Flashbacks
Capítulo 5
NIKKI (P.D.V)
- Odio todo esto -Se quejó Helena- en serio, ¿qué mierda tenemos que hacer con toda ésta gente?no entiendo nada.
- No tenemos que entender nada, solamente acatar órdenes -Dijo Christopher mientras cambiaba de canal.
Bufé. Christopher siempre había sido igual que ahora, siempre nos decía lo mismo, que acataramos las órdenes. Este chaval nunca iba a cambiar.
- ¿Algún problema Nikki? -Su voz tenia un cierto deje de amenaza. El chaval éste siempre lo había flipado mucho, por lo cuál, nosotros siempre nos habíamos dedicado a ignorarle. Él se pensaba que era el que mandaba entre todos nosotros, pero la cosa no iba así, entre nosotros no mandaba nadie, a nosotros nos mandaban y punto.
- No, ningun problema, señor -Mi tono de burla le había enfadado.. ¿qué como lo sabía? había apretado la mandíbula y la mano que sostenía el mando para cambiar la tele estaba contraída. Claro que le había enfadado, a Christopher le enfadaba todo aquello que significase pasar o reírse de él.
Christopher venía de Grecia. Y él pinta de griego no tenía. Pero claro, ¿qué sabía yo de como eran los griegos? jamás me había interesado por ese país, ni por su idioma, ni por nada. Pero siempre me los había imaginado rubios, no morenos y supongo que menos enfadados.
- Haya paz -Suspiró Maikel.
Y aquí estaba Maikel, nuestro francesito preferido. Si, tu lo podías ver por la calle y pensar 'dios, yo a ese tío por muy bueno que esté no me acerco' y si lo ves en el instituto con su nueva personalidad, piensas 'dios, éste tio tiene una pinta de idiota que no se le quita ni echándole ácido en el cuerpo', pero la verdad es que no era así.Si, claro que mataba gente, como todos nosotros aquí dentro, pero él era distinto.. no sé, tenía algo que te relajaba cuando estabas con él y eso es raro, ya que es el más prepotente de nosotros.
- Dile a tu amiguita que deje de ponerse de chula, no es culpa mía -La rabia de Christopher era evidente, pero claro, él siempre estaba rabioso pero no de un momento para después, no, Christopher siempre había sido rabioso, desde el primer momento en el que lo conocimos.
FLASHBACK
Ese niño realmente nos asustaba. Eramos más de veinte en aquella sala y todos estábamos asustados; pero era normal, nos habían separado de nuestras familias y estabamos con personas que no conocíamos, además, todos hablabamos idiomas diferentes, todos y cada uno de los que habíamos aquí dentro, hablabamos distinto idioma y había de todo; un inglés, una española,un brasileño,un moro, un indio,un coreano,un japonés,un africano,un alemán,una italiana,una tailandésa, un frances,un griego y una rusa, y yo era esa rusa.
No nos podíamos comunicar, no podíamos hablarnos, no sabíamos que hacer, cada uno de nosotros estaba lo más alejado posible del otro y teníamos miedo, estabamos asustados y no podíamos parar de llorar, ¿qué nos querían hacer?
El niño que nos daba miedo era moreno y de ojos marrones oscuros, y aunque daba mucho miedo, al fin y al cabo era solo un niño, un niño que no podía tener más de 12 años. El niño volvió a gritar como tantas otras veces y se estampó contra la puerta que nos tenía encerrados aquí dentro.
Cerré los ojos muy fuerte y me apoyé contra la pared en la que estaba. Tenía miedo, estaba asustada, solamente quería volver a casa.
FIN DEL FLASHBACK
Todavía me avergonzaba ese recuerdo. Me avergonzaba como simplemente me había quedado llorando y Christopher había sido el único que intentaba salir de allí. Ninguno de nosotros ayudó y realmente a día de hoy, todavía no sabía la razón. ¿Era por miedo a lo que podíamos encontrarnos? no lo sabía, pero de quince niños que había allí dentro, solo uno intentó por todos los medios abrir aquella maldita puerta y ese niño, era Christopher.
- ¿En qué piensas? -La voz de Maikel me sacó de mis recuerdos.
- Estaba pensando en la semana que estuvimos encerrados. Estaba pensando en Christopher estampándose contra la puerta mientras todos nosotros nos quedábamos mirándo como idiotas asustados.
Maikel sonrió. Si, él también había llorado,y si no recordaba mal, fue uno de los últimos en matar a alguien.
- Eramos unos miedicas¿no crees? antes no parabamos de llorar y míranos ahora, somos nosotros quienes hacemos llorar a los demás.
Asentí de acuerdo con él.
Habían pasado siete años desde la primera vez que yo había usado un arma contra alguien para arrebatarle la vida. Sinceramente y sin exagerar, todavía podía sentir como la sangre de aquel niño se extendía por mis manos.
FLASHBACK
El calendario decía que era tres de marzo, y eso significaba que llevabámos más de un año aquí encerrados. Seguíamos siendo quince personas, quince niños que habían sido alejados de sus familias, pero ahora era diferente, ya no eramos unos niños normales y corrientes, nos habían estado entrenando durante un año. Habíamos aprendido a pelear, y éramos sorprendentemente buenos. A día de hoy todavía ninguno podíamos comunicarnos debido a nuestros diferentes idiomas, pero estábamos trabajando en ello, todos estábamos estudiando idiomas, otra de las cosas que nos habían exigido.Pero al menos, si sabíamos como nos llamabamos, era raro, pero aunque la barrera del idioma nos separase, éramos buenos amigos, todos nos llevábamos bien, pero en todo esto había un fallo, no todo es color de rosa. Nos estaban entrenando para ser fuertes, querían que fuesemos duros como piedras, que prácticamente no tuviesemos sentimientos, y cuando uno lloraba, otro sufría.
Ya nada quedaba de aquel niño peleón que intentaba salir con todas sus fuerzas de aquella habitación. Ahora era el más responsable de todos nosotros, ¿por qué? porque cuando al principio nosotros no dejábamos de llorar, era él quien lo pagaba. Como ya dije, si uno llora, el otro paga. Y ésto era lo que había ocurrido durante dos semanas hasta que nos dimos cuenta de que si seguíamos llorando, Christopher seguiría sufriendo palizas infernales. Pero después de esas palizas él no volvió a ser el mismo. Algo cambió en él. Algo cambió en todos. Eramos más duros y hacíamos todo lo que nos decían, fuese lo que fuese.
- Bien Nicole -La voz del monitor me sacó de mis recuerdos.
Paré de pelear contra el muñeco y me giré colocándome lo más recta que pude.
- Estás haciéndo un gran trabajo, dime Nicole, ¿cuántos años tienes?
- Cumplí los diez ayer, señor -Contesté con la vista fija en la pared detrás del monitor.
Si, me habían secuestrado el mismo día de mi cumpleaños.
- ¿Cómo se llaman tus padres, Nicole?
Este era un cuestionario que nos hacían cada dos o tres semanas, era para que no olvidásemos de donde veníamos, ¿para qué? para poder usar a nuestros padres contra nosotros, había visto como se lo hacían a un chico llamado Abdul.
- Mi madre Svetlana y mi padre Nikolay.
- ¿Tenías hermanos?
- Si.
- ¿Cuántos?
- Uno, señor.
- ¿Nombre?
- Alexey.
Tenía un nudo en la garganta. Me dolía recordarles porque sabía que no volvería a estar con ellos.
- ¿Cuál es tu verdadero apellido,Nicole?
- Vólkova.
- Bien,sigue con tu entrenamiento.
Asentí y sin mirarle,me di la vuelta y seguí con lo que estaba haciendo.
Pasaron al menos tres minutos cuando oí el llanto. Toda la sala se quedó en silencio. Miré de reojo y vi como todos los demás estaban tensos. Si, teníamos miedo de que por culpa de la persona que estaba llorando,uno de nosotros saliése perdiendo.
Me di la vuelta rápidamente cuando oí como la encargada de darnos nuestro castigo, entraba en la sala.¿Cómo sabía que era ella?porque era la única que se paseaba por aquí en tacones.
- Pero si hay alguien llorando -Sonrió. Lo había dicho en ruso, pero sabía que todos lo habían entendido, ¿por qué?porque esa frase había sido la primera que le habían enseñado a todos los allí presentes. Si, querían que tuviesen miedo y si, todos ahora mismo teníamos miedo.
Miré hacia la persona que lloraba. Era el chico coreano.
- Por tu culpa, Min Ho, uno de los aquí presentes va a sufrir.. ¿quién?
Sabía que el chico solo había entendido su nombre, la palabra sufrir y el quién, igual que todos los demás, excepto yo, que entendía cada palabra que decían en ruso.
La mujer,Natasha, se paseó por toda la sala, pasándo detrás de cada uno de nosotros y afirmativo, cada uno de nosotros tenía miedo de que pusiese una mano en nuestro hombro. Dio al menos tres vueltas más antes de pararse detrás de una chica diminuta, era la más pequeña de nosotros, y se llamaba Silvia. Vi como su barbilla empezaba a temblar y como sus pequeños puños se cerraron. Si, la sentía detrás de ella.
Silvia era la única chica a la que había rozado,¿por qué? porque una noche, hace un año, ella estaba llorándo y era de noche, ¿qué hice yo? me levanté y la abracé y desde ese entonces, somos algo parecido a unas amigas.
Natasha colocó una mano encima de su pequeño hombro y vi como todos nos tensábamos y encima el chico coreano no dejaba de lloras, asi que nisiquiera me lo pensé. Cogí el cuchillo con el que había estado entrenando, me fui detrás de el chico coreano y bajo la atenta mirada de todos, rajé la garganta del chico. Éste cayó al suelo y mientras agonizaba con su mano en la garganta, me miró a los ojos y yo en ningun momento aparté la vista de ellos.
- No deberías haber llorado -Dije en coreano.
Del ojo del chico cayó una última lágrima antes de que se quedase quieto. Levanté la vista y vi como todos los allí presentes me miraban.
- Silvia no tiene que sufrir, la persona que lloró ya no está en este mundo -Solté.
Natasha soltó una gran carcajada y vi algo en sus ojos.. ¿orgullo?
- Bien Nicole -Dijo con una enorme sonrisa y luego en cada idioma,soltó- Nicole ha salvado una vida hoy.. ¿quién será el siguiente?
FIN DEL FLASHBACK
Si, yo había sido la primera en matar a alguien y por eso no me arrepentía de nada, porque yo había alzado un cuchillo para defender a alguien que me importaba.
Luego de Min Ho, nadie volvió a llorar, por lo cuál, nadie tuvo que matar, pero llegó el día en el que todos tuvimos que jugarnos nuestra supervivencia, solo debían quedar cuatro en pie, pero aquel día, quedaron siete de catorce. Los presentes en ésta misión fuimos los supervivientes y los que nos negamos a matarnos unos a otros. Si, seis años atrás iniciaron una carnicería con nosotros y desde hace cinco años, estámos en las calles iniciando la carnicería nosotros mismos.
Si, de chicos de varias nacionalidades entrenados para matar, solo habían sobrevivido una rusa, un francés,una española,un brasileño,un griego,una italiana y un inglés.Eramos los mejores y nadie podía acabar con nosotros,ni siquiera nuestros jefes, para eso nos habían entrenado,¿no?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro