Primer día de instituto - Primera Parte
Hola hola :) como verán, esta es mi nueva historia. Al lado les dejo como son los chicos originalmente, en el próximo capítulo, les mostraré como han tenido que cambiar para adaptarse a unos adolescentes normales :) Poco a poco irán viendo quien tiene que encargarse de quién :)
Muchísimas gracias por leer, espero que les guste mi historia y me acompañen hasta el final :)
Disfruten :D
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Capítulo 1
NIKKI (P.D.V)
Estaba muerta de cansancio. Dos días atrás habíamos tenido que viajar desde Mónaco a México para una misión que nos habían encargado y hasta esta noche no habíamos terminado. Ahora estabamos en un avión rumbo a California y dentro de tres horas teníamos que aparecer en el instituto.
¿Dormir?¿nosotros? si no nos hace falta, somos como robotos -Pensé goteando ironía por todos lados.
- ¿Por qué no duermes un poco? -Preguntó Maikel a mi lado- no hemos dormido nada y te vendría bien.
- No te preocupes, estoy bien y además, ¿de qué me servirá dormir una hora y media? después tendré más sueño, pero no te preocupes, esta tarde me la pasaré durmiendo -Suspiré.
Él asintió y se recostó un poco para dormir, y como todos los demás también estaban durmiendo, aproveché y saqué el historial de mi misión.
*Nombre: Eidan McGregor.
Edad: 17
Cumpleaños: 15 de Diciembre
Hijo de padres separados (Axel McGregor y Eleanor Dale).Dos hermanos (Luca McGregor y David McGregor) los tres son trillizos.
Nacido en Washington y viviendo en California desde hace 14 años.
Capitán del equipo de rugby. Su canción favorita es All the lights de Rihanna y Kanye West. Su comida favorita son los spaghettis a la boloñesa y su mejor amigo se llama Kevin Santos. Su primera novia la tuvo con 14 años y duró cinco meses. Luego,de tantas chicas, cabe destacar Alicia Madison con la cual mantuvo una relación hasta hace tres meses*
¿Se debía saber algo más? pues al parecer no, porque no me lo habían dado.
Habíamos pasado dos meses trabajando sin cesar para conseguir parecer adolescentes, porque vale, tenemos su edad, pero nosotros no nos habíamos criado como ellos. A pesar de que muchos habían hecho cosas que otros no, nosotros teníamos una mirada distinta a la de ellos, teníamos una mirada de haber visto cosas que gente de nuestra edad no debería ver y teníamos que cambiar eso. Teníamos que aparentar inocencia, dejar nuestra personalidad de lado, aquella que habíamos forjado durante tantos años, solamente para cumplir bien nuestra misión.Nosotros eramos gente oscura, gente que asesinaba, gente que trabajaba para una organización a nivel mundial que nos hacía viajar de un lado a otro del país para matar. ¿Salir de fiesta? bueno, con la edad que teníamos no es que pudiesemos entrar a muchos sitios, asi que nos teníamos que conformar con las fiestas en las cuales asistiamos para cazar a nuestra presa.
Después de ocho años en los que solo nos habíamos tenido unos a otros, hoy ibamos ha entrar en un sitio donde habían cientos de personas de casi nuestra edad, gente como nosotros en el sentido biológico de la palabra. ¿Emocionados? dios no. Odiabamos el hecho de tener que asistir a clases, rodearnos de gente ruidosa. Nosotros eramos felices en nuestra burbuja, ¿por qué teníamos que rodearnos de niños? no queríamos amistades, no queríamos ver a animadoras,ni a capitanes de fútbol, ni a ratas de laboratorio. Queríamos seguir en nuestra gran mansión rodeados de lujos y viajando de un país a otro matando gente. ¿Remordimientos?¿para qué? solo servían para joderte la vida y entorpecían tu camino hacia lo que tienes que hacer realmente.
**
La casa en la que nos quedaríamos era realmente grande. La que teníamos en Moscú, nuestro "hogar", era mejor, pero bueno, no se puede tener todo en esta vida. Bueno, si, si se puede tener todo en esta vida, pero ahora mismo no era posible.
- Estoy muerta, ¿realmente tendremos que asistir a un instituto? -Preguntó Silvia mientras subíamos las escaleras de la mansión- que asco todo.
Silvia tiene dieciséis años, la llevaron de Madrid a Moscú cuando tenía 8 años. Era la más pequeña de nosotros. Con ella no habían tenido que trabajar mucho en su imagen, porque a pesar de todas las barbaridades que había hecho, tenía una mirada muy limpia.Eso si, a ella le encantaba llamar la atención demostrando que era diferente a todos los de su edad, por lo cuál, tuvo que teñirse su pelo fucsia a un tono chocolate y quitarse todos los aretes que tenía. Ella tenía que pasar de una asesina a una chica tímida.
Me encantaría verla actuando. Silvia era de todo, menos tímida.
En la casa cada uno tenía su propia habitación, las cuáles ya estaban decoradas completamente, no como a nosotros nos gustaría, claro está, si no acorde a nuestra nueva personalidad.
Ni Maikel ni yo habíamos tenido que cambiar mucho, nuestra apariencia estaba bien tal y como estaba, eso si, habíamos tenido que tomar clases de yoga para aprender a relajarnos y no saltar a la primera de cambio, nuestra ropa, por supuesto, también había cambiado. No es que sea una pija, pero me gusta vestir con tacones y esas cosas en todo momento del día, ya que me sientan bien, pero ahora había pasado a ser una chica de conversers,vans y DC. Lo que realmente me incomodaba.
- ¡Estos tacones me están matando y las estensiones me pican! -Gritó Helena desde algun punto de la enorme casa.
Helena era la que debería tener mi personalidad. Ella había pasado a ser una chica que le gustan las sandalias y el pelo a lo garçon a ser una pija estúpida con unos tacones de más de diez centímetros y un pelo larguísimo. Vamos, que no tenía nada que ver con lo que ella era.
Suspiré y abrí mi ropero. El solo verlo me dolía. Tenía pantalones rasgados, gorras etc.. y eso realmente lo odiaba, ¿a quién le gusta vestirse así? las mujeres están para lucir su feminidad no para esconderse detrás de cosas como estas.
- Tenemos media hora para llegar y hacer nuestra espectacular entrada -Gritó Christopher- hay que darse prisa.
Sonreí. Ibamos a dar el cante, ibamos a demostrar que "Los Romanov" habían llegado y acto seguido cada uno atacaría a su misión. Era lo mejor.
Mirándo por un minuto más la ropa que tenía delante de mi, elegí algo que me parecía adecuado. Asi que con unos pantalones pitillos, una camisa que dejaba a la vista uno de mis hombros y unas DC negras, ya estaba lista. Luego me maquillé ligeramente con un poco de lápiz de ojo y rímel.
Salí de nuevo a mi habitación,cogí mi móvil y salí de mi habitación para esperar a los demás en la sala.
*
La verdad es que el cambio sorprendia. Silvia parecía una niña buena, Helena una pija estúpida, Sebastian un nerd, Héctor un chico super tímido, Maikel un jugador de fútbol y Christopher el perfecto chico malo.
- Dichoso tu que no tienes que cambiar nada de ti -Dije a Christopher mirándole de arriba abajo.
Su mirada era lo único distinto.
- Realmente jamás pensé que vería esto -Dijo él riéndose mientras nos miraba a todos- oh Helena, mírate, realmente pareces una chica.
Ella fue directo a pegarle, pero Sebastian la agarró y la alejó de él.
- Imbécil -Escupió ella.
Todos hicimos oídos sordos a todo esto, sus peleas eran constantes, ¿tensión sexual NO resuelta? ¡naaah! nótese la ironía aquí.
- Venga venga, déjense de boberías, hay que ir tirando -Dijo Maikel mientras todos le seguíamos fuera de la casa.
Estaba todo planeado, asi que Christopher cogió una Ducati que había en el garaje y yo me subí con él. Y en el mustang rojo se subieron los demás. Excepto Helena, ella se subió en un bmw.
- Ya saben chicos, como si no fuesemos hermanos -Dijo ella usando el tono más pijo que tenía.
Todos reímos y salímos de casa.
*
El rugido de los motores hizo que todo el mundo se girase para vernos y eso nos encantó. Encontramos aparcamiento y en un momento estabamos todos camino a la entrada. La gente no dejaba de mirarnos, seguramente hoy seríamos la comidilla de todo este sitio.
- Esto es peor que viejas sentadas delante de una casa en verano por la tarde -Dijo Maikel a mi lado.
Giré un poco la cabeza para ver como estaban actuando los demás. Silvia caminaba agachando un poco la cabeza, y Sebastian a su lado caminaba nervioso y se tocaba las gafas esas que le calificaban como un nerd total, pero que daba la impresión de ser un hipster. Helena caminaba con una expresión de superioridad en su rostro y la cabeza bien alta mirando a todo el mundo con una sonrisa. Christopher le guiñó el ojo a par de chicas y siguió caminando con una sonrisa. Maikel simplemente caminaba creyéndose el dueño del mundo y Héctor, bueno.. Héctor caminaba intentando esconderse detrás de Christopher.
Joder, son buenos -Pensé impresionada.
- Tu también eres buena, ese deje que tienes de "me la suda todo" que tienes ahora mismo, es genial, pega bastante con tu forma de ser realmente -Dijo Christopher.
Alcé una ceja y le miré.
- ¿Ahora lees la mente? -Pregunté divertida.
- No, pero te conozco como la palma de mi mano -Sonrió.
Negué con la cabeza y mientras miraba hacia delante, choqué estrepitosamente tirándole los libros al suelo a alguien.
- Joder imbécil, mira por donde vas -Grité empujándola cuando la reconocí.
- Lo..lo siento -Susurró mientras se agachaba a recoger los libros.
Sin darle otra mirada seguí caminando y detrás oí como Sebastian se paraba a preguntarle como estaba.
Christopher me dio una palmadita en el hombro.
Bien, todo había empezado. Sebastian había hecho contacto con su misión, ahora solo quedabamos seis.
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