Ronald se levantó de golpe, alejándose de las barras metálicas en el acto. Las palabras lo golpearon en el pecho como si de una enorme roca se tratara. Y aunque trataba de asimilar y creer lo que aquel hombre le decía, solo no lo lograba que la imagen que recordaba de su padre, se pareciera siquiera un poco al hombre que tenía delante.

-¿ Qué ha dicho ?- preguntó Jazmine, quien estaba lo suficientemente lejos como para no escuchar lo que decía el hombre 

-Yo, creo que esta equivocado, señor- logró articular Ronald

-No. No lo estoy- la voz de aquel sujeto era apenas un susurro- Tu... Tu eres Ronald, mi hijo. Y ella- el señor miró a Jazmine- Es Jazmine... Mi... bellísima esposa

Jazmine frunció el ceño y Ronald la observó unos segundos, hasta que ella se acercó a la celda.

-Imposible. Mi esposo, sufrió un terrible accidente hace años- habló por fin 

El silencio se prolongó unos minutos, mientras el hombre miraba a Jazmine y viceversa; mientras, detrás de ellos Ronald y sus primas compartían miradas de confusión.

-Tú estás en mi, y yo estoy en ti- el hombre rompió el silencio, y parecía tener la voz más débil que antes- Nunca nos separaremos, y aunque lo hiciéramos, siempre nos volveremos a encontrar, en algún momento, en algún lugar, y ahora no necesitamos oro ni joyas para ser felices, Ronald es nuestro tesoro, y tú y yo no estaremos demasiado lejos. Si algo me pasara, me encontrarás, sé que lo harás, junto con nuestro hijo

Jazmine soltó un suspiro antes de dirigir la mirada a Ronald, quien abrió los ojos de par en par, pues reconocía esas palabras.

-Fue lo último que te dije... Antes de irme- aclaró 

-¿ Rey ?- Jazmine se agachó, como había hecho su hijo antes 

-Jazmine- Ronald notó que al hombre le temblaba el labio inferior,  que los ojos de su madre se llenaban de lágrimas- Tanto tiempo- comentó Rey- No puedo creer todo lo que ha crecido Ronald- le ofreció una mirada

-Pero, ¿ quién te he hecho esto ?- preguntó Ronald, quien no era capaz de moverse

-Fueron ellos

-¿ Ellos ?

-Sí, ellos. Están locos. Me encerraron aquí porque piensan que soy el único que conoce del tesoro. No se por qué me han mantenido, ya les dije que no se dónde está, pero no me creen. Quieren el tesoro a toda costa...

-¡Vaya, qué bonita reunión!- Una voz resonó en el lugar e, inmediatamente, todos se voltearon

En el lugar aparecieron todos los que alguna vez representaron una amenaza para Ronald; Estaba Aisha, Emma, Esther, Mariam, Lina y Lola. También estaban los esposos de sus tías y Luna, hija de Mariam. Lina tenía a su hija, Estella, tomada por el pelo, provocándole un gran dolor.

-Si tan solo pudiera tener una familia así- dijo mientras miraba a Estella, jalándole aún más fuerte el pelo- Pero no. En cambio me tocó un hija traidora

Con un movimiento de la mano, Lina arrojó a Estella a l piso, cerca de donde estaba Alice, quien la tomó y levantó deprisa.

-Bueno, Rey, ¿ has pensado en mi oferta ?- prosiguió Lina. Parecía ser quien los dirigía a todos 

-Ya te dije que no sé dónde está tu estúpido tesoro, Lina. Cuando vine solo tenía mi reloj, ¿ recuerdas ? No pude desbloquear la caja sin las otras reliquias 

-Si, lo recuerdo bien. Pero ahora, yo si las tengo. Así que solo necesito que me digas donde está la cámara

-Y pensaste que sería tan estúpido como para decirlo, ¿ verdad ?- replicó Rey

-Te lo diré de otra manera- Lina sacó del bolsillo trasero de sus pantalones, una G18. La misma que había visto Ronald antes. Levantó el arma en el aire y lo apuntó- Muéstrame la cámara del tesoro

-Lina, baja eso- ordenó Rey despacio- No es necesario que la uses

-Vaya, parece que ahora hablamos el mismo. Contesta mi pregunta- Rey dudó- Ahora- Lina imprimió dureza a sus palabras 

-Está en la sala de descanso real. Pasadizo en la chimenea 

-¿ Ves que puedes colaborar ?- Lina exhibía una sonrisa casi maniática- Muy bien, ustedes tres- señaló a Ronald y sus primas- Caminen. Quiero que estén ahí para que me vean ganar 

Los obligó a caminar fuera del lugar, no antes sin encerrar a Estella, Alexander y Jazmine en celdas distintas. Caminaron a través de o que quedaba del Palacio Robinsonn, hasta llegar a una amplia sala, donde se podían observar unos dos muebles pequeños, la estructura de una pequeña mesa, una ventana y una chimenea. Los muebles estaban orientados hacia la chimenea, y la ventana del lado contrario. Habían dos umbrales en donde alguna vez hubo puertas, que eran conectados por la sala.

-Bueno, Ronald, deberías ser tan cooperativo como tu padre y entregarme el reloj de una vez- le dijo Lina. Ronald, pensaba en todas las posibilidades que tenían de escapar, aunque, con Lina apuntándoles con esa arma, no había muchas- ¿ Sabes qué ? Tengo una mejor idea. Recordemos todo lo que ha pasado hasta ahora. ¿ Quién quiere comenzar ?

-Yo, si no es tanta molestia- dijo Alice- ¿ Cómo sabías que estaba con ellos ?¿ Y que vendríamos hay a este lugar ?

-Despacio, Alice. Hay que disfrutar el momento, ¿ no creen ? Para responder tu primera pregunta, diré que no eres tan lista como pensabas, y es la misma respuesta para ambas

-¿ Por qué involucraron a Gabriel en esto ?- Esmeralda habló 

-Esmeralda, cariño, sería la última persona en quién sospecharías. Además, tu amiguito es muy ambicioso, eso lo usé a mi favor. ¿ Por qué no lo llamamos ? 

Lina le hizo una seña a Aisha y esta salió. Minutos después, Gabriel estaba con ellos.

-¡Tú!- Esmeralda se acercó a él, y ,con un movimiento de mano muy veloz, cruzó su cara con una cachetada- ¡Eres un ser despreciable e imbécil! ¡No tienes idea de lo que acabas de hacer! y espero que disfrutes mucho del dinero que sé que no te darán, ¡Y RECUERDES QUE HERISTE Y TRAICIONASTE A UNA AMIGA POR DINERO! Dime, ¿ crees en serio que tía Lina de dará al menos una moneda. ¡No lo hará! ¡ILÚSO!

-Fue suficiente- ordenó Lina y Esmeralda volvió a su lugar- Si no tienen ninguna otra pregunta, ceo que podemos proseguir

-¡Ja!- se rió Ronald y Lina lo miró- Creo que hiciste un error de cálculo, Tía. Tienes el anillo, el brazalete e incluso mi reloj. Pero, ¿ dónde está el collar ?

-Qué bueno que preguntes, sobrino. Pues, verás, el collar- Lina registró su otro bolsillo trasero- está aquí

Levantó el ollar en el aire y lo mostró a todos los presentes. Este resplandeció. Ronald notó que era aún más bello de lo que se imaginaba. Se tensó automáticamente.

-¡Imposible!- chilló Alice- Las únicas personas que sabíamos donde estaba...- Alice calló al comprender todo

Su gemela apareció desde el umbral contrario al que habían entrado, expresando en su cara un sentimiento incoherente.

-¡Sorpresa!