. La persona que me había disparado había aparecido por sorpresa, nisiquiera sabía como había llegado hasta a mi y nisiquiera pude verle la puta cara. No me dio tiempo a hacer nada, me disparó por la puta espalda y caí desplomado al momento. 

 La chica, ignorando mi pregunta, sacó una especie de linterna y comenzó a alumbrarme los ojos.

 - ¿Se puede saber qué haces? estoy bien, no tengo ningún trauma, ¿podrías hacer lo que te dije?

 Estaba comenzando a enfadarme, tenía que ver a Nikki ya. 

- Te dispararon, tienes que estar en revisión, no te creas que mucha gente sobrevive a este tipo de cosas. Tuviste suerte, te dispararon en un lugar que a pesar de ser peligroso, no fue mortal. Unos centímentros más a la izquierda y podrías haber quedado minusválido. 

La respiración comenzó a acelerárseme, me daba igual lo que me estaba contando, necesitaba ver a Nikki, necesitaba saber que ella estaba bien. 

- Vale, parece que estás ignorando todo lo que te digo y estoy comenzando a irritarme bastante. ¿Está mi amiga bien?¿está viva? porque entonces, no entiendo por qué cojones no estás respondiendo a mis preguntas -Grité. 

La máquina que marcaba mis pulsaciones empezó a pitar debido a que mis pulsaciones se habían acelerado. 

- Relájate, en un momento responderan a todas tus preguntas, pero ahora necesito saber que estás bien. 

- ¡Estoy bien,maldita sea! Pero te aseguro que la que no va a estar bien vas a ser tu como no me digas donde está mi amiga. 

La enfermera o doctora o lo que coño fuera, sonrió y negó divertida con la cabeza. 

- ¿Se puede saber que te hace tanta gracia?Si ya estaba enfadado, que se riese de mi enfado, me enfadaba aún más. 

- Pareces un niño pequeño con una rabieta. 

- Y tu pareces una puta gilipollas, ¿me quieres decir de una jodida vez donde está mi amiga? soy un enfermo y lo único que estás haciendo es hacerme coger nervios, algo que no es nada bueno para la salud. Recibí un disparo y aquí estás tú, haciendome enfadar. ¿Podrías de una maldita vez responder a mis jodidas preguntas y dejarme tranquilo? ¿o quieres que llame al jefe del puto hospital? -Grité- y desconéctame de esta puta máquina porque si me sigues haciendo enfadar, esta mierda va a estallar.

Me miró haciendo una mueca debido a que intentaba esconder una sonrisa y además, me miró tiernamente, lo que me incomodó bastante. 

- ¿Puedes decirme tu nombre? -Preguntó amablemente- y te aseguro que contestaré todas tus preguntas. 

- Maikel, me llamo Maikel, algo que debería estar en mi ficha pues si no no podrías haberme atendido, pero pasando de eso porque la verdad es que me interesa poco, ¿podrías decirme donde está mi amiga? y ten en cuenta que te lo estoy preguntando con amabilidad. 

Su mirada fue como que comenzó a brillar, y sus ojos se hicieron más azules si es que eso era posible. Era una chica increíblemente guapa, pero no sentía ni una pisca de atracción por ella. 

Dios Nikki, ¿qué me has hecho? 

- No se si decir que lo siento, o qué. 

- ¿Por qué? responde a mi pregunta de una vez, por favor te lo pido -Dije cansado. 

- Tu amiga no está aquí, asi que alégrate porque tú sabes exactamente donde estás-Susurró antes de darse la vuelta y salir de la habitación dejándome estupefacto. 

Miré a mi alrededor rápidamente; si, esto tenía pinta de habitación de hospital, pero no habían ventanas, y además, había una cámara de seguridad en una esquina. 

No, no estaba en un hospital. Estaba devuelta en el puto corazón de la corporación más peligrosa del mundo. Estaba en casa, otra vez.Pero si lo que esa chica me había dicho era verdad, entonces Nikki no estaba aquí y por mucho que me encantaría saber por qué ella no estaba aquí y yo si, la parte positiva es que ella estaba a salvo, donde quisiera que estuviese, ella estaba a salvo y eso era lo único que me importaba. 

NIKKI (P.D.V) 

Pasaron cinco minutos, luego diez y luego quince, hasta que Christopher golpeó la puerta otra vez. 

- Nikki, ¿estás bien? -Susurró al otro lado. 

Me encontraba en el baño de la farmacia. Hacia veinte minutos que me había hecho la prueba de embarazo y todavía no podía creer lo que veían mis ojos. 

Me sorbí la nariz, me puse en pie y salí de aquel maldito baño. 

- ¿Y bien? -Preguntó mirándome a los ojos fijamente. Se notaba en ellos la preocupación y la confusión. 

 En nuestro paseo hasta aquí ambos estábamos tan consternados ante la posibilidad de que estuviese embarazada que nisiquiera me había preguntado quien era el padre y cuando había pasado todo eso. 

 - Parece que.. voy a ser madre con dieciocho años -Susurré estupefacta mientras volvía a mirar el predictor. 

Él cogió aire y se llevó las manos a la parte de atrás de la cabeza, por lo que comenzó a dar vueltas de allá para acá. 

- Vas a hacer un agujero en el piso -Susurré bajándo la mirada. 

No podía creérmelo, por culpa de Natasha.. ahora mismo yo estaba embarazada y encima de la persona que me veía como su hermana, como su mejor amiga. Una persona a la que había abandonado, herido, con nuestros enemigos.Las lágrimas se agolparon en mis ojos y nisiquiera supe como conseguí frenarlas. 

Era una mierda de persona, había abandonado al padre de mi hijo o hija, había abandonado a mi mejor amigo, a mi hermano... había abandonado a la persona de la cual estaba completa e irrevocablemente enamorada. 

- ¿Quién es el padre?¿cuándo cojones pasó todo esto? dios Nikki, ¿cómo puede ser esto posible? vas a ser madre con dieciocho años, peor aún, estamos en medio de una jodida guerra, ¿cómo coño pasó esto? -Susurró agarrándome la cara. 

Su mirada era de desesperación total, ¿y quién no estaría desesperado en esta situación? está claro que una persona con dieciocho años normal, estaría desesperado.. ¿pero nosotros? nosotros no éramos para nada normales, es más, éramos asesinos que estaban siendo perseguidos. ¿Cómo cojones iba a tener un hijo? 

- Maikel -Susurré consternada. 

Todavía no me lo creía. O sea, estaba embarazada, yo, Nicole, estaba embarazada con dieciocho años. Yo, Nicole, la asesina.. iba a tener un hijo y nada más y nada menos que de Maikel. 

- Si, iremos a por él, no te preocupes, pero ahora mismo hay algo mucho más grave en todo esto. Estás embarazada Nikki, ¿quién cojones es el padre? 

 - No.. Maikel es el padre -Susurré mirándolo a los ojos. 

- ¿Qué? -Preguntó separándose de mi rápidamente y mirándome con los ojos abiertos como platos.

- Hace dos semanas.. Natasha nos metió en una misión a ambos,pensábamos que nos íbamos a tener que matar pero.. al final resultó que nos teníamos que acostar pues un hombre había pagado por nosotros. No usamos anticonceptivos de ningun tipo y justo ese mismo día tuvimos que viajar a Francia, por lo cual nisiquiera pensé en ello. Después con todo el follón de la misión, la aparición de Sebastian, la declaración de esta puta guerra y todo lo demás, nisiquiera pensé en ese jodido detalle. Nisiquiera pensé que esto podría pasar -Susurré mientras me sentaba en el suelo y me tapaba la cara con las manos. 

¿Cómo cojones había dejado que esto ocurriese? yo no era material de madre, era una chica que estaba jodida y que en cualquier momento iba a morir. Tener un hijo significaría tener una debilidad y eso no podía pasarme a mi, bastante tenía con tener a Maikel y ya había comprobado lo que pasaba si él estaba en peligro.. ¿tener un hijo? sería la peor decisión que podía cometer, no solo por mi, si no también por Maikel y por el propio bebé. ¿Exponernos así al mundo? no podía arriesgar la vida de una persona que nisiquiera tenía la culpa de lo que nos había pasado, no podía arriesgar así a mi propio hijo. 

- Entonces.. ¿qué vas a hacer? -Preguntó colocándose a mi lado- esto lleva una gran responsabilidad y no estamos en condiciones de tener un bebé. 

- ¿No estamos? -Pregunté con una mueca que esperaba que pareciese una sonrisa- ¿te estás incluyéndo tu en todo esto? 

Chris sonrió y llevó una mano a mi vientre.

 - Será mi sobrino o sobrina; esta es una situación jodidamente complicada Nikki, pero sólo tú y Maikel pueden tomar una decisión. Yo, por mi parte, apoyaré cualquier decisión que ambos tomen con respecto a este tema, pero no deben pensar únicamente en el presente, también deben pensar en el futuro. Deben pensar en todo, y también deben pensar en ambos y en el bebé, no solo en la situación. 

- Estoy de apróximadamente dos semanas -Susurré- no tengo por qué tomar una decisión ya..¿no crees? 

- Estoy completamente de acuerdo -Afirmó- ahora,vamos. Quiero que conozcas a alguien, y te aseguro que te llevarás una gran sorpresa, tan grande como me la llevé yo.